El pasado jueves tuvo lugar la presentación del recorrido del “Critérium du Dauphiné 2016”, conocido tradicionalmente como la antesala del Tour de Francia y que este año celebrará su 68ª edición, disputándose entre el 5 y el 12 de junio. Con inicio en Les Gets, en la Alta Saboya, la prueba recorrerá de nuevo la región del Delfinado en sentido contrario a las agujas del reloj, si bien tras la penúltima etapa habrá un traslado hacia el suroeste, finalizando la carrera en la estación de esquí de Superdevoluy, en los Altos Alpes, para un total de 1.147 km divididos en 8 etapas, incluyendo el prólogo.
El comienzo de la prueba es una de las grandes novedades de esta edición, con un «prólogo escalada» al inédito Mont Chery, en las cercanías de Les Gets, con unas cifras de 3,9 km al 9,7%, si bien de acuerdo al gráfico oficial (que viendo el historial de ASO en los perfiles de puertos, mejor no fiarse mucho) parece que se trata de una subida bastante irregular, con tramos durísimos mezclados con otros de % más normales, siendo en cualquier caso muy favorable para los escaladores explosivos. El último antecedente de un prólogo tan duro data del año 2000, con la subida a La Bastilla desde Grenoble, con 1,8 km finales al 15%, llevándose el triunfo Alberto López de Munian por delante de Lance Armstrong y el «Chava» Jiménez -> clasificación.
La 1ª etapa en línea, entre Cluses y Saint Vulbas, es la más larga de esta edición, con 186 km, aunque salvo por una primera mitad quebrada, con algunas pequeñas cotas, no incluye grandes dificultades, siendo muy favorable para los sprinters. Al día siguiente, turno para la media montaña, con una etapa entre Creches sur Saöne y Chalmazel-Jeansagniere, en el Macizo Central, teniendo que superar varios pequeños puertos de inicio para tras una parte central más sencilla afrontar la subida a Jeansagniere (hasta el km 4,4 del perfil), con un primer tramo de 7,5 km al 5,6%, Saint Georges en Couzan, seguido por 7 km más o menos llanos en dirección a Chalmazel, donde se reanuda la subida con 3,4 km al 5,5% hasta el Col de la Croix Ladret, restando 3 km de falso llano ascendente hasta la meta, siendo difícil que haya diferencias entre los favoritos. Aunque se trata de un final inédito, está muy cerca del Col du Beal, donde acabó una etapa en 2014 tras un gran duelo entre Froome y Contador.
La 3ª etapa unirá las localidades de Boen sur Lignon, en el departamento de Loira, y Tournon Sur Rhone, perteneciente a Ardeche, incluyendo en la parte final la cota de Secharas, con casi 3 km al 8,2% (sin contar el falso llano posterior) a 21 km de meta, pudiendo dar mucho juego si los corredores se muestran combativos siendo a priori favorable para los clasicómanos y velocistas completos. La 4ª etapa, entre Tain L´Hermitage y Belley, en el departamento de Ain, será la última oportunidad para los sprinters puros, teniendo que superar únicamente dos cotas de 4ª, si bien en el circuito final en torno a Belley, de 32 km, hay varios repechos, con la propia llegada picando ligeramente hacia arriba, por lo que tampoco pueden confiarse.
Después de Belley comenzará un tríptico de montaña, empezando por una etapa corta pero que incluye 7 subidas puntuables, 5 de ellas en los 60 km iniciales, destacando el encadenado de Col du Barioz, con casi 8 km al 6,5%, y Col du Ayes (últimos 4 km), para tras el descenso de St. Martin d´Uriage y el paso por Vizille, en las cercanías de Grenoble, afrontar un falso llano ascendente en busca de Allemond y el lago Verney, inicio de la subida a Vaujany (sólo hasta el km 4,7 del perfil), en el departamento de Isere. Se trata de una ascensión corta pero bastante dura, con 4,7 km al 9% hasta llegar a Vaujany, si bien teniendo en cuenta el perfil de la etapa y las cifras oficiales (6,4 km al 6,5%) es posible que den un rodeo final por la estación. El último antecedente es de 1995, con triunfo para Virenque e Indurain aguantando el liderato -> clasificación / vídeo, si bien el recorrido previo era más duro, con el Galibier sureste y la Croix de Fer. Por otro lado, aunque Vaujany está inédito en el Tour de Francia masculino, fue un clásico de la prueba femenina hasta 2003, en varias ocasiones previo paso por el Glandon, formando un gran encadenado.
El penúltimo día de carrera llega la etapa reina, de nuevo bastante corta pero rondando los 4000 m de desnivel acumulado, incluyendo de salida Champ Laurent, con casi 10 km al 8% de media, y Grand Cucheron (últimos 4 km), para tras la bajada este último y una zona llana afrontar el Col de la Madeleine, que con 19 km al 8% forma parte de la lista de los puertos más duros en carrera, si bien dada la distancia a meta, con la cima a 70 km, lo más probable es que quede sólo como desgaste. Después del largo descenso y la travesía por Moutiers será el turno para Frasses / Montagny, con una subida de 8 km al 6,5% y un suave e irregular descenso que llevará a los corredores a Bride les Bains, donde tras un desvío comenzará la subida a Meribel, con 12,3 km al 6,6% según cifras oficiales, una pendiente similar a la que muestra el perfil de salite (del km 4 al 16,8) pero inferior a la del perfil de cyclingcols (del km 19 al 6,6), que rondando el 7% sería una subida más dura. En cualquier caso, un puerto exigente, máxime teniendo en cuenta el desgaste previo, aunque dependerá mucho de la actitud de los favoritos, pudiendo hacer daño si se sube a tope desde el inicio … o resultar decepcionante si esperan a los últimos km.
Y como despedida de la prueba, una etapa de 150 km entre Le Pont de Claix y la estación de Superdevoluy, en los Altos Alpes, teniendo que superar de inicio la tendida cota de Monteynard, con 11 km al 4-5%, seguida por un terreno «rompepiernas» que incluye las cotas de Terrasses y St. Laurent du Cros / Manse, para tras el descenso a Batie Neuve afrontar el inédito Col de Moissiere, con 8 km al 8,2% de media, destacando un tramo de 2 km al 10% cerca de la cima. Después de su irregular descenso habrá algo más de 15 km llanos hasta el inicio del Col du Noyer -> otro perfil, con unas cifras oficiales de 7,5 km al 8,4%, teniendo también lo más duro en la parte final, con 2 km al 10% mientras que la carretera asciende «colgada» de la montaña, con un trazado muy escénico. Una vez coronado restarán sólo 12 km, con un rápido descenso (hasta km 7,7) en busca del cruce de Superdevoluy, dando paso a una subida final de 4 km a casi el 6% hasta alcanzar la meta. A priori, una jornada muy interesante, con terreno inicial propicio para fugas, el estreno de Moissiere y el estupendo encadenado final de Noyer + Superdevoluy, pudiendo verse un gran espectáculo a poco que los ciclistas se muestren combativos.
Este mismo final, con Noyer + Superdevoluy, ya se vió en una etapa de 2013, también con salida de Le Pont de Claix, si bien la ruta era distinta, estrenándose el Col de Sarenne por Alpe d´huez, que meses más tarde repetiría en el Tour (aunque mucho más cerca de meta), y con el Col de Ornon a mitad de la etapa, seguido por un terreno «pestoso» antes del Col du Noyer, cuyo inicio se hacía por otra variante. El triunfo fue para Samuel Sánchez -> clasificación / vídeo, mientras que en la general Froome mantuvo sin problemas el liderato, con Porte 2º y Rogers ascendiendo a la 3ª plaza, desbancando a Dennis.
Valorando el recorrido, si se analizan las etapas por separado hay cosas interesantes, con alicientes casi todos los días y destacando sobre todo las jornadas de Meribel, con mucho desgaste antes de la subida final, incluyendo un auténtico HC como la Madeleine; y Superdevoluy, con el estreno de Moissiere y un estupendo encadenado final. Y aunque la ruta previa sea mejorable, también supone una buena noticia la recuperación de Vaujany, sobre todo de cara a una posible inclusión en el Tour de Francia. Sin embargo, globalmente está muy desequilibrado, tanto por el abuso de finales en alto, con nada menos que 5 llegadas de este tipo en 8 días de carrera (aunque dos de ellas no pasan de ser un 3ª), como por la ausencia de crono llana, con el prólogo-escalada de Mont Chery como única contrarreloj. Este desprecio a los rodadores es especialmente llamativo dada la historia de la prueba, que hasta 2013 siempre tenía una contrarreloj larga. Pero parece que a los actuales dirigentes de ASO les molestan este tipo de etapas, habiendo incluído apenas 14 km de CRI entre las 3 últimas ediciones.
Sobre el diseño concreto de las etapas, además de echarse en falta jornadas para fondistas, no habiendo ninguna etapa de montaña que supere los 170 km, las jornadas de Chalmezal y Vaujany tienen trazados muy mejorables: en la 1ª encajaba perfecto el Col du Beal oeste, con 13 km al 6,7%, pudiendo acabar la etapa en Chalmezal tras 10 km de bajada, o en Jeansagniere después de ese descenso y la tendida subida final; mientras que camino de Vaujany se podría haber incluído el Col du Glandon o Huez-Villard Reculas (2/3 de Alpe d´Huez), formando un gran encadenado, si bien teniendo en cuenta el global quizás lo más acertado para ese día sería una crono individual (cambiando la meta), aunque también se podría solucionar la falta de CRI con una crono inicial de 15-20 km. Asimismo, en la etapa de Meribel cabía la posibilidad de acercar la Madeleine a meta yendo directamente desde Moutiers a Bride les Bains, sin Frasses, y a cambio añadir un rodeo previo para que no fuera demasiado corta, por ejemplo con el Col de Chaussy.
De todos modos, como siempre la última palabra será de los corredores. Y aunque a nivel global el trazado tenga muchos defectos, terreno hay para que pueda verse un buen espectáculo si se muestran combativos, al igual que ha sucedido en las últimas ediciones, destacando las jornadas de Courchevel 2014 y Villard de Lans 2015, si bien en ambos casos la lluvia fue determinante.