Este fin de semana da comienzo una nueva edición de la París-Niza, sin lugar a dudas la carrera por etapas más importante de la primera parte de la temporada, al menos hasta el comienzo del Giro de Italia.
Históricamente ha sido una prueba muy disputada e imprevisible, gracias principalmente a tres factores: la gran implicación en carrera de ciclistas del máximo nivel (algo que no siempre sucede en otras pruebas similares, sobre todo en los últimos años), un recorrido basado en la media montaña y con múltiples «trampas», y un habitual mal tiempo que suele endurecer mucho las etapas, sobre todo en los primeros días. De hecho se la conoce como la «Carrera hacia el Sol», Course au soleil, por la mejora de las condiciones meteorológicas según se va atravesando Francia de norte a sur hasta llegar a Niza, a las orillas del Mar Mediterráneo.
El palmarés de la carrera es impresionante, contando con la victoria de algunos de los mejores ciclistas de la historia, como E.Merckx, J.Anquetil, M.Indurain o Sean Kelly, siendo este último récord de victorias de la prueba con 7 triunfos consecutivos (de 1982 a 1988). Guía histórica (en francés).
En las dos últimas ediciones ha dado todavía un pasito más, convirtiéndose en la carrera por etapas más espectacular del año … y con diferencia, sobre todo en 2009. Un gran recorrido y una actitud muy ofensiva por parte de los corredores propiciaron una carrera con emoción en todas las etapas y más sorprendente (al menos para lo que se suele ver en el ciclismo actual): lucha sin tregua por la general casi todos los días. Será difícil repetir una carrera tan espectacular, pero la edición de esta año también se presenta apasionante, al menos desde el punto de vista de la participación:
Centrándonos en el tema de los recorridos, la gran protagonista es habitualmente la media montaña, ya sea con trazados «rompepiernas» y llenos de repechos, o incluyendo puertos más serios pero sin llegar a ser etapas de alta montaña. Algo lógico, por otra parte, ya que a estas alturas de temporada es un riesgo hacer etapas con grandes puertos, por el peligro de nevadas e incluso hielo en la carretera. Este tipo de recorrido basado en la media montaña es una de las razones de la gran combatividad que suele haber en esta prueba, ya que tanto escaladores como rodadores tienen oportunidades de brillar y además es muy complicado controlar un pelotón.
Lo que resulta un poco decepcionante es que con el enorme terreno que abarca la carrera, suelen ser bastante inmovilistas, dejando zonas sin utilizar y repitiendo etapas que sin ser malas tampoco son la mejor opción. En ese sentido es curioso ver como los recorridos van «a rachas»: repiten esquema y etapas durante unos cuantos años seguidos y cuando se cansan, cambian de modelo … para repitirlo varios años hasta que vuelvan a cambiar.
Quizás el ejemplo más claro sea la última etapa: de 1973 a 1995 fue una cronoescalada al Col d´Eze / 1996-1997 crono Antibes-Niza / de 1998 a 2002 etapa muy favorable para el sprint / y de 2003 hasta ahora etapa de media montaña (muy similar de un año para otro, incluso idéntica en varias ocasiones). Pero hay más ejemplos, como la etapa con final en Cannes previo paso por Tanneron y muchos pequeños puertos, que sólo se hizo una vez en los 90 pero con el cambio de década se convirtió en un clásico que caía un año sí y otro también (ininterrumpidamente desde 2002 a 2007) … para llevar ahora 3 años en el «dique seco», aunque si ha habido etapas muy similares. O el Mont Faron (perfil), estrenado en 1968 e incluido después de un modo bastante extraño: 1974-1975 / ininterrumpidamente de 1986 a 1992 /2002-2003-2005.
Sin embargo a partir de la París-Niza 2007 cambió la dinámica, con recorridos más atrevidos e innovadores año a año. En aquella edición atravesaron el Macizo Central, algo nada habitual en esta carrera (normalmente sólo tocaban la zona oriental), estrenando las llegadas a Limoges y Mende. Y este nuevo estilo fue mucho más acusado en la París-Niza 2008, convirtiéndose en la primera carrera que terminaba una etapa en la estacion de Mont Serein, 3/4 partes de la vertiente oeste del Mont Ventoux. Una de las subidas más duras en toda la historia de la prueba, precisamente junto con otra vertiente del Mont Ventoux, la tradicional desde Bedoin (aunque solo hasta Chalet Reynard, en 1984-1986-1987). El resto de las etapas del 2008 no eran muy innovadoras pero estaban bien diseñadas, especialmente la jornada de Saint Etienne. Sólo «flojeaban» un poco la etapa de Cannes (exigente pero con mucho llano antes de meta) y la crono inicial, demasiado corta teniendo en cuenta la presencia de un final como Mont Serein.
La París-Niza 2009 tuvo una estructura parecida a la de 2008, pero los organizadores volvieron a sorprender con el estreno de otra gran ascensión: Montagne de Lure (aunque igual que el Mont Ventoux oeste el año anterior, «capado», hasta la cota 1600 m), un puerto muy interesante tanto para esta carrera como para el propio Tour de Francia. Ademas le dieron una vuelta de tuerca a la penúltima jornada, terminando en Fayence despues de un «serrucho» de media montaña. Sólo fallaba un poco la etapa final, con puertos bien encadenados pero muy repetitiva respecto a otros años (y en la zona hay opciones mucho mejores, que comentaremos en el análisis etapa por etapa) y quizás una crono inicial un pelín mas larga. Pero más allá de estos detalles, un trazado de notable alto. Y al igual que había sucedido en 2008, la conjunción de un gran recorrido y la actitud ambiciosa y valiente de los corredores dieron lugar a una carrera espectacular, de lo mejor que se ha visto en la última década. Teniendo en cuenta esos antecedentes, no es de extrañar que la edición de este año sea esperada con grandes expectativas.
RECORRIDO DE LA PARIS-NIZA 2010
Lo primero que llama la atención de este trazado es su parecido con el de 2007, atravesando las mismas zonas y repitiendo hasta 3 llegadas (Limoges, Mende y Niza). Incluso la estructura global es idéntica. El problema es que lo que en 2007 fue una innovación, sacando a la prueba de su estancamiento (a nivel de recorridos), en 2010 es una pequeña decepción, ya que supone una vuelta atrás respecto a 2008 y 2009.
Han sustituido un verdadero 1ª (Mont Serein / Lure) por una subida dura pero muy corta, Mende. Eso se podría compensar con etapas más selectivas sin final en alto (o al menos no en el puerto más duro de la jornada), pero salvo la etapa de Tourretes Sur Loup y en menor medida la jornada final de Niza (repetitiva hasta la saciedad), los puertos cercanos a meta son poca cosa, más blandos de lo que indican los exagerados perfiles y las categorías que les ha adjudicado la organización. Además el descarado «corta y pega» a la hora de diseñar el recorrido, salvo en la mencionada etapa de Tourretes Sur Loup, denota una falta de interés preocupante.
De todos modos, eso no quiere decir que sea un mal recorrido ni mucho menos: a poco que los corredores pongan de su parte, hay terreno suficiente para se vea un buen espectáculo, con muy pocas etapas llanas y una estructura global en la que la ninguna jornada se estorba entre sí. Sea buscado o casual, esto último nos parece un gran acierto.
Dejando de lado el prólogo, la carrera va claramente de menos a más, con las 3 etapas a priori decisivas situadas en la segunda parte del recorrido: dura llegada a Mende, larguísima etapa con Vence y multitud de pequeños puertos camino de Tourretes Sur Loup, y la tradicional jornada final en Niza. Eso sí, los favoritos no pueden confiarse ya que las primeras etapas también tienen su dificultad, que se verá muy aumentada si hace mal tiempo.
Tema aparte es la catalogación de los puertos. Esta cuestión siempre da lugar a muchas discusiones, ya que es algo bastante subjetivo y nadie tiene la razón absoluta … pero lo de la París-Niza 2010 no tiene ni pies ni cabeza: han inflado las categorías de los puertos de un modo vergonzoso. Ya era una carrera con tendencia a exagerar la dureza de los puertos, con el claro ejemplo de Turbie y Eze catalogados de 1ª siendo en realidad 2ª blandos (desde nuestro punto de vista), pero marcar un repecho de un 1 km al 7% como un puerto de 2ª, cota de Martinie en la etapa de Aurillac, es directamente de mal gusto. Y hay más casos surrealistas, como los «puertos» de 3ª del prólogo, 1,5 km – 3,9% (aunque con la justificación de otorgar el maillot de la montaña), Saint Agnan en la etapa de Limoges, 2 km – 3%, o Plascassier en la jornada de Tourretes Sur Loup, 3,7 km – 2,1%.
Si no quieren incluir puertos más duros que no lo hagan, pero que no intenten engañar a los espectadores mintiendo sobre su dureza . Es que la gran mayoría de los puertos están marcados con una categoría (y a veces dos) por encima de lo que sería lógico … y da la sensación de que los organizadores lo saben perfectamente, ya que esos perfiles tan increiblemente exagerados, donde el Col de Porte parece casi el Galibier, suenan a justificación. Y para acabar de lucirse, resulta que hay algunas subidas sin puntuar que son bastante más duras que otras que si están marcadas como puerto, incluso dentro de la misma etapa, como en el caso de la jornada de Tourretes Sur Loup.
De todos modos este no es un problema sólo de la París-Niza, ya que lo hacen unas cuantas carreras. Lo peor es que cada año parece que va a más.
Análisis etapa por etapa
PRÓLOGO (Domingo 7 Marzo): MONTFORT L´AMAURI (C.R.I.) (8 km). Rutómetro
Dificultades montañosas:
- Côte de Boursouffle, 3ª (km 1,5): 1,5 km – 3,9% *no pasa de ser un simple repecho.
La carrera empieza con una crono individual, como es habitual en los últimos años. Serán apenas 8 km pero relativamente duros, incluyendo 2 pequeños repechos. Aunque lo normal es que las diferencias sean pequeñas, los favoritos no pueden despistarse.
Teniendo en cuenta que es la única crono en toda la prueba, no hubiera estado mal que el kilometraje fuera algo superior De todos modos, al ser un recorrido global basado en la media montaña, sin grandes etapas de montaña ni finales en alto demasiado duros, tampoco es necesario una crono muy larga para equilibrar, ya que en la media montaña tanto escaladores como rodadores tienen sus opciones.
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1ª ETAPA (Lunes 8 Marzo): SAINT ARNOULT EN YVELINES – CONTRES (201,5 km). Rutómetro / Últimos 5 km
La segunda etapa, con salida en S.Arnoult en Yvelines y llegada en Contres, es la única jornada completamente llana de todo el recorrido, así que los sprinters no deberían dejar pasar esta oportunidad.
Para los favoritos, a priori es una jornada de transición … pero ojo a la posibilidad de viento de costado, ya que se durante la etapa se atraviesa la llanura de Beauce. De hecho en la París-Niza es raro el año donde no se producen abanicos. Sin ir más lejos, el año pasado hubo una jornada espectacular camino de Vichy, con el pelotón completamente roto por el viento de costado y la actitud ofensiva de los equipos Rabobank y Quick Step.
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2ª ETAPA (Martes 9 Marzo): CONTRES – LIMOGES (201 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Côte de Saint Agnan, 3ª (km 15): 2 km – 3 %
- Côte de Maison Neuve, 3ª (km 156): 1,1 km – 6,1 %
- Côte de Nieul, 3ª (km 190): 2,8 km – 3,9 %
Etapa rompepiernas, en la que no se afrontarán puertos duros pero si un terreno bastante «pestoso», especialmente en los 70 km finales, incluído el ascenso a 2 pequeñas cotas catalogadas de 3ª por la organización, la última de ellas apenas a 11 km de meta.
En principio parece una etapa abocada al sprint (aunque de un pelotón reducido), pero seguro que hay múltiples intentos de fuga … y no sería raro que algun corredor consiguiera sorprender en los últimos km y vencer en solitario. De hecho en 2007 se llegó también a Limoges después de Nieul (aunque la entrada a la ciudad se hizo por una sitio distinto, picando los 2,5 km finales hacia arriba) y F.Pellizzotti fue el ganador, llegando con 2 segundos de ventaja sobre un pelotón de unos 40 corredores.

Pellizzotti entrando victorioso en Limoges en la París-Niza 2007. Foto perteneciente a A.S.O. / Jean-Christophe Moreau
Como curiosidad, la organización ha marcado como puerto la suave cota de Nieul (2,8 km al 3,9% según sus propios datos, aunque después sigue subiendo ligeramente), cosa que no hicieron en la etapa de 2007.
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3ª ETAPA (Miércoles 10 Marzo): SAINT JUNIEN – AURILLAC (208 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Côte des Cars, 3ª (km 31,5): 2,4 km – 5,9 %
- Côte de la Croix de Teulet, 3ª (km 50,5): 3,5 km – 3,9 %
- Côte de la Grande Renaudie, 3ª (km 70): 1,7 km – 4,6 %
- Côte de Sainte Fortunade, 2ª (km 128): 5,3 km – 4,5 % (la carretera sigue subiendo)
- Côte de Sexcles, 2ª (km 165): 4,8 km – 6,4 % (al igual que S.Fortunade, el puerto acaba más tarde)
- Côte de la Martinie, 2ª (km 205) : 1,1 km – 7,2%. *no pasa de 4ª, incluso el % oficial parece exagerado.
En la 3ª jornada llega la primera etapa de auténtica media montaña, en la que los ciclistas tendrán que superar varios puertos del Macizo Central camino de la localidad de Aurillac.
Los primeros 120 km están plagados de repechos y varios pequeños puertos, sin prácticamente respiro pero tampoco subidas de mucha dureza. Será a partir de la localidad de Chaymerat cuando se afronten los 2 puertos serios de la etapa, Sainte Fortunade y Sexcles, con 17 km llanos entremedias. Una vez coronado este último (no exactamente donde está marcado el puerto, ya que sigue subiendo) quedarán algo menos de 40 km hasta meta. Una pena que este terreno final sea bastante facilón, con sólo pequeños repechos y la subida a la cota de Martinie, a 3 km de la llegada. Los últimos km son idénticos a los del campeonato de Francia 2007, con victoria para C.Moreau.

Los últimos 90 km de la etapa, con 2 puertos de cierta dificultad como Sainte Fortunade y Sexcles, pero muy lejos de meta, y el repecho final.
Por recorrido es una etapa muy favorable a las escapadas, pero teniendo en cuenta que todavía no ha habido etapas selectivas, lo normal es que la general esté en un pañuelo y los equipos fuertes no permitan alegrías. También dependerá mucho de las condiciones meteorólogicas. Este tipo de etapas en la París-Niza suelen ser impredecibles y los favoritos harían bien en estar muy atentos.
La ascensión final a Martinie dará emoción a los últimos km, pero no deja de ser un repecho, como mucho un puerto de 4ª, que la organización ha inflado de categoría de un modo incomprensible marcándolo como un puerto de 2ª.
Y lo cierto es que si hay puertos de más dificultad en las cercanías, como la cota de S.J.Donne (casi 2 km cercanos al 10% y estrenada en la etapa de Aurillac del Tour 2008, donde se vió un gran espectáculo y acabó venciendo precisamente el último ganador de la París-Niza: Luis León Sanchez), Col de Legal, Col du Crozier o Fraysse Haut, entre otros. En descargo de la organización hay que decir que estas subidas están al este de Aurillac y para incluirlas habría hecho falta aumentar el kilometraje original, que ya de por si supera los 200 km (al igual que las 2 jornadas previas)
De todos modos, era factible hacer un circuito después de un primer paso por Aurillac e incluir la cota de S.J.Donne o el Col du Crozier, por ejemplo, quedando una jornada de 220-230 km (dependiendo del circuito) perfectamente asumible, incluso se podría recortar un poco cambiando el trazado intermedio de la etapa.

Así podría haber sido el final de etapa, incluyendo la corta pero dura subida a S.J.Donne después de la cota de Martinie y un primer paso por la meta de Aurillac (km 10).
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4ª ETAPA (Jueves 11 Marzo): MAURS LE JOLIE – MENDE (173,5 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Côte de Montsalvy, 2ª (km 40): 4,2 km – 6 %
- Côte de Lassouts, 3ª (km 94,5): 7,5 km – 3,6 %
- Côte de la Crouzette, 3ª (km 113,5): 3,9 km – 3,6 %
- Côte de Chabrits, 2ª (km 166): 2,4 km – 6,8 %
- Mende-La Croix Neuve/Montée Laurent Jalabert -hasta el cruce del aeropuesto-, 1ª (Meta): 3 km – 10,7 % (aunque se contradicen con su perfil oficial: 3,1 km al 10,1%)
Etapa decisiva de cara a la clasificación general, con final en la corta pero dura ascensión a la Croix Neuve. Lo normal es que las diferencias entre los favoritos sean pequeñas, pero marcarán la estrategia a seguir en las etapas venideras.
Ya de salida el terreno pica arriba, para después de un tramo de repechos afrontar el primer puerto: la cota de Montsalvy (4,2 km al 6%). Una vez coronado, largo descenso y unos 20 km llanos antes de los 2 siguientes puertos, Lassouts y Crouzzette, ambos bastante tendidos. Después de la bajada de este último el recorrido se suaviza, con nada menos que 45 km prácticamente llanos. La más que previsible escapada tendrá que apretar en este terreno si quiere llegar a la parte final de la etapa con opciones.
Será a 10 km de meta cuando el trazado vuelva a endurecerse, con las subidas encadenadas a Chabrits y la Croix Neuve, ambas cortitas pero con rampas muy exigentes, sobre todo la Croix Neuve. Según la organización el km más duro llega al 12% de media, pero según el perfil de cyclingcols (galería de fotos incluída) alcanzaría casi el 14%, cifras muy respetables.

Los últimos 10 km de la etapa son muy duros, con las ascensiones encadenadas a Chabrits y la Croix Neuve.
Mende/Croix Neuve se está convirtiendo poco a poco en un clásico, siendo final de etapa en bastantes ocasiones y en diferentes pruebas a lo largo de los últimos años. De hecho esta temporada tendremos ración doble, ya que se sube también en el Tour de Francia 2010 (aunque sin Chabrits delante y con la meta colocada en el aeropuerto, unos 2 km después de coronar). Se estrenó en el Tour en 1995, en una etapa donde el equipo Once, con Laurent Jalabert a la cabeza, lanzó una gran ofensiva que estuvo a punto de voltear completamente la general. De ahí el sobrenombre «Monte Laurent Jalabert» que tiene la subida. Más recientemente fue llegada de una etapa en el Tour 2005.
En la París-Niza tampoco es un puerto desconocido, ya que fue gran protagonista en la edición del 2007, con una etapa casi idéntica a la de este año (solo variaba un tramo intermedio). El vencedor en aquella ocasión, tanto de la etapa como de la general final, es precisamente uno de los grandes favoritos este año: Alberto Contador.
Pero estas constantes «visitas» al puerto hacen todavía más incomprensible que los organizadores no se hayan dado cuenta de su verdadero potencial. Y es que lo están utilizando como una subida sin salida cuando en realidad tiene doble vertiente. Un circuito con doble o triple paso y final en la cima (o en la propia localidad de Mende) sería espectacular. El Tour del Porvenir en el año 2003 y el Tour de Gevaudan en 2006 han sido las únicas carreras que lo han utilizado como puerto de paso, pero subiendo «sólo» una vez y terminando en la localidad de Mende.
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5ª ETAPA (Viernes 12 Marzo): PERNES LES FONTAINES – AIX EN PROVENCE (157 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Col de Murs, 2ª (km 40): 10,5 km – 4,3 %
- Côte de Lacoste, 3ª (km 75,5): 2,6 km – 3,8 %
- Côte de Bonnieux, 3ª (km 84,5): 2,6 km – 4,2 %
- Côte de Saint-Canadet, 3ª (km 127): 4,8 km – 3,9 %
Después de la etapa clave de Mende llega una jornada a priori más tranquila, pero con cierta dureza, ya que se atravesará un terreno rompepiernas y de pequeños puertos. Los 30 km finales, a partir de que se corona el último puerto, son los más sencillos de toda la etapa, si bien los últimos km pican hacia arriba, incluyendo un corto pero duro repecho a unos 2 km de meta. Una llegada perfecta para corredores de fuerza.
Por recorrido y situación en la carrera, «encajonada» entre etapas de montaña, es la jornada con más posibilidades para que triunfe una escapada lejana … aunque los equipos de los velocistas también deberían echar el resto ya que es la última etapa donde tienen alguna opcion de pelear por la victoria. Para los favoritos, aparente jornada de transición (aunque decir eso en la París-Niza es arriesgado) en vísperas de la etapa reina de Tourretes Sur Loup.
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6ª ETAPA (Sábado 13 Marzo): PEYNIE – TOURRETTES SUR LOUP (220 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Côte de Val-Rose, 3ª (km 33,5): 1,9 km – 4,3 %
- Côte de Barjols, 3ª (km 38): 1,7 km – 4,2 %
- Côte des Tuillières, 2ª (km 88,5): 2,2 km – 8,2 %
- Côte de Mont Méaulx, 3ª (km 101): 1,7 km – 5,1 %
- Côte de Tignet, 3ª (km 131,5): 2,8 km – 5,1 %
- Côte de Plascassier, 3ª (km 147): 3,7 km – 2,1 %.
- Côte de Châteauneuf -el perfil incluye los 2 repechos anteriores-, 2ª (km 156,5): 1,3 km – 9,5 %
- Tourretes sur Loup, np (km 172)
- Col de Vence -últimos 10 km-, 1ª (km 187,5): 9,7 km – 6,6 %
- Tourretes sur Loup, np (Meta)
La etapa reina de la carrera, al menos por dureza acumulada. Y es que a pesar de no tener un final tan duro como Mende o puertos tan conocidos como la jornada de Niza, cuenta con un largo kilometraje (220 km) lleno de repechos y un buen puerto como Vence situado en el punto justo para romper.
El tramo más sencillo de la jornada son los primeros 30 km, pero a partir de ahí empieza el maratón de pequeños puertos. Eso si, en la primera mitad de la etapa el único con una dureza reseñable es Tuillieres, en el km 88,5, con 2,2 km por encima del 8%. Será al entrar en los últimos 100 km de la etapa, pasada la localidad de Fayence, cuando el trazado se endurezca de verdad, con 5 pequeñas cotas completamente seguidas (2 de ellas puntuadas) antes del muro de Chateauneuf: 1,3 km al 9,5% según datos de la organización, pero con un tramo largo rondando el 13%.

Los 100 km finales de la etapa no dan casi respiro a los corredores, con el puerto de Vence y multitud de repechos.
Desde la cima de Chateauneuf, suave descenso antes de llegar a Pont sur Loup y entrar en el circuito final.La organización no ha puntuado Tourretes, pero aunque tendido (8 km en torno al 3% de media) aportará desgaste y a su vez será decisivo para la resolución de la etapa en su segundo paso. De todos modos, Vence y Tourretes están tan seguidos que casi se podrían considerar un mismo puerto, como se aprecia en el perfil completo del encadenado. Después del primer paso por meta comenzará el ascenso a Vence propiamente dicho. No es que sea un coloso ni mucho menos, pero con casi 10 km al 6,6% hará bastante daño si el ritmo es elevado. Un factor importante puede ser el viento, ya que la carretera está muy expuesta.

El Col de Vence será el puerto clave de la jornada, con % muy constantes en torno al 6,5%
Un vez coronado, 7 km de cresteo, con repecho final incluído, antes de iniciar el auténtico descenso. La bajada es tendida y por buena carretera, pero al contrario que la vertiente por donde han subido, muy abierta y con perfecta visibilidad, puede ser peligrosa ya que atraviesa un bosque bastante cerrado y con varias curvas complicadas, así que los corredores de fuerza y que a su vez sean buenos bajadores deberían intentar aprovecharlo.
Al llegar al cruce de Pount Sur Loup, a poco mas de 8 km de la llegada, comenzará la subida final a Tourretes. La meta no está exactamente en el alto, sino que se llanea durante un km aproximadamente.
Una gran etapa … y prácticamente la única de esta edición dónde se aprecia un esfuerzo de la organización en el diseño, ya que en vez de limitarse a un «corta y pega» de años anteriores han tomando como modelo la etapa de Fayence del año pasado para después hacer algo distinto (sobre todo en cuanto a los puertos escogidos). Comparando las dos etapas, la de Tourretes Sur Loup tiene la ventaja de un mayor kilometraje y el puerto principal, ya que Vence es más duro que Bourigalle/Col de Avaye. Sin embargo aquella tenía un mejor encadenado previo y a su vez un terreno posterior mas complicado, con repechos muy duros y una carretera más estrecha y complicada para las persecuciones.
En cualquier caso y al igual que sucedió en 2009, que veamos una etapa «normal» o una extraordinaria dependerá muchísimo de la actitud de los corredores, porque las subidas no tienen rampas que puedan romper la carrera por sí solas (salvo Chateauneuf, pero es muy corto).
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7ª ETAPA (Domingo 14 Marzo): NICE – NICE (119 km). Rutómetro / Últimos 5 km
Dificultades montañosas:
- Col de la Porte, 1ª (km 51): 7,2 km – 7,2 % (no cuentan el primer repecho)
- La Turbie, 1ª (km 88,5): 7,5 km – 4,8 %
- Col d´Êze, 1ª (km 103): 4,2 km – 6,8 %. *Turbie y Eze están claramente inflados de categoría.
La última etapa de la París-Niza 2010, con las clásicas subidas a Porte, Turbie y Eze. Es una jornada muy corta (apenas 119 km) pero no ofrece prácticamente respiro, con poco terreno llano y los puertos, aunque no muy duros, están bien encadenados. La última oportunidad para dar un vuelco a la clasificación general.
Ya de salida la carretera va picando ligeramente hacia arriba, pero no será hasta la localidad de Lantosque (km 37,5), cuando empiece realmente el primer puerto de la jornada: el Col de la Porte.
Desde la cima, largo y complicado descenso (sobre todo en los primeros km, muy revirados hasta pasar el pueblo de Luceram) en busca de los dos últimos puertos de la carrera. Eso sí, hasta llegar a la Trinite, localidad de inicio de La Turbie, hay 7-8 km de descenso tan suave que casi se puede considerar un tramo llamo.
Ni La Turbie ni el Col d’Eze son puertos duros (catalogados de 1ª cuando son 2ª … o ni siquiera eso) y además la carretera está en perfecto estado, pero a cambio hacen un encadenado muy bueno y sin llano entremedias, lo que suele provocar una parte final de etapa muy movida.

En los últimos 40 km no hay practicamente respiro, con las ascensiones encadenadas a La Turbie y Col d´Eze antes de la meta en Niza.
La etapa por sí sola no está nada mal, con 3 puertos bastante seguidos (sobre todo los 2 últimos) y final después de bajada. El problema es que de tanto repetirla los corredores se la conocen al dedillo. De hecho es idéntica a la etapa del 2009 y muy parecida a la del 2008. Encima es la versión blanda, ya que en ediciones previas se hicieron etapas parecidas pero más selectivas, destacando especialmente la de 2007, con un terreno más duro antes de Porte y el Col d´Eze entero, no «capado» como ahora. Las etapas de 2005-2006 fueron muy similares, pero con un tramo llano entre Turbie y Eze.
Con un estilo diferente, la jornada final del año 2004 también era muy interesante, manteniendo el protagonismo de Eze (triple paso) pero incluyendo otro puerto distinto, Col de Chateauneuf de Contes.
Y es que aunque no lo parezca por la constante repetición, la zona esta plagada de puertos … y varios de ellos considerablemente más duros que los que suele utilizar la organización. No estamos pidiendo una etapa de alta montaña ni mucho menos (que terreno hay de sobra), pero si que los organizadores innoven un poco y se atrevan con puertos más rompedores. Por ejemplo, se podrían encadenar Colla Donna, Col de Braus, Col de Castillon, Col de la Madone (últimos 11,2 km) y Col d´Eze. Se mantendria Eze como último puerto (aunque por una vertiente distinta a la habitual), pero en una etapa mucho más selectiva y que podría dar completamente la vuelta a la clasificación general, aparte de ofrecer imágenes espectaculares: fotos Braus / fotos Madone. Y todo ello sin necesidad de aumentar el kilometraje o incluir grandes colosos.

Etapa alternativa manteniendo salida, llegada y el corto kilometraje, pero con mayor dureza: Colla Donna (2) - Braus (1) - Castillon (3) - Madone (1) - Eze (2)
Pero hay muchísimas más opciones, como por ejemplo subir el Col de la Porte sur (hasta el cruce de Saint Roch) antes de Braus, quedando esta etapa.
En ninguna de estas 2 etapas alternativas hemos tocado puertos de más de 1000 metros, debido a que a estas alturas de temporada podrían tener problemas de nieve y hielo. Pero lo cierto es que «haberlos haylos», como el mítico Col de Turini (habitualmente usado en competiciones de rallies) y el Col de Saint Martin, entre otros. Y si bien para la París-Niza quizás sean demasiado, ya va siendo hora de que el Tour se acuerde de su existencia: están inéditos desde mediados de los años 70.

La versión "bruta" de la anterior etapa, con 2 colosos como Saint Martin y Turini. Los últimos 150 km son muy aprovechables para una posible etapa del Tour.
En general, casi todos los grandes puertos de los Alpes del Sur están bastante marginados por los organizadores de carreras ciclistas. Y es una pena, porque las posibilidades son magníficas. Sólo hay que recordar jornadas míticas como la de Pra-Loup en 1975, una de las etapas más duras de la historia y con resultados espectaculares.
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