GIRO DE ITALIA 2021 – Recorrido

Las demás entradas sobre el Giro de Italia 2021:

  • Historia (análisis general, orígenes, evolución, ciclistas, puertos míticos, recorridos, últimas ediciones).

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Como decíamos en el artículo previo, este año se disputa la 104ª edición de la prueba, con salida desde la ciudad de Turín el sábado 8 de mayo y llegada en Milán, capital de la Lombardía, el día 30 del mismo mes, recuperando sus fechas habituales de mayo después de que en 2020 tuviera que retrasarse a octubre debido a la pandemia del coronavirus. No obstante, la presentación del recorrido de este año fue mucho más tarde de lo habitual, no teniendo lugar hasta finales de febrero, aunque a cambio la ruta definitiva ha tenido menos cambios y de menor relevancia que en otras ediciones.

Info en la web oficial / Libro de ruta, Il Garibaldi / Video de la ruta 3D

Sin contar los tramos neutralizados al inicio de las etapas, los ciclistas tendrán que recorrer 3480 km divididos en 21 etapas, con 2 jornadas de descanso intercaladas, empezando y terminando la prueba con sendas cronos individuales al norte de Italia, aunque entre ambas suman menos de 40 km. Las otras 19 etapas se pueden dividir en 5 etapas llanas, 3 de ellas en los primeros 7 días de carrera; 9 de media montaña, incluyendo aquí tanto jornadas quebradas como aquellas que tiene subidas más serias pero sin llegar a ser grandes colosos; y 5 de alta montaña (incluyendo la del Zoncolan, aunque solo tiene otro puerto), la mayoría en la última semana de carrera y con finales en alto duros, siendo la excepción la llegada tras descenso en Cortina d’Ampezzo, la jornada más exigente debido a su longitud, desnivel y dureza de los puertos de paso.

PRIMERA SEMANA

Así pues, la carrera se inicia con la mencionado contrarreloj de 8 km en la ciudad Turín, al noroeste del país, teniendo un recorrido llano y con largas rectas, muy propicio para los especialistas, si bien con algunas curvas cerradas al inicio y sobre todo a mitad de la ruta. El domingo, etapa de 180 km entre Stupinigi, en Nichelino, y la localidad de Novara, con un perfil muy llano salvo en la parte central de la ruta, con pequeñas cotas, siendo un día claro para los sprinters. En la jornada siguiente, una etapa ya más quebrada, con 190 km entre Biella y Canale, incluyendo 4 pequeños puertos en los últimos 80 km: Piancanelli, Castino, Manera y Guarene, este último con 2,6 km al 7,1%, coronándose a 15 km del final, además de un repecho al paso por Occheti no indicado en el perfil, a solo 5 km de meta -> plano del final, siendo una buena encerrona.

Al 4º día de carrera, ya en los Apeninos, turno para la media montaña, con una etapa de casi 190 km entre Piacenza y Sestola, con los primeros 80 km sin dificultades pero a partir de ahí afrontando un terreno muy exigente, con 5 puertos en los últimos 100 km, aunque solo puntúan 3 de ellos, destacando el encadenado de Montemolino, con 2 km finales al 11,5%; Il Ciocco / Montecreto, no puntuado pese a un tramo de 3,6 km al 8%; y el Colle Passerino, con 4,2 km al 10% de media, puntas del 16%, y coronándose a sólo 2,5 km de meta, con uno de bajada antes de 2 pequeños repechos -> plano / perfil. Una etapa dura, pudiendo hacer daño a los favoritos que hayan llegado cortos de forma. En cambio la 5ª jornada es muy llana, con casi 180 km entre las localidades de Modena y Cattolica, junto al mar Adriático, sin incluir una sola cota reseñable, aunque ojo a la peligrosidad de la llegada, con rotondas y varias curvas de 90º en los últimos km -> plano del final.

En la 6º etapa regresa la montaña, con una jornada de 160 km entre Grotte di Frasassi y San Giacomo, en las cercanías de Ascoli Piceno, incluyendo varias cotas no puntuadas antes del ascenso a Forca di Gualdo, con 10 km al 7,6% de media y que tras coronar tiene una  zona de cresteo, con el repecho de Castellucio antes de Forca di Presta, ya con un largo y complicado descenso. No obstante, después hay unos 30 km de falso llano favorable previo a la subida final a San Giacomo -> plano / perfil, que tiene 15,5 km a más del 6% de media, destacando los 5 últimos a casi el 8%, siendo un ascenso «pajarero». Señalar que esta vertiente se estrena en el Giro, ya que la anterior subida, en 2002, fue por Cesano, con 11 km al 6% y victoria de Pérez Cuapio, con Evans 2º. La siguiente etapa, con 180 km entre Notaresco y Termoli, incluye un tramo muy quebrado al paso por Chieti, final clásico de la Tirreno-Adriático, circulando durante gran parte de la ruta en paralelo al mar, si bien los últimos 60 km son en general llanos, aunque con final trampa -> plano / perfil, con curvas cerradas y un repecho de 200 m al 10% a menos de 2 km de meta.

El fin de semana más media montaña, empezando con una etapa de 170 km entre Foggia y Guardia Sanframondi, en la zona sur del país, incluyendo varias subidas no puntuadas antes de Bocca della Selva, con oficialmente 19 km al 4,5%, destacando la zona central, con varios km al 7%. Una vez coronado, a 50 km de meta, larga e irregular bajada, con varios repechos, seguido por un falso llano descendente de unos 20 km en busca de Castelvenere y la subida final a Guardia Sanframondi, con los últimos 3 km a casi el 7%. La siguiente etapa, con casi 160 km entre Castel di Sangro y Campo Felice, en los Abruzos, cuenta con 5 puertos largos aunque tendidos antes de la subida final: Colle della Croce, no puntuado; Passo Godi, con 14 km al 4%; Fonte Carlotto (desde km 14 al 2 del perfil); Forca Caruso, casi 13 km al 4,5%; y Ovindoli, con 17 km también al 4-5%. Después de este último ya solo falta el repecho de Rocca di Cambio antes del ascenso a Campo Felice, cuyas cifras totales, 6 km al 6%, son engañosas, ya que tras el paso por un túnel tiene 1,6 km finales al 8,2%, con puntas del 14%, sin asfaltar, pudiendo marcar diferencias.

No obstante, a priori se echan en falta puertos de paso más rompedores, algo que se podría haber conseguido con Monte Urano, estrenado en el Giro 2005 y que tiene 4,5 km finales al 9-10%. Tras esta etapa, precediendo al descanso, turno para la jornada más corta de esta edición (sin contar las cronos), con 140 km entre L’Aquila, en el corazón de los Abruzos, y Foligno, ya en Umbria, con un perfil quebrado que incluye Sella di Corno de inicio y el enlazado de Arrone, Cantoniera y Valico della Somma, con casi 5 km al 6%, a mitad de la ruta, faltando desde ahí 40 km hasta meta, los primeros de bajada pero los últimos 30 km llanos. Este final ya se ha visto otras 2 veces en la última década: 2014 -> clasificación, con triunfo de Bouhanni; y 2016 -> clasificación, venciendo Greipel, en ambos casos al sprint.

SEGUNDA SEMANA

Después del dia de descanso llega una de las etapas más esperadas de este Giro, con 162 km entre Perugia y Montalcino, en la Toscana, de los que 35 km son de «sterrato», pistas de tierra sin asfaltar en buen estado, famosas por la Strade Bianche (aunque no son exactamente las mismas), que añaden dificultad a la ruta, ya de por si exigente debido a la orografía. La parte más dura está en los últimos 90 km, con los 4 tramos sin asfaltar, que van desde 5 km a más de 13, y el doble paso por Lume Spento, aunque por vertientes distintas: el 1º por Castiglione del Bosco, el sector de tierra más largo y que incluye 3 km al 9%, con puntas del 16%; y tras un primer paso por Montalcino y otros 2 tramos de tierra la subida por Tavernelle, con 4 km finales al 7,2%, dos de ellos al 9-10%, coronándose a solo 4 km de meta, con repecho final incluído. Y ojo al tiempo, ya que si llueve, como en la espectacular etapa de Montalcino 2010 -> perfil / vídeo, la jornada será aún más dura, con las zonas de tierra convertidas en barro.

Al día siguiente no hay respiro, con otro jornada de media montaña exigente tanto por la distancia, con 212 km entre Siena y Bagno di Romagna, como por el perfil, con varias cotas de inicio, no puntuadas, antes de los 4 puertos de la etapa: Monte Morello, con 3,5 km centrales al 10%; Passo della Consumma, con casi 1000 m de desnivel; Passo della Calla, con más de 15 km al 5-6%; y Passo del Carnaio, irregular pero duro, con 3 km centrales al 9,6%, coronándose a 10 km de meta, los últimos 4 llanos. Una etapa muy interesante, llegando además tras el desgaste de Montalcino, aunque habrá que ver si los favoritos se implican o hay «pacto de no agresión», quedando para la escapada. El anterior final en Bagno di Romana fue en 2017 -> vídeo / clasificación, con triunfo de Omar Fraile, si bien en una etapa más corta y con Passo Fumaiolo como último puerto. Volviendo al Giro de este año, la etapa 13ª, con casi 200 km entre Ravenna y Verona, es la más llana de toda la prueba, sin un solo repecho durante la ruta, por lo que todo apunta a un sprint masivo -> plano del final, el último de la carrera.

En la 14ª jornada regresa la montaña, con 205 km entre la ciudad amurallada de Cittadella y el temido Monte Zoncolan, concentrando la dureza en el último tercio, con Forcella Monte Rest, que tiene 8 km al 7%, además del repecho de Forcella Priuso tras la bajada, y sobre todo la subida al Zoncolan por Sutrio -> perfil oficial, con 13,2 km al 9%, los 3 últimos al 13% y con puntas del 20%, aunque sin alcanzar el 27% del gráfico y plano oficial. En cualquier caso, un final terrible donde llegarán de uno en uno, siendo la vertiente de su estreno en el Giro 2003 -> clasificación / vídeo, con triunfo de Simoni, aunque después de ese año las otras 5 subidas (2007, 10, 11, 14 y 18) se hicieron por Ovaro, que con 10 km al 12% de media está en el top-5 de puertos más duros en carrera. La pena es que nunca se haya utilizado de paso, lo que rompería la carrera desde lejos. La 15ª etapa es a priori más sencilla, con 147 km entre Grado y Gorizia, junto a Eslovenia, donde se entrará para hacer un triple paso por Gornje Cerovo, cota de casi 2 km al 8,5%, siendo la última subida a 17 km del final, aunque aún faltará un repecho de 500 m al 7,5% a solo 3 km de meta -> plano, en un día para clasicómanos.

Antes del descanso, la etapa reina, con 212 km entre Sacile y Cortina D’ampezzo, en plenos Dolomitas, teniendo que superar 4 grandes puertos y varios cotas. Ya de inicio un buen 1ª, La Crosetta -> perfil oficial, con 13 km al 7%, además de un irregular descenso, seguido por 2 repechos, antes del largo falso llano ascendente hasta Caprile, inicio del Passo Fedaia -> perfil detallado, más conocido como La Marmolada por la montaña cercana y con 5,7 km finales al 11%, incluída la temida recta de Malga Ciapela, para un total de 14 km al 7,6%, pudiendo destrozar la carrera si hay buen ritmo. Tras su bajada llega el Passo Pordoi -> perfil oficial, con casi 12 km al 6,7%, siendo el puerto más transitado en la historia del Giro y la Cima Coppi de este año, con 2240 m de altitud. Su descenso (hasta km 25,6), revirado aunque por buena ctra, llevará a las cotas de Cernadoi y Santa Lucía (últimos 2,3 km), encadenada con el Passo Giau -> plano / fotos, teniendo desde ahí casi 10 km al 9,3%, sin rampas extremas pero tampoco descansillos. Una vez coronado faltarán 18 km hasta meta, la mayoría de fuerte bajada pero con un repecho final de 700 m al 5% -> plano, los últimos 400 m sobre pavé.

En resumen, buen kilometraje, puertos exigentes y más de 5300 m de desnivel, pudiendo entrar en la lista de etapas más duras de la historia, además de atravesar algunos de los parajes más hermosos de los Dolomitas, incluyendo la recuperación del Passo Fedaia, que no se subía en en el Giro desde la brutal etapa de Gardeccia 2011 (perfil, vídeos y resultado). Eso sí, debido a los daños por las tormentas de 2018 no se atravesará el desfiladero de Sottoguda, sino que se irá siempre por la vía principal como en la mítica jornada del Giro 1998 de Selva di Val Gardena, con exhibición de Pantani. El Passo Giau sí se ha incluído varias veces en los últimos años, subiendo por aquí en 2012 -> clasificación / vídeo, también con meta en Cortina d’Ampezzo, ganando «Purito»; y 2016 -> clasificación, más lejos del final al terminar en Corvara Alta Badía, tras Valparola, con triunfo de Chaves y liderato para Kruijswijk. No obstante, pese a que hay terreno para ver un etapón, el encadenado era mejorable: bajar el Pordoi hasta Caprile, subiendo Giau entero, e incluir Staulanza antes de Fedaia. Otra opción: Durán más el propio Staulanza antes de Giau.

TERCERA SEMANA

Tras descanso continúa la montaña, con una etapa de más de 190 km entre Canazei y Sega di Ala, con los primeros 90 km de tendencia favorable, salvo por el muro de Svessari (hasta km 4,5), hasta alcanzar la ciudad de Trento, que da paso a casi 40 km llanos en busca de Avio, localidad de inicio del Passo San Valentino. Se trata de una subida exigente, con casi 15 km al 8% y solo un descansillo, coronándose a 38 km de meta, con una larga bajada seguida por 8,5 km llanos en busca de Sdruzzina, comienzo de la subida final -> plano, por buena ctra. pero con rampas terribles, incluyendo 2 km al 13,5%, en la lista de km más duros en carrera, antes de un último tramo más suave. En total, 11,5 km al 9,5%, pudiendo hacer una escabechina si se sube fuerte desde el inicio, como cuando se estrenó en el Giro del Trentino 2013, con etapa y general para Nibali -> clasificación / vídeo. Señalar que el puerto continúa otros 2,5 km hasta coronar en Fittanze della Sega, pudiendo utilizarse de paso, algo que hubiera encajado perfecto en esta edición al haber ya bastantes finales duros.

La jornada siguiente, con 230 km entre Rovereto y Stradella, es la más larga de este Giro, teniendo un recorrido llano por el valle del Po salvo los últimos 35 km, que incluyen 4 cotas, en general sin gran dureza pero que pueden dar juego, aunque solo puntúa Castana, con 5,3 km al 4%. La última, Cameto Pavese, se corona a 6 km de meta, en un día para clasicómanos. El bloque final se inicia con una etapa de 176 km entre Abbiategrasso y Alpe di Mera, teniendo que superar previamente los puertos de Mottarone, tan exigente como irregular, con más de 1000 m de desnivel e incluyendo un tramo de 4 km a casi el 10%; y tras su largo descenso y una zona llana el Passo della Colma -> perfil completo, con unas cifras oficiales engañosas, 7,5 km al 6,5%, ya que esconde un tramo de 3 km al 8,5%, coronándose a 39 km de meta. Sobre la inédita subida final, se trata de un ascenso muy duro, con 9,5 km al 9,2% de media, sin rampas extremas pero muy machacón, incluyendo en su trazado 24 «tornanti» hasta la estación de esquí, con los últimos 3 km al 10,5%, pudiendo hacer buenas diferencias.

La última oportunidad para los escaladores será una etapa de 164 km entre Verbania y Alpe Motta, entrando en Suiza al poco de iniciarse la etapa para después de una zona llana afrontar el colosal Passo San Bernardino, con alrededor de 1600 m de desnivel y muy sostenido al 7-8%, aunque una bajada intermedia antes del pueblo homónimo hace que las cifras se queden en 23 km al 6,5%. Una vez coronado, a más de 2000 m de altitud, corta bajada (hasta km 19,5) y terreno favorable antes de la subida a Splugen Pass, por su vertiente «blanda», con 9 km al 7,3%, pero aún así exigente y muy escénica, con la parte final plagada de «herraduras», coronándose justo en la frontera de regreso a Italia, a 29 km de meta. Su fuerte descenso, por la vertiente suroeste (hasta km 19 del perfil), enlaza con la subida final a la estación de esquí, con 4 km iniciales al 8,7%, llano intermedio en Madesimo y otros 2 km con similar pendiente -> plano / últimos km, para un total de 7,3 km al 7,6% de media, aunque para lograr grandes diferencias será necesario aprovechar los puertos previos.

Y como despedida de la prueba, una crono individual de 30 km en torno a la capital de la Lombardía, con un recorrido muy llano, aunque con ligerísima tendencia favorable, entre Senago y la «Piazza del Duomo» de Milán, alternando largas rectas, especialmente tras el 2º punto de cronometraje, con zonas más reviradas, sobre todo en la salida y a mitad de la ruta -> plano del trazado. Una CRI para especialistas, aunque por su distancia, no muy larga, y llegando tras la montaña no debería haber grandes diferencias entre los favoritos. Eso sí, en caso de que la clasificación llegue apretada podría ocurrir como en los últimos antecedentes, con vuelco en la general en las cronos finales de Milán de 2012, con victoria de Pinotti y Hesjedal desbancando a «Purito»; 2017, con triunfo de Van Emden y Dumoulin maglia rosa frente a Quintana; y 2020, con victoria de Ganna y general para Tao Hart por delante de Hindley, aunque en los 2 últimos casos había otra crono larga, algo que no sucede este año, estando muy desequilibrado en favor de los escaladores.

En resumen, un recorrido exigente, con etapas importantes para la general desde el primer al último día, incluyendo mucha media montaña y un desnivel total según datos oficiales de 47000 metros (aunque esta cifra hay que «cogerla con pinzas»), con varias etapas interesantes, habiendo buenos encadenados camino de Sestola, Montalcino, Bagno di Romana, Cortina d’Ampezzo y Alpe Motta, así como puertos novedosos, con varios estrenos. Sin embargo, globalmente está muy desequilibrado por el exceso de finales en alto, con nada menos que 8 llegadas de este tipo (3 durísimas en los últimos 10 días), y sobre todo la escasez de contrarreloj, con dos cronos que apenas suman 39 km, echándose en falta otra CRI a mitad de carrera, que no sólo haría la prueba más justa, primando ser un corredor completo, sino que favorecería que la montaña fuera mejor aprovechada, con los escaladores teniendo que atacar para abrir hueco.

Y ambas cuestiones tenían solución de un modo sencillo: quitar el final en el Zoncolan o el de Sega di Ala (Fittanze della Sega), utilizándolo como puerto de paso en vez de llegada, lo que además propiciaría la batalla desde lejos al ser subidas muy rompedoras; y poner una crono a mitad de la prueba, algo factible sin cambias salidas ni llegadas en la jornada de Gorizia, lo que además encajaría perfecto, al ser domingo y antes de la etapa reina. En cualquier caso, como siempre la última palabra será de los corredores. Y aunque el trazado global esté desequilibrado, terreno hay para ver un buen espectáculo si se muestran combativos.

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4 comentarios en “GIRO DE ITALIA 2021 – Recorrido

  1. Desgraciadamente, la etapa más esperada de este Giro no se va a disputar con la ruta prevista, sino que los organizadores han suprimido el paso por Fedaia y Pordoi, porque «las condiciones pueden ser buenas ahora pero no sabemos después», a la vez que mantienen Giau y su bajada hasta Cortina d’Ampezzo … en principio, ya que habrá que ver si no hay más cambios

    • Una auténtica vergüenza la organización ,dos años haciendo el ridículo ,tenían el forcella staulanza y el passo Durán cerca ,no hay excusas ,huele a un chantaje inadmisible de los corredores ,se quieren cargar la época del ciclismo

    • Hola Juanma.

      Muy de acuerdo. Viendo el estado de los puertos el cambio de recorrido era injustificado. Pero incluso si Fedaia y Pordoi hubieran estado intransitables, no hay excusa para que los organizadores no tuvieran preparada un alternativa que mantuviera la dureza original, en lugar de ir simplemente por el valle. Por ejemplo la que mencionas de Durán y Staulanza, ambos por debajo de los 1800 metros.

      Sobre los corredores, hay versiones contradictorias, ya que por un lado se afirma que la mayoría querían hacer la etapa original … y por otro que la CPA ya estaba presionando desde la tarde anterior para cambiar la ruta. Y a todo esto se une la chapuza de la retransmisión, sin casi imágenes en directo cuando hace 25 años etapas así se emitían sin problemas. Una pena que la etapa reina quede en esto.

      Saludos.

  2. Ha habido otra modificación del recorrido, en este caso en la 19ª etapa, sustituyendo el ascenso a Mottarone por el más blando Gignese debido a la tragedia de hace unos días en el teleférico:

    Es comprensible que se evite el paso por Mottarone, máxime si lo han pedido las autoridades locales, aunque también podría haber servido como homenaje a las víctimas del accidente. Pero lo que no tiene ninguna justificación es que de nuevo la alternativa sea tan floja, con menor dureza que la ruta original.

    Y hay opciones que no habrían supuesto mayores problemas logísticos, como Coiromonte: https://www.cyclingcols.com/col/Coiromonte, una subida paralela y más exigente que la que hará el Giro. Otra posibilidad sería afrontar Gignese en sentido contrario, lo que reduciría el llano antes del Passo della Colma.

    Ójala en próximos años RCS trabaje mejor las alternativas, para que si hay que modificar la ruta por causas de fuerza mayor se mantenga una dureza similar a lo anunciado.

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