Al igual que en el Tour de Francia 2010 y demás carreras de 3 semanas, el análisis de la prueba estará dividido en varias partes, para que no quede una entrada excesivamente larga y facilitar la búsqueda de información.
En esta primera parte: Introducción, análisis general del recorrido y participación.
Las demás entradas sobre el Tour de Francia 2011:
Por otro lado, ya podéis descargaros el segundo nº de la revista “Desde la Cuneta”, que incluye un Especial Tour, asi como la estupenda Guía Tour de Javi Fuertes:
- Desde la Cuneta 2 Julio 2011 (click dcho -> guardar enlace como)
- Guía Tour de Francia 2011 de Javi Fuertes (click dcho -> guardar enlace como)
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Introducción
El sábado 2 de Julio dará comienzo la 98ª edición del «Tour de France», la carrera por etapas más prestigiosa y deseada por los corredores, así como la más esperada por la mayoría de aficionados al ciclismo profesional.
Es discutible si esta clara hegemonía del Tour, fomentada por los medios de comunicación y la propia UCI, es positiva o negativa para el ciclismo (en nuestra opinión resulta perjudicial), pero no cabe duda de que actualmente la importancia mediática de esta prueba es muy superior al resto, siendo probablemente la única carrera ciclista que despierta verdadero interés en todo el mundo, además del tercer acontecimiento deportivo más seguido después de los Mundiales de fútbol y las Olimpiadas … pero con la ventaja de disputarse cada año.
- Guía histórica oficial (búsqueda por año, corredor, etc -> click aquí)
El origen del Tour data de inicios del siglo pasado, cuando Geo Lefevre, un redactor del periódico L´Auto (actualmente L´Equipe), le propuso a su director, Henry Desgranges, la celebración de una carrera ciclista que uniera las principales ciudades francesas. De este modo, en julio de 1903 y no sin dificultades (incluyendo un cambio de fechas respecto a lo que estaba previsto), se disputó la primera edición del Tour de Francia (mapa): 2.428 km divididos en 6 etapas y victoria final para Maurice Guerin, con casi 3 horas de ventaja sobre el 2º y a una velocidad media de 25,7 km/h.
Durante los primeros años los organizadores tuvieron muchos problemas para sacar la carrera adelante, lo que les llevó a buscar nuevos alicientes. Así, en 1905 la clasificación general se hizo en base a los puntos y no por tiempos (aunque volvería a calcularse por tiempos en 1913), además de aumentar el nº de etapas de 6 a 11 y sustituir el Col de la Republique, única dificultad montañosa de las 2 primeras ediciones, por los puertos del Ballon d´Alsace en los Vosgos y Bayard y Laffrey en los Alpes.
Eso reactivó la prueba … pero cuando en 1909 Francois Faber, un corredor de de casi 90 kilos, fue capaz de ganar 6 etapas y la general final, los organizadores decidieron dar una vuelta de tuerca más al recorrido, estrenando los Pirineos en 1910 con 2 etapas brutales, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones de aquella época: Perpiñán – Luchon (289 km) con Port, Portet d´Aspet y Ares, y especialmente Luchon – Bayona (326 km) con Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Aubisque y Osquich. Durante esta 2ª etapa, al coronar el Aubisque, se produjo el famoso grito de Octave Lapize en contra de los organizadores: “¡Asesinos!”. En este artículo se puede rememorar la gestación y desarrollo de esa etapa mítica: Memoria de un asesinato.
Y si en el Tour 2010 se celebró el aniversario de los Pirineos, con protagonismo especial para el Tourmalet, este año le toca el turno al Galibier, del que se cumple su aniversario: un auténtico coloso alpino estrenado en la etapa Chamonix – Grenoble (366 km) de 1911 tras la gran repercusión de las etapas pirenaicas de 1910, que volvían a repetir en el recorrido. Esta primera ascensión al Galibier se hizo por la vertiente norte, la más dura (aunque hasta 1979 finalizaba en la cota 2.556 m, atravesando la parte final por un túnel) y el ciclista que coronó en primer lugar fue Émile Georget, que tras 2h y 38m de ascensión y sin poner pie a tierra en ningún momento exclamó ante los aficionados: «¡Os he dejado pasmados»!

Emilie Georget durante su ascensión al Galibier en 1911. Foto de http://www.aso.fr
El impacto del Col du Galibier fue tal que el propio Henry Desgranges abrió el periódico L´Auto al día siguiente con un «acta de adoración» a la grandiosidad del puerto y el esfuerzo de los corredores para superarlo.
Desde entonces el «rey de los Alpes» ha visto el paso del Tour en otras 56 ocasiones -> pasos por la cima, siendo testigo de algunos de los mejores momentos de la historia de la carrera, como las cabalgadas en solitario de Gino Bartali, Fausto Coppi y Charly Gaul, en 1937, 1952 y 1955 respectivamente; el duelo entre Luis Ocaña y José Manuel Fuentes en 1973; la ascensión de Tony Rominger y Miguel Indurain destrozando el pelotón en 1993; el mítico ataque de Marco Pantani en 1998, desbancando a Jan Ullrich del liderato; o ya más recientemente la primera gran demostracion de Alberto Contador en el Tour, en la edición de 2007.
Volviendo a los primeros años y ya con los Pirineos y los Alpes consolidados en el recorrido, el Tour fue poco a poco creciendo en importancia … así como en kilometraje y nº de etapas, alcanzando los records de 5.745 km en 1926 y 31 etapas en 1937 (12 normales, 5 con doble sector y 3 con triple). La carrera sólo ha dejado de disputarse durante las 2 Guerras Mundiales, de 1915 a 1918 y de 1940 a 1946. Y fue precisamente después del primero de estos conflictos, en 1919, cuando el Tour estrenó una de sus señas de identidad: el maillot amarillo para distinguir al líder de la clasificación general.
A lo largo de la historia de la prueba hay cinco corredores que destacan sobre todos los demás: Jacques Anquetil (1957-61-62-63-64), Eddy Merckx (1969-70-71-72-74), Bernard Hinault (1978-79-81-82-85) y Miguel Indurain (1991-92-93-94-95), los cuatro con 5 victorias, y Lance Armstrong, con 7 triunfos consecutivos (1999 a 2005). Mención especial merecen Philippe Thijs y Gino Bartali, con 3 y 2 victorias respectivamente … pero que sin los parones provocados por las guerras mundiales podrían haber alcanzado un palmarés mucho mayor, de hecho fueron capaces de ganar antes y después, con nada menos que 10 años de diferencia en el caso de Bartali (1938 – 1948).
En cuanto a los corredores españoles, si bien durante las primeras 45 ediciones sólo uno consiguió pisar el podio final, Bernardo Ruiz 3º en 1952, desde 1959 se han convertido en habituales protagonistas de la carrera, incluyendo las victorias de Federico Martín Bahamontes (1959, más otros 2 podios y 6 clasificaciónes de la montaña), Luis Ocaña (1973), Pedro Delgado (1988, más otros 2 podios), Oscar Pereiro (2006, tras el positivo de Landis), Carlos Sastre (2008), Alberto Contador (2007-09-10) y el ya mencionado «repóker» de Miguel Indurain en la década de los 90, colocándose como el tercer país con más triunfos despuésde Francia y Bélgica.
Por otro lado, Richard Virenque y Eric Zabel tienen el mayor nº de victorias en la clasificación de la montaña y la regularidad, con 7 y 6 respectivamente. En el temas de las victorias de etapa y días portando el liderato, los records son para el gran Eddy Merckx, con 34 y 96.
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Recorridos
Una de las señas de identidad históricas de la carrera han sido una serie de grandes puertos de paso que por su dureza (sin rampas exageradas pero largos y con muchos desnivel) y habitual presencia en la carrera han sido claves en muchas ediciones, alcanzando la categoría de míticos. En ese sentido destacan, aparte de los ya mencionados Tourmalet, Aubisque, Peyresourde y Galibier, los puertos alpinos del Izoard y Vars (estrenados en 1922); Glandon / Croix de Fer (1947); Mont Ventoux (1951), aunque después ha sido final de etapa en bastantes ocasiones; Madeleine (1969), si bien hasta 1975 no se subió por esa vertiente: y Joux Plane (1978), más corto que los anteriores pero con mayor pendiente media.
En 1952 se produjo una novedad fundamental en los recorridos del Tour: los primeros finales en alto, con el estreno de Alpe d´Huez, Sestriere (en territorio italiano) y Puy de Dôme, un «muro» en el Macizo Central. Lo curioso es que este tipo de llegadas, que hoy en día abundan en las carreras (excesivamente en nuestra opinión) y son reclamadas por la prensa, no gustaron en su momento, ya que la lucha podía quedar reducida a la subida final. Como ejemplo, las declaraciones de Jacques Goddet (jefe de la sección de ciclismo en L´Equipe) después de la etapa de Alpe d´Huez: «nada incita a militar por unas llegadas en alto».
Este rechazo general provocó que a excepción de algunas cronoescaladas (Ventoux 1958 y Puy de Dôme 1959) no volviera a haber finales en alto hasta 1961, Superbagnéres, y como mucho 1-2 llegadas de este tipo los años posteriores. Sería en la década de los 70 cuando empezaron a ganar verdadero protagonismo, incluyendo el retorno de Alpe d´Huez en 1976 … y que desde entonces se ha convertido en la subida más icónica de la carrera, con nada menos que 25 llegadas entre 1976 y 2008 -> vencedores, y que volverá a subirse este año.

Alpe d´Huez será la última gran ascensión del Tour 2011. *En el perfil falta el último km (al 5,5%) Click para ver una descripción detallada.
El lado negativo de repetir tanto ciertas subidas es que se han dejado «marginadas» otras igual o incluso más interesantes, con bastantes puertos duros inéditos u olvidados desde hace muchos años. Destaca especialmente el potencial de varias regiones poco transitadas por el Tour: Pirineos Atlánticos (Issarbe, Arthaburu, Ahusquy, etc), Alpes de Sur (Col de la Cayolle, Col de Champs, Col de Couillole, Col de Turini, etc) y la zona entre Bellegarde-Chambery-Grenoble (Grand Colombier, Col de la Biche, Mont du Chat, Col du Coq, Col Luitel, etc); así como las “caras b” de algunos puertos clásicos que siguen inéditas, como Madeleine SO, Mont Ventoux O, Sarenne (Alpe d´Huez E), Viscos (Luz Ardiden N), Signal du Bisanne (Saisies SO), Col du Pre -falta el final- (Cormet de Roselend O), o el Iseran S, subida ignorada desde 1963!.
Otra característica habitual de la carrera ha sido la gran cantidad de km contrarreloj, con largas cronos individuales y por equipos. Este hecho, unido al tipo de etapas montañosas, hacía que para ocupar los primeros puestos de la general los corredores tuvieran que ser muy completos, subiendo bien pero a la vez siendo buenos rodadores y bajadores (o ser infinitivamente superiores en alguno de los aspectos), teniendo además una clara ventaja en caso de estar en un equipo potente cuando había CRE. Aunque como analizaremos más adelante, el tema de las cronos ha cambiado mucho en los últimos 3-4 años.
En cuanto a la estructura, durante mucho tiempo el esquema del recorrido ha sido muy parecido de una edición a otra (con excepciones), algo provocado por las propias características orográficas francesas … pero también por el inmovilismo de los organizadores una vez que dieron con su recorrido «ideal». Desde mediados de la década de los 60 hasta hace pocos años lo más habitual era empezar la carrera con un prólogo, seguido por una primera semana de etapas llanas (y hasta mediados de los 80 con alguna jornada de pavé) e incluyendo una crono individual y otra por equipos, para a continuación afrontar el primer bloque montañoso, ya fueran los Alpes o los Pirineos (normalmente rotando de una edición a otra), seguido por varias etapas de «enlace» antes de encarar el segundo bloque montañoso y las jornadas finales de aproximación a París, incluyendo una crono en los últimos días.
Sin embargo, en los últimos años y ya con el actual director de la carrera, Christian Prudhomme, al mando, hay varias cuestiones que se han alejado bastante de lo que era tradición en el Tour, tanto para bien, incluyendo menos etapas llanas en la primera semana, como para mal, con una reduccción exagerada de los km contra el crono, aparte de hacer que la última etapa montañosa tenga el final en alto más duro de la carrera. Además ha habido un aumento de la media montaña … pero a costa de reducir la dureza de las jornadas de alta montaña (en general). Así, después del espectacular recorrido de 2007, con exigente y variada alta montaña y buenas cronos, faltandole sólo algo más de media montaña para llegar al sobresaliente, llegó un Tour 2008 novedoso y con una primera semana muy atractiva, pero que después resultaba decepcionante al haber sólo una jornada con más de 2 grandes puertos, además de colocar las etapas estorbándose entre sí, con las llegadas en alto como final de bloque y perjudicando los ataques en las jornadas previas.
El trazado de 2009 fue todavía más original … pero también más decepcionante. Y es que tenía ideas interesantes pero muy mal ejecutadas (en nuestra opinión): etapas de montaña sin finales duros… pero con demasiado llano entre puertos o hasta meta, y una última jornada decisiva de montaña en vez de una crono… pero con final en alto y encima unipuerto. De hecho, en la mayoría de etapas había opciones mucho mejores que las escogidas por la organización -> etapas alternativas. Además la carrera estaba descompensada, con la 3ª semana mucho más exigente que las otras dos (flojísima 2ª semana), y el kilometraje total de C.R.I. era muy escaso, apenas 56 km. En el lado positivo destaca el etapón de Le Grand Bornand -> clasificación, que además resultó la mejor jornada con diferencia de la carrera.
Comparado con 2009, el recorrido del año pasado supuso un gran avance: no más de 2 etapas llanas seguidas, mucha media montaña y una alta montaña bastante variada, aparte del «bonus» de una etapa con pavés, siendo globalmente un recorrido muy exigente. Aunque no todo era tan positivo, con nuevamente una cantidad ridícula de crono (61 km), un diseño bastante mejorable en algunas etapas, sin una auténtica jornada reina, y ni un sólo gran puerto novedoso, algo que si habían aportado las ediciones previa (Balés 2007, Lombarde 2008 y Romme 2009). A la hora de la verdad, la pobre actitud de los favoritos en varias etapas clave hizo que la carrera resultara decepcionante, aunque también hubo alguna jornada espectacular como Saint Jean de Maurienne -> clasificación, con el grupo roto a más de 40 km de meta, y en menor medida la etapa del pavés.
Recorrido del Tour 2011
Vídeo del recorrido en 3 dimensiones
Lo primero que llama la atención del recorrido es la distribución de las etapas de alta montaña, todas en los últimos 10 días de carrera y llegando más tarde que en ediciones precedentes, cuando siempre había alguna etapa de alta montaña antes de la primera jornada de descanso. Este hecho, sumado a que la única crono individual será el penúltimo día, hace que sea un recorrido de menos a mas, con todas las etapas a priori decisivas en la segunda mitad de carrera, aunque en la primera semana hay algunas posibles etapas «trampa» en las que los favoritos no deberían confiarse, aparte del habitual peligro de caídas.
Una de las mayores novedades respecto a otros años es justo la jornada inicial, una etapa en línea en vez de la tradicional C.R.I. corta (normalmente prólogo), algo que en los últimos 40 años sólo se había visto en 2008 … y que al igual que en aquella edición terminará en una pequeña subida. Esta es justo la principal característica de la primera semana: los finales en repecho, con hasta 5 llegadas de este estilo. Y es que además de la jornada inicial, las etapas de Mûr de Bretagne (4ª), Lisieux (6ª), Super Besse (8ª) y Saint Flour (9ª) también terminarán en un pequeño puerto o repecho duro, lo que dará a los clásicómanos y «up-hill finishers» más oportunidades de lo habitual en el Tour.
La etapa más exigente hasta llegar a la primera jornada de descanso es sin duda la de Saint Flour, con buen kilometraje y multitud de pequeños puertos (alguno de ellos bastante duro), aunque la poca dificultad de los 40 km finales hace que a priori no sea una etapa para los favoritos. En cualquier caso, atención a la posibilidad de fuga-bidón. Otra etapa complicada es la de Cap Fréhel (5ª), ya que durante los últimos 80 km se circulará muy cerca de la costa y con constantes cambios de dirección, siendo una jornada muy propicia para la formación de abanicos … algo que también podría suceder en la 1ª y 3 ª etapa. En estos primeros días también hay una crono por equipos (2ª), aunque de sólo 23 km por lo que no debería provocar grandes diferencias.
La alta montaña no llegará hasta mediados de la 2ª semana, con 3 etapas seguidas en los Pirineos que pueden dejar la clasificación bastante definida. Destaca especialmente la 12ª jornada, con llegada en Luz Ardiden después de un fantástico encadenado con Hourquette d´Ancizan (inédito en el Tour hasta este año) y «el rey» Tourmalet. No se queda atrás en dureza la 14ª etapa, con final en Plateau de Beille después de superar otros 4 puertos, incluído el duro Agnes, aunque a bastante distancia de la subida final. La etapa que hay intercalada entre estas dos jornadas es mucho más blanda, Lourdes 13ª, con sólo un gran puerto … pero todo un HC, el Aubisque, además de de ser la única etapa de alta montaña sin final en alto.
En la última semana de carrera se afrontarán los Alpes, con 2 etapas iniciales de «calentamiento», 16ª y 17ª, ambas con un puerto de 2ª a pocos km de meta, antes de la traca final: Galibier-Serre Chevalier (18ª) y Alpe d´Huez (19ª), dos jornadas en las que se rendirá homenaje al Galibier por su centenario. Más allá del discutible diseño de ambas etapas, la primera es muy exigente ya que además de la ascensión final los corredores tendrán que superar el durísimo Agnello por la vertiente sur, que se estrena como subida en el Tour, y un clásico como el Izoard. En cuanto a la etapa de Alpe d´Huez, se trata de una jornada de sólo 100 km aunque muy «concentrados», incluyendo el Col du Galibier norte (hasta el túnel, por donde se subió en 1911) antes de la subida final, que al igual que en 2008 será la última oportunidad para los escaladores.

Por primera vez a lo largo de su historia el Galibier será final de etapa, aunque por la vertiente SO, la menos dura.
Justo después de la etapa de Alpe d´Huez y a sólo un día de finalizar la prueba se disputará la contrarreloj de Grenoble, única crono individual de todo el Tour, con 42,5 km de duro trazado que ya se pudo ver en el Dauphiné 2011 (con victoria para Tony Martin por delante de Bradley Wiggins). Como es habitual, la prueba se cerrará con una etapa llana en la que se darán varias vueltas al circuito de los Campos Elíseos, en París.
Intentando ser objetivos y aunque se quede lejos del pasado Giro, no cabe duda de que se trata de un recorrido muy exigente, al menos en lo referente a los puertos, con hasta 6 subidas que se pueden considerar de categoría especial y otros 5 primeras muy duros. De hecho, la suma del coeficiente APM de los 15 puertos más duros es la más elevada desde el Tour 2007. Y comparado con las otras dos grandes GV, supera a la Vuelta a España, que este año tendrá uno de los recorridos más duros de su historia -> Comparativa con Giro y Vuelta 2011. Además hay que tener que va de más a menos, por lo que la semana final puede hacerse ralmente dura.
Sin embargo, más allá de los datos, creemos que es un recorrido decepcionante, ya que ni la estructura de la carrera ni el diseño concreto de las etapas, con malos encadenados o final en la subida más dura (con alguna excepción), beneficia que éstas sean aprovechadas al máximo. Tampoco ayuda que todas las etapas a priori decisivas estan tan concentradas en los últimos 10 días.
Además, globalmente está muy desequilibrado en favor de los escaladores, abusando de los finales en alto duros y con una cifra escandalosamente baja de contrarreloj individual, que además llega después de toda la montaña. A la hora de la verdad dependerá mucho de la actitud de los corredores y las propias circunstancias de carrera, pero con este diseño se corre el riesgo de que la carrera sea «ciclismo-youtube» en su máximo expresión, con lucha entre los favoritos sólo durante los km finales de las etapas.
La escasez de km contrarreloj no es algo novedoso de este año, habiendo una tendencia clara a reducir las cronos desde el Tour 2008, pero en esta edición los organizadores rompen casi todos los records negativos de los últimos 30 años: menor número de cronos individuales y km en esta disciplina … y si no fuera por la C.R.E, que pese a ser muy corta engorda un poco las cifras, sería también el de menos km contra el crono totales. Y con al agravante de que era totalmente factible haber incluído una crono más sin necesidad de cambiar salidas ni llegadas, en la jornada de Blaye les Mines – Lavaur (11ª).

Evolución de los km contra el crono desde 1979, batiéndose en 2011 el record negativo de CRI. Click para ver las cifras detalladas de cada año.
Aunque no es un problema sólo del Tour, ya que los organizadores de Giro y Vuelta también parecen empeñados en arrinconar este tipo de etapas. Y es que este año no sólo no habrá ni una sola C.R.I. de más de 50 km en ninguna de las tres grandes, sino que ni siquiera llegan a esa distancia en el total de cada carrera: 39 km en el Giro, 42,5 km en el Tour y 47 km en la Vuelta.
Como hemos dicho en anteriores, creemos que esta reducción exagerada de las cronos es un grave error, ya que puede provocar que los escaladores sean más conservadores al no tener que recuperar tiempo sobre los rodadores. Pero es que además, incluso aunque la general se rompa por otras circunstancias (abanicos, fugas-bidón, averías mecánicas, etc) y la carrera acabe resultando espectacular, como sucedió en el Giro 2010, lo justo sería programar recorridos que dieran opciones a corredores de diferentes características, de tal modo que los primeros de la general tuvieran que demostrar ser los más fuertes y listos en todos los terrenos, no sólo subiendo.
Sobre la media montaña, si bien hay más de lo habitual en el Tour, el diseño de las etapas más duras resulta decepcionante, con un rodeo innecesario en el caso de Saint Flour, y desaprovechando las posibilidades de los alrededores de Gap y Pinerolo en las 2 primeras etapas alpinas. De todos modos, pueden ser etapas bastante movidas y con posibilidades de que se produzcan escapadas peligrosas, sobre todo camino de Saint Flour.
Respecto a la alta montaña, destaca positivamente la etapa de Luz Ardiden … aunque no su situación en la carrera, siendo la primera jornada de alta montaña y sin ninguna CRI previa, lo que no favorece que se puedan producir ataques lejanos de los favoritos (aunque terreno hay de sobra para ello). Así mismo, la etapa del Aubisque, la única de alta montaña sin final en alto, tiene el inconveniente de ir situada justo delante de la llegada más dura de toda la carrera, Plateau de Beille, por lo que se corre el riesgo de que los favoritos prefieran reservar fuerzas. De todos modos, para ser el primer bloque montañoso no está nada mal, siendo más exigente que en años anteriores.
En cuanto a las etapas alpinas, si bien es muy loable que los organizadores quieran homenajear al Galibier por su centenario, el modo de hacerlo resulta discutible, condicionando varias etapas y empeñándose en acabar en su cima (y además por el sur), cuando resulta que si el Galibier es mítico es justo por lo contrario: ser un gran puerto de paso que suele romper la carrera a muchos km de meta, sobre todo por su vertiente norte. Al igual que el año pasado con el Tourmalet, creemos que el mensaje que transmiten los organizadores es muy negativo: «para darle protagonismo a un puerto tiene que ser final en alto», algo que va contra la propia historia de la carrera.
Además, no deja de ser sorprendente que tratándose de un homenaje al Galibier, y en general a los Alpes de 1911, la última etapa de montaña acabe en Alpe d´Huez, una subida que hasta 1976 era anedótica. ¿No hubiera sido más lógico darle todo el protagonismo al Galibier terminando después de varios km de descenso?. Hay varias opciones, pero una etapa con Agnello + Izoard y final en Briancon, o incluso Granon, seguida por una etapa con Lautaret (2), Croix de Fer (HC), Mollard (2), Telegraphé (1) y Galibier (HC) y terminando en el propio Lautaret o La Grave formarían un bloque estupendo, además de ser un perfecto homenaje al recorrer las 3 vertientes del Galibier en la última etapa de montaña.
En el lado positivo, la mayoría de las etapas tienen alicientes, incluso las a priori más sencillas, con repechos cerca de meta o zonas propicias para los abanicos, lo que en caso de batalla puede hacer que la carrera sea bastante entretenida jornada tras jornada … al menos en los km finales. Además, aunque el diseño de las etapas de montaña es muy mejorable (en general), hay que reconocer que acumula mucha dureza, con etapas donde si los corredores se muestran combativos hay terreno más que suficiente para hacer daño.
Por otro lado, nos parece acertada la decisión de los organizadores de que no haya bonificaciones. Es cierto que tienen aspectos positivos, como forzar que las jornadas se disputen sin «regalos» y facilitar cambios de liderato en la primera semana, pero adulteran demasiado los tiempos reales (sobre todo siendo tan grandes: 20, 12 y 8 segundos en meta), además de provocar un mayor conservadurismo en la montaña al ser posible ganar muchos segundos apretando sólo en la parte final de las etapas. Quizás la mejor solución fuera algo intermedio: bonificaciones sólo en la primera semana y de 12, 8 y 4 segundos, como se hacía en las GV de los años 90.
Como siempre, los corredores tienen la última palabra: ójala aprovechen las virtudes del recorrido y minimicen sus defectos, brindando una gran carrera a los aficionados. En cualquier caso, esperemos que los organizadores programen recorridos más equilibrados y completos en las próximas ediciones.
Participación
Como suele ser habitual en el Tour, la lista de participantes es de muchisimo nivel, con la presencia de gran parte de los los mejores vueltómanos, sprinters y clasicomános del pelotón. Entre las ausencias más destacadas se encuentran Denis Menchov, 3ª en 2010 y cuyo equipo (Geox) no ha sido invitado, y otros corredores que también han disputado el Giro y han dado por terminada la primera parte de la temporada, como Vincenzo Nibali, Michele Scarponi, Joaquím Rodríguez e Igor Antón.
Sin embargo, el vigente ganador de la carrera italiana si será de la partida: Alberto Contador, repitiendo en el Tour como máximo favorito. Y es que desde el año 2007 ha vencido todas las grandes vueltas en las que ha participado, incluyendo los dos últimos Tour. Además el recorrido no le va nada mal, con 4 llegadas en alto duras y una crono donde también puede brillar. Pero no lo tendrá fácil, ya que el desgaste del Giro puede terminar pasándole factura, así como la presión de aficionados y medios de comunicación por el positivo no resulto del año pasado. Y además tendrá enfrente al corredor que estuvo a punto de ganarle en 2010 …
… Andy Schleck, 2º en las 2 últimas ediciones y que el año pasado se quedó a sólo 40 segundos de la victoria. Tiene a su favor el gran potencial de su equipo, Leopard, con magníficos escaladores, como su hermano Frank Schleck, y rodadores como Fabián Cancellara. Además de un recorrido casi perfecto para sus características. En contra, el bajo nivel mostrado durante esta temporada, destacando sólo en la Lieja-Bastoña-Lieja (3º) … aunque otros años ha llegado en una situación parecida y después ha rendido muy bien.
Otros corredores que también buscan la victoria y ya saben lo que es pisar el podio final del Tour son Iván Basso (Liquigas), 2º en 2005 y 3º en 2004, ademas de ganador de los Giros 2006 y 2010; Cadel Evans (BMC), 2º en 2007 y 2008; Levy Leipheimer, 3º en 2007 (por detrás de Contador y Evans) y reciente ganador de la Vuelta a Suiza, y Andreas Kloden, 2ª en 2004 y 2006, ambos del poderoso equipo Radioshack. También ha ocupado puestos de podio el combativo Alexandre Vinokorourov (Astana), 3ª en 2003, pero actualmente no parece que pueda alcanzar ese nivel … aunque seguro que se dejará ver en carrera.
Sin tantos años de experiencia en el Tour, pero con calidad suficiente como para ser candidatos al podium: Robert Gesink (Rabobank), 6º en 2010; Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi), 4º en 2010; Bradley Wiggins (Sky), 4º en 2009 y reciente ganador de Dauphiné; Jurgen Van den Broeck (Omega Pharma Lotto), 5º en 2010; Chris Horner y Janez Brajkovic (Radioshack), el primero de ellos muy veterano pero ganador este mismo año del Tour de California.
Otros corredores que podrían rondar los primeros puestos de la general o al menos destacar en las etapas de montaña: Damiano Cunego -2º en la reciente Vuelta a Suiza- (Lampre), Roman Kreuziger -9º en 2009 y 2010- (Astaná), Jacob Fugslang (Leopard), John Gadret -4º en el pasado Giro- (AG2R), Bauke Mollema y Luis León Sanchez (Rabobank), Ryder Hesjedal y Tom Danielson (Garmin Cervelo), Thomas Voeckler y Christophe Kern (Europcar), Tejay Van Garderen (HTC), Vasil Kiryienka, Beñat Intxausti y David Arroyo (Movistar), Vladimir Karpets (Katusha), Rein Taaramae y David Moncoutié (Cofidis), Rigoberto Urán (Sky), Chris Sorensen (Saxobank), etc … Respecto a la crono de Grenoble, aparte de algunos corredores ya mencionados, son favoritos Tony Martin y Peter Velits (HTC), David Millar y David Zabriskie (Garmin) y Richie Porte (Saxobank).
En cuanto a los sprinters, más allá de la ausencia de Oscar Freire, operado recientemente, estarán presentes casi todos los velocistas de primer nivel, como Mark Cavendish y Mathew Goss (HTC), Alessandro Petacchi (Lampre), Tyler Farrar y Thor Hushovd (Garmin-Cervelo), Andre Greipel (Omega Pharma Lotto), el español Francisco Ventoso (Movistar), Tom Boonen (Quick Step), Ben Swift (Sky) y Romain Feillu (Vacansoleil).
Entre los clasicómanos y corredores todoterreno, que este año tendrán bastantes etapas favorables a sus características, destaca sobremanera Philippe Gilbert (Lotto), que lleva un año absolutamente espectacular con 11 victorias. Tambien podrían brillar Sylvain Chavanel (Quick Step), Edvald Boasson Hagen (Sky), Lars Boom (Rabobank), Alexander Kolovnev (Katusha) y Jose Joaquín Rojas (Movistar), reciente ganador del Campeonato de España en ruta por delante de Contador.
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- Análisis detallado de las etapas 1ª a 9ª (hasta el primer descanso).
- Por otro lado, también podéis encontrar también encontrar más información sobre la carrera en el Especial Tour de Francia de nuestra revista gratuita DLC.
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Que tiene que haber una crono delante de la montaña si, desde luego, no hace falta que sea de 70 km, ni siquiera de 50, basta con 35 o 40…. Lo otro, pues lo de siempre.. dale con que tienen que meter menos finales en alto duros. Ahora les dió por ahí a los puristas, deben de pensar que si las etapas acaban en BrianÇon en vez de en la cima de Alpe D’Huez, o en vez de acabar en el Galibier las diferencias volverán a ser como en la época de Bahamontes y las carreras alocadas y todo eso.. Pues no hombre, no seáis ingenuos, serían mas aburridas y menos decisivas la mayoría de las veces, en vez de atacar a falta de tres km al alto como repiten ahora .. directamente no atacarían y los Tours se resolverían por las bonificaciones si no por los puestos. A eso llegaríamos. A la gente lo que le gusta es ver la lucha en las rampas duras, eso es lo que mas gusta a la mayoría, lo que engancha de este deporte al gran público… y también a los que nos gusta con locura desde hace mucho tiempo y podríamos considerarnos puristas aunque quizás no tanto.
Solo con ver las etapas del año pasado del Grappa en el Giro y de la Madeleine del Tour, se ve que las carreras serian mucho mejores con pocos finales en alto.
Un ejemplo en España de buena etapa sin final en alto fue la de Monachil en 2006, donde el ataque fue en la subida, con la persecución de Valverde a Vino en los 15-20 km finales de bajada y llano. Cerca de 1 hora de espectaculo a tope, y eso que lo previo en esa etapa no era nada del otro mundo. Mas que no haya finales en alto, creo que la clave está en que el final no esté en el puerto más duro (o en el más rompedor pensando en porcentajes y rampas duras), como también pasó en la de Sierra Nevada de 2009, que la carrera se rompió en las rampas de Monachil, y aún quedaban casi 20 km a la meta (aunque podamos considerar toda la subida como un solo puerto, pero tenía dos partes muy diferenciadas). Ni que decir tiene que Mortirolo+Aprica es otro ejemplo que el hecho que el puerto más duro no sea el último da muchísimo espectáculo, y estamos hablando de ciclismo actual, etapas con pinganillos, etc…
Masa, en los finales en alto duros ya sabemos lo que va a pasar, que no se va a mover ni cristo hasta los últimos 4 o 5 km de la etapa. Te puedes tirar 6 horas delante de la tv que sólo vas a ver movimientos el último cuarto de hora. Espero que eso no sea lo que le gusta a los aficionados al ciclismo, y de hecho no creo que así sea porque la gente no hace más que quejarse de la poca combatividad que hay hoy en día, y poca duda cabe que mucha culpa de ello es de los finales en alto.
En etapas sin final en alto o con final en alto no muy duro pueden pasar cosas distintas, como las etapas que se han mencionado: Monte Grappa (2010), Mortirolo-Aprica (siempre), Madeleine (2010) o en la Vuelta la de Monachil (2006). Etapas en las que los favoritos estaban dándose cera a 30 o 40 de meta. Si hubiera más etapas de este tipo en las grandes vueltas otro gallo cantaría. Puede que hubiera etapas en las que no pasase nada (para mí atacar a 4 de meta en el final en alto de turno es como si tampoco pasase nada), pero los escaladores tendrían obligación de armarla de lejos en algunas etapas, y así sí que se vería espectáculo y lucha entre los líderes durante bastante rato. Y se premiaría a los ciclistas completos, valientes, buenos estrategas y con buen equipo. Ahora sólo importa que suba bien en el último puerto.
y si tú piensas que en una vuelta sin finales en alto los escaladores no atacarían y le dejarían ganar la carrera a los contrarrelojistas… pues no sé qué decirte, creo que los ciclistas no son tan tontos.
una reflexión: si los finales en alto duros son tan maravillosos, ¿por qué han bajado tanto las audiencias con respecto a los años 90 o principios de 2000? simplemente porque las carreras son aburridas y no se ve nada mas allá de los últimos 5 km. para eso es mas emocionante la f1 o el motociclismo donde ves una hora y están esa hora a tope. se están cargando el ciclismo
hola, igual este no es el foro adecuado, pero de todas formas voy a hacer mi pregunta:
Este año tengo pensado ir a los Alpes, y me gustaría estar en el Galibier el día que finaliza la etapa, y al día siguiente estar en el Alp d’Huez. ¿Sabéis a que hora cierran los puertos, si los cierran varios días antes como se puede hacer para llegar a los dos sitios, (voy a ir en autocaravana), si hay autobuses… que te lleven hasta la cima…?
Muchas gracias,
pd: si no lo sabéis, donde lo podría preguntar? (he mirado en la página del Tour y no dicen nada, ni dejan email para poder ponerme en contacto con ellos.
Un saludo
moran
Hola Moran.
Como bien ha dicho Juanxo, si vas con autocaravana (o incluso con coche normal) tienes que estar alli varios dias antes, ya que los puertos importantes, sobre todo cuando son final de etapa, los cierran con bastante antelación.
En este hilo del foro APM hay una respuesta bastante completa a una persona que preguntó sobre el Galibier: http://apmforo.mforos.com/401631/10411066-etapa-del-galibier/. Y aunque sea una consulta sobre Plateau de Beille, creo que este hilo también te podría interesar: http://apmforo.mforos.com/1304538/10415630-etapa-plateau-de-beille-sabado-14-de-julio/
Un saludo y pásatelo bien en las etapas de los Alpes ;)
Pues si vas en autocaravana por lo menos para aparcarla tienes que ir dos dias antes y estar alli, yo en el tour del año pasado cuando subi el tourmalet no se podia aparcar y quedaban dos dias para que pasasen.
Gracias por la información.
Tengo una duda, a lo de aparcar os referís a aparcar en la cuneta del puerto?. Creo que en la etapa de final de Galibier lo dejarán cerrado para el día siguiente, (en la siguiente etapa vuelven a subir y no creo que lo abran y lo cierren nuevamente). Entonces mi idea era aparcar lo más próximo al Galibier, (si puede ser en el puerto mismo mejor, pero preguntando si nos dejan salir al acabar la etapa), supongo que habrá un parking general en alguna explanada cercana, o en algún refugio de la subida, y despúes para subir es lo que no sé, si habrá algún medio o será a pie (21km!!!!!!!!!)!!!!
Vosotros sabéis si hay algún servicio de lanzaderas para poder subir al puerto, o me tocará andar unos cuantos km???
Un saludo y gracias por la información
morán
Hola Moran.
Quizás una buena solución sería intentar aparcar en el cruce del Col du Lautaret (a 8,5 km de la cima del Galibier por el sur) o alrededores, ya que en esa zona hay bastante espacio, con varios aparcamientos. Ademas de cara a la etapa siguiente no tardarías mucho en llegar con la autocaravana a Bourg´d Oisans, ya que desde el Lautaret sólo hay 40 km de distancia y por buena carretera. Eso sí, tendrías que estar allí varios días antes, porque al ser una zona tan bien situada seguramente se llene con mucha antelación.
Sobre el tema de autobuses para subir, creemos que en el Tour no existe ese servicio, pero no te lo podemos asegurar.
Un saludo y perdón por la tardanza en contestar.