Coppi 1949, una temporada de leyenda – 1ª parte

Si ha habido un corredor que marcó un antes y un después en la historia del ciclismo, elevándolo a cotas de fama y relevancia nunca vistas hasta entonces, éste fue sin duda Fausto Coppi«Il Campionissimo». Conocido también como «L´Airone» (La Garza), por su peculiar físico y elegancia sobre la bicicleta, era capaz de brillar en todos los terrenos, dejando para el recuerdo exhibiciones tanto en las grandes clásicas como en las principales carreras por etapas.

Dentro de su palmarés destaca especialmente 1949, el año de su consagración internacional merced al primer doblete Giro-Tour de la historia, triunfando además en 2 Monumentos y siendo 3º en el Mundial. En este artículo analizaremos su fabulosa temporada, prestando especial interés a Giro y Tour, aunque debido a su extensión estará dividido en 2 partes.

Fausto Coppi en el Stelvio en 1953. Imagen de Fotolog – Ciclismo Epico.

Tras la 2ª Guerra Mundial toda Europa pasaba por años difíciles. Y Francia e Italia, en particular, los estaban sufriendo también como organizadores de las 2 carreras ciclistas más prestigiosas. De ahí que la victoria en el Tour de Jean Robic en 1947 para Francia, y sobre todo la de Gino Bartali en 1948 para Italia tuvieran gran relevancia. De hecho, había una curiosidad en todo ello. Y es que, debido al parón provocado por la guerra, habían transcurrido 10 años desde su 1ª victoria en el Tour de Francia, en 1938, un logro nunca repetido por otro corredor desde entonces … pero que el propio Bartali ya había conseguido en el Giro, con victorias en 1936 y 1946 (además de en 1937).

Su triunfo en el Tour de 1948, en el que ganó además 7 etapas y la clasificación de la montaña, ayudó a que Italia no estallara en mil pedazos, ya que la victoria de Bartali (llamada telefónica del presidente antes de los Alpes mediante) «borraba» las diferencias políticas internas en Italia, dando paso a una gran celebración por tamaño logro.

Bartali en una de las etapas alpinas del Tour 1948. Foto de Sportvintage.it

Este Tour, sin embargo, no había contado con la participación del nuevo genio del ciclismo, Fausto Coppi, vencedor del Giro de Italia en 1940 con sólo 20 años (un record aún imbatido hoy en día) pero cuya progresión fue interrumpida, al igual que la carrera de Bartali, por la 2ª Guerra Mundial, aunque ambos tuvieron un regreso a lo grande, imponiéndose en los Giros de 1947 y 1946 respectivamente.

Coppi, enfadado con el favoritismo de la organización para con Fiorenzo Magni, había abandonado el Giro de 1948 tras ganar las etapas de Cortina de Ampezzo y Trento (debido a la ridícula sanción impuesta a un Magni que había sido claramente ayudado por los espectadores en las subidas a Falzarego y Pordoi), dejando la carrera cuando iba 3º en la general y restaban sólo 2 etapas para el final. Además, su rivalidad con Bartali le hacía renunciar al Tour, con lo que «Il Campionisimo» veía como se retrasaba su puesta en escena en Francia. Así pues, al empezar el año 1949 Coppi estaba dispuesto a demostrar por fin su superioridad, no sólo en Italia sino también en Francia, y traspasar fronteras, ser un mito en todo el mundo … en Italia ya lo era.

Y la temporada no pudo comenzar mejor, ya que en el mes de marzo Coppi se hacía con su 3ª Milán-San Remo, tras las ediciones de 1946 y 1948. No llegó a ser tan apabullante como su primer triunfo, en el que venció con 14 minutos sobre el 2º tras recorrer los últimos 150 km en solitario, pero aun así fue una victoria brillante, atacando en la subida al Capo Berta y llegando a meta con más de 4 minutos de ventaja sobre Vito Ortelli, ganador del sprint en el grupo perseguidor -> clasificación / vídeo.

No le fueron tan bien las cosas en la París-Roubaix, en la que terminó 12º, si bien era su estreno en el «infierno del norte», donde la experiencia suele ser un factor clave. Al año siguiente se desquitaría, obteniendo un espectacular triunfo con casi 3 minutos sobre el 2º y más de 5 sobre el 3º … No obstante, ya en la edición de 1949 el apellido Coppi fue gran protagonista. Y es que su hermano pequeño, Serse, fue declarado vencedor «ex-æquo» junto con André Mahé, después de una extraña carrera en la que el francés cruzó la meta en primer lugar pero entrando al velodrómo por un sitio incorrecto (debido a un fallo de los comisarios), mientras que Sersi ganó el sprint del pelotón. Finalmente la UCI decidió otorgar la victoria a ambos corredores.

A principios de mayo el «Campionissimo» volvía a la senda del triufo, imponiéndose de un modo aplastante en el Giro de la Romagna: de nuevo en solitario y con más de 4 minutos de ventaja sobre sus perseguidores, con Fiorenzo Magni llegando a meta en 2º lugar. Era la 3ª victoria de Coppi en esta prueba, después de sus triunfos consecutivos en 1946 y 1947.

Faltaban apenas 2 semanas para el inicio del Giro de Italia, que se presentaba muy interesante con Bartali y Coppi como máximos favoritos y rivales irreconciliables. En cambio, el polémico vencedor de la edición anterior y ganador también del Tour de Flandes, el mencionado Magni, no iba a tomar parte en la «corsa rosa», reservándose para el Tour de Francia.

El mapa del Giro 1949. Imagen Ilciclismo.it

Sin embargo, y a pesar de la gran expectación por ver el duelo entre Coppi y Bartali, no era el ciclismo sino el fútbol el que tenía en vilo a los italianos en aquel fatídico mes de mayo. Y es que el equipo más potente de Italia, el Torino, sufría el 4 de Mayo un trágico accidente: el avión que les traía de vuelta desde Lisboa se estrellaba en medio de unas malas condiciones climatológicas, chocando con un lateral de la Basílica de Superga con fatales consecuencias: no hubo ningún superviviente. El ciclismo volvería a ser una buena terapia para olvidar malos momentos …

La tragedia de Superga, donde murieron 18 jugadores del Torino Imagénes de sportdw.com

El Giro iba a celebrarse del 21 de mayo al 12 de junio, sin que Milán fuera inicio y llegada de la prueba por 1ª vez desde 1930. En su lugar se saldría desde Palermo, en la isla de Sicilia, acabando eso sí muy cerca de Milan, en Monza. El recorrido, diseñado por Vincenzo Torriani, contaba con muchas trampas y sólo una contrarreloj larga, destacando sobre todo 2 jornadas: una larga etapa en los Dolomitas con final en Bolzano y la jornada reina de Pinerolo, con 254 km de recorrido y los puertos de Maddalena, Vars, Izoard, Montgenevre y Sestriere. Una etapa maratoniana en la que se hacía una larga incursión en Francia a mitad de la ruta.

Los primeros días fueron algo accidentados y con múltiples intentos de fuga. Además, las bonificaciones intermedias provocaban una gran lucha para formar escapadas que permitieran ganar tiempo. Los mayores beneficiados, los italianos Giordano Cottur y Mario Fazio, que se repartían el liderato durante la semana inicial. Bartali y Coppi no parecían prestar mucha atención a las fugas, si bien Coppi aprovechaba la llegada a Salerno para apuntarse su 1ª victoria en esta edición. Otro que se sumaba también a la puja por el Giro era Adolfo Leoni, que vencedor en Pésaro se metía en una fuga camino de Udine, llevándose doble premio: victoria de etapa y liderato.

Adolfo Leoni_rosa 1949.

Leoni, ganador de 3 etapas y 8 días líder en el Giro de 1949.

Sin embargo Coppi y Bartali no estaban preocupados, ya que a pesar del fuerte retraso en la general (algo menos de 10 minutos Coppi y casi 11 Bartali), quedaban las dos grandes etapas de montaña, además de la contrarreloj final. La primera de ellas, en plenos Dolomitas, tenía lugar entre Bassano del Grappa y Bolzano: 234 kilómetros con la larga subida al Passo di Rolle y el buen encadenado de Passo Pordoi, con 12 km a casi el 7% de media, Passo Campolongo (últimos 4 km, desde Arabba) y Passo di Gardena, tras cuyo larguísimo descenso y un tramo llano de 20 km estaba situada la línea de meta.

El primer "tappone" del Giro 1949, con Rolle, Pordoi, Campolongo y Gardena antes de la llegada en Bolzano.

El primer «tappone» del Giro 1949, con Rolle, Pordoi, Campolongo y Gardena

Éste era el día elegido por ambos genios para vestir el rosa … sin embargo, un muy desafortunado Bartali, presa de problemas mecánicos y pinchazos, no pudo acompañar a «Il Campionissimo» en su fuga. Un Coppi que se marchaba en solitario ya en Rolle y que en el mítico Pordoi volaba.

Al pasar por la cima la ventaja sobre Bartali era de 5 minutos. Además, el fiorentino acusaba el infortunio y una alimentación incorrecta, siendo posteriormente alcanzado por el líder Leoni y por Astrua durante la subida a Gardena. Perderían en meta casi 7 minutos con Coppi, que gracias a la ventaja obtenida y a las bonificaciones se colocaba 2º en la general, a sólo 28″ de Leoni, que mantenía milagrosamente el rosa. Bartali se colocaba 3º, pero cediendo ya más de 9 minutos con su gran rival Coppi. El Giro parecía tener dueño, el rosa de Leoni iba a durar poco …

Coppi durante la ascensión al Pordoi. Fotografía de bikeraceinfo

Sin embargo Leoni, gran velocista y que estaba realizando el mejor Giro su carrera, vencía en Montecatini (13ª), en una etapa quebrada con paso por el Valico de Abetone, aumentando así la diferencia con Coppi hasta casi el minuto. Esa distancia se mantuvo hasta la etapa reina del Giro, aquella que todos temían y que iba a llevar a los corredores de Cuneo a Pinerolo en 254 km infernales, con las subidas al Colle Della Maddalena, tendido pero muy largo; el Col de Vars, con los últimos 5 km al 9%; Col d´Izoard, con 10 km finales al 8-9% (salvo por la bajada de Casse Desserte); Col de Montgenevre y totalmente encadenado el Colle Sestriere, este último con un larguísimo descenso hasta meta. Por longitud y desnivel acumulado, en torno a 5000m, una de las etapas más duras de la historia. Y a esa gran dureza había que añadir el estado de las carreteras, con varios de los puertos sin asfaltar.

Era la jornada marcada por Coppi … pero también la de Bartali, que tenía que atacar si quería ganar o al menos acercarse al 2º puesto, ya que en la en la general estaba a más de 10 minutos de Leoni y a 9 y medio de Coppi.

La etapa reina, con 255 km y los puertos de Maddalena, Vars, Izoard, Montgenevre y Sestriere.

La etapa reina, con 255 km y los puertos de Maddalena, Vars, Izoard, Montgenevre y Sestriere.

El día amaneció frío y húmedo, con la carretera de la Maddalena enfangada. A pesar de ello Coppi no iba a tardar mucho en demostrar que éste era su día: viendo a su rival Bartali mal colocado en el grupo, al parecer por problemas en los frenos, atacó durante la subida para no parar ya hasta meta. Quedaban más de 190 kilómetros para el final, pero nada importaba, estaba decidido: era la jornada para ser recordado por la historia.

Cuando Bartali quiso reaccionar ya era muy tarde. Fausto se había marchado, sus finas piernas pedaleaban con la elegancia y fortaleza de los elegidos, el pelotón estaba ya roto. Pasaba primero por la cima de la Maddalena, también lo hacía por la de Vars, con una ventaja que se acercaba ya a los 4 minutos sobre un Bartali, que no había querido esperar más y se iba en su búsqueda. Era el escenario soñado por los aficionados: los dos campeones en solitario, el uno contra el otro, la izquierda contra la derecha, la elegancia contra el coraje.

En ese momento el periodista Mario Ferreti interrumpía la emisión radiofónica de la RAI para expresar más que una noticia, un sentimiento, una frase que pasaría a la historia del ciclismo:  «un uomo solo e al comando; la sua maglia e bianco-celeste; il suo nome e Fausto Coppi». Los tiffosi abandonaban sus casas, querían ver al fraile volador en el Izoard, en Sestriere o donde fuera. Las carreteras estaban atestadas con aficionados enloquecidos que animaban al campeón italiano. Cuentan las crónicas que algunos de ellos barrían la carretera para evitar posibles pinchazos, mientras que otros se arrodillaban a su paso, llorando y gritando su nombre.

Era un día mágico, un día para los grandes. Y Coppi y Bartali lo eran, pero la superioridad del de Castellania se hacía evidente, aumentando la distancia en cada puerto. Por la cima del Izoard la ventaja ya era de 6 minutos sobre Bartali, el resto perdía de 10 minutos en adelante …

Seguía forzando Coppi, no quería simplemente ganar sino arrasar. El Giro era suyo y quería que fuera recordado. La humillación de haber tenido que renunciar el año anterior, los años perdidos por la guerra, en la que combatió y fue hecho prisionero por los ingleses … quería vengarse de su pasado, dejar claro que era el nº 1. En Montgenevre y Sestriere las carreteras abarrotadas de tiffosi y momentos míticos, como la famosa imagen con su nombre escrito en la nieve.

Por la cima del último puerto ya sacaba casi 9 minutos a Bartali, una distancia que todavía se ampliaría en otros 3 minutos antes de la llegada. Finalmente, Coppi cruzaba la meta tras más de 9 horas sobre la bicicleta: 9h 19′ 55″. Casi 12 minutos después entraría el otro héroe, Bartali, que a pesar de haber hecho una etapa excepcional no había podido con su gran rival. El 3º llegaba a casi 20 minutos, mientras el que anterior líder, Leoni, perdía más de 23 minutos. La clasificación de la etapa lo dice todo:

  1. Fausto Coppi: 9h 19′ 55″
  2. Gino Bartali a 11′ 52″
  3. Alfredo Martini a 19′ 45″
  4. Giordano Cottur  «
  5. Giulio Bresci  «
  6. Giancarlo Astrua  «
  7. Serafino Biagioni a 23′ 37″
  8. Adolfo Leoni  «
  9. Umberto Drei  «
  10. Dino Rossi  «

Recientemente, esta etapa ha sido la gran protagonista en una encuesta realizada por la Gazzetta dello Sport, siendo elegida como la «victoria de etapa más bella de siempre»; una de las «acciones técnicas de mayor dimensión», en relación a los 192 km de escapada de Coppi; y la «cita que mejor representa el espíritu del Giro», por la famosa frase de «un uomo solo e al comando«. Asimismo, el Giro 1949 fue votado como uno de los «más bellos de siempre»; el enfrentamiento entre Coppi y Bartali como la «rivalidad deportiva más significativa del Giro de Italia»; y estos 2 corredores y Felice Gimondi como los «campeones que mejor han representado los valores del Giro» -> resultados de la encuesta.

Volviendo a la carrera, el rosa era de Coppi. Con más de 23 minutos de ventaja en la general, la contrarreloj de Turín del día siguiente era sólo un trámite a cumplir. Quedaba 4º (obteniendo la victoria Antonio Bevilacqua), pero lo más importante, el campeón visitaba Superga para honrar al equipo del Torino. Italia todavía estaba consternada ante tamaña tragedia, el detalle de Coppi iba a ser agradecido. En la última etapa, final en Monza al sprint y tercer Giro para Coppi, que ahora podía centrarse en su asalto al Tour. La clasificación final no dejaba lugar a dudas de lo que había acontecido:

  1. Fausto Coppi: 125h 25′ 50»
  2. Gino Bartali a 23′ 47»
  3. Giordano Cottur a 38′ 27»
  4. Adolfo Leoni a 39′ 1»
  5. Giancarlo Astrua a 39′ 50»
  6. Alfredo Martini a 48′ 48»
  7. Giulio Bresci a 49′ 14»
  8. Serafino Biagioni a 53′ 14»
  9. Nedo Logli a 56′ 59»
  10. Silvio Pedroni a 1h 2′ 10»

Aguardaba pues, Francia, con varias preguntas en la mente de los aficionados: ¿podría Coppi ganar su primer Tour en su estreno en la carrera? ¿y Bartali, podría derrotar a Coppi en un terreno que conocía mejor? ¿algún otro corredor conseguiría estar al nivel de los italianos y dar la sorpresa?. La respuesta la tendrían, además de los propios implicados, 3 durísimas etapas de montaña, 2 contrarrelojes maratonianas y un accidente inesperado en la 1ª semana que pudo cambiarlo todo …

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4 comentarios en “Coppi 1949, una temporada de leyenda – 1ª parte

  1. Grande : Fausto Coppi , para mi el mejor ciclista de todos los tiempos .Yo practico el ciclismo como aficionado. Tengo dos documentales de Coppi , verlo pedalear es todo una elegancia , un maestro , un gigante , sin duda el mas grande de todos los tiempos .

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