Entradas previas:
- Aniversario / 1994 – Nace el mito.
- 1995-1997 – La desgracia del escalador.
- 1998 – Un año mágico e irrepetible.
1999-2000 – Caída en desgracia y Armstrong.
Tras un año triunfal, se presentaba el nuevo Mercatone para la temporada 1999, en una mezcla de megalomanía y espectáculo con todos los corredores disfrazados de piratas, en honor al apodo de Pantani:
Y ya desde el inicio, se tomaba muy en serio la temporada, apuestas mediante, como la de que podría ganar la Milán-San Remo. No lo lograría … pero dejaría un ataque para la historia en la Cipressa -> vídeo, siendo posteriormente cazado pero dejando uno de los momentos de la temporada. Y no fue su única exhibición ese mes, ya que apenas 2 semanas antes se había impuesto en la Vuelta a Murcia, con un espectacular triunfo camino de Aledo tras marcharse en solitario en el Collado Bermejo y mantener diferencias en el descenso -> clasificación / vídeo.
En cualquier caso, su primer gran objetivo era el Giro de Italia, en el que se encontraría a los españoles Jose Mª, Jiménez, Roberto Heras y Dani Clavero; a los suizos Alex Zulle, salido de la sanción, y Oscar Camenzind; a los italianos Ivan Gotti (ganador en 1997), Gilberto Simoni y Paolo Savoldelli; y los franceses Laurent Jalabert y Richard Virenque, en un trazado repleto de montaña, incluyendo varias ascensiones colosales y jornadas con mucha desgaste, y que también contaba con casi 80 km de CRI, provocando las quejas de algunos corredores, como el sprinter Mario Cipollini, que hablaban de un recorrido «demasiado duro».
Y Marco no se iba andar con contemplaciones. Tras unas primeras etapas en las que Jalabert demostraba que venía al Giro yendo a por todas, «el Pirata» daba su primer recital en la 8ª jornada, con 250 km y meta en el Gran Sasso tras superar el Válico de Monte Cristo. A unos dos kilómetros de la cima y ante la tentativa del «Chava» Jiménez, Marco volaba y sólo su compatriota Gotti podía seguirle … pero no por mucho, pues Pantani finalmente conseguía soltarle y volaba hacia su 1ª victoria de etapa en aquel Giro, logrando además el maillot rosa de líder.
Al día siguiente perdía el rosa en la quebrada contrarreloj de Ancona, pasando a Jalabert, quién además se hacía con el triunfo de etapa -> clasificación. Pero Pantani había hecho una muy buena crono, perdiendo menos de un minuto con «Jaja» y estaba segundo en la general. No parecía que sus rivales se lo fueran a poner tan difícil como en el 98, pero todavía no habían llegado las grandes cumbres y no estaban claros los estados de forma. Habría que esperar a la 14ª jornada, con la temible Fauniera (Colle dei Morti) camino de Borgo San Dalmazzo, para quitar caretas.

La etapa de Borgo San Dalmazzo (14ª), con el estreno de la Fauniera. Perfil de Javi Fuertes
El Mercatone controlaba la subida, pero un ataque del Chava a 9 km de la cima desataba la caja de los truenos. Pantani remachaba ese ataque y nadie podía seguirle a pesar de aguantar Gotti unos metros, mientras que Jiménez, tras luchar con Gotti en la persecución de Pantani, se hundía completamente. En cambio el Pirata volaba sobre una de las cumbres más duras jamás escaladas por el Giro (en aquel momento sólo superada por el Mortirolo), llegando a la cima con un minuto de ventaja sobre Gotti y casi dos sobre Clavero y Simoni, aunque todavía circulaban por delante un trío de escapados.
Sin embargo en el descenso, tras alcanzar a varios de los fugados, Marco aflojaba ante la peligrosidad del mismo, e «Il Falco» Savoldelli, que había coronado a más de 2 minutos de Pantani, lo aprovechaba para aparecer como un avión y quitarle las pegatinas -> vídeo, haciendo honor a su apodo de halcón con una bajada prodigiosa, llegando al final del descenso con más de un minuto de ventaja sobre el grupo perseguidor.
Ya nadie pararía a Savoldelli hasta meta, con el último de los escapados, Missaglia, cediendo en la subida a Madonna del Colletto, mientras que por detrás un trío formado por Pantani, Gotti y un gran Dani Clavero le seguían a distancia, cruzando finalmente la meta a casi 2 minutos y con malas caras entre los dos italianos, que habían discutido en el ascenso a la Madonna del Colletto, como ya se las habían tenido en el Gran Sasso. Más tiempo perdía Jalabert, que si bien no se hundía cedía el liderato a Pantani -> clasificación / vídeo.
No obstante, al Pirata le había quedado una espina clavada, así que al día siguiente se conjuró para ganar la etapa (15ª), poniendo a su equipo en bloque para controlar la subida final a Oropa, irregular pero con tramos duros. Sin embargo, un inoportuno salto de cadena le descolgaba del grupo justo cuando el joven escalador del Kelme, Roberto Heras, atacaba por delante. Pasaban segundos en lo que parecían ser horas para el Pirata y seguía sin arreglarse el problema, hasta que por fin solucionaba la avería y se montaba en su bicicleta, tirando para arriba con sus gregarios a un ritmo infernal, cazando uno a uno a los corredores que se iban descolgando.
A unos 5 km de meta y ya sin compañeros de equipo, Pantani continúaba la persecución, mientras que por delante Jalabert, tras alcanzar a Heras, se iba en solitario, siendo perseguido por Gotti y Miceli. El Pirata, con un ritmo demoledor, iba alcanzando grupos hasta que finalmente a 3 km de meta daba caza a Jalabert, para delirio de los «tifossi» que abarrotaban la cuneta.
El francés se ponía a rueda, pero su esfuerzo era baldío: Marco se marchaba en una de las mayores exhibiciones vistas en una subida final en mucho tiempo. Entraba triunfante con 21 segundos sobre Jalabert y 35 sobre el italiano Simoni, que poco a poco y conforme aparecían las cumbres iba tomando peso en la carrera -> clasificación / vídeo. Ahora la general la comandaba Pantani, con Savoldelli a 1’54» y Jalabert, Gotti y Clavero a poco más de 2 minutos. Aún faltaba la última contrarreloj y toda la traca dolomítica, pero el Giro, salvo hecatombe, era del Pirata.
Antes de la contrarreloj estaba la llegada «up-hill» de Lumezanne, donde Pantani se atrevió a esprintarle a Jalabert, con el francés ganando por apenas un tubular al desatado corredor de Cesenatico. Era sólo un aviso de lo que pensaba perpetrar en las cumbres. Para mayor muestra, el Pirata hacía 7º en la CRI llana de Treviso, cediendo menos de un minuto con Jalabert y 1’21» con Savoldelli, mientras que el triunfo era para el ucraniano Honchar -> clasificación.
Pantani había salvado el rosa y todavía quedaba un terrorífico tríptico de alta montaña, con finales en Alpe di Pampeago, Madonna di Campiglio y Aprica respectivamente, siendo esta última jornada a priori la reina de la carrera, incluyendo el durísimo Mortirolo, de gran recuerdo para el italiano tras su inolvidable etapa de 1994.

La 19ª etapa, con Cima di Campo y Manghen antes de la subida final
Y las cosas se ponían serias camino de Pampeago, con el equipo Mercatone destrozando el pelotón en el Passo Manghen, un coloso con más de 1600 m de desnivel y 6,5 km finales al 10%. Esta dureza, unida al fuerte ritmo, provocó que apenas una docena de ciclistas resistieran en el grupo de favoritos, entre ellos un Savoldelli que intentó abrir hueco en el descenso, si bien la escasa ventaja obtenida hizo que fuera atrapado en el llano previo a Alpe di Pampeago, una subida con 4 km finales al 11,5% ya vista en la anterior edición y donde la ley del más fuerte volvía a ser clara.
Ya en el ascenso final, el fuerte ritmo de Zaina seleccionaba aún mas el grupo, quedando descolgado Jalabert (en meta perdería 4 minutos), hasta que por sorpresa, a 4,5 km de la cima, hubo un demarraje de Heras, con sólo el Pirata, Simoni y Gotti pudiendo responder. Este grupo saltó por los aires cuando Pantani lanzó su contrataque, justo al comenzar la parte más dura, marcando un ritmo imposible de seguir por parte de sus rivales, cruzando la meta con más de un minuto sobre Simoni y casi 1’30» sobre Heras y Gotti, mientras que Savoldelli y Clavero (este último afectado por 2 caídas) se dejaban casi 3 minutos -> clasificación / vídeo.
No había Giro: Pantani había sentenciado la carrera … Y todavía quedaría más claro este axioma en la etapa siguiente, cuando en la subida a Madonna di Campiglio (hasta la cota 1520 m), Pantani dejaba una de esas imágenes para el recuerdo saltando del grupo y cazando a los escapados, cuyo último exponente, el colombiano Hernán Buenahora, se soldaba a rueda por sólo unos instantes para finalmente sucumbir, mientras que Marco volaba hacia su 4ª victoria de etapa en medio del enfado de sus rivales que no entendían esa tiranía desmedida -> clasificación / vídeo.
Con la general aparentemente decidida, la mayor incógnita era saber quiénes le acompañarían en el podio, con los también italianos Savoldelli y Gotti como mejor colocados, aunque sin poder descartar a Jalabert o incluso Simoni, que iba claramente a más, al contrario que Clavero, al que las caídas sufridas le estaban pasando factura.
1. Marco Pantani (Ita): 89 h 22′ 58»
2. Paolo Savoldelli (Ita) a 5′ 38»
3. Ivan Gotti (Ita) a 6′ 12″
4. Laurent Jalabert (Fra) a 6′ 39″
5. Daniel Clavero (Esp) a 9′ 51″
6. Gilberto Simoni (Ita) a 9′ 52″
…
10. Roberto Heras (Esp) a 14′ 07»
Y es que aún restaba la jornada reina, con final en Aprica tras un durísimo recorrido que incluía el Passo del Tonale y la «Cima Coppi», el Passo di Gavia, con 16,5 km al 8%, en la primera mitad de la ruta, y ya en la parte final el terrorífico Mortirolo, con 12 km al 10,8%, seguido por el suave ascenso a Aprica y el muro de Santa Cristina (hasta el km 7), antes del rápido descenso hacia meta, en una etapa con los últimos 90 km, a partir de Bormio, idénticos a los de la mítica jornada de 1994.
Sin embargo, esa noche sería la última en la vida de Pantani en la que podría descansar … A la mañana siguiente el sueño había terminado: un control de hematocrito del 52%, dos puntos por encima de lo permitido, provocaba su expulsión de la carrera, así como las disculpas hacia los tifossi. Era el principio del fin para un Pantani que se sentía perseguido, él, que había devuelto al ciclismo la épica del blanco y negro, de los ataques heroicos. ¿Por qué? ¿por qué él? ¿cómo era posible ese 52% si en anteriores exámenes estaba por debajo?.
La jornada se desarrollaría entre pitos y protestas de unos aficionados italianos que sentían que les habían robado el triunfo, con Savoldelli, a quién correspondía el líderato tras la descalificación de Pantani, renunciando a portar el maillot rosa por respeto a Marco … y miedo a los «tifossi».
Después de 6 horas sobre la bicicleta, el triunfo de etapa sería para Heras, que se marchaba desde el Mortirolo en compañia de Gotti y Simoni, con el primero de ellos imponiéndose en la general, siendo su 2º Giro tras el de 1997, y Simoni rozando un 2º puesto que finalmente conseguiría Savoldelli tras sufrir durante la etapa como un grande -> clasificación / vídeo. En cualquier caso, el tercer puesto de Simoni confirmaba al fin todo lo que el trentino había apuntado en categorías inferiores, siendo a partir de entonces el corredor de referencia en el Giro, con 2 victorias y otros 4 podios en 7 años.
Clasificación final:
1. Ivan Gotti (Ita): 99 h 55′ 56»
2. Paolo Savoldelli (Ita) a 3′ 35»
3. Gilberto Simoni (Ita) a 3′ 36″
4. Laurent Jalabert (Fra) a 5′ 16″
5. Roberto Heras (Esp) a 7′ 47″
6. Niklas Axelsson (Sue) a 9′ 38»
7. Sergei Honchar (Ucr) a 12′ 07″
8. Daniele De Paoli (Ita) a 14′ 20″
9. Daniel Clavero (Esp) a 15′ 53»
10. Roberto Sgambelluri (Ita) a 17′ 31»
Por el contrario para Pantani la temporada 1999 había terminado: no haría Tour, ni una Vuelta que había programado el Angliru para que pudiera expresarse en toda su magnitud. En la carrera francesa ganó sorpresivamente Armstrong, siendo el 1º de sus 7 Tours (aunque a día de hoy, tras su sanción en 2012, figuran sin ganador oficial), con Zulle 2º, aunque a mucha distancia debido a su caída en el Paso de Gois, y Escartín 3º, con una fabulosa victoria en Piau Engaly; mientras que en la Vuelta, en una de las mejores ediciones de su historia, incluyendo el mencionado estreno del Angliru y una gran etapa en Andorra, la victoria fue para Ullrich, que no había participado en el Tour por una caída, acompañándole en el podio Galdeano y Heras.
No obstante, el caso Festina 1998 y ahora este hematocrito alto de Pantani ensombrecían el ciclismo, una situación que incluso iba a empeorar en los años siguientes … La vida del corredor de Cesenatico ya era un desorden total, sus idas y venidas, los problemas con su novia Christina Johnson, su caída en el mundo de las drogas, y para colmo se abría una investigación sobre su nivel de hematocrito tras su fatídica caída en la Milán-Turín de 1995, cuando al parecer los niveles de Marco rondaban el 60% … otro problema más.
Con esta situación, la carrera de Pantani era una auténtica incógnita. Por eso cuando el 4 de mayo del 2000, 9 días antes del inicio del Giro, su nombre figuró en la lista de pre-inscritos para participar en la «corsa rosa» todos sus fans respiramos aliviamos, había esperanza. El día antes de empezar, Felice Gimondi, presidente de la Mercatone Uno Bianchi, confirmaba su participación, mientras Marco y los demás componentes del equipo acudían a una recepción en el Vaticano con el papa Juan Pablo II.
Sin embargo el Pirata aclaraba que no venía a luchar por la general, sino a ayudar a sus compañeros. Y ya en la 9ª etapa, con llegada en el tendido Abetone previo paso por el durísimo San Pellegrino (Passo di Pradaccio), con exhibición y maglia rosa para Casagrande, que se fue en solitario desde la parte más dura de San Pellegrino -> vídeo, siendo una de las mejores etapas del año, Pantani decía adiós a todas sus opciones de lograr una buena clasificación, al descolgarse del grupo de favoritos y perder 7 minutos en meta.
En la contrarreloj de Bibione y en las siguientes jornadas de montaña, con finales en Selva di Val Gardena (13ª) tras superar el estupendo encadenado Fedaia (Marmolada) + Sella donde había brillado en 1998, consiguiendo el liderato tras un etapón; y Bormio (14ª), con el Gavia como puerto estrella, se siguieron sucediendo descalabros de Pantani, perdiendo auténticas minutadas, mientras que en cambio su compañero de equipo Garzelli luchaba por la victoria, estando 2º en la general a sólo medio minuto de Casagrande.
Se iba acabando el Giro y Pantani seguía sin brillar, parecía que ya no íbamos a volver a ver al viejo Marco … cuando en la última etapa de montaña, con llegada en la localidad francesa de Briancon previo paso por los cols del Agnello, la «Cima Coppi», superando los 2700 m de altitud, e Izoard, con una 2ª mitad constante al 9% (salvo el descenso de Casse Desserte), el «elefantino» aparecía, alcanzando al grupo de favoritos en la parte final del Agnello y trabajando para su compañero Garzelli en la subida al Izoard, ante las constantes embestidas de Simoni -> vídeo.
Ya en Briancon, Pantani no podía culminar su gran jornada, pues Lanfranchi se había marchado en el descenso aprovechando el marcaje entre los capos, pero no importaba: Pantani acababa 2º en la etapa y lo que era más importante, volvía a sentirse ciclista después de muchos meses sin competir.
En la jornada siguiente, en una dura contrarreloj con subidas a Montgenevre y Sestriere, Garzelli arrebataba el rosa a Casagrande, consiguiendo el triunfo en el Giro. Todo eran palabras de elogio hacia su compañero Marco, que tras un inicio muy flojo había sido clave en la jornada de Briancon.
Un mes después llegaba el turno del Tour; con una gran pléyade de favoritos: Ullrich, Armstrong y Pantani, ganadores de las 3 ediciones anteriores, parecían los mejor situados, pero sin descartar a Zulle, 2º en 1995 y 1999, Olano y a una gran cantidad de escaladores, Virenque, Heras, Escartín, Jiménez, etc, que prometían batalla. Todo ello en un recorrido exigente y bastante equilibrado, con 4 duras etapas de alta montaña, además de una llegada en el Ventoux, y buena dosis de contrarreloj, aunque con una CRE quizás demasiado larga.
La carrera se iniciaba con relativa sorpresa: Millar ganaba la crono de Futuroscope por delante de Armstrong y el US Postal no podía con la ONCE en la contrarreloj por equipos de Saint Nazaire, que con una longitud de 70 km provocaba grandes diferencias, habiendo además una fuga-bidón en la 6ª jornada, con el pelotón llegando a casi 8 minutos. No obstante, el estadounidense era el mejor de los favoritos, mientras que Pantani ya estaba bastante alejado en la general, a más de 5 minutos del estadounidense.
Habría que esperar a la única y gran etapa pirenaica para ver si Pantani podía revertir la situación como en 1998. Se llegaba a la estación de esquí de Hautacam, cima ya conocida y donde estuvo a punto de ganar en el Tour de 1994, donde sólo la persistencia de Indurain para alejar a Rominger en la general había anulado su ataque, llegando finalmente 3º a meta, tras Leblanc y «Miguelón».

La etapa de Hautacam (10ª), con 3 grandes puertos en su 2ª mitad
En un día de perros, con mucha lluvia y donde los ciclistas tenían que superar Marie Blanque, con 4 km finales al 11,5%, y Aubisque, con 1200 m de desnivel, antes de Hautacam (hasta el km 14,7), la batalla estaba servida. Un buen grupo de escaladores, con Beltrán, Jiménez, Escartín, Heras y Virenque, atacaba en el Aubisque y llegaba con ventaja al pie de la subida final, mientras que por delante caminaba en solitario el corredor del Kelme Javier Otxoa, con muchos minutos de diferencia.
Por detrás los grandes favoritos aguardaban, hasta que en las primeras rampas y ante un ataque de Zulle, Pantani respondía y contratacaba, formándose un terceto con ellos dos y Armstrong. Este último aumentó rápidamente el ritmo, con Pantani poniéndose a rueda y tratando de seguirlo, pero finalmente explotaba ante el «molinillo» del americano, con una frecuencia hasta entonces nunca vista en el ciclismo profesional.
El pirata no podía dar crédito: él, el mejor escalador del mundo, estaba siendo humillado en una subida que le iba a las mil maravillas. La frustración lo bloqueaba y terminaba siendo superado por Zulle, Ullrich y muchos otros, mientras que por delante Armstrong volaba, danzo caza y posteriomente descolgando a todos los escapados … menos a Javier Otxoa, que tras un gran sufrimiento en los últimos km ganaba la etapa -> clasificación / vídeo, con el Chava acabando tercero.
Amstrong no sólo había conseguido el amarillo, sino que había arrasado a sus rivales, metiendo tiempo incluso a los que habían comenzado la subida con ventaja. En cambio Pantani cedía en meta más de 5 minutos, situándose en la general 25º, a más de 10 minutos del americano. Una general que con más de medio Tour por delante parecía sentenciada:
1. Lance Armstrong (Usa) en 39h24’30»
2. Jan Ullrich (All) a 4’14»
3. Christophe Moreau (Fra) a 5’10»
4. Marc Wauters (Bel) a 5’18»
5. Peter Luttenberger (Aut) a 5’21»
6. Joseba Beloki (Esp) a 5’23»
7. Manuel Beltran (Esp) a 5’44»
8. Javier Otxoa (Esp) a 6’13»
9. José Maria Jimenez (Esp) a 6’21»
10. Angel Casero (Esp) a 6’55»
11. Richard Virenque (Fra) a 6’59»
12. Abraham Olano (Esp) a 7’15»
13. Alex Zülle (Sui) a 7’22»
14. Michele Bartoli (Ita) a 7’23»
15. Roberto Heras (Esp) a 7’33»
17. Fernando Escartin (Esp) a 7’34»
Tras una etapa de transición y la jornada de descanso los ciclistas se enfrentaban al terrible Mont Ventoux, con sus 16 km finales al 8,5%. El puerto hecho por y para los campeones, donde todos y cada uno de los ciclistas sufrían: la trágica muerte de Simpson en el 67, el desfallecimiento de Merckx en el 70 tras cruzar la meta o el mítico triunfo en contrarreloj de Gaul en el 58 eran grandes exponentes de esta mágica cima.
Y como no podía ser de otra forma, el Ventoux no iba a decepcionar. El Banesto imponía un ritmo alto para el «Chava» Jiménez, pero tanto éste como Zulle se hundían y US Postal tomaba el mando en la subida final, dejando el pelotón en apenas una decena de hombres, con Pantani sufriendo cuando todavía quedaba mucho para la cima. Sin embargo, al pasar el Chalet Reynard, a 6 km de meta, se producía lo increíble: el Pirata se recuperaba y en los siguientes km atacaba una y otra vez hasta por fin irse en solitario a más de 2 km de la cima. Era inaudito, se veía que no estaba bien, pero había sacado toda su casta de campeón para lograr marcharse.
Podía ganar, 42 años después que su gran ídolo Charlie Gaul, los tifosi vibraban, era un sueño. Pero de repente, en el grupo perseguidor, el inconformista «sputnik» americano atacaba, triturando a todos sus rivales y marchándose a por el italiano, cazándolo poco después. En ese momento parecía que nada podría parar a Armstrong … sin embargo, en lugar de irse a por la victoria, pensó que cediéndosela a Marco se quitaría un rival de enmedio. Así que realizó lo que quedaba de ascenso cuidando de que Pantani no se descolgara en ningún momento. Y finalmente le cedió la victoria -> clasificación / vídeo.
La cara de Marco en el podio lo decía todo, no estaba feliz. Y aún menos cuando escuchó a Armstrong en la rueda de prensa decir que había le regalado la victoria … el americano se acababa de meter en un problema del que se iba a arrepentir.
Pantani escalaba posiciones en la general, colocándose 12º, aunque todavía muy lejos de los primeros puestos, con Ullrich 2º y un sorprendente Beloki 3º, refrendando su triunfo de la Vuelta a Asturias. Aún quedaban las jornadas mas duras de los Alpes, pero el triunfo parecía imposible para el pirata, si bien el podio todavía se podía intentar. Las llegadas a Briancon, Courchevel y Morzine eran a priori jornadas «pantanianas».
Después de una etapa de transición, el tríptico alpino se iniciaba con una maratoniana etapa de casi 250 km, teniendo que superar la cota de Canjuers; el Col d´Allos, que regresaba al Tour 25 años después de la mítica jornada de Pra Loup 1975; el Col de Vars, con 5 km finales al 9%; y el precioso Col d´Izoard, ya afrontado en el Giro, pero que en este caso, al llegar desde Guillestre, se subía entero.
Hasta el último puerto la etapa fue tranquila, con una escapada por delante y todo controlado por parte del US Postal, con Livingston y Hamilton … pero había alguien que no estaba satisfecho: Pantani aceleraba a mitad del Izoard e iba descolgando a casi todos los que intentaban seguir su ritmo, primero a Beltrán, después a los gregarios del US Postal, más tarde a Ullrich, Beloki, Escartín, Heras y finalmente Virenque. Sólo Armstrong era capaz de aguantar el ataque del pirata.
Pantani iba a más, acababa de dar un recital con un ataque progresivo, pero todavía no estaba a su máximo nivel y Amstrong lo humillaba nuevamente, acelerando y dejándolo atrás con su ex-compañero Conti. Sin embargo, poco antes de la cima se producía el reagrupamiento, con unas palabras no muy amistosas entre el italiano y el estadounidense durante la bajada. Por delante ganaba Botero, con un tiempo cercano a las 8 horas, mientras que Pantani atacaba de nuevo en el repecho de Briancon, siendo 3º en meta, tras Botero y Savoldelli, y sacando unos segundos al grupo de favoritos -> clasificación / vídeo.
El pique estaba servido: Armstrong molesto por la actitud de Pantani y el pirata deseoso de venganza. Y en esta situación llegaba la etapa de Courchevel, que con las subidas al mítico Galibier, aunque por su vertiente «blanda»; la impresionante Madeleine, con 19 km al 8% de media; y el interminable ascenso a Courchevel, con 1500 m de desnivel, se podía considerar la etapa reina. En la general Pantani era 9º, a diez minutos de Armstrong pero a poco más de 4 del podio. Y ya que ganar el Tour era prácticamente imposible, al menos el italiano iba a dejar claro que si él quería aún podían pasar muchas cosas.

La jornada reina (16ª), con Galibier, Madeleine y Courchevel.
Durante la etapa se formaba una escapada con varios corredores, llegando destacados al inicio de la subida final Otxoa, Botero, Nardello, Lelli y Jiménez, con unos 4 minutos sobre el grupo de favoritos, donde se esperaba una nueva tentativa de Pantani, si bien Armstrong hasta ahora se había mostrado superior y contaba además con la ayuda de Livingston y Hamilton, especialmente el primero.
Ya en el ascenso a Courchevel comenzaba el show. Por delante se sucedían los movimientos entre los escapados, con un bravo Otxoa que cedía tras haber tirado de Botero, mientras que por detrás, a unos 14 km de meta, ocurría lo esperado: atacaba Pantani, con sólo Armstrong pudiendo seguir su rueda. El americano, pasado el primer impulso de Pantani, se ponía en cabeza y el fantasma del Izoard, con Armstrong yéndose en solitario, sobrevolaba el Tour … pero esta vez Marco no lo iba a dejar marchar, recuperando enseguida la iniciativa.
Por detrás Ullrich sufría, perdiendo bastante tiempo, mientras que Heras, yendo de menos a más, se unía a la dupla de Pantani y Armstrong. Por delante, a 8 km de la cima, era Jiménez quien atacaba, soltando a Nardello y Botero, con este último quedándose para ayudar a Heras. La magia iba tomando forma y tras dar caza a Botero, el trío Armstrong, Pantani y Heras se acomodaba al ritmo del colombiano … hasta que a 5 km de meta Pantani aceleraba y los dejaba tirados. El tiempo se paraba, era como en sus buenos años, como cuando dejó a Tonkov en Montecampione o a Berzin en el Mortirolo … Pantani estaba de vuelta.
Lo inevitable sucedía, y a 3 km del final el italiano alcanzaba a un voluntarioso Chava, quién pese a intentarlo con todas sus fuerzas no podía sequir el ritmo de Pantani, que entraba triunfador en Courchevel con 41 segundos sobre Jiménez y 50 sobre Heras y Armstrong -> clasificación / vídeo. Se trataba de su 2ª victoria de etapa en aquel Tour, pero sin duda la que valía, la que era de ley. El Pirata había vuelto y se colocaba 6º en la general, a tiro del podio, estando a poco más de un minuto y medio del 2ª puesto, aunque con el hándicap de la última CRI.
Quedaba sólo una etapa alpina y no parecía que Armstrong tuviera nada que temer, su segundo Tour era cosa segura … Pantani no pensaba lo mismo y convertiría la siguiente jornada, con llegada a Morzine, en la peor de las pesadillas del americano. A lo largo de la ruta los ciclistas tenían que superar los puertos de Saisies, Aravis, Colombiere (últimos 13 km), Chatillon y Joux-Plane, este último todo un HC con casi 12 km al 8,5%, teniendo además un descenso muy peligroso.

Última etapa de montaña, con Saisies, Aravis y Colombiere antes de Joux Plane
El italiano, en un ataque de megalomanía absoluta y sabiendo que Armstrong ya le tenía miedo, se lanzaba en Saisies, a 130 km de meta, provocando un colapso en el equipo US Postal del que sólo se salvaban Livingston y Hamilton, librando al americano de una debacle sin parangón. En pleno ataque de nervios, Armstrong llegaba a llamar por teléfono al doctor Ferrari para pedirle consejo, y éste lo tranquilizaba diciendo que Pantani no podía llegar …
Y efectivamente el trío de escapados, con Pantani, Escartín y Hervé, y que llegó a tener una máxima diferencia de 1’40», era finalmente cazado a unos 50 km de la llegada, al terminar el largo descenso de la Colombiere. El objetivo de Pantani no se había logrado, quedándose después clavado en las duras rampas del Joux Plane y perdiendo más de 13 minutos en meta, para posteriormente no tomar la salida en la etapa siguiente, siendo a la postre su última participación en el Tour.
No obstante, la tensión vivida durante la etapa iba a cobrarse una víctima inesperada: Armstrong sufría en el Joux Plane la mayor crisis de su época gloriosa, cediendo primero ante el ataque de Heras, descolgándose después de Ullrich y Virenque, y siendo también superado por Escartín y Beloki, este último luchando por el podio, aunque al no ser una subida muy larga el estadounidense pudo contener las diferencias.

Armstrong perdiendo la rueda de Ullrich y Virenque
Poco antes de coronar, Virenque cazaba al corredor del Kelme, afrontando juntos el descenso hasta que ya en las calles de Morzine, a sólo un km de meta, una caída impedía a Heras luchar por el triunfo de etapa, siendo también superado por Ullrich, mientras que Armstrong, tras los apuros en la subida, cruzaba la meta a 2 minutos, salvando el liderato gracias a su enorme ventaja en la general -> clasificación / vídeo, manteniendo aún 5 minutos y medio sobre Ullrich y casi 7 sobre Beloki y Heras.
Ya sin Pantani, se disputaba la última crono, con casi 60 km y triunfo del estadounidense tras una dura pugna con Ullrich, si bien el mayor beneficiado fue Moreau, que adelantó en la general a Heras y Virenque, aunque sin poder alcanzar a su compañero de equipo Beloki, quién de este modo se hacía con su primer podio en una GV, mientras que Heras repetía el 5º puesto del Giro 1999, acabando también en el top-ten Escartín y Mancebo, este último vencedor de los jóvenes.
Clasificación final:
1. Lance Armstrong (Usa) Us Postal: 92h 33′ 08”
2. Jan Ullrich (Ger) Telekom, a 6′ 02”
3. Joseba Beloki (Esp) Festina, a 10′ 04”
4. Christophe Moreau (Fra) Festina, a 10′ 34”
5. Roberto Heras (Esp) Kelme, a 11′ 50”
6. Richard Virenque (Fra) Polti, a 13′ 26”
7. Santiago Botero (Col) Kelme, a 14′ 18”
8. Fernando Escartin (Esp) Kelme, a 17′ 21”
9. Francisco Mancebo (Esp) Ban, a 18′ 09”
10. Daniele Nardello (Ita) Mapei, a 18′ 25”
Para Armstrong era su 2º Tour, ganado de nuevo con mucha ventaja (aunque como decíamos anteriormente esas victorias ya no figuran en el palmarés, quedando vacante el triunfo), mientras que en cambio Pantani entraba en un pozo del que desgraciadamente ya nunca podría salir.
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En la próxima entrada: «2001-2004 – El fin de una era»
Excelente relato.
Gracias Labreitor.
En próximas semanas publicaremos la 5ª parte, abarcando las últimas temporadas y su desgraciado final.
Saludos.
Buenas
Publicareis la quinta parte? tranquilos, entiendo que estais muy liados y no vivis de esto, es solo curiosidad ;)
Un saludo.
Hola Jessusr1982
Tenemos el borrador de la 5ª parte casi terminado desde hace tiempo (aunque sin pasarlo al blog). La idea era publicarlo poco después de la 4ª parte, pero no lo hicimos en su momento y luego una vez que empezó la temporada, con toda la vorágine de carreras, lo dejamos aparcado.
Intentaremos aprovechar lo que resta de año, antes de que comience la próxima temporada, para darle los últimos retoques y publicarlo.
En cualquier caso, disculpas por el retraso.
Saludos.
Buenas
Lo primero de todo, muchas gracias por responderme. Queria deciros que tranquilos, se que teneis mucho lio, vida social y no vivis de esto. Solo era curiosidad.
Un saludo y seguid con vuestras publicaciones que yo seguire por aqui leyendolo con mucho gusto.
Buenas tardes,
Muchísimas gracias por vuestra labor, tanto en la de recorridos, cómo en la de mostrar recuerdos de las historias y personajes de un ciclismo que empieza a no ser tan reciente.
¿Qué fue de la 5ª parte y final de la vida de Pantani?
Lo siento si me equivoco, pero no he sabido encontrarla.
Un saludo! Cuidaros,
jose antonio
Hola Jose Antonio. Muchas gracias a ti por los piropos, comentarios así nos animan a seguir adelante con el blog.
Sobre la última parte del reportaje, efectivamente está pendiente. No la publicamos en su momento y después salió más información sobre el caso, quedándonos la duda de como rematar el artículo. No sé cuando, ya que con la reanudación de la temporada vamos a estar muy pillados con los análisis de carreras, pero intentaremos darle los últimos retoques y publicarlo antes de que acabe 2020.
Saludos. Y cuídate tu también, está siendo un año complicado.