Durante esta semana, entre los días 2 y 9 de junio, se disputa la 65ª edición del Critérium del Dauphiné, una de las carreras por etapas más importantes de toda la temporada y conocida tradicionalmente como la “antesala del Tour de Francia”.
Creada en 1947 por Georges Cazeneuve y organizada hasta hace muy pocos años por el periódico «Le Dauphiné Libéré«, esta carrera siempre ha estado muy condicionada por 2 aspectos principales: la zona donde se celebra, el Delfinado, una región histórica francesa situada en los Alpes y que se corresponde en su mayoría con los actuales departamentos de Isère, la Drôme y Hautes-Alpes; y su situación en el calendario, disputándose sólo unas semanas antes del inicio del Tour de Francia.
Históricamente el nombre oficial de la prueba ha sido «Critérium du Dauphiné Liberé», al ser organizada por el diario del mismo nombre, pero en 2010 pasó a manos de ASO, «Amaury Sports Organization», los mismos organizadores de Tour de Francia, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y París-Niza (esta última desde 2002), entre otras pruebas, además de otras competiciones deportivas como el rally Dakar, perdiendo el apellido de Liberé y quedándose en Critérium del Dauphiné, a secas.
La unión de duros recorridos con el hecho de ser una prueba que tradicionalmente ha servido como preparación para el Tour ha dado lugar a un palmarés impresionante, incluyendo a todos los corredores que han vencido en 5 ocasiones la «Grande Boucle»: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain. También figuraba hasta el año pasado Lance Armstrong, pero su sanción a perpetuidad ha hecho que las 2 ediciones en que logró inicialmente la victoria, 2002 y 2003, queden vacantes de ganador, al igual que todas las demás pruebas que venció entre 1998 y 2005.
El record de triunfos en la general del Critérium Dauphiné es compartido entre Nello Lauredi (1950, 51 y 54), Luis Ocaña (1970, 72 y 73), Bernard Hinault (1977, 79 y 81) y Charly Mottet (1987, 89 y 92) y todos ellos con 3 victorias. En nº de podios también destaca Bernard Thévenet, con 2 victorias, 3 segundos puestos y un 3º conseguidos en la década de los 70. En cuanto a los españoles, es una de las pruebas internacionales más propicias, ya que además de Ocaña e Indurain consiguieron la victoria Valentín Uriona (1964), Iván Mayo (2004), Íñigo Landaluze (2005) y Alejandro Valverde (2008-09). También cabe destacar los 2 podios de Francisco Galdós (1978-79) y más recientemente Alberto Contador (2009-10). En total, 10 triunfos en la general, sólo por detrás de los 31 de los ciclistas galos.
El año pasado la victoria fue para el inglés Bradley Wiggins, que revalidó su triunfo de 2011 merced a su gran rendimiento en la contrarrelojs, siendo 2º en el prólogo y vencedor de la CRI larga, y a aguantar entre los mejores en la montaña. Le siguieron en el podio los australianos Michel Rogers, compañero de equipo de Wiggins, y Cadel Evans, consiguiendo su 5º podio en esta prueba, mientras que Chris Froome terminó 4º, en una edición marcada por el abrumador dominio del equipo Sky.
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Recorridos
Como decíamos anteriormente, los recorridos de Dauphiné suelen ser muy exigentes, siendo una de las pruebas que históricamente más ha apostado por la alta montaña. De hecho, normalmente hay una etapa reina con similar dureza a la que puedan tener las de las Grandes Vueltas, aparte de varias jornadas con final en alto o algún puerto muy duro cerca de meta. Además suele haber un buen balance entre puertos míticos (Mont Ventoux, Galibier, Croix de Fer, etc) y otro menos conocidos pero también de mucha exigencia, aprovechando zonas bastante olvidadas por el Tour de Francia, como los alrededores de Grenoble.
Los organizadores tampoco han tenido ningún complejo en incluir prácticamente todos los años una larga crono individual, normalmente superando los 40 km, además de la habitual crono corta en forma de prólogo que abre la carrera. Esto ha provocado recorridos muy duros pero equilibrados entre croners y escaladores, dando oportunidades de lucimiento a corredores de características muy diferentes. Incluso en los últimos 5 años, con la reducción de los km contra el crono en las GV, ha habido ediciones con parecida o incluso superior cantidad de CRI en sólo 8 días que las 3 semanas completas de Giro, Tour y Vuelta (aunque este año no será así).
No obstante, centrándonos en los últimos años, no todo ha sido tan positivo (al menos en nuestra opinión), ya que a pesar de haber jornadas muy atractivas por sí solas su colocación dejaba mucho que desear, siendo el mayor mayor problema la distribución de las etapas montañosas: amontonadas en la 2ª mitad del recorrido y con un orden que no beneficiaba que fueran aprovechadas por los corredores. Creemos que hubiera sido mejor repartirlas un poco más o incluso sustituir alguna de ellas por una etapa llana o de media montaña, a cambio de cargar más el resto.
En 2011 mejoró la colocación, con las etapas claves más distribuidas a lo largo de la prueba, pero en el lado negativo se abusó de los finales en alto, con 4 llegadas de este tipo y 3 de ellas en la subida más dura del día, quedando la lucha por la general muy reducida a los km finales. En 2012 el recorrido tenía variedad, pero estaba muy desequilibrado en favor de los croners, con 60 km de CRI y sólo una etapa con grandes puertos cerca de meta, quedando la general prácticamente decidida desde la 4ª jornada. Y tampoco ayudó el exagerado dominio del Sky, que controló la prueba a su antojo.
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Recorrido Dauphiné 2013
Si los recorridos de las últimas ediciones ya habían sido muy diferentes entre sí, el trazado de este año supone un fuerte cambio respecto a la tradición de la prueba, tanto en el tema de las contrarrelojs, sustituyéndose el habitual prólogo por una etapa en línea y con una crono individual más corta de lo normal (aunque se mantiene su colocación, en mitad de la prueba); como sobre todo en el de la montaña, ya que se reduce la dureza de la alta montaña y a cambio se aumenta el protagonismo de la media montaña y los recorridos nerviosos, no habiendo ninguna jornada realmente llana. Por otro lado, también se reducen los kilometrajes, no pasando ningún día de los 200 km y sólo en 2 ocasiones de los 170.
Así pues, el Critérium Dauphiné 2013 se inicia con una etapa en línea circular de media montaña, con salida y llegada en Champery, en Suiza, y las subidas a Corbier y Morgins, además de la irregular ascensión final, en los últimos 50 km. Al día siguiente, nueva etapa de media montaña, con puertos en general más modestos pero de constante «sube y baja» en los 70 km finales, terminando en la localidad de Oyonnax. La 3ª etapa, con llegada en Tarare, es a priori la más sencilla, con sólo 2 puertos y no muy duros, aunque el último de ellos a sólo 10 km de meta, por lo que los sprinters tendrán que sufrir para tener su oportunidad. El 4º día llega la crono individual, con 32,5 km llanos en Villars les Dombes, «la tierra de los 1000 lagos», siendo una contrarreloj muy favorable para los especialistas.
Superada la mitad de la prueba, la 5ª etapa terminará en el inédito Valmorel, un buen 1ª (aunque marcado como HC) pero al que se llegará sin apenas desgaste por el poco kilometraje y ausencia de grandes puertos. Al día siguiente final en Grenoble, con 2 puertos duros, Barioz y Ayes, pero muy lejos de meta, quedando a priori para escapadas consentidas. La 7ª etapa, con final en Superdevoluy, es globalmente la más dura, estrenando el Col de Sarenne por Alpe d´Huez, que repetirá en el Tour, y con el Col du Noyer (hasta la cota 1100 se llega por otra variante) a 12 km de meta, formando un gran encadenado con la subida final. Y como cierre de la prueba, una jornada de alta montaña con llegada en Risoul (el inicio es por otra variante), estación de esquí que ya fue final de etapa en 2010, y teniendo que superar también el Col de Vars, con 5 km finales al 9%, si bien el resto de la etapa no incluye más puertos de entidad.
En resumen, un recorrido muy movido, con alicientes todos los días, pero donde se echa en falta una auténtica etapa reina, además de mayores kilometrajes, ya que Valmorel es básicamente unipuerto, Superdeveloy tiene un largo tramo para reagrupamientos antes de Noyer y en el caso de Risoul sólo se sube antes Vars. De hecho, en toda la prueba hay un HC (real, no «inflado»), cuando en años anteriores nunca se había bajado de 2, llegando incluso a 4 en algunas ediciones. Y por ejemplo en el caso de Valmorel, una subida constante pero no rompedora por sí sola, era totalmente factible haber incluído justo antes el Col de la Madeleine, lo que además hubiera hecho que el kilometraje de la etapa fuera más lógico.
Un recorrido basado en la media montaña no tiene por qué ser malo, incluso puede resultar más entretenido. Pero ya hay muchas carreras con ese tipo de trazado (París-Niza, Tirreno-Adriático, País Vasco, etc), mientras que hay muy pocas donde se pueda disfrutar de una alta montaña como en los recorridos habituales de Dauphine. Además, ni siquiera es una apuesta verdadera por los trazados nerviosos, ya que finales como Valmorel y Risoul pueden hacer que los favoritos no se tomen en serio el resto de jornadas. Da la sensación de que ASO quiere convertir la carrera en un entrenamiento de cara al Tour, reduciendo la dureza de la alta montaña y los kilometrajes, además de «calcar» parte del recorrido para atraer a los favoritos: CRI de similar distancia, Col de Sarenne, etc.
No obstante, creemos que también hay aspectos positivos, como la mencionada presencia de alicientes en todas las etapas (aunque tampoco hubiera estado mal incluir una jornada llana, para que los sprinters puros también tuvieran su oportunidad); los buenos encadenados de Noyer + Superdevoluy y Vars + Risoul, dando opciones para mover la carrera desde lejos, algo que también es posible en la nerviosa jornada inicial; la colocación de la crono a mitad de la prueba, pudiendo favorecer que la montaña posterior sea más aprovechada; y la inclusión de varios puertos poco utilizados o directamente inéditos en el ciclismo profesional, aunque alguno de ellos, como Sarenne, este incluído «con calzador».
En cualquier caso, como siempre la última palabra será de los corredores. Ójala muestren una actitud valiente y ambiciosa durante toda la prueba, brindando un buen espectáculo a los aficionados. Aunque se echa de menos una mayor dureza en la alta montaña, terreno hay para ello.
Análisis etapa por etapa
1ª ETAPA (Domingo 2 junio): CHAMPERY – CHAMPERY (121 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Côte de Morgins, 1ª (km 12,5): 1.360 m – 9,2 km – 6 %
- Le Jotty, np (65): 710 m – 2,7 km – 5,6 %
- Col du Corbier, 1ª (km 76): 1.230 m – 7,6 km – 7,5 %
- Pas de Morgins, 2ª (km 101,5): 1.381 m – 4,5 km – 6,7 %
- Côte de Champéry, 3ª (km 120): 992 m – 6,9 km – 3,3 % *la altitud está mal
En lugar del tradicional prólogo, la carrera se inicia con una etapa en línea muy corta, con salida y llegada en Champery, localidad suiza donde se encuentra la estación invernal de «Las Puertas del sol», y un trazado circular de media montaña que incluye un doble paso por Morgins, el duro Corbier y la irregular subida final, coronándose a sólo un km de meta.
Los primeros km, por la misma ruta que se recorrera al final de la etapa pero en sentido contrario, son de descenso, pero al llegar a las cercanías de Troistorrents y girar a la izquierda comienza la subida al primer puerto de esta edición, Morgins, ya incluído en la etapa reina del pasado Tour de Romandia (aunque lejos de meta) y que por esta vertiente cuenta con un tramo de 5 km al 8 %, suavizando cerca de la cima para un total de 9,2 km al 6 % según cifras oficiales, siendo muy probable que haya una gran batalla en sus rampas por formar la escapada del día.
Una vez coronado Morgins, en la frontera entre Suiza y Francia, suave descenso seguido por un largo tramo de falsos llanos en dirección a Thonon les Bains, aunque antes de llegar a esta localidad se hará un giro de 180º para volver hacia el este. A partir de ahí el terreno picará hacia arriba (incluyendo un buen repecho antes del paso por Le Jotty) en busca de La Baume, inicio de la subida mas rompedora de la etapa: el Col du Corbier, con 7,6 km al 7,5% de media y una 2ª mitad muy dura, con 4 km al 9%, siendo un buen punto para intentar seleccionar el grupo. Este puerto ya se subió en la edición de 2012, en una etapa también muy corta, con final en Châtel y victoria para Dani Moreno por delante de Luis León Sánchez y Cadel Evans -> clasificación /video.
Una vez en la cima, a 45 km del final de la etapa, complicado descenso (hasta el cruce del km 5,7), incluyendo una zona plagada de curvas, en dirección a Bonnevaux y La Solitude, donde tras llegar a la carretera principal y girar a la derecha da comienzo un tramo de falso llano ascendente en busca de Châtel, aunque no se llegará directamente a esta localidad sino que unos km antes se tomará un desvío por una carretera paralela para subir entero el duro repecho que en la jornada de 2012 fue final de etapa, siendo en este caso el inicio de la subida a Morgins. Desde Châtel hasta la cima se circulará por la misma carretera que se utilizó como descenso en la 1ª parte de la etapa.
Terminada la subida a Morgins, a unos 20 km para la línea de meta, descenso por la vertiente E, con una carretera ancha y en perfectas condiciones hasta llegar al cruce de la cota 750 m, donde se abandonará la vía principal en busca de Troistorrents y la irregular subida final a Champery. Los datos exactos de la ascensión no están claros, ya que la información oficial no coincide con el perfil de cyclingcols (del km 16,2 al 8,2) ni con el de salite, y tampoco con la medición sobre mapa. En cualquier caso, parece que el primer tramo son 3,5 km al 5,5% hasta Val d´Illiez, donde un altillo da paso a una corta bajada y 1 km picando hacia arriba antes de reanudar la subida con 2 km al 4,5%, siendo el km previo a meta relativamente llano. Esto último no coincide con el perfil oficial, donde la subida prosigue hasta meta, pero dado que las altitudes están mal no parece muy fiable.
Un inicio de carrera explosivo, con una etapa corta pero exigente que puede dar un buen susto a los favoritos que hayan llegado cortos de forma, sobre todo si hay ataques serios ya en Corbier, con un tramo posterior muy «pestoso» y las subidas a Morgins y Champery bien encadenadas. Seguramente lo más probable es que se resuelva mediante un sprint reducido, pero tampoco seria raro que triunfara una escapada si ningún equipo quiere asumir la responsabilidad en el pelotón el primer día.
En cuanto a las posibles alternativas, había varias opciones para haber endurecido la ruta, ya fuera con pequeñas cotas, por ejemplo subiendo Vernaz antes de Corbier, como en la etapa del año pasado; o con grandes ascensiones, pudiendo bajar Morgins entero para afrontar Les Giettes (hasta el km 2,3) antes de la subida a Champery, que se haría desde Monthey. Pero siendo la 1ª jornada tampoco parece necesario hacerla más selectiva, algo que si se echa muy en falta en otras etapas, especialmente la de Valmorel.
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2ª ETAPA (Lunes 3 junio): CHATEL – OYONNAX (191 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Côte de Mornex, 3ª (km 74,5): 558 m – 2,6 km – 4,7%
- Côte de Chez Fauraz, np (km 83): 845 m – 11,4 km – 3,6% *incluyendo Mornex
- Côte de Mons, 4ª (km 120,5): 357 m – 1 km – 5,5% *sigue subiendo
- Côte de Lancrans, 3ª (km 136): 543 m – 3,1 km – 5,2%
- Côte de Communal, 2ª (km 151,5): 1.012 m – 5,6 km – 6,3% *sin contar subida previa
- Côte de La Merle, np (km 161,5): 865 m – 3 km – 4 %
- Côte du Bugnon, 4ª (km 168,5): 970 m – 1,9 km – 6,1 %
- Col du Sentier, 3ª (km 179,5): 990 m – 2,7 km – 7,6 %
La etapa más larga de toda la prueba, con 191 km entre las localidades de Châtel y Oyonnax, ya en Francia, y con un recorrido de media montaña que incluye hasta 6 cotas puntuables, 5 de ellas en un tercio final muy rompepiernas, sin apenas llano y con la última subida, el Col du Sentier (marcado exageradamente de 2ª), a menos de 12 km para la línea de meta, la mayoría de bajada.
Los primeros 65 km, hasta llegar a Annemasse, no tienen ninguna complicación especial, recorriendo al inicio parte de la ruta de la etapa previa. Pero al dejar atrás esta localidad comienza la subida al primer puerto de la etapa, la cota de Chez Fauraz, con 11,4 km al 3,6% de media. Incomprensiblemente, los organizadores sólo han contado el primer tramo (hasta el km 10,9), hasta pasado el pueblo de Mornex, pese a que la ascensión continúa durante bastantes km. Es cierto que hay un llano intermedio, pero la subida posterior hasta Chez Fauraz es más dura que Mornex, asi que en caso de partirlo lo lógico sería puntuar también ésta última.
Terminada la subida hay una zona de falsos llanos antes de comenzar el largo e irregular descenso hacia Frangy, pasando por las localidades de Cruseilles y Cercier y con un suave repecho intermedio donde estará situado el avituallamiento. Al acabar la bajada hay unos 10 km más o menos llanos, circulando por el valle de Les Usses, hasta llegar a los alrededores de Chessenaz e iniciar la subida a Mons-Vanzy. Al igual que en el puerto previo, oficialmente sólo han contado la 1ª parte de la subida, cuando en realidad son 4,5 km cercanos al 5% de media. En cualquier caso, a partir de esta cota el recorrido es un «sube y baja» constante, sin grandes rampas pero muy rompepiernas.
Coronado Vanzy, pequeño tramo llano antes de la bajada hacia Bellegarde sur Valserine, una población que fue final de etapa en el Tour 2012, con triunfo para Thomas Voeckler -> clasificación en el día que se estrenaba Grand Colombier en el Tour, pero que en este caso marca el inicio de la larga subida «en escalera» a Communal. El primer tramo se corresponde con la cota de Lancrans (hasta el km 9,2), de unos 4 km al 5 % de media, para tras una zona de falso llano y un corto descenso afrontar la subida a Montagnes, con alredededor de 2,5 km al 4-5%. Poco después de esta localidad comienza la subida propiamente dicha a Communal, con alrededor de 6,8 km al 6% de media, aunque oficialmente solo cuenta el tramo desde Champfromier hasta la cima.
Superado el puerto se crestea durante varios km en busca de Giron, localidad que da paso a un fuerte descenso, con carretera estrecha aunque pocas curvas, hasta el torrente Le Semine, donde comienza la subida a Belleydoux – La Merle, que con 3 km al 4 % se podría considerar de 4ª categoría. Poco después de Merle llega la cota de Bugnon, con casi 2,5 km al 6 %, para tras el falso llano de la cima afrontar el descenso, por una vía secundaria aunque muy tendida, hasta los alrededores de Charix, donde al girar a la derecha comienza la subida al último puerto del día, el Coul du Sentier: corto pero con buena pendiente, 2,7 km al 7,6%, y por una carretera que «agarra», pudiendo hacer daño si el ritmo es elevado. De todos modos, siendo tan corto creemos que es más realista considerarlo un 3ª duro.
Una vez coronado restarán apenas 11,5 km para el final de la etapa, la mayoría de descenso pero con los últimos 4 km relativamente llanos, si bien con tendencia favorable, hasta la llegada en Oyonnax, con la línea de meta situada en la avenida Cours de Verdun tras una recta de aproximadamente medio km. En definitiva, una etapa exigente por el kilometraje y la cantidad de pequeños puertos a superar en el tercio final, dando oportunidades tanto a los movimientos individuales como al trabajo de equipo. El resultado es bastante impredecible, siendo una jornada propicia para la fugas pero que también podría decidirse mediante un sprint reducido.
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3ª ETAPA (Martes 4 junio): AMBERIEU EN BUGEY – TARARE (167 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Col des Echarmeaux, 3ª (km 119,5): 692 m – 10,6 km – 3%
- Col des Ecorbans, np (km 125): 835 m – 2,5 km – 5,2 %
- Col des Sauvages, 3ª (km 167): 711 m – 4 km – 5,5 %
En vísperas de la crono individual, etapa a priori de transición entre las localidades de Amberiue en Bugey y Tarare, en los alrededores de Lyon, incluyendo sólo 2 cotas puntuables aunque en el tercio final, con el Col des Sauvages, a menos de 10 km de meta, casi todos ellos de suave descenso, lo que dará emoción al último tramo de la etapa.
La 1ª mitad de la ruta, en el departamento de Ain, es casi completamente llana, incluyendo el paso por las localidades de Lagnieu y Châtillon sur Chalaronne. Sin embargo, al cruzar el río Saone y llegar a Lancié, donde estará el avituallamiento, el recorrido empieza a complicarse con varios repechos, si bien no será hasta unos km más tarde cuando se afronte la 1ª cota del día. Oficialmente se ha marcado el puerto a la altura de Echarmeux, pero en realidad la subida termina antes, en Chenelette, con 6,6 km al 4,8% de media (aproximadamente), para tras una zona de falsos llanos que incluye Echarmeux tener que afrontar el Col des Ecorbans, con 2,5 km al 5,2% y cuya cima estará situada a 42 km del final de la etapa.
El descenso de Ecorbans dará paso a un largo tramo más o menos llano, aunque con tendencia favorable, hasta los alrededores de Amplepuis, donde el terreno empezará a picar hacia arriba en busca del Col des Sauvages, con unas cifras oficiales de 4 km al 5,5% de media. Una subida modesta pero que puede seleccionar el grupo si hay batalla. Una vez coronado Sauvages restarán apenas 9,5 km para la línea de meta, la mayor parte de descenso pero con los últimos 3 km, ya en las calles de Tarare, prácticamente llanos e incluso con la recta de meta, en la avenida Edouard-Herriot, picando hacia arriba.
Globalmente, la etapa más blanda de esta edición de Dauphiné, aunque la presencia de Sauvages tan cerca de la llegada hace que el resultado vuelva a ser imprevisible, con opciones de nuevo para las escapadas lejanas, los corredores que busquen la sorpresa en los últimos km, y los velocistas que superen bien las pequeñas cotas, siendo un final similar al de la jornada previa.
En cuanto a posibles alternativas, la ruta se podría haber endurecido considerablemente, ya que la zona por donde transcurre la 2ª mitad de la etapa está plagada de carreteras secundarias y pequeños puertos. Por ejemplo, en lugar de acabar directamente en Tarare tras Sauvages se podría añadir un bucle con el Col de la Croix Paquet, 2 km al 9,5%, y la cota de Saint Clement-La Molandiere, encadenándose 3 puertos en los últimos 30 km.

Alternativa desde Amplepuis, con Sauvages, Croix Paquet y La Molandiere. La distancia total sería de 180 km
Este final tipo clásica, además de ser a priori más espectacular, también hubiera sido bueno para ordenar la general de cara a la contrarreloj, haciendo que los favoritos salieran los últimos. Eso si, teniendo en cuenta el recorrido global de la carrera, en caso de endurecer esta jornada quizás sería conveniente hacer mas llana la de Grenoble. O al revés, dejar ésta tal cual y hacer más selectiva esa etapa.
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4ª ETAPA (Miércoles 5 junio): VILLARS LES DOMBES – PARC DES OISEAUX (CRI) (32,5 km). Rutómetro / Últimos km
En el ecuador de la prueba llegará una etapa clave para la lucha por la clasificación general, una crono individual de 32,5 km completamente llana y con un trazado en forma de 8, con salida en la localidad de Villars les Dombes y llegada en el cercano parque zoológico de Le Parc des Oiseaux, muy cerca del propio inicio de la crono.
Durante la etapa se circulará por carreteras secundarias, pero en general en buenas condiciones, con largas rectas antes y después de Versaillux, localidad por la que se pasará en la 1ª parte de la crono, y habiendo zonas abiertas pero también varios tramos de bosque, como el tramo donde estará situada el primer punto de cronometraje intermedio. Sin embargo, a la altura del km 15 y tras un giro cerrado a la derecha, se tomará una pista muy estrecha y con el asfalto regular (salvo que se haya arreglado recientemente) hasta el pueblo de Joyeux. Tras el paso por esta localidad se entrará en una vía en mejor estado, aunque también muy secundaria, en busca del 2º punto de cronometraje, situado en el km 21,5. Justo después y tras un fuerte fuerte giro a la izquierda (en un cruce donde se cierra el bucle central de la crono) se alcanzará una carretera algo más principal, volviendo hacia Villars les Dombes a través de largas rectas muy favorables para los grandes rodadores, donde el viento puede ser clave al ser una zona muy abierta. Ya cerca de meta se circulára por la D1083 en busca del parque ornitológico.
En resumen, una crono por carreteras secundarias pero muy favorable para los especialistas capaces de mover grandes desarrollos, aunque debido a su kilometraje medio, más corto de lo que es habitual en esta carrera, las diferencias no deberían ser muy grandes entre los primeros, quedando una general muy abierta antes de las etapas de montaña. En los últimos años las cronos largas de Dauphiné han rondado los 45 km, con un mínimo de 42 km en 2011 (aunque con el trazado más duro, incluyendo 2 pequeños puertos), y un máximo de 53 km en la pasada edición, destacando los resultados de Tony Martin, gran favorito también este año, y Bradley Wiggins: 1º y 2º en las 2 últimas cronos, aunque intercambiando los puestos.
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5ª ETAPA (Jueves 6 junio): GRESY SUR AIX – VALMOREL (138,8 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Côte de Trévignin, 3ª (km 25,5): 608 m – 4,4 km – 6,6 %
- Côte de Le Châtelard, np (km 52,5): 750 m – 5,4 km – 3,2 %
- Col du Frêne (incluye Chatelard), 4ª (km 67): 950 m – 1,9 km – 6 %
- Côte de la Croix, 4ª (km 111): 487 m – 2,3 km – 4,1 %
- Montée de Valmorel, HC (Meta): 1.369 m – 12,7 km – 7 %
Etapa muy corta con salida en Gresy sur Aix y final en la estación de esquí de Valmorel, una subida inédita en el ciclismo profesional con alrededor de 13 km al 7% de media, aunque con un recorrido previo muy decepcionante, con Trevignin y Frene como dificultades más reseñables.
El inicio de la etapa es muy peculiar, ya que se hará un bucle en torno a la localidad de Gresy con un primer paso por Trevignin que no viene en el perfil, al hacerse de un modo neutralizado, dándose el inicio oficial justo después de coronar. Tras el 2º paso por esta cota, que cuenta con unas cifras oficiales de 4,4 km al 6,6%, se entrará en una zona de pequeños repechos antes de la tendida subida a le Chatelard y el Col du Frêne, aunque sólo los 2 km finales de este último tienen cierta dureza, alcanzando un 6 %.
El complicado descenso de Frene, por buena carretera pero lleno de curvas (incluyendo un tramo con 12 «herraduras» en poco más de 4 km) llevará a los corredores hasta la orilla del río Isere, dando paso a un largo tramo llano en busca de Albertville y la Bathie, con el sprint intermedio situado en esta última. Después de La Bathie se cruzará al otro lado del río, teniendo que superar la modesta cota de la Croix, con algo más de 2 km al 4%, aunque en seguida vuelve el llano hasta los alrededores de Aigüeblanche, donde a unos 13 km para el final se tomará el desvío hacia Valmorel. Se trata de una subida de dificultad media, sin rampas duras y por buena carretera pero con la pendiente muy regular entre el 6 y el 8% durante casi toda la ascensión -> perfil cyclingcols / perfil salite, con lo más exigente en su 1ª mitad, con un tramo de 6 km al 7,5 % hasta Le Fey, y un final más blando, si bien de acuerdo al perfil oficial ronda el 6,5 %.

El perfil oficial de Valmorel, con casi 13 km al 7 %
Una etapa para corredores explosivos, con una interesante subida final pero incluyendo muy poca dureza previa. El resultado dependerá mucho de la actitud de los corredores, ya que Valmorel no es rompedor por si solo y tiene las zonas más duras lejos de la cima, por lo que si los favoritos esperan a los últimos km es probable que no haya casi diferencias entre ellos. No obstante, si hay un fuerte ritmo desde el inicio tiene suficiente longitud como para hacer daño.
En cualquier caso, pese a la buena noticia de que se estrene Valmorel, el diseño de la etapa es muy decepcionante, ya que el interés de esta subida tiene más que ver con la zona donde se encuentra, rodeada por grandes puertos, que con su propia dureza. En ese sentido, hubiera encajado perfecto el Col de la Madeleine, todo un clásico del Tour y cuyo descenso por la vertiente norte finaliza a sólo 5,5 km del inicio de Valmorel, pudiendo reducirse el llano subiendo este último por Saint Oyen-Le Meiller (hasta el km 2,7, con un pequeño descenso hasta llegar a Les Avanchers). Ya sólo con la Madeleine la etapa mejoraría muchísimo, pero también se podría añadir algún otro puerto, como el Grand Cucheron, quedando una etapa dura pero nada exagerado para lo que se ha visto otros años.
Y la Madeleine no era la única opción, ya que algo más blando pero formando todavía un mejor encadenado con Valmorel está el Croix du Saget, un puerto inédito con casi 14 km cercanos al 7% de media (de acuerdo a los mapas es más duro de lo que indica el perfil de cyclingcols) y cuyo revirado descenso acaba practicamente en el inicio de Valmorel.
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6ª ETAPA (Viernes 7 junio): LA LECHERE LES BAINS – GRENOBLE (143 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Côte d’Arvillard, 4ª (km 60,5): 490 m – 2,2 km – 5,3 %
- Col du Barioz, 1ª (km 80,5): 1.038 m – 7,1 km – 7,3 %
- Col des Ayes, 2ª (km 90,5): 944 m – 3,8 km – 8,1 %
- Côte de Prabert, np (km 93,5): 980 m – 1,2 km – 8,3%
- Col des Mouilles, 4ª (km 98): 1.020 m – 2 km – 6,1 %
- Côte de Les Rousses, np (km 117): 890 m – 2,9 km – 6,3 %
Después del final en alto en Valmorel, etapa de media montaña entre La Lechere, una pequeña localidad muy cercana a Aigueblanche, y la ciudad de Grenoble, conocida como la «capital de los Alpes», con los puertos de Barioz y Ayes como grandes dificultades pero situados muy lejos de la línea de meta.
Una vez que se de la salida real, en Notre-Dame de Briançon, se circulará durante bastantes km por la misma carretera de la etapa previa aunque en sentido contrario, subiendo la vertiente blanda del Col de la Croix y pasando por Albertville, aunque en este caso con una travesía por la localidad para disputar un sprint intermedio. Será poco antes del pueblo de Ailton cuando se abandone la ruta del día anterior, pasando por debajo de la autopista E70 y con una larguísima recta hasta La Rochette, donde se tomará un desvío en busca de la cota d´Arvillard, con 2,4 km finales al 5,5 % de media.
Despues de coronar habrá varios repechos tendidos, con paso incluído por Allevard, localidad de inicio de la dura subida (hasta el km 4) donde terminó la etapa reina en 2011 (con victoria para Joaquím Rodríguez -> clasificación / vídeo), hasta llegar a la pequeña población de Sailles le Bas, donde tras un giro a la izquierda comienza la subida más dura de la jornada, el Col de Barioz, con unas cifras oficiales de 7,1 km al 7,3% de media (de acuerdo a los mapas serían 7,5 km al 7,5%). La parte más exigente está al inicio, con un tramo de 4 km al 8%, pudiendo seleccionar el grupo si hay buen ritmo. Avisar que el perfil que hay a continuación es de otra variante, coincidiendo sólo los 2,8 km finales, ya que no hemos encontrado ninguno de la subida completa por Sailles.
Una vez coronado, a 53 km del final de la etapa, rápido descenso hasta la localidad de Theys, donde sin nada de llano comienza Col des Ayes, una subida muy corta (al menos desde este cruce) pero con una pendiente dura: 3,8 km al 8,1 % de media según datos oficiales, aunque la carretera está en perfectas condiciones -> visualizar en streetview. En cualquier caso, puede hacer daño si hay un ritmo elevado, sobre todo a los corredores que ya lo hayan pasado mal en Barioz, al no haber apenas terreno para recuperar.
Superado Ayes no habrá casi descenso, encadenándose 2 pequeñas cotas: la subida no puntuable a Prabert, con 1,2 km iniciales a más del 8 %, y el Col des Mouilles, éste sí marcado como puerto con 2 km al 6 %, siendo una zona muy propicia para los ataques. Después de Mouilles habrá un descenso algo más largo, dando paso a un tramo llano de 5 km seguido por una pequeña bajada y un nuevo encadenado de repechos: el tendido Mas Juillen, con 2,5 km al 3-4%, la cota de Les rousses, extrañamente no puntuada pese a ser más dura que Mouilles, con casi 3 km a más del 6% de media, y la subida a Croix de Pinet, con un km al 6 %.
En esta última localidad, a unos 20 km del final de la etapa, empieza el largo e irregular descenso hacia Gieres, con un inicio muy muy tendido pero con bastante pendiente entre San Martin d´Uriage y el cruce con la carretera principal, en Uriage les Bains, siendo el tramo compartido con la vertiente N de Chamrousse (utilizado también como bajada en la etapa de 2010 y en la crono de 2011). A partir de Uriage les Bains el descenso ya es muy tendido, rondando el 2-3% hasta alcanzar Gieres, desde donde restarán 4 km llanos hasta la meta, situada en en el Boulevard Clémenceau de Grenoble.

Los últimos 85 km, con Barioz y Ayes, los repechos posteriores y la bajada hasta meta. Click para ver el mapa
En resumen, una etapa con una parte central dura y difícil de controlar, pero donde la gran distancia de los puertos a meta, con 40 km finales más sencillos, hace que a priori quede para escapadas más o menos consentidas (aunque ojo a la posibilidad de que se filtre algun corredor peligroso para la general), siendo muy poco probable que haya batalla entre los favoritos a ganar la carrera.
La ciudad de Grenoble es un fijo en esta carrera (al menos desde 1996), con los últimos antecedentes del prólogo de 2012 y la CRI larga de 2011. No obstante, tiene más sentido compararlo con los años previos, donde si fue una etapa en línea y el recorrido era parecido, con kilometrajes también cortos y llegada tras descenso y llano, aunque con el puerto duro más cerca de meta: Chamrousse en 2010, con triunfo para David Navarro, y Les Margains en 2009, con victoria para Stef Clement. En 2008 se afrontó la trilogía Granier-Cucheron-Porte, con victoria de etapa para Dimitri Fofonov.
Valorando de un modo crítico la jornada de este año, creemos que se trata de la etapa con el diseño más extraño de la prueba, ya que si los organizadores buscan que haya batalla por la general no tiene sentido la ruta de los 40 km finales (sobre todo habiendo mejores posibilidades). Y si el objetivo es una jornada más sencilla, ¿para qué incluir puertos como Barioz y Ayes?. Si que resulta muy propicia para las escapadas, pero ya hay varias jornadas que favorecen esa circunstancia en los primeros días.
Por este motivo, creemos que sería más interesante aprovechar los grandes puertos cercanos a Grenoble o, por el contrario, hacer una etapa más llana, endureciendo a cambio las otras jornadas. En el primer caso hay opciones fantásticas, como por ejemplo el encadenado de Col du Coq, un coloso inédito desde la década de los 80 con unas cifras de 12,6 km al 8,6% de media, y el Col de Porte (últimos 4,7 km), cuyo descenso finaliza justo en Grenoble, dando como resultado 50 km finales muy propicios para la batalla.
Y hay otras posibilidades, como la mencionada ruta de Granier (10 km al 8,5%) y Cucheron antes de Porte, pudiendo añadir algún otro puerto previo, como el duro Col de Marocaz, con 8 km finales al 8% -> tracks alternativa. O manteniendo un camino similar a la etapa original, al sureste del río Isere, mejorar la continuidad con varios puertos de dificultad media antes de meta, sin apenas llano en los últimos 90 km salvo ya en Grenoble -> tracks alternativa. En cualquier caso, una pena que toda esta zona, plagada de puertos y con múltiples combinaciones posibles, no se aproveche mejor en el ciclismo profesional, especialmente en el Tour.
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7ª ETAPA (Sábado 8 junio): LE PONT DE CLAIX – SUPERDEVOLUY (187,5 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Montée de l’Alpe d’Huez, HC (km 51): 1.800 m – 13 km – 8,2 %
- Col de Sarenne, 2ª (km 60,5): 1.999 m – 3 km – 7,8 %
- Col d’Ornon, 1ª (km 101): 1.380 m – 11 km – 5,8 %
- Côte des Terrasses, np (km 132,5): 840 m – 3,5 km – 6,2 %
- Col du Noyer, 1ª (km 176): 1.664 m – 11,8 km – 6,8 %
- Montée de Superdévoluy, 3ª (Meta): 1.503 m
El penúltimo día llega la etapa más dura de toda la prueba, con casi 190 km de recorrido entre Le Point de Claix, en los alrededores de Grenoble, y la estación de Superdevoluy, incluyendo casi de inicio el Col de Sarenne por Alpe d´Huez y ya en los últimos km el encadenado de Noyer y la subida a Superdevoluy, siendo un tramo final muy propicio para los ataques.
Los primeros km son bastante llanos pero enseguida el terreno empieza a picar hacia arriba, remontando el valle del río Romanche en dirección a Rochetaillee, localidad que yendo hacia el norte marca el desvío hacia el Col du Glandon pero que al seguir hacia el este da paso a un tramo llano en busca de Le Bourg d´Oisanns y Alpe d´Huez. Esta archiconocida subida, con 12 km iniciales al 8,5%, es la más icónica en la historia moderna del Tour de Francia, con 27 llegadas desde 1976, contando la del próximo Tour, varias de ellas decisivas -> historia y altimetrías de Alpe d´Huez. Sin embargo, será sólo la 2ª ocasión en que se incluya en el Critérium Dauphiné, con el único antecedente de la llegada en la edición de 2010, con triunfo de etapa para Alberto Contador -> clasificación / vídeos aunque la general se la acabó llevando Janez Brajkovic.
De todos modos, en este caso no se utilizará como llegada, sino que se estrenará como puerto de paso camino del inédito Col du Sarenne, una subida que por esta vertiente cuenta con 3 km a casi el 8 % de media … pero que sumando los datos de Alpe d´Huez se convierte en un auténtico coloso, acercándose a los 350 de coeficiente, lo que le llevaría a entrar en la lista de puertos más duros en carrera. No obstante, debido a los 6 km posteriores a la estación, en los que globalmente se pierde altitud, quizás sea más realista marcarlos por separado.
Una vez coronado, largo e irregular descenso en dirección a Mizoen y Les Albergues, con 7 km iniciales muy complicados por la pendiente y el trazado de la carretera, incluyendo múltiples curvas, aunque se ha reasfaltado para reducir su peligrosidad. Al acabar la bajada, que incluye un repecho intermedio a partir de Freney d´Oisans, hay varios km de llano en busca de un nuevo paso por Bourg d´Oisans, en cuyos alrededores y tras tomar un desvío hacia el sur se inicia el Col de Ornon, con unas cifras aproximadas de 10,2 km al 6,2 % de media (sin contar falso llano inicial y final) -> perfil por tramos, pudiendo considerarse tanto un 1ª blando como un 2ª duro.
El largo descenso de Ornon, muy tendido salvo los primeros 5 km, llevará a los corredores hasta los alrededores de Valbonnais, entrando en una zona muy «pestosa», sin grandes puertos pero plagada de repechos, entre los que destaca la cota de Terrasses, no puntuada por los organizades pero que con 3,5 km a mas del 6 % (sin contar el falso llano final) se podría haber marcado perfectamente como un 3ª.
Después de Terrases los corredores tendrán que superar Haut Quet, Corps y L´Hopital, repechos tendidos pero que no permitirán una marcha cómoda, hasta llegar a La Guinguette, donde se tomará una carretera secundaria en busca del Col du Noyer. Los primeros 5,5 km son tendidos, rondando el 5%, pero al dejar atrás la población de Noyer, donde esta vertiente se junta con la que llega desde Poligny, la pendiente se endurece, afrontando la parte más llamativa de la subida: 6,2 km finales al 8,6% -> perfil salite, con los 2 últimos km al 10% de media y rampas sostenidas del 13%, mientras la carretera asciende «colgada» de la montaña con un trazado espectacular -> galería fotográfica / vídeo, pudiendo romperse totalmente el grupo si los corredores se muestran combativos. Indicar que esta vertiente es inédita como subida, si bien se ha pasado varias veces en el Tour como descenso, la última en 2010.
Una vez coronado, a menos de 12 km del final de la etapa, rápido descenso (hasta el km 7,7) en dirección a St. Etienne en Devoluy, aunque poco antes de esa localidad se tomará un desvío hacia la izquierda en busca de la estación de Superdevoluy -> perfil cyclingcols e imágenes (desde el cruce de Noyer, aunque falta el tramo final), una llegada inédita que se alcanzará tras 4 km de subida al 5,7 % de media. Una ascensión modesta pero que puede hacer daño si hay batalla previa en Noyer, al no haber apenas terreno de recuperación.
En definitiva, una etapa muy exigente, con grandes puertos de paso en su 1ª mitad, un tramo posterior muy rompepiernas que añadirá desgaste (aunque había opciones mejores) y el estupendo encadenado final de Noyer + Superdevoluy, perfecto para que se produzcan ataques serios a cierta distancia de meta, pudiendo verse bonitas persecuciones. En ese sentido, esperemos que el final en alto del día siguiente, el más duro de la prueba, no provoque un mayor conservadurisimo en esta etapa. Por otro lado, al igual que Sarenne y la subida por Noyer E, la llegada en Superdevoluy es inédita en el ciclismo profesional.
La mayor pega es la zona previa a Noyer, que si bien no es llana tampoco parece que en condiciones normales pueda seleccionar el pelotón, algo que se podria solucionar (en parte) con un solo cambio: añadir el Col de Parquetout, con 7 km al 10%, tras el descenso de Ornon. Eso si, lo peor no es que ASO lo ignore este año … sino que lo hace siempre, ya que aún está inédito en profesionales. Por otro lado, la inclusión de Sarenne parece muy forzada, buscando mas atraer a los favoritos del Tour que el interés deportivo. Se podría haber programado Huez por Villard Reculas (hasta el km 7,2), también inédito, para hacer la función de desgaste y formación de escapadas, sin necesidad de poner el único HC de la prueba tan lejos de meta. La etapa tendría una dureza similar a la original, pero siendo más rompedora y con mejor continuidad entre los puertos.
De todos modos, hay muchas otras opciones. Por ejemplo, incluir Laffrey (7 km al 9%) como primer puerto, yendo después hacia Ornon o sustituyéndolo por el Col de Morte, con 12 km al 7,2 % desde el cruce. En ambos casos se podría aprovechar el menor kilometraje respecto a Alpe d´huez-Sarenne para hacer un bucle con Manse y Bayard, quedando 4 puertos en los últimos 60 km de etapa -> perfil y mapa alternativa, dando la posibilidad de movimientos serios ya en el Col de Bayard.
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8ª ETAPA (Sábado 8 junio): SISTERON – RISOUL (155,5 km). Rutómetro / Últimos km
Dificultades montañosas:
- Col de Sarraut, np (km 31,5): 980 – 10,8 km – 2,5 %
- Côte de la Bréole, 3ª (km 52,5): 942 m – 5,4 km – 5 %
- St. Vincent les Forts, np (km 61): 1.140 m – 2 km – 5,8 %
- Col de Vars, 1ª (km 119): 2.100 m – 10,4 km – 6,9 %
- Montée de Risoul, 1ª (Meta): 1.844 m – 13,9 km – 6,7 %
Al igual que la edición de 2011, la carrera se despide con una etapa de alta montaña con final en alto, en este caso partiendo de la localidad de Sisteron y llegando a Risoul, la 3ª estación de esquí que albergará una meta este año, previo paso por el Col de Vars, con más de 2000 m de altitud, formando un gran encadenado aunque sin mayores dificultades previas.
La parte inicial de la etapa seguirá dirección noreste, con la carretera picando ligeramente hacia arriba en busca del Col de Sarraut, aunque por esta vertiente no pasa de ser un falso llano, con sólo los 4 km finales manteniendo cierta pendiente. El irregular descenso, con repecho intercalado, llevará a los corredores hasta el valle del río Durance, donde tras cruzar el pueblo de Espinasses se comenzará la tendida subida a La Breole y St.Vincent les Forts (hasta el km 5), aunque sin llegar a pasar por esta última población al seguir hacia el este, con un pequeño descenso hasta Le Lauzet Ubaye.
A partir de ahí se entrará en una zona llana, aunque con suave tendencia ascendente remontando el río Ubaye y con paso incluído por Barcelonette, una de las localidades más importantes de los Alpes del Sur e inicio de varios grandes puertos, como Allos y Cayolle, además de la subida a la estación de Pra-Loup, final de etapa en el Tour 1975, en una de las etapas más duras (5700 m de desnivel) y míticas de la historia -> crónica, con Bernard Thevenet desbancando por sorpresa a Eddy Merckx, que se hundió en la subida final; y Jausiers, una población más pequeña pero también con historia ciclista al ser el inicio de la colosal Bonette norte y haber sido final de etapa en el Tour 2008, con este mismo puerto pero subido por la vertiente sur como gran dificultad, junto al Col de la Lombarde, obteniendo el triunfo Cyril Dessel.
Volviendo a la etapa de esta Dauphiné, pasado Jausiers la carretera irá ganando pendiente en busca del Col de Vars, aunque no será hasta dejar atrás la localidad de St. Paul sur Uvaye cuando se afronte la 1ª zona dura, con casi 3 km al 6,5 %, aunque seguida por algo más de medio km llano -> perfil detallado por tramos. No obstante, la verdadera dificultad de Col de Vars está en su 2ª mitad, con un durísimo tramo de 5 km al 9% hasta coronar a más de 2100 m de altitud. Como apunte histórico, aunque hace 13 años que no se incluye en la prueba, Vars es un puerto mítico del Tour de Francia (y también con protagonismo en algún Giro), con 28 ascensiones hasta 1975 y formando parte de la clásica etapa con Allos, Vars e Izoard.
Una vez coronado, a menos de 40 km para el final de la etapa, largo e irregular descenso, con una zona llana intercalada y un último tramo muy revirado, en dirección a Guillestre, para una vez superada esta localidad continuar la bajada, aunque ya de un modo muy suave y por carretera principal, hasta Les Isclasses, inicio de la variante noroeste de Risoul. Sus características son bastante parecidas a las de la subida a Valmorel, al ser una ascensión muy constante entre el 6 y el 8% pero sin tramos especialmente duros -> perfil cyclingcols / perfil salite (hasta la cota 1085 m pertenecen a otra variante), aunque en el caso de Risoul, al contrario que Valmorel, lo más exigente está en su 2ª mitad, con un tramo de 5 km a más del 7,5%. En total, casi 14 km al 6,7% de media según cifras oficiales.
No obstante, pese al buen encadenado que forman Vars y Risoul, el resultado dependerá mucho de la actitud de los corredores ya que antes de Vars hay poco desgaste y la subida final a Risoul no es rompedora por si sola, pudiendo provocar diferencias y un buen espectáculo si hay ataques o un ritmo muy elevado desde el inicio, sobre todo si ya hubiera habido movimiento en Vars … pero también resultar decepcionante si los favoritos dejan la batalla sólo para los km finales.
Desgraciadamente, esto último es lo que sucedió en la Dauphiné 2010, cuando se estrenó en profesionales sin pelea entre los favoritos hasta los 4 km finales, llegando a meta 30 corredores en menos de 1’10» y con triunfo para Nicolas Vogondy, si bien hay que decir que la etapa era unipuerto (aunque bastante larga) y sopló viento de cara durante gran parte de la subida. En cualquier caso, esperemos que este año los corredores muestren una actitud más combativa. Terreno hay para hacer daño.
En cuanto a posibles alternativas, a priori los 2 cambios más interesante serían subir Risoul por la variante directa desde Guillestre, eliminando los casi 3 km de falso llano hasta Les Isclasses; e incluir el Col d´Allos antes de Vars, quedando una distancia total de 205 km -> tracks alternativa. No obstante, dado que es la última jornada y además con final en alto, quizás no fuera conveniente añadir otro gran puerto, ya que una jornada tan llamativa podría condicionar negativamente las etapas previas. En ese sentido, para añadir mayor desgaste pero sin »asustar» a los corredores se podría incluir la trilogía Labouret + Maure + Saint Jean, en general blandos (salvo la parte final de Labouret) pero con mayor dureza global que Saurrat + Breole, ya que además el kilometraje aumentaría hasta los 185 km.
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Participación
Como es habitual en esta carrera, la lista de participantes de esta edición es de mucho nivel, destacando la presencia de grandes vueltómanos, tanto veteranos como jóvenes promesas (aunque con mayoría de los primeros), pero también con una buena «ración» de clasicómanos, que un recorrido con tantas etapas quebradas tienen a priori muchas oportunidades de lucimiento. En total, 176 corredores divididos en 22 equipos.
Las principales ausencias son 3 corredores que participaron en el reciente Giro de Italia: Bradley Wiggins, vencedor los 2 últimos años pero que no será de la partida tras la enfermedad y lesión sufridas en la carrera italiana; Cadel Evans, casi un fijo en el podio durante los últimos años; y Vincenzo Nibali, el gran dominador de las vueltas por etapas en lo que va de año, junto a Chris Froome, pero que tras su victoria en el Giro se tomará un merecido descanso. Por otro lado, tampoco disputarán la prueba los grandes sprinters (con alguna excepción), algo lógico dado que no hay etapas llanas.
A priori, destaca sobremanera el potencial del equipo Sky, que si ya el año pasado dominó con «mano de hierro», con 4 ciclistas entre los 9 primeros de la general (incluyendo al 1º y 2º), en esta edición puede intentar repetir doblete con 2 corredores distintos: Chris Froome, 4º en 2012 y que este año ha arrasado en casi todas las pruebas por etapas en las que ha participado, siendo 1º en el Tour de Omán y en el Critérium Internacional, y 2º en la Tirreno-Adriático, sólo superado en la general por Nibali; y Richie Porte, 9º en 2012 y con un inicio de 2013 espectacular, ganando la general y 2 etapas en París-Niza y siendo 2º en el Critérium y en País Vasco. Y contarán con varios gregarios de altísimo nivel, como el «todoterreno» Vasiliy Kiriyenka, capaz de brillar tanto en el llano como en las etapas de montaña, y que el año pasado terminó 6º; David López, un escalador contrastado; y Edvald Boasson Hagen, gran rodador que también se defiende cuesta arriba, además de tener muy buena punta de velocidad.
También parten como favoritos varios corredores que ya saben lo que es pisar el podio final en esta prueba, como Alberto Contador, 2º en 2010 y 3º en 2009, que buscará resarcirse de su decepcionante inicio de año, con varias derrotas ante el propio Froome, además de ir mejorando su forma de cara al Tour; Michael Rogers, compañero de equipo de Contador (Saxo-Tinkoff) y 2º el año pasado, estando precisamente en las filas de Sky, y que llega en plena forma tras haber rozado el triunfo en California; el doble vencedor de la prueba Alejandro Valverde (Movistar), que buscará repetir el triunfo de 2008 y 2009, con lo que empataría en cabeza del palmarés con Lauredi, Ocaña, Hinault y Mottet; y Joaquím Rodríguez (Katusha), ganador de la regularidad, la montaña y 2 etapas en la edicion de 2011, en la que terminó 5º, siendo su mayor hándicap el de la crono pero con buenas opciones en varias etapas.
Otros corredores con grandes opciones de luchar por el podio: Samuel Sánchez (Euskaltel), que intentará aprovechar el fondo obtenido en el Giro para romper su «maldición» en esta prueba, en la que nunca ha terminado entre los primeros; Jurgen Van den Broeck (Lotto-Belisol), que ha rozado el podio en las 3 últimas ediciones, con 2 cuartos puestos y un 5º, además de ganar una etapa en 2011; el prometedor Andrew Talansky (Garmin-Sharp), que este año ya ha sido 2º en la París-Niza, sólo por detrás de Porte, y 6º en el Critérium, demostrando que su 7º puesto en la última Vuelta a España no fue flor de un día; y el jovencísimo Michael Kwiatkowski (Omega Pharma), la gran revelación de la temporada al plantar cara a vueltómanos ya consagrados en Algarve y Tirreno, siendo 2º y 4º respectivamente, y hacer lo propio con los clasicómanos en Amstel y Flecha Valona.
También cabe destacar a Tony Martin (Omega Pharma), gran favorito para la crono individual, habiendo ganado ya 5 este año, pero que sería una sorpresa que pudiera aguantar en las grandes subidas; Pierre Rolland, 8º en 2010 y que este año se ha impuesto en el Circuito de la Sarthe, y el siempre combativo Thomas Voeckler, 10º en 2011, ambos del equipo Europcar; el veterano Haimar Zubeldia (Radioshack Leopard), 5 veces top-ten en esta prueba, incluído un 2º puesto en 2000 y siendo 10º el pasado año; Jakob Fuglsang (Astana), 6º en 2009 y que este año empezó la temporada a gran nivel aunque se ha ido «desinflando»; Damiano Cunego (Lampre), ganador de la montaña en la pasada Tirreno-Adriático y 2º en la Semana Coppi & Bartali; Dani Moreno (Katusha), ganador de 2 etapas en la pasada edición, en la que acabó 13º, y que hace unas semanas se impuso en la Flecha Valona; Jérôme Coppel (Cofidis), 5º en 2010; y los corredores de Vacansoleil Lieuwe Westra, podio en Algarve y 8º en la París-Niza, y Thomas de Gendt, 3º en el Giro 2012.
Otros corredores que pueden brillar en las etapas de montaña: Mikel Nieve, Egoi Martínez y Gorka Izaguirre (Euskaltel); Christophe Le Mevel, Dani Navarro, Luis Angel Mate y Reein Taaramae (Cofidis); Sylvestr Szmyd, (Movistar), Pierrick Fedrigo (FDJ), Chris Anker Sorensen (Saxo-Tinkoff), Wouter Poels y Johnny Hoogerland (Vacansoleil), Bart de Clercq (Lotto-Belisol), Laurens Ten Dam (Blanco), Alberto Losada (Katusha) y Leopold König (Netapp-Endura).
Por otro lado, de cara a la contrarreloj, además de Martin, la tripleta de Sky (Froome, Porte y Boasson Hagen), Rogers, Westra y Kwiatkowski, también habrá que tener muy en cuenta a Marco Pinotti (BMC), Jonathan Castroviejo (Movistar), Stef Clement (Blanco) y Frantisek Rabon (Omega Pharma).
En cuanto a los clasicómanos y corredores «todoterreno», junto a algunos ya mencionados destacan Sylvain Chavanel y Gianni Meersman (Omega Pharma), Tom-Jelte Slagter (Blanco), Francesco Gavazzi (Astana), Simon Gerrans (Orica Greenedge), Tony Gallopin (Radiochack Leopard), Geraint Thomas e Ian Stannard (Sky), Thor Hushovd (BMC), Juan Antonio Flecha (Vacansoleil), Matthieu Ladagnous (FDJ) y Angel Madrazo (Movistar). Entre los sprinters puros sobresalen los jóvenes Nacer Bouhanni (FDJ), Elia Viviani (Cannondale) y Michael Matthews (Orica Greenedge), aunque da la sensación de que sólo tendrán una oportunidad clara.
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Yo pensava en una otra possibilidad para la etapa de Valmorel.
Seria manter el col du Frêne antes del Grand Cucheron, que en este caso se subiria por el col Champ-Laurent, lo que representa una subida bastante regular entorno de los 9 %. Y, ademas de la Madeleine, se añadiria la Croix du Sauget justo antes de Subir hasta Valmorel. Si bien la carretera es estrecha, se realisaria asi un encadenado perfecto de tres puertos, dando una etapa de 190km para mas de 5400 m de desnivel.
Una etapa reina que esta ronda merece.
Hola Abdelhalim.
Una etapa espectacular, con mucho desgaste y que como bien dices tendría los 3 últimos puertos perfectamente encadenados, no habiendo apenas llano en los 90 km finales: http://tracks4bikers.com/tracks/show/143291
Ójala hagan algo parecido en el Tour en próximas ediciones. De todos modos, de cara a esta Dauphine quizás fuera un un poco excesivo (se va por encima de los 5500 m de desnivel), ya que si bien falta una etapa reina el global de la carrera es bastante duro. Con 3 grandes puertos en esta jornada podría bastar para solucionar el problema.
Eso si, en la Dauphine 2012, con 60 km de CRI y solo la etapa de Joux Plane de alta montaña, hubiera encajado perfecto un etapón de esta dureza para equilibrar el recorrido.
Un saludo.