Del 4 al 15 de Agosto se disputa la 73ª edición de la Vuelta a Portugal. La Grandísima repite análisis en este blog, 12 meses después de que publicáramos el correspondiente a la edición del 2010.
Históricamente siempre ha sido una carrera con fama de gran dureza, conocida por la climatología de las fechas en las que se disputa y por tratarse de una prueba de dos semanas de competición. Hace algunos años redujo sus fechas por exigencias de la UCI, y ahora se celebra bajo el formato de 10 etapas más un prólogo con una jornada de reposo intercalada.
Primero hay que destacar la importancia y gran seguimiento que tiene esta prueba en su país. Logra grandes audiencias de televisión, pero además es muy seguida a pie de carretera, con mucha gente sobre todo en la zona de meta. Y es que la carrera tiene una gran tradición: corriéndose por primera vez en 1927, hasta los años 80 duraba tres semanas, para pasar luego a 15 días hasta los 12 que dura actualmente. Aun así, sigue siendo “la cuarta grande”, la carrera de más duración en Europa tras Tour, Giro y Vuelta.
El recorrido de este año resulta bastante atractivo, ya que en tan sólo 11 etapas cuenta con 4 jornadas montañosas, una contrarreloj larga y un prólogo. Y de las 5 etapas restantes, sólo 3 se pueden considerar realmente llanas. Así pues, el trazado resulta, a priori, muy interesante tanto a nivel deportivo como de cara al espectador. Lo único que se echa de menos es una gran etapa de montaña sin final en alto, ya que todas las jornadas consideradas como de montaña terminan en la cima del último puerto. En este sentido, se podría haber aprovechado la jornada reina (octava etapa) para colocar la meta en Covilhã, tras 20 Km de empinado descenso una vez coronado Torre (Torre ha sido algunas veces usado como puerto de paso y tienes varias vertientes). Sin embargo, la organización ha decidido apostar claramente por los finales en alto.
En cuanto a la participación, cabe reseñar que habitualmente éste resulta ser el punto flaco de la prueba, por no implicarse en ella las grandes figuras del pelotón internacional. No obstante, la pasión con la que los equipos portugueses se toman la carrera «de casa» compensa a nivel deportivo este hándicap de la ronda portuguesa. Los equipos locales alinean a sus mejores corredores los cuales rinden siempre a un gran nivel. Por lo que respecta a la edición del 2011 la participación la componen 5 equipos portugueses más 8 extranjeros. Entre los equipos portugueses encontramos alBarbot – Efapel, elTavira – Prio, el Onda – Boavista, el LA – Antarte y la Selección Nacional de Portugal. Entre los extranjeros destaca la presencia de «un ilustre» como Thomas Dekker en la alineación del equipo Chipotle – Development Team. El Katusha y el Lampre serán de la partida alineando equipos jóvenes. En cuanto a la representación española, serán de la partida el Andalucía – Caja Granada liderado por David Bernabeú y el Caja Rural.
Análisis de las etapas
4 de Agosto, prólogo: Fafe – Fafe; 2,2km CRI
La carrera comienza en el norte con un prólogo muy corto en la pequeña localidad de Fafe, situada al noreste de Oporto. Se trata de un prólogo completamente llano y de escasa longitud. Servirá básicamente como presentación de todos los participantes en la prueba. Las diferencias serán a buen seguro pequeñas entre los capos.
5 de Agosto, Etapa 1: Trofa – Oliveira do Barro; 187,7km
La primera etapa de la Vuelta a Portugal es una etapa básicamente llana que llevará a los corredores desde el norte de Oporto hasta el sureste de la localidad de Aveiro. La etapa se presenta propicia para los velocistas, pese a que presenta un perfil quebrado en su parte central, destacando sobremanera la ascensión a Talhadas. Este puerto, que la organización ha catalogado como de tercera categoría, cuenta con 7km al 5,9%. Perfectamente podría haber sido considerado algo más que un simple tercera. Los equipos de los velocistas se verán obligados a controlar si no quieren que llegue una fuga. El final es en un pequeño repecho de 700m al 3% que pondrá aliciente a los metros finales de la etapa.
6 de Agosto, Etapa 2: Oliveira de Azeméis – Santo Tirso; 182,2km
La carrera vuelve hacia el norte, nuevamente hacia las inmediaciones de la ciudad de Oporto. Parece como si los organizadores quisieran volver sobre sus propios pasos, desandando el camino recorrido en la primera etapa… con un pequeño matiz, esta vez estamos ante una etapa de media montaña bastante exigente. Hasta 6 puertos puntuables se superan en esta jornada (2 puertos de 4ª, 3 de 3ª y el final en un 2ª categoría). Los primeros 80km de etapa no presentan ni un solo respiro, aunque en general todo el trayecto es muy quebrado, perfecto para que las fugas se consoliden. Los equipos de los favoritos tendrán que tener en cuenta esta etapa para evitar las tan temidas “fugas bidón”. El puerto final, el Monte de Nuestra Senhora de la Assunçao, con 6,3km al 6,2% de pendiente media, permitirá valorar las fuerzas de los candidatos al podio y en su caso resolver la fuga suponiendo que ésta llegue.
7 de Agosto, Etapa 3: Viana do Castelo – Mondim de Basto (Sra. De Graça); 151km
La carrera continuará transitando las carreteras del norte de Portugal para en esta tercera etapa, afrontar uno de los finales míticos de la prueba, el Santuario de Nuestra Senhora de Graça.
La etapa no es muy larga ni tampoco demasiado exigente sobre el papel. Tan solo una tachuela de 4ª (Covide) y otra de 3ª (Caniçada) jalonarán el recorrido antes de la ascensión final al Santuario, de 1ª categoría. Primer test importante de la carrera ya que este final no es ninguna “perita en dulce” y siempre hace diferencias. Los 8,4 km finales de la etapa a un desnivel medio del 7,5%, con numerosas rampas de doble dígito, fomentarán los primeros escarceos serios entre los aspirantes a la victoria final.
Perfil del Santuario de Nuestra Senhora de Graça (fuente : Para os amantes do ciclismo. Ciclobeira)
8 de Agosto, Etapa 4: Lamego – Gouveia; 182,3km
La carrera empieza a girar en dirección sur, para acercarnos en esta etapa a la zona de Guarda. Después del segundo final en alto consecutivo, y primer punto caliente de la ronda, en Nuestra Señora de Graça, la Vuelta a Portugal se toma un pequeño respiro a los pies de la Serra da Estrela.
No obstante, aunque la etapa puede considerarse en general llana, cuidado con el final ya que se dan dos vueltas a un circuito en torno a Gouveia para superar en dos ocasiones el Alto de Gouveia, una pequeña subida de 3ª categoría con tramos de pavé que dará mucho interés a la parte final de la etapa. La subida se realizará por dos sitios distintos, siendo la segunda ascensión la más exigente, con 4km finales al 4,5% de pendiente media.
9 de Agosto, Etapa 5: Oliveira do Hospital – Viseu; 150,3km
Después de varios días de alta intensidad, la prueba portuguesa se toma un descanso en esta 5ª etapa, entre las localidades de Oiveira do Hospital y Viseu. Sobre el papel podemos considerar esta etapa como la más sencilla de toda la edición. 150km totalmente llanos (tan sólo una cota de 4ª categoría a mitad de etapa) hacen de esta jornada un día totalmente favorable para ver un sprint masivo. Destacar que al final de la jornada se darán dos vueltas a un circuito semiurbano de 20km por los alrededores de Viseu. Los ciclistas pasarán hasta en tres ocasiones por la línea de meta, por lo que es de esperar una gran afluencia de público en los metros finales de la etapa.
Tras esta etapa, los corredores disfrutarán de la jornada de descanso que tendrá lugar el miércoles 10 de Agosto.
11 de Agosto, Etapa 6: Aveiro – Castelo Branco; 215,9km
Tras un traslado hasta la costa durante la jornada de descanso, la sexta etapa de la Vuelta a Portugal unirá las ciudades de Aveiro y Castelo Branco. A priori se trata de una jornada propicia para ser resuelta en un sprint masivo. No obstante, la parte central de la etapa resulta bastante complicada, con los pasos por Povôa (3ª) (11,2km al 4,4%) y Portela do Gavião (4ª), más el repecho de Casas da Zevreira (n.p.). Los últimos 50km son completamente llanos, incluyendo un circuito semiurbano de 17,5km por los alrededores de Castelo Branco.
En resumen, estamos ante una jornada propicia para ver un sprint masivo, pero en la que los equipos de los sprinters se verán obligados a trabajar, ya que su longitud (215,9km, la etapa más larga de la presente edición) así como una parte central bastante pestosa, pueden favorecer que las fugas lleguen a buen puerto.
12 de Agosto, Etapa 7: Sabugal – Guarda; 35,3km; CRI
En la séptima etapa llega una de las jornadas clave de la ronda. Se trata de una contrarreloj individual de longitud media (35km) entre las localidades de Sabugal y Guarda. En principio, totalmente favorable a los especialistas. Aquí deberán recuperar el tiempo perdido en las jornadas precedentes y obtener algún margen que les permita afrontar con mayores garantías la jornada siguiente.
La inclusión de esta contrarreloj nos parece todo un acierto. En primer lugar porque su inclusión forzará a los escaladores a ser más agresivos en las etapas de montaña para compensar la pérdida de tiempo que sufrirán en la lucha contra el cronómetro. En segundo lugar, porque la colocación de la etapa resulta muy adecuada, justo antes de la etapa reina de la carrera y después de una etapa llana. Esto último impedirá que las etapas se condicionen entre sí, de manera que nadie se pueda reservar en ninguna de las etapas claves para afrontar con mayores garantías la siguiente. Además, el desgaste de la contrarreloj pasará factura al día siguiente, haciendo de la octava etapa una jornada aún más exigente.
13 de Agosto, Etapa 8: Seia – Seia (Torre); 182,8km
Una vez más, la etapa reina de la prueba volverá a tener como protagonista al puerto estrella del país vecino, Torre. Nos encontramos ante una etapa francamente exigente que recorrerá la Serra da Estrela. El alto de Teixeira (3ª) servirá como aperitivo antes del primer coloso del día, Penhas da Saúde (1ª). Ojo a este puerto, francamente exigente, 13km al 7,5%, a partir del cual ya no habrá respiro. Tras la bajada, se acomete sin respiro la subida a Penhas Douradas (2ª), menos exigente que el anterior (10km al 6%), pero con dos kilómetros iniciales muy duros y que contribuirá igualmente a generar un buen desgaste antes de afrontar el coloso de la jornada y final en alto de la misma, el Alto de Torre. Este puerto, que con sus 1961m de altitud constituye el techo del Portugal continental, cuenta con 28,5km de ascensión a una media del 5% de pendiente media. No obstante, la media es muy engañosa ya que el puerto combina algún descanso intermedio con kilómetros de gran dureza al 8 y 9% de pendiente media.

La larga y dura subida a Torre por Seia será de nuevo un punto clave de la carrera, ya que es un icono de la misma y suele deparar grandes diferencias.
Este final ha sido juez de la carrera siempre que se ha disputado. Este año viene acompañado, además, de un buen desgaste previo en lo que constituye una verdadera etapa reina. Así mismo hay que tener en cuenta la crono disputada justo el día anterior, por lo que es más que probable que el podio de la prueba quede más que clarificado en la cima del coloso portugués.
Respecto a posibles recorridos alternativos, cabe destacar que esta etapa podría haber finalizado en bajada, en la localidad de Covilhã, tras el paso por Torre. La bajada de este coloso consta de unos 20km de rapido descenso que no hubieran hecho si no añadir 30 minutos más de espectáculo a la etapa. La jornada se hubiese ido a los 200km de longitud, distancia totalmente asumible por la organización. Viendo el elevado número de finales en alto de la presenta edición, hubiera sido una buena (y novedosa) opción optar por finalizar en bajada la etapa reina:
14 de Agosto, Etapa 9: Covilhã – Sertã; 182,3km
Se podría pensar que tras la tempestad llegará la calma… pero dificilmente será el caso en la novena y penúltima etapa de la prueba. Y es que si de la meta de Torre la carrera sale con algo por decidir, serán las rampas del pequeño Alto de Quintâ (3ª) las que otorguen las últimas diferencias entre los favoritos de la general.
Etapa más o menos tranquila, con una cota de 4ª (Alpedrinha) y otra de 3ª (Serra do Muradal) hasta que a 15km de meta, y precedida de una fuerte bajada, se inicia la subida al mencionado Alto de Quintâ, un tercera bastante explosivo de 2km de longitud al 8,2% de pendiente media. A partir de aquí se afrontan unos 6km de falso llano ascendente, antes de encarar la definitiva bajada hacia Sertã, donde acaba la etapa.
15 de Agosto, Etapa 10: Sintra – Lisboa; 152,6km
La última jornada de la prueba discurrirá por las carreteras situadas al norte de la capital, Lisboa. Etapa tranquila a priori (sólo una cota de 3ª categoría (Cheleiros) adorna el perfil de la jornada), salvo que a Eolo le de por soplar con fuerza en la primera mitad del recorrido.
La etapa comienza en la muy turística localidad de Sintra para tras 120km de trazado rompepiernas realizar un primer paso por meta en las calles de la capital portuguesa. Se darán 7 vueltas a un circuito urbano de 6,7km totalmente llano que servirá como homenaje a los triunfadores de la prueba. La línea de meta, situada en la Avenida Liberdade, es en ligera subida al 4%, por lo que si como es de esperar la etapa se resuelve al sprint, este tendrá un interés especial.
Magnífico recorrido el de la vuelta a Portugal. La verdad es que desconocía el tipo de carrera que plantean nuestros vecinos y al leer vuestra entrada me he quedado muy sorprendido, gratamente sorprendido. Un recorrido sumamente interesante, contrarreloj seria, montaña dura, media montaña, buen kilometraje… Me parece un trazado muy completo y atractivo. Con algún pequeño retoque sería un recorrido de 10. A ver si puedo seguir algunas etapas porque me he quedado con las ganas. Enhorabuena por el trabajo que hacéis. Saludos desde Galicia, aquí tenéis un seguidor.
Muchas gracias Pagano.
Sobre la Vuelta a Portugal, a nosotros también nos parece un recorrido muy interesante. Lástima que la participación sea un poco pobre y la carrera tenga poca relevancia «mediática» a nivel internacional. Esta carrera se merece tener mayor protagonismo.
Un saludo.