MILAN SAN REMO 2012

El sábado 17 de marzo se disputa la edición nº 103 de la Milán San Remo (en italiano y oficialmente «Milano Sanremo»). También conocida como “la Classicissima” o “la clásica de la primavera”, es el primero de los 5 monumentos ciclistas, siendo una de las carreras de un día más importantes de toda la temporada.

La edición inaugural de la prueba, organizada por La Gazzetta dello Sport, tuvo lugar el 14 de abril de 1907, con un recorrido de 288 km y victoria para el francés Lucien Petit-Breton tras más de 11 horas sobre la bicicleta -> crónica e imágenes. Desde entonces la carrera sólo ha dejado de celebrarse  en 1916 y en 1944-45,  con motivo de la 1ª y 2ª Guerra Mundial. La edición más recordada de los últimos 20 años la edición es la de 1992, cuando tras un gran ataque de Moreno Argentin en el Poggio el irlandés Sean Kelly consiguió «cazarle» gracias a un impresionante descenso para acabar venciendo al sprint -> vídeo.

Los grandes dominadores del palmarés son los corredores italianos, con 50 victorias, destacando los 6 triunfos Costante Girardengo, el cual además consiguió otros 5 podios, llegando a estar 10 años seguidos sin bajar del «cajón» (de 1917 a 1926). Sin embargo, es el belga Eddie Merckx, “el caníbal”, el corredor que tiene el record de triunfos en la prueba, con 7 victorias repartidas entre la década de los 60 y los 70.

En cuanto a los ciclistas españoles, durante mucho tiempo el único que consiguió subir al podium fue Miguel Poblet, el primer gran clasicómano español, con victorias en 1957 y 1959. Pero en los últimos 10 años ha emergido la figura de Oscar Freire, que con sus 3 triunfos (2004-2007-2010) se ha convertido en el corredor más laureado de la prueba en los que llevamos de siglo XXI.

El año pasado la carrera resultó muy entretenida, aunque condicionada por las caídas que cortaron el pelotón en el descenso de Le Manie. La victoria fue para el joven Mathew Goss, quien en una magnífica actuación consiguió aguantar en el grupo de 8 que se jugó la prueba para acabar imponiéndose al sprint sobre Fabian Cancellara y Philippe Gilbert.

Goss cruzando victorioso la meta en la pasada edición. Foto de agencia Efe.

Centrándonos en el recorrido, las principales características de la Milán San Remo son el largo kilometraje, cercano a los 300 km, siendo la prueba de mayor kilometraje que se disputa actualmente, y un trazado con escasas dificultades orográficas y no muy exigentes, aunque varias de ellas situadas en la parte final, lo que la convierte en la gran clásica más propicia para los sprinters de toda la temporada.

Sin embargo, no siempre ha sido una carrera tan favorable para los velocistas. Y no porque el recorrido tuviera mayor cantidad de repechos o más duros (en realidad todo lo contrario), sino porque la propia forma de correr, mucho más ofensiva que la actual, y la diferente preparación de los corredores hacía que los sprints masivos fueran poco habituales, triunfando escapadas lejanas y corredores que no siempre tenían una gran punta de velocidad.

De hecho, durante muchos años la única subida reseñable fue el Passo del Turchino, que no pasa de ser un 3ª y colocado muy lejos de la línea de meta. Pero a medida que la carrera fue resultando cada vez menos selectiva la organización se vio forzada a ir endureciendo el recorrido, añadiendo diversas cotas. Asi, en 1960 incluyeron el Poggio, una cota sin mayor dificultad (3,7 km al 3,7 %) pero cuya cercanía  a la llegada y el hecho de que se afronte con muchos km en las piernas la convierten en decisiva. En 1982 llegó el turno de la Cipressa, una cota más exigente aunque situada a mayor distancia de meta. Desde esa edición el recorrido se mantuvo prácticamente inalterable durante más de 25 años -> perfil 2007.

Fue en la edición de 2008 cuando los organizadores, forzados por el exceso de llegadas masivas, hicieron el último gran cambio en el recorrido, añadiendo la cota de Le Manie: mucho más exigente que Cipressa y Poggio pero situada a casi 100 km de la llegada. Ese mismo año también variaron la calle donde finalizaba la prueba, pasando de la Via Roma a Lungomare Italo Calvino, lo que provocó un ligero aumento en la distancia desde la cima del Poggio a la meta: de 5,7 km a 6,2 km.

RECORRIDO MILAN SAN REMO 2012

Dificultades montañosas:

  • Passo del Turchino (km 142,3):  532 m – 3,2 km – 4,3 %
  • Le Manie (km 204):  318 m – 4,7 km – 6,7 %
  • Capo Berta (km 130):  130 m – 2,5 km – 5 %
  • Cipressa (km 275,9):  239 m – 5,65 km – 4,1 %
  • Poggio di Sanremo (km 291,8):  160 m – 3,7 km – 3,7 %

A pesar de los rumores previos, donde se hablaba de una nueva cota y un final distinto, el recorrido de este año es idéntico al de las últimas 4 ediciones, con 120 km iniciales casi totalmente llanos, el Passo del Turchino y Le Manie a mitad de la prueba para desgastar y hacer la primera selección, y 45 km finales donde se encadenan “los 3 Capos”, Mele-Cervo-Berta, y tras un poco de llano la Cipressa y el Poggio, finalizando la carrera en Lungomare Italo Calvino después de 298 km de recorrido.

La subida al Turchino no tiene especial dificultad, siendo más reseñable su bajada: sin mucha pendiente pero revirada y de considerable longitud (10 km). Superado el descenso y 2 pequeños repechos hay un largo tramo llano por la costa de Ligure antes de afrontar Le Manie, sin duda la ascensión más exigente de la carrera, con 2 tramos de 500 m rondando o superando el 9%, y donde los equipos con corredores más completos deberían intentar forzar el ritmo para desgastar a los sprinters.

El puerto más duro de la carrera es Le Manie, aunque a más de 90 km de la línea de meta.

Atención también a su complicado descenso -> vídeo, que ya el año pasado resultó clave en el desarrollo de la prueba, con caídas de varios de los favoritos, cortando el grupo y seleccionando mucho la carrera. Después de su bajada vuelve a haber muchos km de llano antes de la siguiente dificultad orográfica, los tres «Capos», aunque de ellos sólo Capo Berta tiene cierta dureza, con 2,5 km al 5 %.

A priori, el tramo decisivo de la carrera comenzará al llegar a San Lorenzo al Mare, a 28 km de meta y localidad de inicio de la Cipressa -> perfil cada 100 m / galería fotográfica. No es una subida muy exigente, pero con 4 km al 5 % (sin contar el falso llano de la cima) puede hacer daño si el ritmo es elevado, siendo un punto clave para eliminar gregarios. Los corredores no pueden despistarse en la bajada, con bastante pendiente y alguna curva complicada -> vídeo del descenso / galería fotográfica, aunque la carretera está en perfectas condiciones.

Terminado el descenso y de vuelta a la Via Aurelia, 9 km llanos hasta el inicio de la última y más famosa subida de la carrera: el Poggio di San Remo -> perfil cada 100 m / vídeo / galería fotográfica. Es una ascensión corta y muy tendida pero el desgaste acumulado, con mas de 290 km en las piernas, y la alta velocidad, con habitualmente muchos ataques, provocan que se haga más dura de lo que indica su perfil, aunque en este aspecto resulta clave el ritmo previo. En cualquier caso, el tramo más exigente está poco antes de coronar, con 300 m al 6,7 % y rampas máximas del 8 %.

La parte final de la clásica, con las subidas a la Cipressa y el Poggio.

Al igual que en las anteriores cotas, atención también a la difícil bajada -> vídeo / galería fotográfica, con algo más de pendiente que la subida (aunque tampoco demasiada) y varias curvas complicadas, habiendo sido clave para la resolución de la carrera en más de una ocasión.

Desde el final del descenso hasta la línea de meta restarán apenas 3 km, la mayoría en línea recta pero con dos “zig-zags” en los últimos 1500 m que pueden dificultar la colocación de los corredores de cara al sprint, con una recta final de 400 m.

El plano de los últimos km, con la subida y bajada al Poggio y el pequeño llano hasta meta.

En las 4 últimas ediciones, todas ellas con el mismo recorrido, la carrera se ha resuelto dos veces mediante un sprint masivo, 2009 y 2010, con victorias para Cavendish y Freire respectivamente; en una ocasión, 2008, mediante un ataque en los últimos km a cargo de Fabian Cancellara, llegando en solitario a meta; y en la pasada edición con un sprint reducido y triunfo para Mathew Goss, que aspira a repetir este año … al igual que los otros 3 corredores mencionados.

Aunque el balance de este recorrido no es malo, con un 50 % de ediciones muy entretenidas desde la inclusión de Le Manie en 2008 (un gran acierto, sin duda), creemos que sería positivo añadir algo más de dureza y continuidad, pero respetando la propia idiosincrasia de la prueba, de tal modo que los ataques individuales tuvieran más probabilidades de éxito, premiando la valentía, pero sin que ello signifique eliminar las opciones de los sprinters completos, dejando una prueba abierta e impredecible.

Y lo cierto es que hay muchas posibilidades distintas para hacer más selectivo el trazado, ya que esta zona está plagada carreteras que suben desde la costa hacia el interior. Una de las opciones a priori más interesantes sería añadir alguna cota antes de la Cipressa, por ejemplo la Civezza: una subida de 5,4 km al 4,6% (aunque algo más dura de lo que indica la media, reducida por un descansillo central) que facilitaría los movimientos lejanos.

Alternativa para la parte final del recorrido, añadiendo la Civezza antes de Cipressa.

Otra de las opciones sería añadir la Pompeiana, una subida entre la Cipressa y el Poggio de la que se viene rumoreando desde 2005 como el próximo gran cambio en el recorrido, aunque tras la inclusión de Le Manie parece haberse «enfriado» el interés por parte de los organizadores. Esta cota aumentaría la continuidad de la dureza durante los últimos 40 años, eliminando bastante llano y dificultando el trabajo de equipo.

Alternativa incluyendo la Pompeiana entre la Cipressa y el Poggio.

En cualquier caso, ya fuera Civezza, Pompeiana u otro pequeño puerto de la zona, su inclusión obligaría a suprimir Le Manie o a acercar la salida si se quiere evitar que el kilometraje supere los 300 km. De todos modos, habría una posibilidad intermedia, incluyendo más dureza pero sin añadir más cotas: sustituir Capo Mele y Capo Cervo por Castello (1,9 km al 8,4%) y Bande di La (2,1 km al 7,5%), dos subidas cortas pero exigentes y que apenas aumentarían la distancia total.

PARTICIPACIÓN

Como es habitual, la lista de participantes de este año será de auténtico lujo, contando con la presencia de casi todos los grandes sprinters y clasicómanos del pelotón, incluyendo a los 6 últimos ganadores de la prueba (uno de ellos por triplicado, Oscar Freire). Entre las ausencias destacan Thor Hushovd, campeón del mundo en 2010 y que ha tenido que renunciar a la carrera por enfermedad; y Michele Scarponi, 5º en la Milán San Remo 2011 tras dar una exhibición en la Cipressa.

A priori, hay 5 corredores que por sus antecedentes y estado de forma parten como principales favoritos a la victoria:

Peter Sagan (Liquigas). El jovencísimo corredor eslovaco parece no tener límites, y si ya durante 2010 y 2011 destacó por su explosividad y potencia en todo tipo de recorridos, recibiendo el apodo de «la bestia», este año también ha mostrado un gran fondo, hasta ahora su punto más débil, ganando una maratoniana etapa de media montaña en la reciente Tirreno Adriatico.

Mark Cavendish (Sky Procyling). El mejor sprinter puro de los últimos años y vigente campeón del mundo ya demostró en 2009 que puede con esta carrera, imponiéndose por delante de Haussler. Y llega en plena forma, con 4 triunfos en lo que llevamos de temporada, incluída la semiclásica Kuurne-Bruselas-Kuurne y una etapa en Tirreno.

Fabian Cancellara (Radioshack-Nissan). Si hay un corredor capaz de poner en jaque a todo un pelotón ese es «Spartacus». En 2008 ya dejó su sello en esta carrera, venciendo en solitario merced a un ataque en los últimos km, quedandose a un paso de repetir en la última edición. Y al igual que Sagan y Cavendish, llega en buena forma, con victoria en la Strade Bianche y en la crono final de Tirreno.

Oscar Freire (Katusha). Tricampeón de la prueba y probablemente en su última temporada como profesional, Freire aspira a despedirse con un nuevo triunfo en su carrera fetiche, tras sus victorias en 2004, 2007 y 2010, colocandose a la altura de Bartoli y Zabel en el palmarés de la Milán San Remo.

Tom Boonen (Omega-Pharma). En una prueba de estas características no se puede descartar a un clasicómano tan experto como Boonen, que además ya sabe lo que es pisar el podio de San Remo, en 2007 y 2010, aunque la victoria se le resiste. Su estado de forma es óptimo, con 4 victorias de etapa (incluída una en la reciente París-Niza) y la general del Tour de Qatar, aparte de ser 2º en la Omloop Het Nieuwsblad.

También destaca el potencial del equipo BMC, que pese a la ausencia de Thor Hushovd y un inicio de temporada decepcionante cuenta con 3 corredores que ya han demostrado poder brillar en esta carrera: Philippe Gilbert, el mejor clásicomano de 2011 (3º en esta misma prueba) y que si bien no parece llegar en un buen momento, después de su retirada en Tirreno, a poco que se sienta con fuerzas lo intentará en el Poggio; Alessandro Ballan, 4º el año pasado y que viene de hacer ese mismo puesto en la reciente Strade Bianche; y Greg Van Avermaet, corredor muy combativo y que ya en la pasada edición fue uno de los grandes animadores, terminando al final 9º.

Pero hay muchos otros corredores que aspiran a la victoria, ya sea venciendo al sprint o intentando romper la carrera desde lejos: el vigente ganador Mathew Goss (Greenedge), con mayor experiencia pero a su vez la desventaja de estar más vigilado; Andre Greipel (Lotto), con nada menos que 5 triunfos en los primeros meses de la temporada; Filippo Pozzato, ganador en 2006, y Oscar Gatto, 3ª en la reciente Strade Bianche, ambos del equipo Farnese Vini; Edvald Boasson Hagen (Sky), gran rodador y capaz también de imponerse al sprint, aunque en principio estará supeditado a su compañero Cavendish; Vincenzo Nibali (Liquigas), brillante vencedor de la Tirreno Adriático 2012 y que a buen seguro lo intentará desde lejos; Heinrich Haussler -2º en 2009- y Tyler Farrar, velocistas del equipo Garmin-Barracuda; el veterano Alessandro Petacchi (Lampre), ganador de esta carrera en 2005, ademas de pisar el podio en otras 2 ocasiones (2007, 10); Daniele Bennati (Radioshack); el prometedor John Degenkolb (Project 1t4i); Matti Breschel y Lars Boom, del equipo Saxobank; Sacha Modolo (Colnago), etc

Entre los corredores españoles destacan, además del mencionado Freire, dos velocistas que pasan muy bien los pequeños puertos: Jose Joaquín Rojas, vigente campeón de España, y Francisco Ventoso, ambos del equipo Movistar. El año pasado ya tuvieron una gran actuación, terminando 14º y 11º respectivamente, optando en esta ocasión al Top-10 … y puede que a algo más, dependiendo de como se desarrolle la carrera.

2 comentarios en “MILAN SAN REMO 2012

  1. Que bien ya empieza lo bueno,me gusta el giro ,el tour y la vuelta pero cuando empiezan las clasicas de primavera es cuando siento de verdad el espiritu de competicion,ver a estos tios dandose caña durante 200 o 300 km es alucinante,aqui no hay concesiones,no a los kilometros basura,cada uno busca su momento para dar palos,jamas un debil ganara en Flandes, ni en Lieja ni en Aremberg eso ademas con el añadido de como se vive el ciclismo en esos lares,pura envidia me da.
    Por cierto viendo como estan este año los Cancellara,Gilbert,Boonen,Sagan y mi colega Barredo no me pienso perder ni una.Saludos y a disfrutar.(Quiero una clasica en Gijon ya).

  2. Las clasicas son la verdadera esencia del ciclismo, en este tipo de carreras no se puede especular y eso que la milan-san remo suele ser la mas aburrida por recorrido.

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