RONDE VAN VLAANDEREN – TOUR DE FLANDES 2014 (I)

Poster Flandes 2014

La entrada siguiente:

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El próximo domingo 6 de abril se celebra la 98ª edición de la Ronde Van Vlaanderen, más conocida en España como el Tour de Flandes, la gran clásica belga de los “muros” de pavé y el 2º de los monumentos ciclistas, tras la ya disputada Milán-San Remo y en vísperas de la también próxima París-Roubaix, el “infierno del norte”, que se celebra dentro de una semana.

La edición inaugural de la prueba tuvo lugar en 1913, cumpliéndose el año pasado el 100º aniversario de su origen, de acuerdo a una idea de Karel Van Wijnendaele, cofundador del periodico deportivo Sportwereld, y consiguiendo la victoria Paul Deman. Después del parón causado por la 1ª Guerra Mundial, la carrera volvió con fuerza en 1919, para desde entonces disputarse ya de un modo ininterrumpido hasta nuestros días, convirtiéndose en un acontecimiento deportivo y social de primer orden, con cientos de miles de espectadores en las cunetas y el país prácticamente paralizado durante ese día, pendiente de la carrera.

Los grandes dominadores son los ciclistas belgas, con un total de 68 victorias y una aplastante mayoría de triunfos flamencos sobre valones, con sólo Claude Criquielion consiguiendo vencer en territorio “enemigo”, en 1987. La enorme dificultad de la prueba, tanto por su dureza como por la complejidad táctica y la suerte necesaria para no sufrir pinchazos ni caídas, ha provocado que ningún corredor haya conseguido vencer en más de 3 ocasiones, estando empatados en cabeza del palmarés Achiel BuysseFiorenzo MagniEric LemanJohan Museeuw y Tom Boonen, aunque en el caso de Museew, el “León de Flandes”, habría que añadir otros 5 podios, siendo el corredor con mayor protagonismo en la historia de la prueba.

En cuanto a los ciclistas españoles, el Tour de Flandes es la auténtica “bestia negra” del calendario, ya que no sólo no se ha producido ninguna victoria sino que además tan sólo un corredor ha conseguido terminar en el podio: Juan Antonio Flecha, 3º en 2008 tras los belgas Stijn Devolder y Nick Nuyens, este último ganador en 2011. De hecho, exceptuando a Flecha, no ha habido ningún otro español que haya finalizado entre los 10 primeros a lo largo de las 98 ediciones de la prueba, aunque estuvieron a punto Jesús del Nero, 11º en 2007, y Oscar Freire, 12º en 2012.

El año pasado la victoria fue para Fabian Cancellara, que se hacía con su 2º triunfo en esta carrera, tras la exhibición de 2010, merced a un poderoso ataque en el último paso por el Paterberg en el que conseguía descolgar a Peter Sagan, el único que había resistido el arreón previo del suizo en Kwaremont, y Jurgen Roelandts, superviviente de una escapada previa, llegando en solitario a la meta de Oudenaarde. Sagan y Roelandts acabaron 2º y 3º respectivamente, mientras que el ganador del sprint del grupo fue Alexander Kristoff, reciente vencedor de la Milán San Remo.

Cancellara en el momento de descolgar a Sagan, con Roelandts al fondo. Foto © Bettini

Kelly, a tiro de Flandes

Si un ciclista ha estado a punto de entrar en el olimpo de tres belgas, Van Looy, Merckx y De Vlaeminck, ganadores de todos los monumentos, ese es Sean Kelly, el irlandés de Carrick on Suir. Nacido en el año 1956, militó en sus inicios en el mítico Flandria Velda, de la mano de otro mito de éste deporte, Jean de Gribaldy, compartiendo equipo con la figura del momento, Freddy Maertens, y con otros corredores como el controvertido Michel Pollentier.

Kelly y Gribaldy en 1977 (Besancon). Foto © Sydney76

Este tozudo irlandés amasaría un palmarés a la altura de los más grandes, llegando a dar momentos estelares en las clásicas, sobre todo en 1984 y 1986, como no se veían desde los tiempos de Merckx. Consiguió todo lo que quiso salvo 3 cosas: el Mundial, que le parecía esquivo incluso en ocasiones en que era el máximo favorito, como en 1987 ó 1989; el Tour de Francia, a pesar de su empeño en conseguir un podio o incluso un hipotético triunfo (lo más cerca que estuvo fue 1985, cuando terminó 4º, aunque si fue uno de los protagonistas de la carrera francesa en múltiples ediciones, logrando por ejemplo 4 maillots de la regularidad); y el Tour de Flandes, en el que sería 2º en 1984, 86 y 87.

El mayor de los lastres a su espectacular currículum (victoria en la Vuelta a España 1988, dos triunfos en San Remo, Roubaix, Lieja, Suiza y Volta, tres en Lombardía, País Vasco y Critérium, siete en Paris Niza, etc …) fue el Tour de Flandes. Él estaba destinado a ser el primer no belga en conseguir los 5 monumentos y estuvo realmente cerca. Lo mereció, pero no pudo ser. Sus años gloriosos, 1984 y 1986, en los que consiguió ganar Roubaix por 2 veces, pudieron y debieron ser los de su estreno en Flandes. En 1987 fue 2º, tras el belga Criquelion, pero con menos opciones reales de victoria. En 1984 Kelly formaba parte del Skil, en 1986 y 87 ya era parte del Kas …

Y es que según cuenta Kelly en su autobiografía, hace 30 años tuvo su gran momento, la de 1984 debió ser su edición. A pesar de que cuando uno mira atrás tiende a pensar que la de 1986 era suya, un pacto entre Van der Poel y Kelly hacía que el holandés ganara al sprint en Flandes, mientras Kelly se imponía con su ayuda en Roubaix … una lástima de pacto, que alejaba a Kelly de Flandes casi definitivamente. En ambas ocasiones Kelly hizo grandiosas temporadas de clásicas, ganando la Lieja en 1984 y San Remo en 1986, además de la París-Roubaix de ambos años. En 1986, tras una gran exhibición de fuerza en los muros, la carrera se le ponía de cara.

Kelly durante la subida al Koppenberg en 1986. Foto de Cor Vos

Y llegaba al último kilómetro con Van der Poel, Vandenbrande y Bauer, el grupo perseguidor ya no contaba, a medio minuto. Había sido un Flandes en el que Lemond, posterior ganador ese año de su primer Tour, hacía un buen papel dando guerra casi hasta el final, demostrando que era un corredor todoterreno. Sin embargo, la victoria iba a jugarse entre los cuatro de adelante, con el holandés del Kwantum arrancando de forma potente para dejar con la miel en los labios a Kelly, consiguiendo la victoria más importante de su carrera junto con la Lieja de 1988 y el Mundial de ciclocross de 1996.

Van der Poel por delante de Kelly en 1986. Foto stevenverhelst.nl

Pero lo que parecía una oportunidad perdida no había sido sino un pacto entre ambos corredores. Así pues, tendremos que remontarnos dos años atrás, cuando el propio Kelly reconoce que tuvo su gran oportunidad. En el Tour de Flandes de 1984. Una edición que nos dejaba momentos míticos, como éste de Kelly con Roger De Vlaeminck durante la subida al Koppenberg …

Imagen de cyclingrevealed.com

Al tramo final se llegaba con un grupo de 6 en vanguardia: Kelly, cuatro 4 belgas y un holandés, Lammerts. El irlandés era el favorito, pero se iban a suceder los ataques, a los que Kelly respondía uno tras otro hasta que, viéndose en inferioridad y en un ataque del único no belga junto a él en la escapada, Lammerts, dejó la tostada a los belgas … pero éstos no quisieron colaborar en la persecución. Ahí Kelly había dejado escapar Flandes: Lammerts volaba por delante, llegando a meta con 25″ de ventaja, mientras que Kelly ganaba el sprint del grupo, acabando 2º -> clasificación. Su sueño volaba ese año. Y aunque no lo sabía, Flandes terminaría siendo su lunar en las clásicas

De Gribaldy, disgustado, sabía que se había ido una gran oportunidad, que su pupilo había errado de táctica. Debería haberlo dado todo sin importarle sus acompañantes, ya que era el más fuerte aquel día, pero las clásicas, y en particular Flandes, se manejan con otros factores. Kelly se había quedado a las puertas del olimpo, como lo haría en 1986 y 87, pero aún así era grande, un mito, un mito a tiro de Flandes.

Recorridos

A nivel de recorrido, las señas de identidad del Tour de Flandes son el largo kilometraje, normalmente superando los 250 km, y los mencionados “muros” de pavé, subidas cortas pero de gran dureza al estar adoquinadas y tener fuertes rampas, que durante el recorrido se alternan con cotas asfaltadas y tramos de pavé llanos, aunque no tan complicados como los de la París-Roubaix. A eso hay que añadirle un trazado “ratonero”, con múltiples cruces y cambios de carretera, y un habitual mal tiempo (aunque en los últimos años no ha sido así), por lo que el resultado suele ser una carrera durísima, exigiendo un gran fondo y mucha concentración por parte de los corredores.

De todos modos, las cotas concretas y la llegada han variado mucho a lo largo de su historia, siendo el recorrido más cambiante de los monumentos ciclistas junto al Giro de Lombardía. De hecho, los muros que se suben actualmente no se estrenaron como mínimo hasta la década de los 50 y la mayoría a partir de los 70, como Oude Kwaremont y Koppenberg, subidos por 1ª vez en 1974 y 1976 respectivamente. En cuanto a la llegada, se alternó durante mucho tiempo entre Gante y varias localidades cercanas, como Mariakerke, Evergem y sobre todo Wetteren, hasta que en 1973 se estableció en Meerbeke, junto a la ciudad de Ninove. El comienzo no ha sufrido tantas variaciones, con sólo 3 cambios: Gante como inicio hasta 1976, Sint-Niklaas de 1977 a 1997 y Brujas desde 1998 hasta la actualidad.

Sin embargo, después de bastantes años con recorridos similares, con algunas variaciones en el trazado intermedio, como la inclusión o no del polémico Koppenberg, pero manteniendo la misma salida, llegada y Kapelmuur + Bosberg como cotas finales, en 2012 se cambió el final a Oudenaarde, una noticia que desde el primer momento generó mucha polémica, sobre todo por la eliminación del “Muro de la Capilla”, el Kapelmuur, estrenado en 1950 y que a partir de la década de los 70 y la colocación de la meta en Meerbeke se había convertido en la subida icónica de la prueba, con momentos inolvidables como el duelo Cancellara vs Boonen en 2010, y Bosberg, muro final desde 1988, pasando a ser últimas cotas Kwaremont y Paterberg, teniendo que afrontarse ambas en 3 ocasiones durante los 80 km finales al realizarse varios bucles al sur de la localidad de Oudenaarde.

El nuevo trazado provocó un «terremoto» entre corredores, periodistas y aficionados, sobre todo en Bélgica. Y si bien hubo opiniones de todo tipo, la mayoría fue muy crítica con el cambio, aunque reconociendo que el nuevo recorrido era muy duro, probablemente más que el anterior al eliminarse parte del llano que había antes de las últimas cotas. Incluso hubo declaraciones de Cancellara un mes antes de la prueba diciendo que “la gente está asustada” por este recorrido. El gran nº de opiniones negativas provocó que con la presentación oficial de la carrera los organizadores explicaran sus motivos para un cambio tan drástico, principalmente la búsqueda de una mayor afluencia de público en la parte final, con la posibilidad de ver a los ciclistas en 3 ocasiones … aunque parece que la cuestión monetaria influyó tanto o más que ese argumento.

De todos modos, pese a la concentración de cotas en el tramo final, el total era inferior (16 frente a 18) y la distancia de la última a meta similar (13,3 km frente a 11,8), por lo que seguía siendo una prueba para ciclistas completos, que rindieran bien tanto en las subidas como en el llano. A la hora de la verdad la carrera resultó decepcionante, aunque también hay que decir que estuvo muy condicionada por la caída de Cancellara, a priori la rueda a seguir, aparte de que las ediciones de 2010 y 2011 habían dejado el listón muy alto. El año pasado fue algo más entretenida, sobre todo los 20 km finales, pero la batalla entre los favoritos volvió a quedar para las últimas cotas, por lo que de cara a este año se ha modificado la ruta intermedia, si bien manteniendo el tramo final, con los muros de Kwaremont y Paterberg antes de la meta en Oudenaarde.

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5 comentarios en “RONDE VAN VLAANDEREN – TOUR DE FLANDES 2014 (I)

  1. La foto de Vanderaerden, Kelly y Bauer es del 87.
    La Vie Claire llevaba Campagnolo el 96 y Toshiba llevaba Shimano y bicis Look de carbono el 87.

  2. Hola Manuel, gracias por el comentario.

    Habíamos comprobamos los demás enlaces, ya que no es raro que en youtube se bloqueen o desaparezcan videos (normalmente por temas de copyright o similares), pero el de 2010 se nos pasó, siendo el mismo enlace que en ediciones anteriores, cuando si se podía ver.

    Ya está solucionado, enlazando un vídeo en el que además del duelo en el Kapelmuur se ve el ataque de Cancellara que rompe la carrera.

    Un saludo.

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