TOUR DE FRANCIA 2012

Al igual que en el Tour de Francia 2011 y demás carreras de 3 semanas, el análisis de la prueba estará dividido en varias partes, para  que no quede una entrada excesivamente larga y facilitar la búsqueda de información.

En esta primera parte:  Introducción e historia, análisis general del recorrido y participación.

Las demás entradas sobre el Tour de Francia 2012:

  • Previo (análisis general, etapas más importantes y enlaces a perfiles de puertos)

Por otro lado, ya podéis descargaros o visualizar gratis el nº 8 de la revista “Desde la Cuneta”, que incluye un Especial Tour, asi como la Guía Tour de Javi Fuertes:

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Introducción


Este sábado 30 de junio dará comienzo la 99ª edición del Tour de Francia. Sin lugar a dudas, la vuelta por etapas más prestigiosa de la temporada, así como la más esperada por la gran mayoría de los aficionados al ciclismo profesional.

Más allá de si esta clara hegemonía del Tour (a nivel global, en algunos países otras pruebas si tienen similar o incluso superior relevancia), resulta positiva o negativa para el ciclismo, no cabe duda de que actualmente la importancia mediática de esta prueba es muy superior al resto, siendo probablemente la única carrera ciclista que despierta verdadero interés en todo el mundo, además del tercer acontecimiento deportivo más seguido después de los Mundiales de fútbol y las Olimpiadas, con la ventaja de disputarse cada año.

El origen del Tour data de inicios del siglo pasado, cuando Geo Lefevre, un redactor del periódico L´Auto (actualmente L´Equipe), le propuso a su director, Henry Desgranges, la celebración de una carrera ciclista que uniera las principales ciudades francesas. De este modo, en julio de 1903 y no sin dificultades (incluyendo un cambio de fechas respecto a lo que estaba previsto), se disputó la primera edición del Tour de Francia -> mapa, con 2.428 km divididos en 6 etapas y victoria final para Maurice Guerin, con casi 3 horas de ventaja sobre el 2º y a una velocidad media de 25,7 km/h.

El final de la primera edición, con el ganador Maurice Guerin y Leon Georget.

Durante los primeros años los organizadores tuvieron muchos problemas para sacar la carrera adelante, lo que les llevó a buscar nuevos alicientes.  Así, en 1905 la clasificación general se hizo en base a los puntos y no por tiempos (aunque volvería a calcularse por tiempos en 1913), además de aumentar el nº de etapas de 6 a 11 y sustituir el Col de la Republique, única dificultad montañosa de las 2 primeras ediciones, por los puertos del Ballon d´Alsace en los Vosgos y Bayard y Laffrey en los Alpes.

Eso reactivó la prueba, pero cuando en 1909 Francois Faber, un corredor de de casi 90 kilos, fue capaz de ganar 6 etapas y la general final, los organizadores decidieron dar una vuelta de tuerca más al recorrido, estrenando los Pirineos en 1910 con 2 etapas brutales, sobre todo para las condiciones de aquella época: Perpiñán – Luchon (289 km) con Port, Portet d´Aspet y Ares, y especialmente Luchon – Bayona (326 km) con Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Aubisque y Osquich. Durante esta 2ª etapa, al coronar el Aubisque, se produjo el famoso grito de Octave Lapize en contra de los organizadores: “¡Asesinos!”. En el artículo «Memoria de un asesinato« se puede rememorar la gestación y desarrollo de esa mítica etapa.

A pesar de las quejas de los corredores, el gran éxito deportivo y mediático hizo que en 1911 los organizadores no sólo repitieran las jornadas pirenaicas sino que se atrevieran con el más difícil todavía: una etapa en los Alpes, Chamonix – Grenoble (366 km), en la que se estrenó el impresionante Galibier norte (hasta la cota 2.556 m, atravesando la parte final por el túnel). El ciclista que pasó primero por la cima fue Émile Georget, que tras 2h y 38m de ascensión, sin poner pie a tierra en ningún momento exclamó ante los aficionados: “¡Os he dejado pasmados”!. El impacto del Galibier fue tal que el propio Henry Desgranges abrió el periódico L´Auto al día siguiente con un “acta de adoración” a la grandiosidad del puerto y el esfuerzo de los corredores para superarlo.

Ya con los Pirineos y los Alpes consolidados en el recorrido, el Tour fue poco a poco creciendo en importancia, así como en kilometraje y nº de etapas, alcanzando los records de 5.745 km en 1926 y 31 etapas en 1937 (12 normales, 5 con doble sector y 3 con triple). La carrera sólo ha dejado de disputarse durante las 2 Guerras Mundiales, de 1915 a 1918 y de 1940 a 1946. Y fue justo después del primero de estos conflictos, en 1919, cuando el Tour estrenó una de sus señas de identidad: el maillot amarillo para distinguir al líder de la clasificación general. El resto de maillots fueron introducidos mucho más tarde, con el maillot verde de la regularidad y el blanco con puntos rojos de la montaña estrenándose en 1953 y 1975 respectivamente.

A lo largo de su historia hay cinco corredores que destacan claramente en el palmarés del Tour, habiendo obtenido 5 o más triunfos en la general de la prueba: Jacques Anquetil (1957, 61, 62, 63 y 64), Eddy Merckx (1969, 70, 71, 72 y 74), Bernard Hinault (1978, 79, 81, 82 y 85) y Miguel Indurain (de 1991 a 1995) y Lance Armstrong, con 7 triunfos consecutivos (de 1999 a 2005). Mención especial merecen Philippe Thijs y Gino Bartali, con «sólo» 3 y 2 victorias respectivamente, pero que sin los parones provocados por las guerras mundiales podrían haber alcanzado un palmarés mucho mayor. De hecho fueron capaces de ganar antes y después, con nada menos que 10 años de diferencia en el caso de Bartali: de 1938 a 1948.

En cuanto a los corredores españoles, si bien hasta finales de la década de los 50 sólo Bernardo Ruiz consiguió acabar entre los 3 primeros, en 1952, desde entonces se han convertido en habituales protagonistas de la carrera, incluyendo la victorias de Federico Martín Bahamontes en 1959 (más otros 2 podios y 6 clasificaciones de la montaña), Luis Ocaña en 1973, Pedro Delgado en 1988 (más otros 2 podios), el ya mencionado “repóker” de Miguel Indurain en la década de los 90, Oscar Pereiro en 2006 (tras el positivo de Landis), Carlos Sastre en 2008 y Alberto Contador en 2007 y 2009 (también acabó 1º en 2010 pero fue sancionado posteriormente), colocándose como el tercer país con más triunfos en la general después de Francia y Bélgica, que dominan el palmarés con 36 y 18 victorias respectivamente.

En el resto de categorías, Richard Virenque tiene el mayor nº de victorias en la clasificación de la montaña, con 7 triunfos, superando las 6 victorias que consiguieron 2 de los mejores escaladores de la historia: el mencionado Bahamontes y Lucien Van Impe. Eric Zabel domina claramente la clasificación de la regularidad, con 6 triunfos consecutivos entre 1996 y 2001, mientras que Jan Ullrich y Andy Shleck empatan a 3 victorias en la clasificación de los jóvenes. En cuanto a las victorias parciales y días portando el liderato, los records son para el gran Eddy Merckx, que arrasa con 34 triunfos y 111 jornadas «de amarillo».

En 2011 la victoria en la general fue para Cadel Evans, que tras asumir responsabilidades en la montaña, sobre todo en la persecución a Andy Schleck camino del Galibier, acabó rematando en la crono final para imponerse sobre los hermanos Schleck, con Andy 2º y Frank 3º. Los españoles más destacados fueron Alberto Contador, que pese a varias caídas en la primera semana fue el gran animador de la carrera, con ataques lejanos en las etapas de Gap, Pinerolo y sobre todo Alpe d´Huez, aunque sus resultados, incluído su 5º puesto final, fueron anulados por positivo del Tour 2010; y Samuel Sánchez, 5º en la general (tras la sanción a Contador) y ganador de la etapa de Luz Ardiden.

Recorridos

Una de las señas de identidad históricas de la prueba han sido una serie de grandes puertos de paso que por su dureza (sin rampas exageradas pero largos y con mucho desnivel) y habitual presencia en la carrera han sido claves en muchas ediciones, alcanzando la categoría de míticos. En ese sentido destacan, aparte de los ya mencionados Tourmalet, Aubisque, Peyresourde y Galibier, los puertos alpinos del Izoard y Vars (estrenados en 1922); Glandon / Croix de Fer (1947); Mont Ventoux (1951), aunque después ha sido final de etapa en bastantes ocasiones; Madeleine (1969), si bien hasta 1975 no se subió por esta vertiente; y Joux Plane (1978), más corto que los anteriores pero con mayor pendiente media.

En 1952 se produjo una novedad fundamental en los recorridos del Tour: los primeros finales en alto, con el estreno de Alpe d´Huez, «la montaña de los holandeses», Sestriere, en territorio italiano, y Puy de Dôme, un muro en el Macizo Central. Lo curioso es que este tipo de llegadas, que hoy en día abundan en las carreras (creemos que excesivamente, aunque no en esta edición), no gustaron en su momento, ya que la lucha podía quedar reducida a la subida final. Como ejemplo, las declaraciones de Jacques Goddet (jefe de la sección de ciclismo en L´Equipe) después de la etapa de Alpe d´Huez: “nada incita a militar por unas llegadas en alto”. Este rechazo provocó que a excepción de algunas cronoescaladas (Ventoux 1958 y Puy de Dôme 1959) no volviera a haber finales en alto hasta 1961, y como mucho 1-2 llegadas de este tipo los años posteriores. Sería en la década de los 70 cuando empezaron a ganar protagonismo, incluyendo el retorno de Alpe d´Huez en 1976, que desde entonces se ha convertido en la subida más icónica de la carrera, con nada menos que 26 llegadas entre 1976 y 2011.

El lado negativo de repetir tanto ciertas subidas es que se han dejado “marginadas” otras igual o incluso más interesantes, con bastantespuertos duros inéditos u olvidados desde hace muchos años por los organizadores. Destaca especialmente el potencial de varias regiones poco transitadas por el Tour, como los Pirineos Atlánticos (Issarbe, Arthaburu, Ahusquy, etc), Alpes de Sur (Cayolle, Champs, Couillole, Turini, etc) y la zona entre Bellegarde-Chambery-Grenoble (Biche, Chat, Chatillón, Coq, Luitel, etc); así como las “caras b” de algunos puertos clásicos que siguen inéditas (salvo en los tramos compartidos con la vertiente tradicional), como Madeleine SOSarenne (Alpe d´Huez E), Viscos (Luz Ardiden N), Signal du Bisanne (Saisies SO), Col du Pre -falta el final- (Cormet de Roselend O). Un caso peculiar es el del Iseran S, que se ha bajado en varias ocasiones … pero está ignorada como subida desde 1963!.

Este año se ha dado un paso positivo en este aspecto, con el estreno del Grand Colombier (aunque no por su vertiente más dura y en una etapa donde quizás falta dureza global) y el Col de Peguere, además de otras subidas más modestas, pero todavía quedan muchas otras ascensiones con un gran potencial por descubrir o recuperar. En cualquier caso, ójala en próximas ediciones los organizadores sigan este camino innovador, combinando los grandes clásicos con puertos más novedosos.

La etapa de Bellegarde (10ª), con el estreno del Grand Colombier en el Tour de Francia.

Otra característica habitual de la carrera ha sido la elevada cantidad de km contrarreloj, con largas cronos individuales y por equipos. Este hecho, unido al tipo de etapas montañosas, hacía que para ocupar los primeros puestos de la general los corredores tuvieran que ser muy completos, subiendo bien pero a la vez siendo buenos rodadores y bajadores (o ser infinitivamente superiores en alguno de los aspectos), teniendo además una clara ventaja en caso de estar en un equipo potente cuando había CRE. Sin embargo, como analizaremos más adelante, desde el año 2008 se han producido varios «bandazos» en este aspecto, con un claro descenso en el nº y longitud de las cronos durante varias ediciones, llegándose a batir records negativos en 2011, y la recuperación de las 2 cronos individuales largas, superando los 100 de CRI, en la edición de este año.

En cuanto a la estructura, durante mucho tiempo el esquema del recorrido ha sido muy similar de una edición a otra (con excepciones), algo provocado por las propias características orográficas francesas … pero también por el inmovilismo de los organizadores una vez que dieron con su recorrido ideal. Desde mediados de la década de los 60 hasta hace pocos años lo más habitual era empezar la carrera con un prólogo, seguido por una primera semana de etapas llanas (y hasta mediados de los 80 con alguna jornada de pavé) e incluyendo una crono individual y otra por equipos, para a continuación afrontar el primer bloque montañoso, ya fueran los Alpes o los Pirineos, normalmente rotando de una edición a otra, seguido por varias etapas de “enlace” antes de encarar el segundo bloque montañoso y las jornadas finales de aproximación a París, con una crono en los últimos días.

Sin embargo en las últimas ediciones, ya con el actual director de la carrera, Christian Prudhomme, al mando, se han producido bastantes cambios respecto a lo que era habitual en el Tour, tanto para bien, con menos etapas llanas en la primera semana, como para mal, con la mencionada reduccción de los km contra el crono, aparte de hacer que la última etapa montañosa tenga el final en alto más duro de la carrera. Además han aumentado las etapas de media montaña … pero a costa de reducir la dureza de la alta montaña (en general). Así, después del gran recorrido de 2007, con exigente y variada alta montaña y buenas cronos, faltando sólo algo más de media montaña para llegar al sobresaliente, llegó un Tour 2008 novedoso y con una primera semana muy atractiva, pero que después resultaba decepcionante al haber sólo una jornada con más de 2 grandes puertos, además de una estructura donde las etapas se estorbaban entre sí, con las llegadas en alto como final de bloque y perjudicando los ataques en las jornadas previas.

El trazado de 2009 fue todavía más original … pero también más decepcionante. Y es que tenía ideas interesantes pero muy mal ejecutadas (en nuestra opinión): etapas de montaña sin finales duros pero con demasiado llano entre puertos o hasta meta, y una última jornada decisiva de montaña en vez de una crono pero con final en alto y encima unipuerto. De hecho, en la mayoría de etapas había opciones mejores que las escogidas por la organización. Además la carrera estaba descompensada, con la 3ª semana mucho más exigente que las otras dos (flojísima 2ª semana), y el kilometraje total de C.R.I. era muy escaso, apenas 56 km. En el lado positivo destaca el etapón de Le Grand Bornand, que provocó enormes diferencias y resultó la mejor jornada de todas las GV de 2009.

Comparado con 2009, el recorrido de 2010 supuso un gran avance: no más de 2 etapas llanas seguidas, mucha media montaña y una alta montaña muy variada, además de incluir  una etapa con pavés, siendo globalmente un recorrido muy exigente. Pero no todo era tan positivo: de nuevo muy pocos km de crono (61 km), un diseño bastante mejorable en algunas etapas y ni un sólo gran puerto novedoso, algo que si habían aportado las ediciones previa (Balés  2007, Lombarde 2008 y Romme 2009). A la hora de la verdad, la pobre actitud de los favoritos en varias etapas clave hizo que la carrera resultara decepcionante, aunque también hubo alguna jornada espectacular como Saint Jean de Maurienne -> clasificación, con el grupo roto a 40 km de meta, y en menor medida la etapa de pavés.

El recorrido de 2011 se podía dividir en 2 partes: una primera mitad donde abundaban las jornadas más o menos llanas pero con llegada en repecho, y 10 etapas finales donde se acumulaban todas las jornadas a priori decisivas, con un exceso de finales en alto duros (4 llegadas HC/1ª muy duro) y apenas 42,5 km de C.R.I, una cifra ridícula para un GV y que encima no llegaba hasta el penúltimo día. Esta clara descompensación, unida a una actitud “amarrategui” de la mayoría de favoritos, hizo que las 2 primeras semanas de carrera fueran muy aburridas, además de producirse múltiples caídas, aunque la semana final, con ataques lejanos de Contador y Andy Schleck, salvó en parte la prueba. En cualquier caso, los organizadores no debieron quedar muy satisfechos porque el trazado de 2012 es radicalmente distinto.

Recorrido del Tour 2012


El recorrido de este año no ha dejado indiferente a nadie, al ir contracorriente no sólo respecto al tipo de trazado que ha predominado en las grandes vueltas de los últimos años (incluído el propio Tour) sino también a gran parte de la opinión pública, tanto aficionados como medios de comunicación. Y es que se reduce la dureza y cantidad de finales en alto, dando mayor protagonismo a los puertos de paso, a la vez que aumentan los km contrarreloj, con 2 cronos individuales largas, algo que no sucedía desde el año 2007. Más allá de si es acertado o erróneo, algo bastante subjetivo, de lo que no cabe duda es de que en esta ocasión no se podrá acusar a los organizadores de haber sido inmovilistas (salvo en alguna etapa concreta) o de no asumir riesgos. Y lo curioso en que este tipo de trazado no es realmente novedoso, sino que supone un regreso a la tradición del Tour, aunque con mayor protagonismo de la media montaña y ausencia de pavé.

La carrera empieza en Bélgica, con una crono individual de 6 km en forma de prólogo en la ciudad de Lieja, perfecta para los corredores explosivos por su distancia y trazado, con varias curvas muy cerradas, seguida por una 1ª etapa en línea «rompepiernas», con la llegada en Seraing tras casi 3 km picando hacia arriba, siendo un final propicio para los corredores potentes. La 2ª etapa, la última en territorio belga, es casi totalmente llana, muy favorable para los sprinters puros. Al día siguiente, ya dentro de Francia, llegará la primera etapa de media montaña, con un recorrido estilo clásica que incluye varias subidas cortas pero bastante duras, 4 de ellas en los últimos 20 km, incluído Mont Lambert y el propio final en Boulognes sur Mer, siendo una llegada muy favorable para los “up-hill finishers”.

Después de esa atractiva jornada llegarán 3 etapas seguidas bastante llanas, con finales en Rouen (4ª), Saint Quentin (5ª) y Metz (6ª), estas 2 últimas cruzando Francia de oeste a este. Salvo sorpresa, las 3 jornadas se resolverán mediante sprints masivos, aunque los favoritos a la general no pueden despistarse antes el riesgo de abanicos, sobre todo camino de Rouen (con muchos km en paralelo a la costa), y de caídas en el pelotón. El fin de semana cambia completamente el recorrido, con 2 etapas de media montaña consecutivas: llegada en Belles Filles (7ª), una dura subida situada en los Vosgos, inédita hasta ahora en el Tour de Francia; y jornada corta pero muy exigente con final en la localidad suiza de Porrentruy (8ª), incluyendo 5 puertos de 2ª y el último de ellos, el Col de la Croix, a sólo 16 km de la línea de meta. Al día siguiente y justo antes de la primera jornada de descenso, contrarreloj individual de 41,5 km, siendo una jornada clave para el posterior desarrollo de la carrera, ya que los especialistas contra el crono pueden conseguir grandes diferencias sobre los escaladores.

Las etapas de montaña de la primera mitad de carrera, destacando la jornada alpina de La Toussiere.

Superada la jornada de descanso no habrá tregua, con una novedosa etapa de montaña (en el Tour, no para otras carreras) con final en Bellegarde sur Valserine y previo paso por el Grand Colombier, un auténtico HC que se estrena en la carrera, y el más modesto Col de Richemond (los 12,5 km finales) a unos 20 km de la línea de meta. Justo al día siguiente, la etapa reina de los Alpes, Albertville – La Toussuiere (11ª), con escaso kilometraje pero un recorrido durísimo que incluye 2 puertos de paso colosales, el Col de la Madeleine y la Croix de Fer, antes de Mollard y la larga subida final a la estación de esquí, con descensos también muy complicados, sobre todo el de Mollard, y sin apenas llano en los últimos 80 km.

La 12ª etapa será la más larga de la carrera, con 226 km, y aunque tiene 2 puertos muy duros en su primer tercio, Grand Cucheron y Granier, el resto de la jornada es bastante llana (aunque con un puerto de 3ª cerca de meta), por lo que a priori quedará para escapadas de corredores que ya lleven mucho tiempo perdido en la general. La siguiente etapa, también bastante larga, dará una oportunidad a los sprinters, con un trazado en general llano que finaliza en Le Cap d´Agde (13ª) … aunque con la trampa del Mont Saint Clair a 23 km de meta y un tramo final propicio para los abanicos.

En la 14ª etapa, ya en los Pirineos y camino de Foix, regresa la montaña, con un recorrido que incluye sólo 3 puertos … pero 2 de ellos muy duros y en la segunda mitad de la ruta: Port de Lers y la subida inédita al Col de Peguere, con 3,5 km finales al 12 %. Lástima que después de su descenso la organización haya programado un incomprensible rodeo llano que aleja los puertos de meta, aunque de todos modos puede haber diferencias entre los favoritos. La siguiente jornada, antesala del último día de descanso, acabará en Pau tras un recorrido bastante quebrado aunque sin cotas importantes, dando opciones tanto a los sprinters como a los «aventureros» que busquen la escapada lejana.

La última jornada alpina y las 3 etapas pirenaicas, con finales en Foix, Bagneres de Luchon y Peyragudes.

Después de la jornada de descanso llegará la etapa más exigente de toda la carrera, junto con la jornada de La Toussuire: Pau – Bagnères de Luchon (16ª), un recorrido clásico que incluye los míticos puertos del Aubisque, Tourmalet, Aspin (últimos 12,5 km) y Peyresourde. Casi 200 km y alrededor de 5000 m de desnivel, con terreno para hacer mucho daño aunque los ataques deberían producirse lejos de meta. Después de esta jornada todavía restará una oportunidad más para los escaladores, con una etapa casi circular Luchon – Peyragudes (17ª) que incluye de salida el “muro” de Mente y en la parte final el perfecto encadenado de Port de Bales y Peyresourde (últimos 10 km) antes de la subida final a la estación, que se estrena como llegada en el Tour. Una etapa de reducido kilometraje pero que puede marcar buenas diferencias en caso de que el grupo de favoritos se rompa durante la subida a Balés, con un descenso también complicado.

La 18ª etapa, camino de Brive la Gaillarde, es muy larga pero sin grandes dificultades orográficas (aunque en el exagerado perfil parece de media montaña), siendo a priori una jornada de transición en vísperas de la contrarreloj de Chartres (19ª), con más de 50 km de recorrido y donde los rodadores que lleguen con fuerzas al final de carrera tienen todas las de ganar, siendo una jornada decisiva en caso de que la general esté apretada. La etapa final, que servirá de homenaje a los ciclistas que hayan conseguido «sobrevivir» a las 3 semanas de carrera, acabará en el tradicional circuito de los Campos Elíseos, en París.

Un trazado polémico y atrevido, que ha generado opiniones de todo tipo al romper con la tendencia de los últimos años. Pero si bien la valoración como «bueno» o «malo» no deja de ser algo subjetivo, desde una gran parte de los medios de comunicación se ha insistido en que era un recorrido blando, con menor exigencia que la de años anteriores … lo cual es falso: sumando las cifras de los principales puertos, la dureza «sobre el papel» del Tour 2012 es casi idéntica a la de las 2 últimas ediciones (y superando a los trazados de 2008 y sobre todo 2009). Luego la exigencia real de la prueba dependerá, además del recorrido, del ritmo que impriman los corredores y de las condiciones meteorológicas, pero al menos a priori tiene similar dureza que las ediciones previas.

*Las cifras de distancia total en 2012 son las del recorrido original, la ruta definitiva sube a 3.497 km*

Si es cierto que el nº de finales en alto y su dureza e ha reducido bastante respecto a la edición de 2011, con sólo 3 llegadas de este tipo (sin contar los repechos). Pero es que la exigencia de la montaña no depende sólo de las llegadas en alto, sino también de los puertos de paso. Y el Tour 2012 tendrá 6 HC de paso, 4 de ellos entre las subidas más duras que se han superado en carrera: Croix de Fer, Madeleine, Tourmalet y Grand Colombier. Además, aparte de los Especiales habrá otros 9 puertos de 1ª, 3 como llegada y 6 de paso, varios de ellos realmente duros. Y esa cifra de 15 puertos HC/1ª no ve en todas las carreras de 3 semanas. De hecho, el recorrido de este Tour supera claramente en dureza al de la próxima Vuelta a España, perdiendo por poco respecto al Giro -> comparativa Giro-Tour-Vuelta 2012 … al menos en los puertos, ya que en apartado de las cronos, que también son etapas muy exigentes, el Giro queda muy atrás.

Las cifras de los 15 puertos más duros del Tour 2012.

El tema de las contrarrelojs también ha generado mucho polémica, al haber un acumulado de más de 100 km de C.R.I. debido a la inclusión de 2 cronos largas y prólogo, llegando casi a doblar las datos de las 3 últimas ediciones (en 2011 sin el casi …). Sin embargo, pese a que comparado con los últimos años puede resultar chocante, esta cifra no es en absoluto exagerada en la historia de la carrera. Por ejemplo en 2006 y 2007 hubo casi 120 km de crono individual. Y si retrocedemos un poco más, resulta que desde 1979 hasta 2007 no hubo ni una sola edición con menos de 100 km contra el crono (aunque en 3 recorridos de la pasada década la cifra si sería inferior si no se suman las C.R.E.).

La evolución de los km contra el crono desde 1979. Click para ver las cifras detalladas de cada año.

En nuestra opinión, tanto la reducción de los finales en alto, apostando por los puertos de paso, como el aumento de km contra el crono, cambiando la tendencia a baja de los últimos años, suponen un gran acierto, ya que de este modo los primeros de la general tendrán que desmostrar ser ciclistas completos, rindiendo a buen nivel, tanto física como tácticamente, en todo los terrenos y no sólo en el final el alto de turno. Además, este tipo de recorrido debería provocar una mayor combatividad y ataques más lejanos de los escaladores, al no poder esperar a los km finales para recuperar diferencias, lo que puede propiciar más tiempo de lucha entre los favoritos y un mayor espectáculo, con persecuciones hasta meta.

También nos parece muy positivo que las etapas clave estén más repartidas durante toda la carrera, sin la exagerada concentración del Tour 2011 (o el pasado Giro) en la semana final, favoreciendo que la general se «rompa» antes y los favoritos no puedan especular. Otra gran noticia es el estreno de varios grandes puertos que todavía seguían inéditos (alguno de ellos de un modo incomprensible, como Grand Colombier) y pueden dar mucho juego tanto en esta edición como en años venideros.

Sin embargo, pese a que la idea general es muy buena y ójala la mantengan en próximas ediciones, creemos que su ejecución no está a la misma altura, pudiendo haber sido bastante mejor en el orden de algunas etapas y en el diseño concreto de las mismas, con algunos rodeos innecesarios o posibilidades desaprovechadas. En el primer caso, las etapas de Bellegarde sur Valserine y Bagneres de Luchon se pueden ver afectadas de un modo negativo por las jornada siguientes, con llegadas en La Toussuire y Peyragudes, lo que se podría haber solucionado con el orden contrario: final en alto + final tras bajada. Algo parecido sucede con la etapa de media montaña de Porrentruy y la primera crono larga, donde simplemente con hacer el día de descanso el lunes en vez del martes se evitaría la tentación de que los favoritos se»fumaran» la etapa pensando en la jornada siguiente. De todo modos, en un recorrido con tanta C.R.I. el orden no tendría por qué ser tan importante, ya que si los escaladores quieren pelear por la carrera deberían intentar aprovechar todas las jornadas de montaña.

En cuanto al diseño de las etapas, el rodeo entre Peguere y Foix de la primera jornada pirenaica resulta injustificable a nivel deportivo, mientras que en la jornadas de Bagneres de Luchon y Bellegarde falta la guinda que hubieran proporcionado los puertos de Azet y Biche respectivamente. Además, en los primeros días de carrera se ha desaprovechado la oportunidad de hacer 2 «monumentos» dentro del Tour: la Lieja-Bastoña-Lieja, camino de Seraing, y la París Roubaix, en la etapa de Tournay. Aparte, en el global de la prueba se echa de menos una jornada de alta montaña de gran fondo, para compensar los más de 100 km de crono y la poca longitud de la mayoría de etapas de alta montaña, que salvo en el caso de Bagneres favorecen de un modo exagerado a los ciclistas explosivos frente a los “diesel”.

En cualquier caso, como siempre la última palabra la tienen los corredores. Y si en condiciones normales su actitud resulta vital para que se pueda ver una gran carrera, con este recorrido todavía más, ya que el trazado del Tour 2012 necesita combatividad para funcionar bien, con bastantes etapas de todo o nada donde si los corredores se mueven desde lejos proporcionarán un gran espectáculo a los aficionados … pero que si no es así pueden resultar decepcionantes.

Cabe señalar que en esta edición no habrá bonificaciones, ni en la llegada ni el sprint intermedio, contando sólo los tiempos reales para la clasificación general. Aunque también tienen algunas ventajas, creemos que la ausencia de bonificaciones es una decisión acertada por parte de los organizadores, sobre todo si «por ley» hubieran tenido que ser de 20, 12 y 8 segundos en meta.

Por otro lado, no estaría mal que se preocuparan un poco más del tema de los perfiles de etapa, con multitud de picos irreales (ya que los hacen en páginas para crear rutas, sin tomar directamente los datos, podrían poner un filtro más alto …) y en algunos casos escalas muy exageradas. Y sobre todo que los publicaran con mayor antelación, ya que siendo la carrera más importante del mundo no es de recibo que no se conozcan muchos de los perfiles hasta apenas 2-3 semanas antes del inicio de la prueba. Eso sí, es digno de alabanza el apartado de información histórica, con un motor de búsqueda para acceder a todos los datos.

Participación


Como suele suceder casi todos los años en esta carrera, la lista de participantes es de altísimo nivel, contando con la presencia de los mejores equipos y la gran mayoría de los mejores corredores actuales, tanto vueltómanos como sprinters y clasicómanos.

Sin embargo, pese a que globalmente la calidad de los corredores es muy buena, hay 2 ausencias muy llamativas y que pueden dejar una sensación negativa en los aficionados, además de afectar de un modo decisivo al desarrollo de la carrera: Alberto Contador, el mejor vueltómano de los últimos años y ganador del Tour en 2007 y 2009, que no podrá participar debido a la sanción por su positivo en el Tour 2010 (que le hizo perder el triunfo en esa edición); y Andy Schleck, el gran rival de Contador en los últimos Tours y que lleva desde 2009 acabando entre los 2 primeros (incluyendo la victoria «a posteriori» de 2010), pero que este año será baja debido a la grave caída que sufrió en el reciente Critérium Dauphiné. Tampoco estarán presentes «Purito» Rodríguez, 2º en el reciente Giro de Italia, y Tom Boonen, doblete en Flandes-Roubaix, 1º y 2º respectivamente del ranking UCI en 2012.

Habrá 5 equipos de nacionalidad francesa: AG2R La Mondiale (ALM), FDJ-Big Mat (FDJ), Cofidis le crédit en ligne (COF), Saur-Sojasun (SAU) y Team Europcar (EUC); 3 holandeses: Rabobank Cycling Team (RAB), Vacansoleil-DCM (VCD) y Team Argos-Shiman (ARG); 2 belgas: Lotto Belisol Team (LTB) y Omega Pharma-Quickstep (OPQ); 2 españoles: Euskaltel-Euskadi (EUS) y Movistar Team (MOV); 2 estadounidenses: BMC Racing Team (BMC) y Garmin-Sharp (GRS); 2 italianos: Lampre-ISD (LAM) y Liquigas-Cannondale (LIQ); y uno kazajo, Astana Pro Team (AST); ruso, Katusha Team (KAT); australiano, Orica-Greenedge (OGE); luxemburgués, Radioshack-Nissan (RNT); británico, Sky Procycling (SKY); y danés, Team Saxo Bank (STB).

A priori, los 2 grandes favoritos a la victoria final son el vigente ganador de la prueba, Cadel Evans, y el gran dominador en las carreras por etapas en lo que va de año, Bradley Wiggins, que además cuenta con el mejor equipo, aunque no se pueden confiar ya que hay una serie de corredores que buscarán ponérselo difícil, varios de ellos habiendo pisado ya el podio final en años anteriores.

Cadel Evans (BMC)

El veterano corredor australiano, protagonista en casi todas las ediciones del Tour desde el año 2005 (incluyendo una victoria final y otros 2 podio) buscará repetir su triunfo del año pasado, contando con su experiencia y gran rendimiento en todos los terrenos como principales armas. Este año ha llevado una temporada más tranquila de lo que es habitual en él, centrándose claramente en el Tour, pero aún así ha ganado el Critérium Internacional y una etapa en Dauphiné. Quizás su punto más débil sea el equipo, de buen nivel pero inferior al de alguno de sus rivales, pero Evans ya ha demostrado saber manejarse bien sin mucha ayuda.

Bradley Wiggins (Sky)

El ex-pistard inglés, 4º en el Tour 2009, lleva una temporada impresionante, con triunfos en París-Niza, Tour de Romandía y Critérium Dauphiné, imponiéndose además en las respectivas contrarreloj. Si a ello se le une el tremendo poderío del equipo Sky, con varios corredores que podrían ser los líderes de otras escuadras, y un recorrido que parece hecho a su medida todo parece indicar que salvo imprevistos éste Tour será suyo. Sin embargo, y aunque resulte paradójico, es precisamente el espectacular rendimiento que ha mostrado en las últimas carreras lo que puede dar más esperanzas a sus rivales, ya que corre el riesgo de estar demasiado en forma al inicio y llegar «pasado» a la última semana, donde hay varias etapas clave.

Denis Menchov (Katusha)

Después de Contador, Menchov es el corredor en activo con mejor palmarés  en las GV, con victorias en el Giro 2009 y Vuelta 2005 – 2007 (aunque en 2005 por la sanción a Heras), además de haber sido 2 veces podio en el propio Tour, en 2008 y 2010. Teniendo en cuenta las ausencias del propio Contador y Andy Schleck, los 2 ciclistas que le superaron en 2010, y el tipo de recorrido, muy bueno para sus características (salvo por varios descensos complicados, uno de sus puntos débiles), si muestra un buen estado de forma puede tener muchas posibilidades de subir al podio final … y quién sabe si en lo más alto.

Vincenzo Nibali (Liquigas-Cannondale)

El «tiburón» de Sicilia regresa al Tour, después de sus ausencias en las 2 últimas ediciones y con el recuerdo de su gran actuación en 2009, cuando fue 7º con sólo 24 años. Desde entonces ha ganado la Vuelta 2010 y hecho podio en los Giros de 2010 y 2011, por lo que en este Tour aspira a lo máximo. El recorrido le favorece y le perjudica a partes iguales: no hay jornadas de mucho fondo (salvo Bagneres de Luchon) y si varios descensos clave donde puede intentar cortar a sus rivales, pero los más de 100 km contra el crono le pueden acabar pesando, ya que se defiende bien pero lejos de los especialistas. Su mejor resultado este año es la victoria en Tirreno (general + 1 etapa), además de haber sido podio en San Remo y Lieja.

Chris Froome (Sky)

El joven corredor inglés pasó de ser una promesa a toda una realidad en la última Vuelta a España, cuando partiendo de inicio como gregario de Wiggins acabó siendo el líder de su equipo, terminando 2º en la general sólo superado por un espectacular Juanjo Cobo. Esta temporada no empezó bien para él, sufriendo diversos problemas físicos, pero ya en la pasada Dapuhiné mostró un gran estado de forma. A priori volverá a estar supeditado a Wiggins … pero teniendo en cuenta su calidad como contrarrelojista y que es capaz de brillar también en la montaña, puede acabar luchando por la carrera a poco que su jefe de filas no esté al nivel esperado.

Robert Gesink (Rabobank)

Puede parecer un veterano, por el tiempo que lleva entre la élite ciclista, pero lo cierto es que este espigado corredor holandés apenas tiene 26 años. Y aunque todavía no ha alcanzado el nivel que auguraban sus primeros años en profesionales (en parte por su mala suerte con las caídas, sobre todo en la temporada 2009), si está cerca los mejores, destacando su 5º puesto en el Tour 2010, y todavía tiene posibilidades de mejora. Llega en un gran momento, tras haber ganado el Tour de California y ser 4º en Suiza, y además estará respaldado por un equipazo, por lo que su objetivo no puede ser menos que el podio.

Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi)

El corredor asturiano del Euskaltel es uno de los ciclistas más regulares en las GV, habiendo acabado entre los 7 primeros en todas las que ha corrido desde 2006 (si bien sólo una por año). En este Tour buscará mejorar sus resultados de las 2 últimas ediciones, en las que fue 3º y 5º (aunque en ambos casos sería un puesto inferior sin la sanción a Contador), además de ganar una etapa y la clasificación de la montaña en 2011. Y por lo visto en el inicio de temporada, con un gran rendimiento en País Vasco y Volta a Catalunya, está en condiciones de hacerlo, aunque al igual que a Nibali le pueden penalizar las cronos.

Jurgen Van Den Broeck (Lotto-Belisol)

Van den Broeck lleva varias temporadas siendo la gran esperanza belga de cara a las grandes carreras por etapas, y aunque por ahora no ha cumplido las expectativas si ha finalizado varias veces en el top-10, con su 4º puesto del Tour 2010 como mejor resultado. Este año intentará resarcirse de su mala suerte en la pasada edición, donde una caída le obligó a retirarse. A poco que mejore el nivel que mostró en el reciente Critérium Dauphiné, donde fue 5º, estará entre los mejores.

Frank Schleck (Radioshack-Nissan)

El mayor de los hermanos Schleck ha sido uno de los grandes protagonistas del Tour en los últimos años, con sendos 5º puestos en 2008 y 2009 y alcanzando por fin el podio en la pasada edición. Sin embargo, a pesar de que cuesta arriba es uno de los mejores, este año contará con la desventaja de los más de 100 km contrarreloj, donde puede perder una auténtica minutada con los especialistas … e incluso con otros escaladores. De todos modos, debería ser uno de los principales animadores de la carrera en las etapas de montaña.

Levy Leipheimer (Omega Pharma)

El veterano corredor estadounidense, con casi 40 años, sigue mostrando un gran nivel en casi todas las carreras por etapas en las que participa, habiendo sido 3º en la reciente Vuelta a Suiza. Y aunque sus mejores tiempos en las GV ya parecen quedar atrás, nunca se puede descartar a un corredor que  fue 3º en el Tour 2007 y 2º en la Vuelta 2008 (en ambos casos sólo superado por Contador, además de Evans en la prueba francesa), máxime en un recorrido con más de 100 km contrarreloj, uno de sus puntos fuertes.

Alejandro Valverde (Movistar)

Después de 3 años de ausencia forzosa por las sanciones, Valverde regresa al Tour , donde fue 6º en 2007 y 8º en 2008, en este último caso con victoria de etapa y varios días de liderato incluídos, aunque su mal día en la etapa de Hautacam le acabó costando la posibilidad de luchar por el podio. Su rendimiento en esta edición es toda una incógnita, habiéndose mostrado muy fuerte a inicio de temporada pero con una floja actuación en las Árdenas (aunque condicionado por su caída en la Volta), pero tiene calidad de sobra para luchar por los primeros puestos.

Ryder Hesjedal (Garmin)

El corredor del Garmin dio la gran sorpresa en el pasado Giro, ya que si bien había finalizado 6º en el Tour 2010, hasta ahora nunca había mostrado un nivel tan alto como para ser capaz de vencer en una gran vuelta. De cara al Tour tendrá la moral por las nubes, y desde luego si repite su rendimiento del Giro es uno de los grandes favoritos. Pero es posible que el esfuerzo físico y mental del Giro le acabe pasando factura en la carrera francesa. En cualquier caso, «que le quiten lo bailao».

Pierre Rolland (Europcar)

Después de haber sido la gran revelación del Tour 2011, donde obtuvo una victoria de etapa y la clasificación de los jóvenes, terminando 10º en la general, Rolland se encuentra ante el año de su confirmación, siendo el líder de Europcar para esta carrera (aunque en parte debido a la lesión de Voeckler). A priori el recorrido no le favorece, con 2 cronos largas donde puede perder mucho tiempo, aunque con 25 años todavía tiene margen de mejora.

También podrían acabar luchando por la general, o al menos por destacar en las etapas más duras: Andreas Kloden (Radioshack), 2º en 2004 y 06 (tras la sanción a Landis), aunque lleva varias temporadas sin rendir a gran nivel en las GV; Janez Brajkovic (Astana), sin el nivel que hacía presagiar su irrupción en la Vuelta 2006 (salvo en la Dauphiné 2010) pero con un buen recorrido para sus características; Michael Rogers, 2º en el reciente Dauphiné y 5º en Romandía, y Richie Porte, ganador de la Vuelta al Algarve, gregarios de Wiggins en Sky aunque con calidad para estar entre los mejores; Michele Scarponi (Lampre), 4º en el reciente Giro y que si bien tiene un recorrido muy malo para sus características buscará brillar en la montaña; Ivan Basso (Liquigas), 2 veces podio (2004, 05) y 7º en 2011, aunque al igual que Scarponi tendrá la desventaja del Giro, donde acabó 5º, y el tipo de recorrido, además de ser a priori gregario de Nibali; Tom Danielson (Garmin), 8º en 2011 y otras 3 veces top-10 en la Vuelta; el combativo Rein Taaramae (Cofidis), 11º en la pasada edición; Bauke Mollema, 4º en la Vuelta a España 2011, y Steven Kruijswijk, 8º en el Giro de ese mismo año; Peter Velits, gran croner y podio en la Vuelta 2010 (Omega Pharma); y los franceses Jean-Christophe Peraud (Ag2r la Mondiale), y Jerôme Coppel (Saur-Sojasun), 9º y 13º respectivamente en el pasado Tour.

Otros corredores importantes: Thomas Voeckler (Europcar); 4º en 2011 pero que este año no llega en buenas condiciones por culpa de una caída en Dauphiné … aunque si su estado se lo permite seguro que acabará dando «guerra»; Luis León Sánchez (Rabobank), 10º en 2010 y ganador ya de 3 etapas en el Tour, llegando además en plena forma tras sus triunfos en Romandía y buenas cronos en Dauphiné y Campeonato de España; Alexandre Vinokourov, 3º en el Tour 2003 y ganador de la Vuelta 2006, ya en la parte final de su carrera (incluso había anunciado su retirada, aunque volvió a competir) pero siempre pelón; Rui Costa, reciente ganador de la Vuelta a Suiza, Juanjo Cobo, vigente ganador de la Vuelta y toda una incógnita, capaz tanto de pasar desapercibido como de hacer un carrerón, y Vasil Kiryienka (Movistar); el prometedor Tejay Van Garderen (BMC); Nicolas Roche, 7º en la Vuelta 2010, y Hubert Dupont (Ag2r la Mondiale); Maxime Monfort, 6º en la Vuelta a España 2011, el veteranísimo Chris Horner, 9º en el Tour 2010, y Haimar zubeldia (Radioshack); Daniel Martin y Christian Vande Velde, 4º en el Tour 2008 (Garmin); Johny Hoogerland, Woueter Poels y Lieuwe Westra (Vacansoleil); David Moncoutié (Cofidis), 4 veces ganador de la montaña en la Vuelta; Chris Anker Sorensen (Saxobank); Robert Kiserlowski (Astaná); Jelle Vanendert (Lotto-Belisol) …

De cara a las contrarreloj y además de los grandes rodadores que también son favoritos a la general (como el “poker” del equipo sky: Wiggins, Froome, Rogers y Porte), sobresalen Tony Martin, el gran dominador de esta displina en 2011, con victorias incluídas en Tour, Vuelta y Mundial CRI, y Bert Grabsch, también campeón del Mundo (2008) y 3º en la crono larga del Tour 2010 (Omega-Pharma); Fabian Cancellara (Radioshack), posiblemente el mejor rodador de la última década y 4 veces ganador del Mundial contrarreloj; los veteranos David Millar, varias veces podio en el mencionado Mundial CRI, y David Zabriskie, acercándose este año a su mejor nivel, ya con 3 victorias en etapas contra el crono (Garmin); Gustav Larsson (Vacansoleil) y Fredik Kessiakoff (Astaná).

Entre los clasicómanos y corredores todoterreno destacan, aparte de varios ciclistas ya mencionados, la «bestia» Peter Sagan (Liquigas), que con sólo 22 años ya es capaz de ganar en casi todo tipo de recorridos y viene de arrasar en las etapas llanas y de media montaña de California y Suiza; Philippe Gilbert (BMC), que a pesar de llevar una decepcionante temporada, sobre todo tras su espectacular 2011, tiene calidad y coraje para volver a ser un de los «cocos» en los finales quebrados; Sylvain Chavannel (Omega-Pharma), siempre combativo y que seguro se dejará ver en más de una etapa; Edvald Boasson Hagen (Sky), con posibilidades de brillar en terrenos muy diversos, pero que tendrá el inconveniente de estar supeditado a Cavendish en los sprints y tener que trabajar para Wiggins de cara a la general; Jose Joaquín Rojas (Movistar), 2º el año pasado en la clasificación de la regularidad tras haber finalizado 6 etapas entre los 5 primeros (más otros 2 top-10); Michael Albasini, que está realizando una temporada impresionante, y Simon Gerrans (Orica-Greenedge); y Maxim Iglinskiy (Astana), en el mejor año de su carrera tras haber ganado Lieja y ser 2º en la Strade Bianche.

En cuanto a los velocistas estarán presentes, además de Sagan y Boasson Hagen, que sin ser sprinters puros son capaces de pelear de tú a tú con los especialistas, Mark Cavendish (Sky), el mejor velocista de los últimos años y ganador ya de 20 etapas en el Tour; André Greipel (Lotto Belissol), con la friolera de 13 victorias este año, 4 de ellas en el último mes; Tyler Farrar (Garmin), que después de romper en 2011 su «maleficio» en el Tour buscará de nuevo brillar en esta edición; el joven Marcel Kittel (Argos-Shimano), una de las grandes revelaciones de la pasada temporada y que en 2012 ya lleva 7 victorias; Oscar Freire, la gran baza española para los sprints (junto a Rojas) y ganador de la regularidad en 2008; el veterano Alessandro Petacchi, ya lejos de sus mejores años pero que todavía puede dar más de un susto a las nuevas generaciones (Lampre); Mathew Goss (Orica-Greenedge); y Julien Simon (Saur-Sojasun), ganador ya de 4 etapas este año.

También buscarán su día de gloria en las llegadas masivas: Yauheni Hutarovich (FDJ-Big Mat), Samuel Dumoulin (Cofidis), Mark Renshaw (Rabobank), durante varios años lanzador de Cavendish pero que ahora será uno de sus rivales, Borut Bozic (Astana), Kenny Van hummel (Vacansoleil) y Juan Jose Haedo (Saxobank).

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Un comentario en “TOUR DE FRANCIA 2012

  1. Ahi va mi top 5 del tour 2012: 1º Evans, 2º wiggins, 3º Valverde, 4º Nibali, 5º Menchov.
    A falta de los 2 grandes favoritos esta es mi apuesta. Espero que se pueda ver un excelente espectaculo. Saludos.

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