El pasado miércoles tuvo lugar la presentación oficial del Giro de Italia 2018, la edición nº 101 de la prueba, que comenzará en la ciudad de Jerusalén, en Israel, el día 4 de mayo y terminará en Roma, la capital de Italia, el día 27 del mismo mes, habiendo muy pocas sorpresas respecto al recorrido que se venía rumoreando desde hace semanas. Enlazamos a continuación los perfiles y mapas de todas las jornadas:
- 1ª etapa (viernes 4 mayo): Jerusalén – Jerusalén (CRI) (9,7 km) -> mapa
- 2ª etapa (sábado 5 mayo): Haifa – Tel Aviv (167 km) -> mapa
- 3ª etapa (domingo 6 mayo): Be’er Sheva – Eilat (229 km) -> mapa
- Jornada de descanso (lunes 7 mayo)
- 4ª etapa (martes 8 mayo): Catania – Caltagirone (191 km) -> mapa
- 5ª etapa (miércoles 9 mayo): Agrigento – Santa Ninfa (152 km) -> mapa
- 6ª etapa (jueves 10 mayo): Caltanisetta – Etna (163 km) -> mapa
- 7ª etapa (viernes 11 mayo): Pizzo – Praia a Mare (159 km) -> mapa
- 8ª etapa (sábado 12 mayo): Praia a Mare – Montevergine (208 km) -> mapa
- 9ª etapa (domingo 13 mayo): Pesco Sannita – Gran Sasso d’Italia (229 km) -> mapa
- Jornada de descanso (lunes 14 mayo)
- 10ª etapa (martes 15 mayo): Penne – Gualdo Tadino (239 km) -> mapa
- 11ª etapa (miércoles 16 mayo): Assisi – Osimo (156 km) -> mapa
- 12ª etapa (jueves 17 mayo): Osimo – Imola (213 km) -> mapa
- 13ª etapa (viernes 18 mayo): Ferrara – Nervessa della Battaglia (180 km) -> mapa
- 14ª etapa (sábado 19 mayo): San Vito al Tagliamento – Monte Zoncolan (181 km) -> mapa
- 15ª etapa (domingo 20 mayo): Tolmezzo – Sappada (181 km) -> mapa
- Jornada de descanso (lunes 21 mayo)
- 16ª etapa (martes 22 mayo): Trento – Rovereto (CRI) (34,5 km) -> mapa
- 17ª etapa (miércoles 23 mayo): Riva del Garda – Iseo (155 km) -> mapa
- 18ª etapa (jueves 24 mayo): Abbiategrasso – Pratonevoso (196 km) -> mapa
- 19ª etapa (viernes 25 mayo): Venaria Reale – Bardonecchia / Jafferau (181 km) -> mapa
- 20ª etapa (sábado 26 mayo): Susa – Cervinia (214 km) -> mapa
- 21ª etapa (domingo 27 mayo): Roma – Roma (118 km) -> mapa
Después del inicio en Israel, con una CRI de 10 km muy técnica y dos jornadas llanas, habrá un larquísimo traslado hasta la isla de Sicilia, donde se disputarán otras 3 etapas, en este caso por un terreno más quebrado, con dos jornadas de media montaña, ambas con llegada en una pequeña subida, precediendo al final en el Observatorio Astrofísico del Etna -> perfil y mapa, un ascenso de más de 1600 m de desnivel, siendo una vertiente distinta a las de 2011 y 2017. Ya en la Italia continental, la carrera se dirigirá hacia el norte, con la tendida llegada en Montevergine, un final habitual en la pasada década, antes de la exigente jornada del Gran Sasso, en los Abruzzos, con meta en Campo Imperatore tras un largo ascenso «en escalera», destacando el primer tramo, marcado como Calascio con 12 km al 6-7%, y sobre todo la parte final de la subida, que con los últimos 4 km a más del 8% puede hacer daño, como ocurrió en la edición de 1999 con triunfo de Pantani.
Después del descanso, la etapa más larga de este Giro, con 240 km y propicia para escapadas (ojo a la posibilidad de fuga bidón), seguida por otra jornada de media montaña, con el inédito Termine en la parte inicial y llegada en repecho en Osimo. Superada esta etapa habrá 2 jornadas para los velocistas, aunque la de Imola con Tre Monti a 8,5 km de meta, antes del bloque montañoso del fin de semana, que se inicia con una etapa de varias subidas cortas pero muy empinadas, como Passo Duron, con 4,3 km al 10%, antes de Sella Valcalda y el Monte Zoncolan, con 10 km al 12% de media y puntas del 22%, siendo el mismo encadenado final de la etapa de 2010, cuando se impuso Basso. Al día siguiente, la jornada dolomítica, con el Passo Mauria de salida, Tre Croci a mitad de la ruta y en la parte final San Antonio, con 6 km centrales al 9,5%, Costalissoio, 2,5 km iniciales al 10,5%, y el suave ascenso a Sappada, que no acogía una llegada desde 1987. Un trazado novedoso, con un gran encadenado final y que si bien deja de lado los grandes colosos dolomíticos puede dar bastante juego.
Ya en la 3ª semana, crono individual de 34,5 km en Rovereto, con un perfil en general llano y favorable para los especialistas, aunque se echa en falta una distancia algo superior, seguida por una etapa para los sprinters en vísperas de un tríptico que puede resultar decisivo, con la llegada en Pratonevoso, con 11 km al 7,3% (sin contar falso llano previo) precediendo a 2 etapas de alta montaña, la 1ª en el Piemonte, con Colle de Lys y el espectacular Colle Finestre, 18,5 km a más del 9%, los últimos 8 de tierra, antes de Sestriere y el Monte Jafferau, con 7 km al 9,2%, imponiéndose Nibali en 2013 (tras el positivo de Santambroggio); y la 2ª en el Valle de Aosta, con 85 km finales muy duros, incluyendo el Colle Tzecore, con más de 1200 m de desnivel y 5 km finales al 10%, Saint Pantaleon, de 16,5 km al 7,2% de media, y el ascenso final a Cervinia, que alterna zonas al 7-8% con descansillos. Salvo por Tzecore, estreno en el Giro, es el mismo encadenado de 1997, con triunfo y liderato para Gotti tras un gran ataque desde lejos, y 2015, con victoria de Aru en una jornada donde los favoritos esperaron a Cervinia.
Globalmente, y aunque hay varias etapas que pueden dar juego, nos parece un trazado decepcionante, con exceso de finales en alto, teniendo 7 llegadas en HC/1ª, más otras 4 en pequeñas subidas; carencia de grandes puertos de paso, incluídos sólo en las etapas de Jafferau y Cervinia; media montaña poco selectiva (salvo la jornada de Sappada); y escasa contrarreloj, con un total de apenas 44 km, quedando un recorrido desequilibrado. Sean cuáles sean los motivos de este trazado (probablemente económicos, así como buscar la participación de Froome por encima de todo), es una pena que los organizadores hayan abandonado la senda de 2015-2016, ediciones que acabaron resultando espectaculares, optando en su lugar por un recorrido con bastantes similitudes al de 2014, aunque de menor dureza global. No obstante, como siempre la última palabra será de los corredores.
Cuando se acerque el inicio de la carrera publicaremos un análisis más detallado, con la historia, participación, descripción de todas las etapas, enlaces a los puertos, resultados anteriores, valoración crítica y alternativas.
Muy de acuerdo con todo el análisis
No sé si sabéis cual es el motivo de que la presentación del recorrido se haya demorado tantísimo respecto a otros años…….
Es evidente que la dureza general ha disminuido, se abusa de los finales en alto (y muchos casi unipuerto) y ausencia notable de la media montaña y trampas finales a los que nos tenía acostumbrado el Giro, además de la ausencia de una 2ª contrareloj que equilibre la balanza.
Parece que ya está instaurada en las tres grandes el que exista una única CRI importante y de no muchos kms.
Parece que el modelo de la Vuelta , a su modo, está calando en las otras grandes.
Yo solo veo dos etapas que se puedan considerar de montaña, otras las considero final en alto y una única sola de auténtica media montaña (por ejemplo las sicilianas no pasan de ser quebradas por mucho que en el gráfico, a primera vista, de el pego de media montaña, y que el tema de las escalas en las altimetrías está exagerado en algunas)
En definitiva, este recorrido no está a la altura de la historia del Giro y como otros muchos, pienso que su diseño está realizado a medida… (hay esos Giros de la época de Moser y Saronni)
Gran trabajo como siempre
Gracias Avelino y Carlos por los comentarios.
Sobre la presentación más tardía que otros años, no ha habido explicación oficial pero se rumoreó que estaban teniendo problemas para cerrar todas las salida y llegadas. También es posible que quisieran dejar un mayor margen respecto a la presentación del Tour, para poder hacer cambios buscando atraer a determinados corredores.
En cuanto a la valoración del recorrido, muy de acuerdo en que está desequilibrado, con un exceso de llegadas en alto, media montaña poco rompedora (excepto Sappada) y cronos demasiado cortas. También resulta decepcionante la falta de grandes puertos de paso durante casi toda la prueba, con solo las jornadas de Jafferau y Cervinia de auténtica alta montaña.
Da la sensación de que el trazado está muy condicionado por motivos económicos y publicitarios. Y aunque parecía que los organizadores habían conseguido su objetivo, la participación de Froome, al final les puede salir el tiro por la culata si éste es sancionado, teniendo una participación más floja que en años anteriores.
Saludos.
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