Este domingo 22 de marzo se celebra la 106ª edición de la “Milano-Sanremo”. También conocida como “la Classicissima” o “la clásica de la primavera”, es el primero de los 5 monumentos ciclistas, siendo una de las carreras de un día más importantes de toda la temporada.
La novedad de este año es el cambio de meta, que pasa de estar situada en Lungomare Italo Calvino, final de las últimas ediciones, a la mítica Vía Roma, que junto con Corso Cavallotti es la llegada mas repetida en la historia de la prueba, reduciéndose en casi 600 m la distancia del Poggio a meta. No obstante, pese a que estaba anunciado el estreno de la Pompeiana, el resto del trazado será idéntico al de 2014, con el Turchino, Capo Berta, Cipressa y Poggio como únicas cotas de cierta entidad a lo largo de toda la ruta.
Historia
La edición inaugural de la Milán-San Remo, organizada por La Gazzetta dello Sport, tuvo lugar el 14 de abril de 1907, con un recorrido de 288 km y victoria del francés Lucien Petit-Breton tras más de 11 horas sobre la bicicleta -> crónica e imágenes. Desde entonces la carrera sólo ha dejado de celebrarse en 1916 y en 1944-45, debido a la 1ª y 2ª Guerra Mundial. La edición más mítica durante los primeros años fue la de 1910, cuando bajo un tiempo infernal, con frío y lluvia durante toda la prueba, sólo 4 corredores de los 63 que habían tomado la salida pudieron terminar la carrera, con triunfo para Eugène Christophe. También histórica fue la edición de 1946 -> crónica, en la que el gran Fausto Coppi se impuso con más de 14 minutos de ventaja tras recorrer los últimos 150 km en solitario.
Ya más recientemente, es muy destacable la edición de 1992 -> vídeo completo – últimos km, con victoria para el irlandés Sean Kelly tras un descenso “kamikaze” del Poggio, en el que consiguió neutralizar el ataque previo de Moreno Argentin. También son muy recordadas las ediciones de 2008 -> vídeo, cuando el suizo Fabian Cancellara se impuso en solitario tras un poderoso ataque a 2 km de la llegada; y 2011, con la carrera rota desde muy lejos (aunque en parte por varias caídas en el descenso de Le Manie) y 30 km finales espectaculares, obteniendo la victoria Mathew Goss por delante del propio Cancellara, con Philippe Gilbert acabando en 3ª posición.
Los grandes dominadores del palmarés son los corredores italianos, con 50 victorias, destacando los 6 triunfos de Costante Girardengo, el cual además consiguió otros 5 podios, llegando a estar 10 años seguidos sin bajar del “cajón” (de 1917 a 1926); y las 4 victorias de Gino Bartali, con nada menos que 11 años de diferencia entre la 1ª y la última (de 1939 a 950). Sin embargo, es el belga Eddy Merckx, “el caníbal”, el corredor con el record de triunfos en la prueba, con 7 victorias repartidas entre 1966 y 1976. Ya en los últimas décadas sobresale el alemán Eric Zabel, con 4 victorias entre 1997 y 2001, además de otros 2 podios.
En cuanto a los ciclistas españoles, durante todo el siglo XX el único que consiguió subir al podio fue Miguel Poblet, el primer gran clasicómano español, con victorias en 1957 y 1959, además de un 2º puesto en 1958. Pero en los últimos años destaca sobremanera Oscar Freire, retirado en 2012 y que con sus 3 triunfos, en 2004, 07 y 10 (más un podio en el año 2000) es el corredor más laureado de la prueba en los que llevamos de siglo XXI.
El año pasado, en una edición marcada en los prolegómanos por la polémica sobre la cota de la Pompeiana (que finalmente no se incluyó en el trazado) y durante la carrera por la constante lluvia, el triunfo fue para el noruego Alexander Kristoff, que impuso claramente en el sprint final, con Fabian Cancellara y Ben Swift cruzando la meta en 2º y tercer lugar respectivamente. El mejor español fue Juanjo Lobato, que rozó el podio acabando finalmente 4º.

Kristoff celebrando la victoria en 2014, seguido por Cancellara, Swift, Lobato y Cavendish. Foto de Bettini
Recorridos
Las principales características de la Milán San Remo son el largo kilometraje, rozando los 300 km, siendo con mucha diferencia la prueba de mayor longitud que se disputa actualmente, y un trazado con escasas dificultades orográficas y en general no muy exigentes (aunque varias de ellas situadas en la parte final), lo que la convierte en el Monumento más favorable para los sprinters, si bien en los últimos años, con el cambio de trazado que hubo en 2008, ya no lo tenían sencillo. De todos modos, no siempre ha sido una carrera propicia para los velocistas. Y no porque antiguamente hubiera mayor cantidad de repechos o más duros (todo lo contrario), sino porque la forma de correr, mucho más ofensiva que la actual, el estado de las carreteras y la diferente preparación de los ciclistas hacía que los sprints masivos fueran muy poco habituales, triunfando escapadas lejanas y corredores que podían no tener una gran punta de velocidad.
De hecho, durante muchos años la única subida reseñable fue el Passo del Turchino, que afrontado por el norte no pasa de ser un 3ª, colocado además muy lejos de meta. Pero a medida que la carrera fue resultando cada menos selectiva la organización fue endureciendo la ruta para evitar que grandes pelotones se jugaran la victoria al sprint, añadiendo diversas cotas. Asi, en 1960 incluyeron el Poggio, una subida sin mayor dificultad (3,7 km al 3,7 %) pero cuya cercanía a la llegada y el hecho de que se afronte con muchos km en las piernas la convierten en decisiva, teniendo además un descenso bastante técnico. En 1982 llegó el turno de la Cipressa, una cota algo más exigente (5,6 km al 4,1%) aunque situada a mayor distancia de meta. Desde esa edición el recorrido se mantuvo prácticamente inalterable durante más de 25 años.
Hasta que hace apenas 7 años, en la edición de 2008, los organizadores, forzados por el exceso de llegadas masivas a finales de la década de los 90 y principios del 00, decidieron endurecer el recorrido, añadiendo la cota de Le Manie: mucho más exigente que Cipressa y Poggio, con 4,7 km al 6,7%, aunque situada a casi 100 km de la llegada. Ese mismo año también variaron la calle donde finalizaba la prueba, pasando de la Via Roma a Lungomare Italo Calvino -> mapa, lo que provocó un ligero aumento en la distancia desde la cima del Poggio a meta: de 5,7 km a 6,2 km. Y el endurecimiento del trazado funcionó, ya que en los años siguientes la mayor parte de ediciones se resolvieron mediante un ataque o al sprint en un pequeño grupo de corredores (2008, 2011, 2012 y 2013), aunque tampoco se eliminaros por completo las llegadas masivas (2009 y 2010), volviendo a ser una carrera imprevisible.
No obstante, desde hace ya una década se venía rumoreando con la inclusión de una nueva cota cerca de meta, la Pompeiana, algo más rompedora que Cipressa y Poggio y situada justo entre ambos. Y aunque el estreno de Le Manie pareció enfriar el interés de los organizadores, los rumores volvieron a aumentar en los últimos tiempos … hasta que en septiembre de 2013 se confirmó la noticia: la Milán San Remo cambiaba su recorrido para 2014, estrenando la Pompeiana y eliminando precisamente Le Manie, acumulando una dureza similar (e incluso algo inferior) pero mucho más concentrada en la parte final de la ruta, generando opiniones tanto negativas como positivas.
Sin embargo, finalmente no se incluyó ninguna de las 2 cotas, ni Pompeiana ni Le Manie. La explicación oficial sobre la Pompeiana fue el mal estado de la carretera debido a las lluvias, no pudiendo garantizar la seguridad de los corredores, pero en el caso de Le Manie no aclararon nada, siendo una exclusión bastante extraña y que dejaba un recorrido idéntico al que hubo en casi todas las ediciones de 1982 a 2007. Lo más surrealista es que los organizadores dijeron que lo de Pompeiana sólo era un retraso, quedando pendiente su estreno para este año … y resulta que ambas cotas han vuelto a quedar fuera del trazado, sin que de nuevo hayan dado ninguna explicación sobre Le Manie, con el único cambio respecto a la pasada edición del mencionado regreso a la Via Roma como final de la prueba.
Recorrido 2015
Dificultades montañosas:
- Passo del Turchino (km 143): 532 m – 3,2 km – 4,3 %
- Capo Berta (km 254,3): 130 m – 2,5 km – 5 %
- Cipressa (km 271,5): 239 m – 5,65 km – 4,1 %
- Poggio di Sanremo (km 287,5): 160 m – 3,7 km – 3,7 %
Los primeros 120 km, casi siempre en dirección sur, no tienen ninguna dificultad reseñable, pero a partir de la localidad de Ovada la carretera empieza a picar hacia arriba en busca de Campo Ligure y el Passo del Turchino, aunque por esta vertiente se trata de una subida muy tendida, prácticamente un falso llano a excepción de los 2 últimos km, que ya si alcanzan cierta dureza con un 5% de media. De todos modos, más complicado que la ascensión puede ser el propio descenso, sin mucha pendiente pero revirado y de bastante longitud, pudiendo resultar peligroso para un pelotón, sobre todo con el asfalto mojado.
Una vez terminado el descenso, en las afueras de la ciudad de Génova y ya junto a las costas del Mediterráneo, hay 2 pequeños repechos antes de llegar a la localidad de Varazze, donde se inicia un tramo de 65 km casi completamente llano, con Savona y Finale Ligure como localidades de paso más importantes, hasta llegar a los alrededores de Laigueglia, población en torno a la cual, durante el mes de febrero, se celebra la carrera homónima: el Trofeo Laigueglia, que este año ha subido a la categoría 1.HC, con victoria para Davide Cimolai.
Volviendo al recorrido de la Milan – San Remo, una vez que se deja atrás Laigueglia se inicia el encadenado de los “Tres Capos”, si bien los 2 primeros, Capo Mele y Capo Cervo, son subidas cortas y muy tendidas. Algo más exigente resulta Capo Berta, con 2,5 km al 5% según las cifras oficiales (aunque de acuerdo a los mapas sería más empinado, con 2 km al 6,5%), pudiendo estirar mucho el pelotón si la velocidad es alta, incluso quedando ya cortados algunos corredores, ya sea por falta de fuerzas o por haber cumplido su trabajo de equipo.
Después de estas cotas hay un pequeño tramo llano hasta llegar a San Lorenzo al Mare, localidad donde se abandona la Via Aurelia para afrontar la Cipressa -> perfil cada 200 m / galería fotográfica, una subida que con 4 km al 5% de media (sin contar el falso llano de la cima) y varias zonas al 7% suele hacer daño cuando el ritmo es elevado, siendo un punto clave para eliminar gregarios. Asimismo, los corredores no pueden despistarse en la bajada -> vídeo del descenso / galería fotográfica, con bastante pendiente y alguna curva complicada, aunque la carretera está en perfectas condiciones.
Terminado el descenso, ya de vuelta en la Via Aurelia, hay 9 km llanos hasta el inicio de la subida más famosa e icónica de la prueba: el Poggio di San Remo -> perfil cada 200 m / vídeo / galería fotográfica. Se trata de una ascensión corta y muy tendida, pero el desgaste acumulado, con mas de 280 km en las piernas, y la gran velocidad de subida, con habitualmente muchos ataques, provocan que se haga más dura de lo que indican sus cifras, aunque por supuesto también es clave el ritmo previo. La zona más exigente está poco antes de coronar, con 400 m al 6% y rampas máximas del 8%, siendo el lugar donde normalmente se produce la selección definitiva.
Y al igual que en la cota previa, atención al complicado descenso -> vídeo / galería fotográfica, de nuevo algo más inclinado que la subida (aunque en este caso sin llegar al 5% de media) y con varias curvas cerradas, siendo clave para la resolución de la carrera en varias ediciones. Desde el final de la bajada hasta meta restarán sólo 2,35 km, la mayoría en línea recta pero con un “zig-zag” ya dentro del último km, con una curva de 90º a izquierdas seguida por otra a derechas, que puede dificultar la colocación de los corredores en caso de sprint masivo, si bien la recta de meta, situada este año en la Vía Roma, tiene más de 700 m, con sólo un ligerísimo curveo a medio km del final.
Analizando los resultados de los últimos años, en la mayoría de ediciones la carrera se ha resulto al sprint en un grupo muy reducido, si bien a excepción del año pasado el recorrido era más duro, con Le Manie incluído en la ruta (aunque en 2013 tampoco se subió, debido a la nieve), por lo que la comparación más realista serían la ediciones previas al estreno de esta cota, en 2008. Y el resultado es claro: 4 años seguidos, de 2004 a 2007, en los que la victoria se decidió en un sprint numeroso (aunque no completamente masivo), llegando entre 30 y 70 corredores en el pelotón, si bien es cierto que en 2006 Pozzato iba destacado antes del sprint final. Habría que remontarse a 2003 para encontrar una edición en la que un pequeño grupo de corredores llegó con ventaja respecto al pelotón, con Bettini imponiéndose en la Vía Roma por delante de Celestino y Paolini, con el gran grupo llegando a 11 segundos.
En ese sentido, creemos que la exclusión de Le Manie, que tanto juego había dado para hacer más entretenida la carrera, con bonitas persecciones durante los 100 km finales y que aumentaba las opciones para los corredores atacantes, es un grave error de los organizadores, sobre todo teniendo en cuenta que no se ha añadido otra subida para compensar. Además ni siquiera han explicado los motivos de este cambio de recorrido, «camuflando» el tema con la polémica sobre la inclusión o no de La Pompeiana.
Sobre esta última cota, más allá de la chapuza de haber anunciado su estreno 2 años seguidos para luego no incluirla, es cierto que la presencia de la Pompeiana cambiaría bastante el perfil de los últimos 40 km, haciendo que fuera más “ardenesco” y eliminando las opciones de los sprinters puros, pero seguiría siendo propicio para rodadores potentes y gente con mucha punta de velocidad, además de aumentar las opciones de otros clasicómanos más escaladores, e incluso de los vueltómanos, ampliando el abanico de posibles ganadores, lo que sería un reflejo fiel de la historia de la prueba.
De todos modos, sin hacer un cambio tan radical y para favorecer que la carrera se lanzara desde más lejos, pensamos que lo más acertado sería endurecer el tramo previo. Y posibilidades hay muchas, ya que la zona está plagada de pequeñas cotas. Por ejemplo la Civezza, con 5,5 km al 4,7% de media y que estaría situada justo antes de la Cipressa, facilitando los ataques y que la batalla entre los favoritos se desatara antes de lo habitual, pero a su vez manteniendo una zona para reagrupamientos en caso de parón de los escapados, por lo que los sprinters aún tendrían posibilidades (aunque menos que con el trazado actual).
Una opción intermedia sería incluir mayor dureza pero sin añadir más cotas, por ejemplo sustituyendo Capo Mele y Capo Cervo por Castello (1,9 km al 8,4 %) y Bande di La (2,1 km al 7,5 %) -> perfil y mapa, dos subidas cortas pero exigentes y que apenas aumentarían la distancia total, lo que permitía mantener Le Manie sin pasarse de kilometraje ni tener que cambiar la salida.
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Participación
Como suele ser habitual en esta prueba, la lista de corredores es magnífica, incluyendo a casi todos los grandes sprinters y clasicómanos, además de algunos vueltómanos de primer nivel, como Nibali, que ya hizo podio en 2012 (aunque en esta ocasión llega corto de forma), y la agradable sorpresa de Valverde, que en principio no iba a participar pero ha sido inscrito a última hora. Curiosamente, las grandes bajas son las mismas del año pasado, aunque por diferentes motivos: Boonen, dos veces podio en esta prueba y que sufrió una grave caída en la reciente de la París-Niza; y Gerrans, ganador en 2012 y que este año ha preferido centrarse en la Volta a Catalunya, que comienza el lunes. En total, serán de la partida 25 equipos, con 8 corredores por escuadra.
Aunque la carrera se presenta bastante abierta, por estado de forma, características y resultados de años anteriores a priori hay 5 grandes favoritos: Alexander Kristoff (Katusha), todo un fondista y vigente ganador de la prueba, llevando este año ya 5 triunfos de etapa, además de la regularidad en Qatar; Peter Sagan (Tinkoff Saxo), 2º en 2013 y 4º en la edición de 2012, y que en la pasada Tirreno-Ariático recuperó la senda ganadora tras bastantes meses de «tiros al palo»; Mark Cavendish (Etixx Quick Step), vencedor en 2009 y 5º el año pasado, y que esta temporada ya ha conseguido 7 triunfos, incluída la ganeral y la regularidad en Dubai; Fabian Cancellara (Trek Factory), que pese a no ser un velocista lleva 4 ediciones seguidas sin bajarse del podio, además de la victoria en 2008, llegando en buena forma tras su victoria en la crono final de Tirreno; y John Degenkolb (Alpecin Giant), 5º en 2012 y que el año pasado arrasó en los sprints de la Vuelta, si bien esta temporada sólo ha conseguido un triunfo, además del podio en Dubai.
Otro velocistas que parten con posibilidades: Michael Matthews (Orica Green Edge), ganador de etapa y de la regularidad en París-Niza; Juanjo Lobato (Movistar), 4º el año pasado y que esta temporada ya lleva 3 triunfos; Ben Swift, podio en la edición de 2014 (Sky); Gerald Ciolek, vencedor en 2013, y Edvald Boasson Hagen, que suelen rendir bien en condiciones de frío y lluvia, ambos de MTN Qhubeka; Sonny Colbrelli (Bardiani), 6º en 2014, aunque este año parece llegar en peor forma; Nacer Bouhanni (Cofidis), gran dominador en los sprints del último Giro; Arnaud Demare (FDJ), con 14 triunfos en la pasada temporada; Heinrich Haussler (IAM Cycling), 2º en 2009, sólo superado por Cavendish; Andre Greipel, (Lotto Soudal), con triunfo de etapa en París-Niza y Algarve; Jose Joaquín Rojas (Movistar), vencedor de etapa en Qatar; Giacomo Nizzolo (Trek Factory), reciente ganador del GP Nobili; Davide Cimolai, vencedor del Trofeo Laigueglia, que se corre en esta misma zona; y Sam Benett (Bora Argon).
Pueden intentar sorprender con un ataque en los últimos km, o imponer su punta de velocidad en un pequeño grupo, Greg Van Avermaet, 2º en Strade Bianche y con triunfo en el «up-hill» de Arezzo, y Philippe Gilbert, podio en 2008 y 2011, además de top-10 en otras 2 ocasiones (BMC); Zdenek Stybar, vencedor en Strade Bianche, y Michal Kwiatkowski, vigente campeón del Mundo y este año 2º en Algarve y París-Niza (Etixx); Geraint Thomas, ganador en Algarve y 5º en «la carrera hacia el sol» (Sky); Alejandro Valverde, que regresa tras haber participado por última vez en 2006; Tony Gallopin, con un gran triunfo de etapa en Niza, donde acabó 6º; Filippo Pozzato, ganador en 2006 y podio en 2008, además de top-ten en otras 2 ediciones, y Rui Costa, que rozó el podio en Niza (Lampre Merida); Ramunas Navardauskas (Cannondale Garmin); Tom Dumoulin (Giant Alpecin), 4º en Down Under; Silvain Chavanel, 4º en 2013 (IAM Cycling); Matti Breschel (Tinkoff Saxo), dos veces podio en los Mundiales.
Otros corredores importantes: Vincenzo Nibali, podio en 2012, Michele Scarponi, 6º en 2011, y Lars Boom (Astana); el veterano Luca Paolini, podio en 2003 y 2006, además de top-ten en otras 2 ediciones, y Alexander Kolobnev (Katusha); Mathew Goss, ganador en 2011, y Stephen Cummmings (MTN Qhubeka); Fabio Fellini, podio en Drôme Classic y Sud Ardeche, y Julin Arredondo (Trek Factory); Roman Kreuziguer y Daniele Benatti, entre los 6 primeros en 2009 y 2010 (Tinkoff Saxo); Daniel Oss y Alessandro De Marchi (BMC); Tim Wellens, Jurgen Roelandts, Kris Boeckmans, ganador en Nokere Korse y Le Samyn (Lotto Soudal); Yoan Offredo, 7º en 2011, y Matthie Ladagnous (FDJ); Paul Martens (Lotto Jumbo); Ion Izaguirre y Giovanni Visconti (Movistar); Sebastian Langeveld (Cannondale Garmin); Simon Clarke, Daryl Impey y Simon Yates (Orica Green Edge); Rinaldo Nocentini y Jan Bakelandts (Ag2r la Mondiale); Oscar Gatto y Franco Pelizzotti (Androni); Jan Barta (Nora Argon); Grega Bole y Maciej Paterski (CCC Polkowice).
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En cuanto a la retransmisión televisiva, este año, al igual que las demás pruebas organizadas por RCS, en España se podrá seguir la carrera en abierto través de Teledeporte, con la llegada prevista en torno a las 17.10 h., repitiéndose la emisión en la madrugada del domingo al lunes.