Durante esta semana, entre el 8 y el 15 de junio, se disputa la 66ª edición del Critérium del Dauphiné, una de las carreras por etapas más importantes de todo el calendario ciclista y conocida tradicionalmente como la antesala del Tour de Francia.
Creada en 1947 por Georges Cazeneuve y organizada hasta hace pocos años por el periódico “Le Dauphiné Libéré“, esta carrera siempre ha estado condicionada por 2 aspectos principales: la zona donde se celebra, el Delfinado, una región histórica francesa situada en los Alpes y que se corresponde en su mayoría con los actuales departamentos de Isère, la Drôme y Hautes-Alpes; y su situación en el calendario, disputándose sólo unas semanas antes del inicio del Tour.
Durante mucho tiempo el nombre oficial de la prueba fue “Critérium du Dauphiné Liberé”, al ser organizada por el diario del mismo nombre, pero en 2010 pasó a manos de ASO (Amaury Sports Organization), los mismos organizadores del Tour de Francia, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y París-Niza (esta última desde 2002), entre otras carreras, además de otras competiciones deportivas como el rally Dakar, perdiendo el apellido de Liberé y quedándose en Critérium del Dauphiné, a secas.
La unión de duros recorridos con ser una prueba que tradicionalmente ha servido como preparación para el Tour ha dado lugar a un palmarés impresionante, incluyendo a todos los corredores que han vencido en 5 ocasiones la “Grande Boucle”: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain. También figuraba hasta 2 años Lance Armstrong, pero su sanción a perpetuidad ha hecho que las 2 ediciones en que logró inicialmente la victoria, 2002 y 2003, queden vacantes de ganador, al igual que todas las demás pruebas que venció entre 1998 y 2005.
Los grandes dominadores son los ciclistas franceses, con 31 victorias, destacando Bernard Hinault (1977, 79 y 81) y Charly Mottet (1987, 89 y 92), con 3 triunfos, los mismos que Nello Lauredi (1950, 51 y 54) y Luis Ocaña (1970, 72 y 73). En nº de podios también sobresale Bernard Thévenet, con 2 victorias, 3 segundos puestos y un 3º en la década de los 70. Para los ciclistas españoles es una de las pruebas internacionales más propicias, ya que además de Ocaña e Indurain han conseguido la victoria Valentín Uriona (1964), Iván Mayo (2004), Íñigo Landaluze (2005) y Alejandro Valverde (2008-09), destacando también los 2 podios de Paco Galdós (1978-79) y Alberto Contador (2009-10), siendo el 2º país más laureado, con 10 triunfos en la general.
El año pasado, en una edición que al igual volvió a estar dominada por el equipo Sky, la victoria fue para Chris Froome, que tras imponerse en la 5ª etapa se hizo con el liderato, manteniéndolo hasta el final de la prueba y aventajando finalmente a su compañero de equipo Richie Porte en casi un minuto y a Dani Moreno en 2’12», este último consiguiendo acabar 3º tras una cerrada lucha con Jacob Fugslang y Dani Navarro, con los 3 corredores en apenas 8 segundos.
Recorridos
Como decíamos anteriormente, los recorridos de Dauphiné han sido habitualmente muy exigentes, siendo una de las pruebas que históricamente más ha apostado por la alta montaña. De hecho, normalmente había una etapa reina con similar dureza a la de las Grandes Vueltas, aparte de varias jornadas con final en alto duro o algún HC de paso cerca de meta. Además suele haber un buen balance entre puertos míticos (Mont Ventoux, Galibier, Croix de Fer, etc) y otro menos conocidos pero también de mucha exigencia, aprovechando zonas bastante olvidadas por el Tour de Francia, como los alrededores de Grenoble.
Los organizadores tampoco tenían ningún complejo en incluir prácticamente todos los años una larga crono individual, normalmente superando los 40 km, además de una crono corta en forma de prólogo para abrir la carrera. Esto provocaba recorridos muy duros pero equilibrados entre croners y escaladores, dando oportunidades de lucimiento a corredores de características muy diferentes. Incluso en una época reciente, con la reducción de los km contra el crono en las GV, ha habido ediciones con parecida o incluso superior cantidad de CRI en sólo 8 días que las 3 semanas completas de Giro, Tour y Vuelta.
No obstante, centrándonos en los recorridos de la prueba a partir de 2008, no todo era tan positivo, ya que a pesar de haber jornadas muy atractivas por sí solas su colocación no era a priori la más acertada, siendo el mayor mayor problema la distribución de las etapas montañosas: amontonadas en la 2ª mitad del recorrido y con un orden que no beneficiaba que fueran aprovechadas por los corredores. Creemos que hubiera sido mejor repartirlas un poco más o incluso sustituir alguna de ellas por una etapa llana o de media montaña, a cambio de cargar más el resto.
Sin embargo, a partir de 2011, ya con ASO al mando, se empezó a cambiar el tipo de recorrido, en algunas cuestiones para bien y en otras para mal, pero en cualquier caso abandonando las características que había tenido históricamente la prueba (y en determinados aspectos pareciéndose sospechosamente a lo que luego han hecho en el Tour). En esa edición el principal cambio fue la estructura, con las etapas claves más distribuidas a lo largo de la prueba, algo a priori positivo pero estropeado por el abuso de los finales en alto, con 4 llegadas de este tipo y 3 de ellas en la subida más dura del día, quedando la lucha por la general reducida a los km finales.
En 2012 el recorrido tenía más variedad, pero estaba muy desequilibrado en favor de los croners, con 60 km de CRI y sólo una etapa con grandes puertos cerca de meta, quedando la general prácticamente decidida desde la 4ª jornada. Y tampoco ayudó el exagerado dominio del Sky, que controló la prueba a su antojo. El año pasado aumentó el protagonismo de la media montaña, sin prácticamente jornadas llanas, y se redujeron los km contra el crono a la mitad, a la que se vez mantenía una dureza limitada en la alta montaña (un máximo de 2 grandes puertos por etapa), habiendo alicientes en casi todas las jornadas pero echándose de menos una gran etapa reina.
Recorrido Dauphine 2014
El recorrido de este año sigue la senda de cambios de las últimas ediciones, dejando totalmente de lado las características históricas de la prueba al estar basado en la media media montaña, con 5 jornadas de este tipo (aunque una de ellas se puede considerar sólo “rompepiernas”, al no incluir verdaderos puertos) distribuidas a lo largo de toda la carrera, y con sólo 10 km de contrarreloj, sin la habitual larga CRI a mitad de la prueba. En líneas generales, un recorrido más parecido a los de París-Niza de hace unos años que a los habituales de Dauphine. No obstante, la única jornada de alta montaña, con final en la presa Emosson, es a priori decisiva, al incluir 2 grandes subidas en los últimos 30 km, siendo de hecho la única jornada con un Especial o 1ª duro de paso en toda la prueba, algo que contrasta con la abundancia de grandes puertos que solía tener la prueba.
Así pues, la carrera comienza con una crono individual corta en la ciudad de Lyon, para al día siguiente afrontar ya una etapa de montaña con final en alto en el Col du Beal, un buen 1ª (aunque los organizadores lo hayan catalogado exageradamente como HC) con 13,6 km al 6,6%. Tras este complicado inicio, la 3ª etapa es a priori mucho más sencilla, con un recorrido que si bien es «pestoso» durante gran parte de la ruta tiene 35 km finales totalmente llanos antes de la meta en Le Teil, siendo la única jornada propicia para los sprinters.
En las etapas siguientes vuelve la media montaña, con una llegada en Gap después del Col de Manse, un final ya visto en varios ocasiones en el Tour y donde la peligrosa bajada de Manse puede ser incluso más decisiva que la subida, seguida por una etapa con un final en La Mure tras superar el Col de Laffrey (desde el km 6,5) y varios puertos previos de escasa longitud pero buena pendiente, destacando el Col de la Morte, cuyo descenso es además muy técnico. La 6ª jornada, con meta en Poisy, sólo incluye pequeñas cotas pero varias de ellas están en los últimos 25 km, pudiendo ser un final muy movido y a priori favorable para los clasicómanos.
El penúltimo día llega la etapa reina, con los puertos de Gets, Corbier y Morgins antes de entrar en Suiza (con la frontera en la cima de Morgins) y afrontar el duro encadenado final del Col de la Forclaz, un puerto sin rampas extremas pero muy regular al 8% y habitual en el Tour durante la década de los 60, y la inédita subida a Emosson -> otro perfil y fotos, con los últimos 6,5 km constantes al 9-10%. La última jornada, de apenas 130 km, vuelve a incluir 2 subidas encadenadas en la parte final, aunque en este caso de menor dureza: Montagny, con 8 km al 6,5%, y Le Praz, con 6 km al 7%, estando la meta situada en mitad de la ascensión a Courchevel.
En resumen, un recorrido exigente, con alicientes en todas las jornadas y las etapas a priori clave muy repartidas a lo largo de la prueba, pudiendo verse una carrera muy entretenida a poco que corredores se muestran combativos y con los favoritos teniendo que estar atentos todos los días, destacando en cualquier caso la etapa de Emosson, con un espectacular encadenado final. Sin embargo, se echa en falta una crono más larga, ya que con 3 finales en alto, uno de ellos muy duro, 10 km de contrarreloj son insuficientes para equilibrar la carrera, estando demasiado inclinada en favor de los escaladores explosivos (tan solo una jornada de montaña supera los 180 km); asi como una etapa de alta montaña propicia para los ataques lejanos, no habiendo ninguna jornada con un gran puerto de paso sin final en alto, o donde al menos la subida final sea considerablemente más blanda que los puertos previos.
En ese sentido, hubiera bastado con sólo 2 cambios para conseguir un recorrido fantástico: alargar la CRI inicial, para que rondara los 20 km y los rodadores también tuvieran su oportunidad de marcar diferencias, favoreciendo luego que los escaladores tuvieran que aprovechar al máximo la montaña; e incluir alguno de los grandes puertos de paso cercanos a Moutiers en la etapa final, por ejemplo el Col de Madeleine, el inédito Croix du Saget o la subida a Meribel (hasta la cota 1350 m), para propiciar movimientos desde lejos y aumentar las posibilidades de vuelco en la general. De todos modos, como siempre la última palabra será de los corredores. Y aunque el recorrido esté desequilibrado, terreno hay de sobra para que se vea un buen espectáculo si ponen de su parte.
Por otro lado y aunque sea un aspecto secundario, la catalogación de los puertos deja mucho que desear: no sólo varios de ellos están inflados de categoría de un modo descarado (Beal marcado como HC, Le Praz de 1ª, etc), sino que hay bastantes subidas que están «partidas» por la mitad, ya sea marcando un puerto como 2 ascensiones distintas o simplemente no contando la parte final, siguiendo la peor tradición de lo que también está haciendo ASO en la París-Niza. Además, los perfiles oficiales de los puertos son poco fiables, con algunos errores graves tanto en los % concretos como en la cifras total.
Análisis etapa por etapa
El link de «Info oficial» lleva por defecto al mapa interactivo, pero en esa página también se puede ver el rutómetro
1ª ETAPA (Domingo 8 junio): LYON – LYON (CRI) (10,4 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Montée de l’Observance, 4ª (km 4,6): 229 m – 0,8 km – 5,5 %
La prueba comienza con una crono individual corta en la ciudad Lyon, la 3ª localidad más poblada de Francia (sólo por detrás de París y Marsella) y capital de la región de Rhone-Alpes, con un trazado que si bien no cuenta con grandes dificultades si es algo más duro de lo que aparenta el achatado perfil oficial, incluyendo una pequeña cota en la parte central, con casi 1 km al 5-6% y un descenso corto pero revirado.
Una contrarreloj muy favorable para los corredores explosivos, si bien precisamente por su escasa distancia es difícil que se marquen grandes diferencias entre los favoritos (salvo caídas o similares). En condiciones normales, un modo interesante de comenzar la prueba pero en este caso, al ser la única CRI, creemos que lo lógico hubiera sido una distancia más elevada, rondando los 20 km.
Respecto a los antecedentes, en 2013 se empezó con etapa en línea, mientras que en los 3 años anteriores si hubo CRI inicial pero de 5-6 km, estando marcada como prólogo, teniendo que remontarse hasta 2009 para encontrar una crono de similares características (aquel año de 12 km), con victoria para Evans por delante de Contador y Valverde.
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2ª ETAPA (Lunes 9 junio): TARARE – PAYS D´OLLIERGUES / COL DU BEAL (156 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte de Saint-Marcel-l’Éclairé, 2ª (km 5,5): 764 m – 5 km – 6,1 % (sigue subiendo)
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Côte d’Albigny, 4ª (km 16,5): 600 m – 2,3 km – 5,5 % (sigue subiendo)
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Côte de Bard (hasta el km 10,4), 2ª (km 90,5): 760 m – 6,3 km – 5,3 % (sigue subiendo)
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Croix de l’Homme Mort (desde el km 5,6), 2ª (km 100,5): 1.157 m – 5,6 km – 5,6 %
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Col des Pradeaux, 3ª (km 115): 1.195 m – 7,3 km – 3,6 %
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Col du Béal, HC (Meta): 1.391 m – 13,6 km – 6,6 %
Primera etapa en línea … y primer final en alto de esta edición, con un recorrido de media montaña entre la localidad de Tarare, perteneciente a Rhône, y el Col du Beal, en el departamento de Puy de Dôme, en el que además de la subida final, con los últimos 10 km al 7% de media (aunque de acuerdo al perfil oficial sería un poco menos), destaca un inicio complicado, con 2 cotas justo de salida, y ya en la 2ª mitad la larga ascensión a la Croix de l ´Homme Mort, extrañamente «partida» en 2 por los organizadores, si bien tras este puerto y el Col de Pradeux hay unos 15 km de llanos hasta el inicio de Beal.
De todos modos, aunque se trata de una subida exigente, tanto por sus cifras, con casi 14 km de longitud y buenas rampas (sobre todo en la zona previa a S.Pierre de Bourlhomme y en los 2 últimos km), como por el tipo de carretera, bastante secundaria, pudiendo hacer daño si se sube a tope desde el inicio, resulta muy exagerado marcarlo de categoría especial, siendo más realista considerarlo «sólo» un Primera.
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3ª ETAPA (Martes 10 junio): AMBERT – LE TEIL (CRI) (194 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte de Lavet, 2ª (km 28,5): 1.011 m – 8,7 km – 4,4 %
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Col de la Mûre, 2ª (km 148): 749 m – 3,8 km – 6,3 %
La etapa más larga de la prueba, con casi 200 km entre las localidades de Ambert y Le Teil, esta última en el departamento de Ardéche, pero curiosamente la que tiene el trazado más sencillo … al menos en los últimos 35 km, completamente llanos, ya que el recorrido previo si es bastante «rompepiernas», con subidas y bajadas constantes, en general de escasa pendiente pero con varios km al 8% en el Col de la Mure, aunque la vertiente dura es la que se utilizará como descenso.
A priori, una jornada propicia para los velocistas gracias al llano final, si bien el resultado también dependerá de con cuanto tiempo de ventaja llegue la posible escapada al sprint intermedio de St. Laurent du Pape, al acabar la bajada de Mure, pudiendo tener su oportunidad los fugados en caso de que haya bastantes minutos de diferencia, sobre todo si es una escapada numerosa.
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4ª ETAPA (Miércoles 11 junio): MONTÉLIMAR – GAP (167,5 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte de Rosans, 4ª (km 80,5): 675 m – 1,5 km – 3,6 % (sigue subiendo)
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Col de Manse, 2ª (km 155): 1.269 m – 9,6 km – 5,2 %
La 4ª etapa, entre Montélimar, en el departamento de Drôme, y Gap, capital de Hautes Alpes, es bastante más corta, sin dificultades orógráficas durante la mayor parte de la ruta (aunque con una tendencia general ascendente), pero con un bucle final en torno a Gap que incluye el Col de Manse a sólo 12,5 km de la llegada, un puerto que en los últimos años se ha convertido en todo un clásico del Tour de Francia, no siendo especialmente duro pero si con algunos tramos exigentes y que pueden hacer daño si el ritmo es elevado, como ya se vió en 2011 y 2013.
Y atención al descenso, que si bien no es por la peligrosa vertiente de la Rochette, donde se cayó Beloki en 2003 y Contador el año pasado, es también por una carretera estrecha y con un trazado revirado, pudiendo cortarse el grupo. El tramo con mayor pendiente de la bajada termina poco antes del pueblo de Romette, restando desde ahí apenas 6 km hasta meta, los últimos 3 ya prácticamente llanos (aunque con tendencia descendente) y circulando por una larga recta sólo interrumpida por algunas rotondas.
En cuanto a las llegadas previas en Gap, hay que remontarse hasta 1995 para encontrar un final en esta carrera (aunque ha habido varias salidas en ediciones más recientes), pero sin embargo en el Tour es una llegada muy habitual … y en las últimas ocasiones precisamente con el Col de Manse como último puerto, si bien como decíamos antes la carretera de bajada fue distinta. Por el espectáculo visto, destaca especialmente la jornada de 2011, cuando un ataque de Contador en la subida, al que dio continuidad Evans en el descenso, sorprendió al resto de favoritos.
- Gap 2013 (Tour) -> clasificación / vídeo
Respecto a posibles alternativas, las opciones son múltiples ya que la zona alrededor de Gap está plagada de puertos. Por ejemplo, después del primer paso por Gap se podría subir la Rochette SO, bajando hacia Bâtie Neuve para afrontar el Col de Moissière, con 8 km finales al 8,2% y cuya bajada desemboca en Ancelle. A partir de ahí cabría la posibilidad de seguir hacia el norte, bajar de un modo tendido hasta Manse o subir el final de Collet d´Ancelle (últimos 3 km) antes de afrontar el descenso hacia Gap, quedando 40 km finales a priori muy interesantes.
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5ª ETAPA (Jueves 12 junio): SISTERON – LA MURE (189,5 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Col de Manse, 2ª (km 68,5): 1.271 m – 6,6 km – 6,2 %
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Côte du Motty, 3ª (km 100): 982 m – 2,3 km – 8,1 %
- Côte du Pont-Haut, 3ª (km 125,5): 803 m – 2,7 km – 7,4% (sigue subiendo)
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Col de Malissol, 2ª (km 135): 1.153 m – 2 km – 8,8 % (sin contar inicio)
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Col de la Morte, 2ª (km 149,5): 1.368 m – 3,1 km – 8,4 %
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Côte de Laffrey, 2ª (km 169): 915 m – 6,3 km – 6,2 %
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Côte de Cholonge, np (km 174,5): 1.055 m – 3,5 km – 4 %
Nueva etapa de media montaña, con casi 190 km uniendo las localidades de Sisteron, en los Alpes de Haute Provence, y La Mure, en el departamento de Isere, teniendo que superar el Col de Manse (por una vertiente distinta a la etapa previa) y varias subidas cortas pero de buenas rampas, con un circuito final que incluye Malissol, con 2 km finales al 9%, y Col de la Morte, con 3 km a más del 8%, antes de la subida a la Cote de Laffrey, por una vía secundaria y con 6,3 km al 6,2% de media, coronándose a 20 km de meta, aunque tras un pequeño llano y ya por mejor carretera hay que añadir otros 3,5 km al 4% hasta alcanzar la cota más alta.
La subida posterior a Laffrey termina en el pueblo de Cholonge, a 15 km de meta, dando paso a una suave bajada antes de afrontar un nuevo repecho, La Traverse, aunque se trata de una cota muy tendida, con unos 3 km al 3,5% de media. Finalizada esta última subida hay un pequeño falso llano antes del corto descenso hacia la carretera principal, con los últimos 6 km de la etapa casi totalmente planos, si bien el km final, ya en las calles de La Mure, pica ligeramente hacia arriba.

Los últimos 75 km, con paso por La Mure y las cotas de Pont Haut, Malissol, Morte y Laffrey-Cholonge. Click para ver el mapa
A priori, una jornada muy interesante, con un tercio final de la ruta que puede dar mucho juego a poco que los corredores se muestren combativos. Y además de las subidas, atención a la bajada del Col de la Morte, por una carretera ancha y en buenas condiciones pero con un trazado muy revirado atravesando el bosque.
Sin embargo, aunque por sí sola no esta nada mal, teniendo en cuenta las posibilidades de la zona resulta un poco decepcionante. Y es que simplemente con haber hecho el circuito final al revés ya se habría conseguido que el último puerto, en este caso Malissol, quedara bastante más cerca de meta, además de afrontar Morte por su vertiente dura, con 12 km al 7,2% (sin contar el falso llano de la cima) desde el cruce con la carretera de Laffrey E, en las cercanías de Saint Barthelemy de Sechilliene.
Otra opción sería mantener el bucle en el mismo sentido de la ruta original pero subiendo Laffrey norte, un «muro» con 7 km al 9% ya conocido en profesionales al haber sido incluído en varias ocasiones en el Tour de Francia, entre ellas la mítica jornada de Orcieres Merlette 1971. La pega de subir Laffrey por esa vertiente sería la pérdida de continuidad con Morte, al haber 8 km de llano intermedio, pero a cambio se ganaría dureza, siendo una vertiente más rompedora que la que se hará en la etapa.
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Tracks alternativa con Laffrey N y eliminando rodeo final por el sur de La Mure
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6ª ETAPA (Viernes 13 junio): GRENOBLE – POISY (178,5 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte de la Bétaz, 4ª (km 89,5): 496 m – 1,5 km – 4,4 %
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Côte de Marcellaz-Albanais, 4ª (km 159): 542 m – 4,6 km – 4,1 %
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Côte de Ronzy, 4ª (km 171): 516 m – 1,7 km – 6,3 %
- Côte de Poisy, np (km 177,3): 516 m – 1,3 km – 5 %
En vísperas de la etapa reina, jornada aparentemente sencilla entre Grenoble, capital del departamento de Isére, y la localidad de Poisy, en Haute Savoie, pero que sin embargo resulta engañosa, ya que pese a no incluir grandes puertos si cuenta con 25 km finales complicados, de sube y constante gracias a la presencia de varias cotas seguidas, destacando Marcellaz Albanais por su longitud, casi 5 km, y Ronzy por la pendiente, con 1,7 km al 6-7%.
Y ojo también al último repecho, Route des Vignes – Poisy, que finaliza a poco más de un km de meta y según el perfil oficial tiene una máxima del 15%, aunque sus cifras totales son modestas, con aproximadamente 1,3 km al 5 %. En cualquier caso, una llegada favroable apra los clasicómanos.
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7ª ETAPA (Sábado 14 junio): VILLA LA GRAND – FINHAUT / EMOSON (160 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte des Gets,2ª (km 34): 1.146 m – 10,3 km – 4,9 %
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Col du Corbier, 1ª (km 64): 1.239 m – 7,5 km – 7,5 %
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Pas de Morgins, 2ª (km 88,5): 1.369 m – 6 km – 5,7 %
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Col de la Forclaz, HC (km 142): 1.527 m – 12,6 km – 8,2 %
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Montée de Finhaut-Émosson, HC (Meta): 1.929 m – 10,2 km – 8 %
El penúltimo día de carrera llega la etapa reina, con los puertos de Les Gets, Corbier y Morgins antes del durísimo encadenado final, ya en territorio suizo, con la Forclaz, una subida muy regular al 8%, sin rampas extremas pero tampoco descansillos y que fue un clásico en el Tour durante la década de los 60, y tras su descenso la inédita subida a la presa de Emosson, que en su 2ª mitad se mantiene constante al 9-10%, pudiendo hacer mucho daño y marcar grandes diferencias, incluso entre los favoritos, a poco que el ritmo sea elevado.
En el caso de Les Gets, señalar que la cima del puerto, junto a la localidad homónima y muy cerca de Morzine, albergó un final de etapa en la edición de 2011, con victoria para Christophe Kern por delante de C.A.Sorensen y Thomas Voeckler -> perfil / clasificación. El Col du Corbier, con 4 km finales en torno al 9%, y Pas du Morgins, frontera entre Francia y Suiza, también son ya conocidos por los ciclistas, habiéndose subido en varias ocasiones en los últimos años. De hecho, ambos formaron parte de la 1ª etapa de la pasada edición, con meta en Champery y triunfo para David Veilleux gracias a una escapada lejana, con el grupo de favoritos llegando a unos 2 minutos -> clasificación / vídeo, si bien el inicio de Morgins se hacía por una variante más dura.
Descenso Col du Corbier (hasta el km 5,7)
En cambio el Col de la Forclaz, con casi 13 km al 8% de media (superando esta cifra según el perfil oficial), no se sube en profesionales desde el Tour de Francia de 1977, cuando lo coronó Antonio Menéndez. Lo más extraño es que como decíamos al inicio si fue habitual en el Tour durante los años 60, con varias etapas en las que se incluyó como penúltimo puerto camino de Chamonix, con Montets como última ascensión. Pero tras esa década y la etapa de 1977 los organizadores se olvidaron de él. Esperemos que este «re-descubrimiento» por parte del Critérium Dauphiné no sea un hecho aislado y se vuelvan a ver etapas como la de 1963, con el Pequeño y el Gran San Bernardo antes de la Forclaz -> perfil / clasificación.
Volviendo a la etapa de este año, una vez coronado la Forclaz hay 7 km de descenso hasta el cruce donde se abandonará la carretera principal, muy cerca de Le Chatelard, desviándose hacia el norte para afrontar la dura y novedosa subida a la presa de Emosson -> perfil oficial / otro perfil y galería fotográfica. La parte inicial, con travesía incluída por el pueblo de Finhaut, es bastante irregular, con algunos tramos duros y descansillos, pero en los últimos 6,5 km se mantiene constante en torno al 9-10%, por lo que el corredor que llegue justo puede acabar perdiendo bastante tiempo. De todos modos, aunque se trata de una subida muy dura, hay que aclarar que el 28% que indica el perfil del libro de ruta para los últimos 200 metros es un error, rondando ese tramo el 10%.

Emosson, con los últimos 6,5 km al 9,5%. Perfil de Laurent Perret, click para ampliar y ver trazado (el tramo entre las cotas 1220 y 1300 m será distinto, al atravesar el pueblo en vez de rodearlo).
Globalmente y pese a no tener un kilometraje elevado, una etapa reina más que digna, con unos primeros puertos de desgaste y que pueden ayudar a que se forme una escapada de nivel, y destacando sobre todo el espectacular encadenado final, con los 2 puertos completamente seguidos y acumulando casi 2000 m de desnivel en apenas 30 km. La mayores pegas son el llano previo, que viniendo desde el norte resulta inevitable (salvo que se hiciera un bucle en Martigny con el Col des Planches o el vecino Champex, quedando una etapa de 190 / 200 km), y que la propia dureza de la subida final puede hacer que no haya ataques importantes en la Forclaz, con los favoritos reservando fuerzas para los últimos km de Emosson.
De todos modos, como siempre la última palabra será de los corredores. Y si se muestran combativos hay terreno más que suficiente para que se monte una buena «escabechina». Por otro lado, tenemos que avisar que el horario de la etapa es distinto al de las jornadas previas, con la llegada prevista en torno a las 16.40 h, un horario similar al que tendrá la etapa del domingo.
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8ª ETAPA (Domingo 15 junio): MEGÈVE – LE PRAZ / COURCHEVEL (131,5 km). Info oficial / Últimos km
Dificultades montañosas:
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Côte de Domancy, 2ª (km 16,5): 809 m – 2,5 km – 9,6 %
- Megève (desde el km 4,2), np (km 23,5): 1.109 m – 9,5 km – 5,7 % (cifras incluyendo Domancy)
- Col des Saisies, 1ª (km 47): 1.650 m – 13,4 km – 5,2 %
- Côte de Montagny, 1ª (km 115,5): 1.028 m – 8 km – 6,5 %
- Courchevel Le Praz,1ª (Meta): 1.267 m – 5,9 km – 7,1 % (corregido de acuerdo al perfil)
Como es habitual en Dauphiné, la carrera se despide con una etapa corta de montaña, en este caso con salida en Megève, ya de vuelta en Francia, y la estación de Le Praz, en la cota 1270 m de Courchevel, con un trazado que incluye un bucle inicial, con subida al propio Megève por Domancy antes del Col des Saisies, dando paso a un largo tramo llano previo al encadenado final, con Montagny, que cuenta con 7 km iniciales a casi el 7%, y tras su descenso la subida a Le Praz, con 6 km también rondando el 7% de media. Una llegada exigente y que puede ser muy emocionante si la clasificación está apretada, aunque de todos modos su catalogación como 1ª resulta exagerada.
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Perfil de Le Praz (desde cota 845 m a 1260 m)
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Croix du Saget / Meribel-Village (hasta la cota 1350 m + 0,8 km finales al 7%)

Alternativa desde Albertville, con Saget + Meribel antes del descenso hasta Le Praz. La distancia total sería de 154 km
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Participación
Como ocurre casi todos los años en esta carrera, el nivel de la participación es a priori excelente, incluyendo a gran parte de los mejores vueltómanos de la actualidad, y en esta edición contando también con una buena presencia de clasicómanos, que en un recorrido que incluye tantas etapas de media montaña tienen muchas oportunidades de lucimiento. En total, son de la partida 168 corredores, 8 menos que en 2013 al participar 21 equipos en lugar de los 22 de año pasado.
Sin contar a corredores que han participado en el reciente Giro, como Quintana o «Purito», la principal ausencia es Alejandro Valverde, doble ganador de la prueba (2008 y 2009) y que en esta ocasión ha preferido la Ruta del Sur como carrera previa al Tour de Francia. De todos modos, el punto más flojo de la participación es sin duda el de los velocistas, aunque con apenas una etapa llana es lógico que hayan elegido otras pruebas.
Los grandes favoritos son sin duda Chris Froome (Sky), vigente ganador de la prueba y 4º en 2012, y que si bien este año no ha arrasado en las carreras previas, siendo baja en la Tirreno-Adriático y quedando 6º en la Volta a Cataluña, se ha impuesto ya en Omán, con triunfo incluído en la etapa reina, y Tour de Romandía; y Alberto Contador (Tinkoff Saxo), podio en 2 ocasiones, 2009-10, y que tras un 2013 decepcionante esta temporada ha recuperado su mejor nivel, ganando Tirreno Adriático, con exhibición incluída camino de Guardiagrele, y Vuelta al País Vasco; además de terminar 2º en Algarve y Volta.
Todo lo que no sea una victoria de alguno de ellos sería una sorpresa, pero en cualquier caso intentarán ponérselo difícil Vincenzo Nibali (Astana), en la situación opuesta a Contador, al haber hecho un gran 2013 pero haber empezado flojo este año, si bien es de esperar que vaya mejorando la forma de cara al Tour; Michal Kwiatkowski (Omega Pharma), uno de los corredores más brillantes en lo que va de temporada, incluyendo la victoria en Algarve y Strade Bianche, aunque se le atraganta la alta montaña; Tejay Van Garderen (BMC), 3º en la edición de 2010 con apenas 21 años y que este temporada ya ha sido podio en Omán y Vuelta a Catalunya; Andrew Talansky (Garmin), 7º en la Volta y 11º en Romandia; Jurgen Van den Broeck (Lotto Belissol), que en esta carrera suele rendir muy buen nivel, habiendo sido 3 veces top-5, aunque se le resiste el podio; Wilco Kelderman (Belkin); uno de los jóvenes más prometedores y que en el reciente Giro ya estuvo luchando por los primeros puestos, acabando finalmente 7º; Dani Moreno (Katusha), podio en 2013 y al que beneficia la ausencia de una CRI larga; y Romain Bardet (Ag2r), ganador de la Drôme Classic y 4º en la Volta.
Otros corredores importantes de cara a la general o que pueden brillar en las etapas más duras: Richie Porte, 2º en 2013, aunque lleva varios meses con problemas físicos y bajo nivel, Mikel Nieve, top-10 en Tirreno y un gregario de lujo, Geraint Thomas, ganador de Bayern-Rundfhart y podio en E3, y Vasil Kiryienka, 6º en 2012 (Sky); Jacob Fuglsang, 4º en 2013 y 6º en 2009, y Tanel Kangert (Astana); Ryder Hesjedal (Garmin), 9º en el reciente Giro, pese a la caída de la CRE; Simon Spilak, 2º en Romandía y 4º en País Vasco, y Yury Trofimov (Katusha); Dani Navarro, 5º el año pasado, Rein Taaramae, Jerome Coppel, 5º en 2010, Yoan Baggot, Nicolas Edet y Luis Angel Maté (Cofidis); Beñat Intxausti, 6º en Romandía, Igor Antón, John Gadret y Silwester Szmyd (Movistar); Leopold König, 4º en la Bayern Rundhfart, y Jan Barta (Team NetApp); John Darwin Atapuma, Peter Stetina, 6º en California, y Peter Velits (BMC); Thomas Voeckler (Europcar), vencedor de etapa el año pasado y 10º en 2011; Damiano Cunego (Lampre Merida), 4º en Strade Bianche y Lugano; el joven Adam Yates (Orica GreenEdge), ganador de la Vuelta a Turquía y 5º en California; Haimar Zubeldia (Trek), 2º en 2010 y top-10 otras 3 ocasiones; Damiano Caruso y George Bennett (Cannondale); Kenny Elissonde y Pierrick Fedrigo (FDJ.fr).
En cuanto a los clasicómanos y corredores «todoterreno», además de algunos destacan Simon Gerrans, ganador en Lieja y Down Under, además de podio en Amstel, Daryl Impey e Ivan Santaromita, campeón de Italia (Orica GrenEdge); Greg Van Avermaet (BMC), 2º en Het Nieuwsblad y en Tour de Flandes; Tony Gallopin, podio en la Flecha Brabanzona y también entre los primeros en Harelbeke y Estrella de Besseges, y Jurgen Roelandts, podio en Tour de Qatar (Lotto Belissol); Sylvain Chavanel (IAM Cycling), podio en los 4 Días de Dunkerque y en la Vuelta a Bélgica, con victoria de etapa incluída; Filippo Pozzato (Lampre Merida); Julien Simon (Cofidis), ganador del GP de Plumelec y podio en la Sarthe, Finestere y Adelie de Vitre, acabando también entre los primeros en el Critérium; Arthur Vichot (FDJ), campeón de Francia y podio en París-Niza; Jan Bakelandts y Zdenek Stybar, 5º en Roubaix y 7º en San Remo (Omega Pharma); Ramunas Navardauskas, ganador en la Sarthe, y Sebastian Langeveld, top-10 en Roubaix y Tour de Flandes (Garmin Sharp); Lars Boom, Jonathan Hivert y Lars Petter Nordhaugh (Belkin); Giovanni Visconti (Movistar) y Cyril Gautier (Europcar), 6º en Niza.
Entre los velocistas sobresalen Arnaud Demare (FDJ.fr), ganador de los 4 Días de Dunkerque y del Tour de Picardie, en ambos casos con 2 victorias de etapa incluídas; Giacomo Nizzolo (Trek Factory), que rozó la victoria en bastantes etapas del reciente Giro, con nada menos que 4 segundos puestos y un 3º; Gianni Meeersman (Omega Pharma), ganador de la regularidad en 2013 y este año vencedor del Trofeo Platja de Muro, además de podio en Ses Salines y Drome Classic; y el veterano Thor Hushovd (BMC), aunque ya está lejos de sus mejores momentos.
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En cuanto a la retransmisión televisiva, incomprensiblemente la carrera no se podrá ver en abierto en España, ni siquiera por Teledeporte, que lo daba otros años y donde parece que a sus responsables cada vez les interesa menos el ciclismo, aunque si a través del canal de pago Eurosport y online gracias a varias páginas de streaming -> enlaces en steephill.tv.
Enlazamos los videos de las mejores etapas de esta edición, destacando sobre todo la sorprendente jornada de Le Praz, en la que la combatividad de los corredores, con una fuga masiva de inicio, y el flojo equipo del líder, el cual a pesar de todo se defendió como un campeón, acabaron provocando una de las etapas más espectaculares de los últimos años:
Tarare – Col du Beal -> https://www.youtube.com/watch?v=pIAWEAnzuAg
Sisteron – La Mure -> https://www.youtube.com/watch?v=gd1iGVldGsA
Ville le Grand – Finhaut Emosson -> https://www.youtube.com/watch?v=RRnHY-5CRvY
Megeve – Le Praz Courchevel -> https://www.youtube.com/watch?v=B1lMG7aLqTE
Saludos.