Con la confirmación de los equipos invitados a correr el Giro 2011 saltó la sorpresa: se repartían 5 «wild cards», con lo que en total serán 23 las formaciones participantes en la carrera italiana. Para esto, RCS tuvo que pedir un permiso especial a la UCI, ya que según la federación el máximo de corredores permitidos por carrera es de 200, y con 23 equipos de 9 corredores serán 207 los que tomen la salida en Turín.
Lo primero que debemos hacer es repasar un poco la historia. Y es que un pelotón de 207 corredores no es algo nuevo para una grande, pues ya ocurrió en La Vuelta 2002 (de nuevo con permiso de la UCI) y era relativamente habitual en los Tour de los 80, antes de que se implantara el límite: así en 1986 hubo 210 corredores (21 equipos de 10) o en 1987 también 207 ciclistas.
Aunque la noticia fue recibida en general de forma positiva, ya que los 5 equipos invitados tienen nivel para la carrera y es un gran empujón para ellos y su supervivencia, se escuchó alguna voz disconforme con el elevado número de corredores, voces que criticaban que era una forma de hacer la carrera menos segura. Por ejemplo, en Twitter podíamos leer a Gerard Vroomen (co-fundador de Cervélo e impulsor del equipo ciclista) decir:
Opinión compartida por el corredor Marco Pinotti (HTC – High Road). Otro corredor del mismo equipo, Mark Renshaw, expresaba también su disconformidad de forma irónica en el siguiente tweet:
Aunque hablando de ironía, debemos resaltar lo irónico que resulta escuchar precisamente a Mark Renshaw hablar de seguridad en carrera.
¿Y qué podemos decir? En el fondo tenemos que estar de acuerdo. Aunque sin duda los puntos positivos de invitar a 23 equipos al Giro sobrepasan con creces los puntos negativos, es cierto que un pelotón numeroso es algo menos seguro (aunque 9 corredores suponen una diferencia mínima) y además es más costoso para el organizador.
Sin embargo, existe una solución perfecta:
Reducir el número de corredores por equipo en las carreras
Piénsenlo, con este movimiento…¿no serían todo beneficios? Se podría invitar a más equipos a las carreras y por lo tanto más patrocinadores estarían contentos, se reduciría el número de ciclistas en el pelotón, se dificultaría el control de la carrera por un equipo, propiciando más batalla y premiando a los valientes… Pero vamos a analizarlo por separado.
Menor control de carrera, es decir, carreras más atractivas
Parece claro que el control de los equipo, ya sea de potentes equipos de rodadores para llegar al sprint en etapas llanas (o no tan llanas), o de equipazos que usan como gregarios a estrellas y controlan a la perfección la carrera de cara a que el líder de la misma no tenga problemas, es una de las grandes razones por la que muchas carreras se vuelven totalmente predecibles e incluso aburridas. Equipos tan potentes y organizados como los de hoy en día apenas dejan margen a la sorpresa, llevándose por delante gran parte del encanto y espectáculo de este deporte.
Y no solo lo decimos nosotros, el mismo Johan Bruyneel lo aseguraba en una reciente entrevista: «If Cavendish is in shape, you know in advance that he will win as the interests of cycling teams are so large, the budgets so huge and the teams so well organized.» Traducción: «Si Cavendish está en forma, sabes de antemano que va a ganar porque los intereses de los equipos ciclistas son muy grandes, los presupuestos muy grandes y los equipos están muy bien organizados».
En definitiva, los grandes equipos se han convertido en un monstruo que todo lo devora. ¡Pongamos freno a eso! Con menos corredores por equipo, es muchísimo más difícil controlar las escapadas y los ataques (como se ve cada 4 años en los JJ.OO. donde solo hay 5 ciclistas por selección). Las carreras se vuelven más movidas e imprevisibles, los ataques tienen más posibilidades de fructificar y se premia en mayor medida la valentía en contra de la especulación.
Y además, habrá más equipos interesados en romper el control que se realiza en favor del pequeño ramillete de favoritos, buscando una carrera más abierta donde ellos puedan ganar.
Más equipos en las carreras: bueno para todos
Este año ha entrado un patrocinador fuerte en el mundo del ciclismo: Geox. Y ha fichado a dos estrellas: Menchov y Sastre. Pues bien, como el Tour solo podía invitar a 4 equipos… se ha quedado fuera de la carrera más importante del año, y a los aficionados nos privan de ver a un ganador de la carrera y al 3º de la pasada edición. Y desde luego, esta no es forma de dar la bienvenida a un patrocinador a nuestro deporte… de los que no está sobrado y a los que se debe tratar siempre lo mejor posible.
Pero, ¿y si hubiera invitado a Geox? Entonces seguramente Saur – Sojasun se quedaría fuera, otro equipo potente, guerrero y que tiene la participación en el Tour como su mayor escaparate y base para su supervivencia. Persistiría el mismo problema solo cambiando de nombre.
En definitiva, con más equipos ganamos todos: los equipos por razones obvias, la carrera ya que no tiene que hacer «un feo» a nadie ni dejar fuera corredores de mucho nivel, y los aficionados por todo lo anterior.
Menos ciclistas en el pelotón
Un pelotón más pequeño es más seguro, se producen menos caídas y por lo tanto indirectamente se puede pasar por sitios más estrechos o «peliagudos» en carrera con menor peligro. El número final de corredores en una carrera dependerá de un equilibrio entre los nuevos equipos invitados y el número de ciclistas por equipo. Por ejemplo 24 equipos de 8 corredores = 192. 25 de 7 = 175. 28 de 6 = 168. Todo depende de llegar a un equilibrio y un acuerdo y decidir los números entre todas las posibilidades que mostraremos después.
Menos desgaste para las escuadras
Los equipos más poderosos no tienen problemas para completar su calendario siempre con ciclistas de nivel y en forma que puedan hacer un buen papel en las carreras, pero ese no es el caso de la mayoría de equipos que no alcanzan esos grandes presupuestos. Cuentan generalmente con menos ciclistas y de menor nivel medio, con lo que se hace muy difícil afrontar en condiciones un calendario cargado. Especial desgaste suponen las carreras de tres semanas por su duración donde el equipo debe presentar 9 corredores en forma.
Por eso, muchos equipos tienen que sacrificar el correr o brillar en unas carreras para reservar ciclistas para otras. Sin embargo, si hubiera menos corredores por equipo, sería más fácil para los «modestos» afrontar más carreras con garantías.
Corredores de calidad más repartidos, y mayor equilibrio entre equipos
Un posible efecto a medio plazo de esta medida es que los grandes equipos dejen de acaparar a los corredores más talentosos. Nos explicamos: habiendo menos plazas por cada equipo para correr las carreras más importantes de calendario, si un equipo acumula muchos corredores de alto nivel, varios de ellos apenas podrían participar en las mejores carreras, viendo así su carrera perjudicada en cierta forma (seguirían corriendo otras carreras y tendrían opciones de correr las mejores si su nivel sobrepasa al de sus compañeros). De esta forma, sería posible que estos corredores quisieran fichar por equipos con menor presupuesto donde tendrían mucho más fácil acudir como líderes a las grandes carreras para jugar sus opciones, lográndose de esta manera mayor igualdad y competitividad entre escuadras.
¿Cuantos corredores por equipo?
Para responder a esta pregunta se deben considerar varios aspectos. El primero de ellos: ¿como de grandes han sido los pelotones de carreras estos últimos años? Analizando los pelotones de las tres GT desde el año 2000 vemos como varía su número entre 171 y 207. Sin embargo, creemos que el principal motivo de la variación del número de corredores en estas pruebas no es tener mas o menos participación, sino la cantidad de equipos interesados y de nivel que pueden participar. Por ejemplo, el Giro 2011 no invita a 23 conjuntos para contar con más ciclistas, sino con equipos con intereses en Italia (Colnago, Acqua & Sapone, Farnese Vini…) y algunos corredores de nivel que forman parte de ellos (Sastre y Menchov, Garzelli, Visconti…).
Es decir, los organizadores no tienen como objetivo contar con muchos ciclistas, sino con muchos equipos y los mejores ciclistas de cada uno de ellos. Es más, en principio un pelotón más reducido ofrecería ventajas al organizador.
Otro dato a tener en cuenta es que carreras de inicio de temporada como el Tour de San Luís o el Tour de Langkawi los equipos Pro Tour y Pro-Conti (Liquigas, Movistar, Androni, Ag2r…) corren con solo 6 corredores.
En la siguiente tabla analizamos cuantos corredores compondrían el pelotón de una prueba dependiendo del número de equipos invitados por un lado, y del número de corredores en cada equipos por otro:
En esta otra tabla, analizamos cuantas personas compondrían la caravana de los equipos. Es decir, los corredores más los auxiliares (directores, mecánicos, masajistas…) de cada escuadra. El número de auxiliares lo hemos situado en 8 de forma fija, ya que sabemos que los organizadores de la Volta a Catalunya tienen que reservar 16 camas por equipo, 8 para corredores y 8 para auxiliares.
En ambas tablas hemos marcado en gris las que consideramos inviables por tener un tamaño muy grande o muy pequeño del pelotón o de la caravana.
No creemos que haya mucho que comentar en las tablas. Vemos como el tamaño de caravana del Giro 2011 o La Vuelta 2002 se acercaba a las 400 personas (391), y que los números de nuestras propuestas se mueven en valores mucho más bajos en la mayoría de casos. Es decir, en el caso del máximo aumento (27×7), sería de menos de un 4%, manteniendo un pelotón muy amplio de 189 corredores que se corresponde con la típica configuración de 21×9. Por ello estas combinaciones nos parecen absolutamente viables y lógicas.
Lo ideal sería ir reduciendo el número progresivamente para ver su influencia, quitando un corredor por equipo dejando así 8 para las GT y 7 para el resto de carreras. Dependiendo del resultado podría seguirse con esa «rebaja» dejando las GT y otras carreras importantes en 7 corredores, y con solo 6 el resto.
Pero en ese caso, ¿hay equipos suficientes para llenar una carrera grande como el Tour, la Vuelta o el Giro?
La respuesta corta es sí. La respuesta larga es… por supuesto. Fuera de bromas, hay 41 equipos en las categorías Pro Tour y Profesional Continental, de los cuales 28 (quizá 29 si Caja Rural corre La Vuelta) correrán este año alguna de las 3 Grandes Vueltas. Y fuera de estos, hay equipos que podrían formar escuadras de 6 o 7 corredores con cierto nivel y otros que recibirían un gran impulso de ser invitados para mejorar de cara a años venideros, así como potenciar su equipo ofreciéndole a sus patrocinadores un gran escaparate como son las GT para lucirse. Y como comentábamos anteriormente, quizá se produjese una redistribución de corredores de calidad que ayudase también a estos conjuntos.
Editado septiembre 2011: finalmente, fueron 29 los equipos que corrieron una GT en 2011, pero no por Caja Rural sino por Skil-Shimano que corrió La Vuelta.
Encuesta
Como punto final a esta entrada abrimos una encuesta para conocer vuestra opinión. La pregunta es sencilla: ¿Cuantos corredores por equipo querrías ver en las 3 grandes? Las opciones son 9, 8, 7, 6 y 5.
Podéis votar en la encuesta y/o darnos vuestra opinión en los comentarios:
Plataforma Recorridos Ciclistas 
el primer paso es reducirlo a 8 (25 equipos) y el de las pequeñas vueltas y clásicas a 7.
Permitirme una reflexión: otro paso que ya se tendría que haber dado es la reducción de edad en las clasificaciones de mejor joven: tendria que ser para el corredor menor de 24 años, y para 2015 (como muy tarde) reducirlo a 23, que sería lo más lógico.
La falta de control daría mucho espectaculo en las etapas, sobre todo montaña y media montaña, pero por debajo de 7 corredores habría que plantearse que pasaría con las cronos largas por equipos, ya que una retirada de un par de corredores de un equipo haría casi inviable disputarlas. A parte de esto, entre 6 y 7 corredores por equipo. Otra consecuencia es que veríamos a corredores/equipos menos «excepcionales» ganar más cosas importantes, y los vuelcos en las clasificaciones serían brutales.
7 seria lo justo
Seis por equipo y dos suplentes para entrar en lugar de eventuales retirados o fuera de control, y así evitar que la mala fortuna pueda diezmar rápidamente los equipos. Obviamente, los suplentes podrían disputar las victorias de etapa pero no las clasificaciones generales.
Yo creo que lo ideal sería 7 corredores por equipo en grandes vueltas y 6 en clásicas y demás pruebas. Para las grandes vueltas se hace necesario algún corredor más, son 3 semanas y los abandonos son bastante habituales. En las demás pruebas, con 6 corredores, las carreras pueden ganar en espectacularidad, pues serán más difíciles controlar y proporcionarán más opciones para los valientes. A mi modo de ver esta es la combinación ideal, pudiendo invitarse a una gran vuelta 24-26 equipos. Otro tema interesante es que el nº de corredores por escuadra estaría en más o menos 15. Lo que ayudaría a los equipos a reducir presupuesto y a tener mayor estabilidad económica, siendo más probable que los patrocinadores se animen a mantener su inversión durante más tiempo. Una medida sencilla pero que puede ayudar mucho a este deporte. Ojalá sea así.
En el Tour Down Under participan 7 corredores por equipo, y aquello no es «un sin dios» como diría «Saza» (el Cabo Santo) en «Amanece que no es poco»
Grandes vueltas => 8 corredores
pruebas de un día y pequeñas vueltas => 7 corredores
Pero el Tour Down Under no dura 21 días. La tercera semana entre caídas y cansancio acumulado el líder podría tener dos o tres gregarios nada más. Yo creo que 7 por equipo en las GV es ideal.
Todo lo que no sea reducir a, como mucho, 6 corredores por equipo, es literalmente perder el tiempo porque el concepto de bloqueo, control y dosificación está demasiado enraizado en la actual generación de ciclistas y directores. Por ello hay que atentar con dicho modelo, erradicarlo, destruirlo. Si se decide reducir a 6 corredores lo veré bien, pero si se reduce a 5 lo veré mejor.