GIRO DE ITALIA 2013

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Al igual que en las demás carreras de 3 semanas, hemos dividido el análisis en varias partes, para que no quede una entrada excesivamente larga y perjudique la búsqueda de información.

En esta primera parte: historia, análisis general del recorrido y participación.

Las demás entradas sobre el Giro de Italia 2013:

  • Previo (análisis general y enlaces a perfiles de etapas y puertos, en octubre 2012)
  • 2ª Semana (análisis de las etapas 10ª a 15ª)
  • 3ª semana (análisis de las etapas 16ª a 21ª)

Por otro lado, ya está disponible el especial sobre el Giro de la revista «Desde la Cuneta», así como la guía de Javi Fuertes:

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Introducción

Este fin de semana se inicia la 96ª edición del Giro de Italia, la primera de las tres grandes rondas por etapas del calendario, restando aún Tour de Francia y Vuelta a España, y la carrera donde a nivel de recorridos casi todo es posible, siendo habitualmente la GV más dura del año.

Esta edición no será diferente, con un durísimo trazado que unirá Nápoles y Brescia a lo largo de 21 etapas y 3455 km, destacando especialmente la crono individual de Saltara, de 55 km, y ya en los últimos 10 días de carrera las etapas de montaña con final en el Galibier, cumpliéndose 15 años desde la gesta de Pantani en el Tour; Val Martello, previo paso por 2 colosos míticos como el Gavia y el Stelvio; y la jornada reina de Tre Cime di Lavaredo, con 140 km finales sin apenas respiro.

Imágenes de la subida de 1974 a Tre Cime di Lavaredo, una ascensión que volverá a ser protagonista en esta edición

Historia

El origen de esta carrera data de principios del siglo pasado, en 1908, cuando La  Gazzetta dello Sport, en base a una idea del periodista Tullo Morgagni y en un intento por distanciarse de su principal competidor, Corriere della Sera, anunció en portada el 24 de agosto la celebración del primer Giro de Italia para el mes de mayo de 1909, adelántandose al diario rival que estaba a punta de lanzar una carrera por etapas del mismo estilo.

Esta 1ª edición, homenajeada en el Giro 2009 con motivo de su centenario, partió de la Plaza Loreto de Milán, finalizando en la misma ciudad tras 8 etapas con kilometrajes casi siempre superiores a los 200 km, si bien entre cada etapa había como mínimo un día de descanso. La general se estableció en base a una clasificación por puntos, con victoria para Luigi Ganna. Indicar que de los 127 corredores que iniciaron la carrera, 123 eran italianos, presentándose sólo 4 corredores extranjeros: todos  franceses e incluyendo a los ganadores del Tour Louis Trousselier (1905) y Lucien Petit Breton (1907, 08), aunque ninguno de ellos fue uno de los 49 ciclistas que consiguieron acabar la carrera.

Durante los años siguientes se mantuvo un nº de etapas similar, entre 8 y 12, y la clasificación general por puntos, incluyendo la edición de 1912 en que la prueba se disputó por equipos, hasta que en 1914, antes del parón de 4 años provocado por la 1ª Guerra Mundial, se adoptó definitivamente la clasificación por tiempos individuales. En la década de los 30 hubo 2 novedades importantes en la historia del Giro: el maillot rosa, color emblema del periódico organizador, como distintivo del líder a partir de 1931; y un aumento en el nº de etapas hasta llegar a las 20 de 1935, una cifra que ya se ha mantenido más o menos estable hasta la actualidad, a excepción de los 4 años de parón en que la carrera no pudo disputarse debido a la 2ª Guerra Mundial.

En su primera época el Giro fue una carrera bastante localista, tanto en participación como en resultados, pero a partir de 1950 empezó a ganar protagonismo internacional, situándose al nivel del Tour de Francia en la década de los 60 y primera mitad de los 70. Sin embargo a mediados de esa década empezó su declive, dejando al Tour en cabeza de las GV. Y parte de esa pérdida de importancia fue motivada por una considerable rebaja en la dureza de los recorridos. Afortunadamente eso cambió a finales de los 80, y si bien ya no ha vuelto a estar al nivel mediático del Tour (internacionalmente, en Italia sí) la carrera ha recuperado su dureza y prestigio.

Los primeros grandes dominadores fueron Giovanni Brunero, con 3 victorias y otros 3 podios entre 1920 y 1927, y sobre todo Alfredo Binda, apodado “la Gioconda” y que obtuvo 5 victorias en la general (1925, 27, 28, 29, 33) además de 41 triunfos de etapa, una cifra sólo superada por las 42 victorias parciales de Mario Cipollini. El dominio de Binda a finales de la década de los 20 fue tal que los organizadores le ofrecieron dinero en 1930 para que no participara en la carrera.

A continuación llegó el turno de Gino Bartali (1936, 37, 46) e “Il Campionissimo” Fausto Coppi (1940, 47, 49, 52, 53), los mejores corredores italianos de la historia, junto con Binda, y que si no hubiera sido por la 2ª Guerra Mundial habrían conseguido un palmarés aún más impresionante. La rivalidad deportiva fue enorme, con el país dividido entre “Coppistas” y “Bartalistas”, si bien a nivel personal acabaron siendo grandes amigos. Destacar la edición de 1949, en la que Coppi se convirtió en leyenda merced a su gran escapada camino de Pinerolo. En esta misma época también sobresale Fiorenzo Magni, triple ganador de la prueba (1948, 51, 55).

Coppi durante la mítica etapa de Pinerolo en 1949.

Con 5 triunfos en la general, igualando a Binda y Coppi, está “el caníbal” Eddy  Merckx  (1968, 70, 72, 73, 74), que a finales de los 60 e inicios de los 70 impuso su tiranía en el Giro, aunque la calidad de sus rivales, en la época de mayor esplendor de la prueba, hizo que éstos no se fueran de vacío, destacando la perseverancia de Felice Gimondi, con 3 victorias (1967, 69, 76) y otros 6 podios, acabando en el “top-10″ durante 12 años consecutivos. También con 3 victorias está “el tejón” Bernard Hinault (1980, 82, 85), siendo después de Merckx el corredor no italiano con mayor éxito en el Giro, destacando también su compatriota Jacques Anquetil, con 2 victorias (1960, 64) y otros 4 podios.

En el siglo XXI el mayor protagonista ha sido Gilberto Simoni, retirado en 2010 con 2 victorias (2001, 03) y otros 5 podios en su haber, sin bajarse del “cajón” desde 1999 hasta 2006 salvo por su expulsión en 2002 (positivo por cocaína del que después fue exculpado). Los otros corredores con 2 triunfos en lo que llevamos de siglo son Paolo Savoldelli (2002, 05) e Ivan Basso (2006, 10), aunque también hay que mencionar a Alberto Contador: ganador en 2008 y 2011, pero que fue desposeído de la última victoria debido a la  sanción por el positivo en el Tour de Francia 2010.

En cuanto a los españoles, más allá de Contador sólo Miguel Indurain, con doblete en 1992 y 1993, ha ganado la carrera, siendo además 3º en 1994, una edición memorable gracias a la irrupción de Pantani y a la fabulosa etapa de Aprica, una de las mejores de los últimos 25 años. Sin triunfos en la general pero con grandes actuaciones destacan Miguel Poblet, pionero español en el Giro (y en muchas otras carreras), con 20 triunfos de etapa entre 1956 y 1961, y fallecido recientemente; Jose Manuel Fuente “El Tarangu”, que mantuvo grandes duelos con Merckx y Gimondi, siendo 2º en 1972 y 5º en el espectacular Giro de 1974 tras ganar 5 etapas y la montaña; Francisco Galdós, 2º en 1975 y 3º en 1973; y Abraham Olano, podio en 1996 y 2001, en el primer caso llegando líder hasta la penúltima etapa.

El año pasado el triunfo fue para el canadiense Ryder Hesjedal, que supo aprovechar su condición de tapado para, tras un gran rendimiento en las etapas de alta montaña y en la contrarreloj final, acabar imponiéndose sobre el español Joaquim Rodríguez, vencedor de 2 etapas y que llegó como líder a la última jornada, aunque no pudo mantener su ventaja ante el empuje de Hesjedal. El 3º en la general fue el belga Thomas de Gendt, brillante ganador de la etapa reina merced a un ataque lejano.

El podio de 2012, con Hesjedal, ‘Purito’ Rodriguez y De Gendt. Foto © Roberto Bettini.

  1. Ryder Hesjedal (Garmin-Barracuda) 91h 39′ 02′
  2. Joaquin Rodríguez (Katusha) a 16»
  3. Thomas De Gendt (Vacansoleil) a 1′ 39»
  4. Michele Scarponi (Lampre) a 2′ 05»
  5. Ivan Basso (Liquigas) a 3′ 44»
  6. Damiano Cunego (Lampre) a 4′ 40»
  7. Rigoberto Urán (Sky) a 5′ 57»
  8. Domenico Pozzovivo (Colnago-CSF) a 6′ 28»
  9. Sergio Luis Henao (Sky) a 7′ 50»
  10. Mikel Nieve (Euskaltel) a 8′ 08»

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Recorridos

A nivel de recorridos, y como es lógico en una prueba con tantas ediciones disputadas, la carrera ha pasado por épocas muy diversas -> dossier recorridos históricos de las GV, pero a partir de los años 40 casi siempre ha tenido espacio para la alta montaña, con grandes puertos de paso que unidos al modo en que se corría entonces rompían el pelotón a muchos km de meta, destacando jornadas como la de Pinerolo 1949 y Moena 1963. A finales de los 60 y principios de los 70 empezaron a ganar protagonismo los finales en alto, ya fueran subidas sin salida, como Blockhaus y Tre Cime di Lavaredo, o puertos de paso utilizados como llegada, como el Stelvio por Prato (estrenado varios años antes, en 1953), aunque sin pasar de los 2-3 por cada edición.

Sin embargo, acabando la década de los 70 el Giro entró en una “época oscura”, con escasa dureza y trazados que no beneficiaban los ataques. De vez en cuando se incluían grandes puertos, pero en etapas con pocas subidas y mal encadenadas. Eran rutas pensadas para el lucimiento de los mejores corredores italianos, Saronni, Moser y Visentini, cuyo fuerte no era la montaña. Esta situación dio un vuelco completo a finales de los 80, cuando los organizadores no sólo programaron de nuevo grandes encadenados de montaña, con especial protagonismo para las etapas con la Marmolada (Passo Fedaia), además de recuperar el Gavia en 1988, sino que comenzaron la búsqueda de puertos cada vez más duros, destacando el estreno en 1991 del Mortirolo por Mazzo, la subida más determinante de la prueba desde entonces. Hace pocos años se estrenó una subida aún más brutal, el Zoncolan, pero el empeño en utilizarlo sólo como llegada en lugar de puerto de paso ha limitado su potencial.

En las 2 últimas décadas y salvo ediciones aisladas, el Giro se ha consolidado como la GV más llamativa a nivel de recorridos. Y es que en el Giro, gracias a la riqueza orográfica italiana y a unos organizadores sin complejos, se pueden ver algunos de los puertos más impresionantes de Europa, tanto ascensiones de durísimas rampas como subidas interminables, dominando la lista de los puertos más duros en carrera; maratones de alta montaña que actualmente no se ven en ninguna otra carrera, con varias jornadas entre las etapas más duras de la historia; «serruchos» de media montaña; carreteras secundarias que estarían vetadas en otras pruebas; pistas de tierra que recuperan el ciclismo de antaño; repechos traicioneros cerca de meta, etc.

Pero aunque esa actitud valiente y atrevida de los organizadores es digna de alabanza, creemos que no siempre aciertan en los recorridos, ya que en los últimos años las virtudes han sido muy grandes pero también los defectos (en nuestra opinión, al menos), abusando de los finales en alto y reduciendo exageradamente las cronos, aunque con excepciones, dando lugar a recorridos tan interesantes como en ocasiones desequilibrados, dejando casi siempre varias de las etapas más espectaculares de la temporada pero también la sensación de que podrían haber sido todavía mejores, aparte de más justos y propicios para el lucimiento de todo tipo de corredores.

Analizando a partir de 2005, los bandazos han sido casi constantes año tras año, pasando de un edición 2005 espectacular, con buenas cronos y montaña propicia para los ataques lejanos, incluyendo grandes puertos y destacando el estreno de la Finestre -> vídeo (últimos 45 km), a un Giro 2006 aún más exigente pero descompensado y con exceso de llegadas en alto duras, aunque también había etapas bien diseñadas y que funcionaron muy bien, como la jornada de Aprica. El Giro 2007 tenía un recorrido un poco mas “controlado” e incluía buenas etapas de alta montaña, aunque con una estructura global discutible y poca contrarreloj. En la edición 2008 la primera mitad era fantástica, pero luego se caía en un tríptico de “muros” finales que propiciaron mucho conservadurismo, si bien otras etapas resultaron muy entretenidas, como Monte Pora.

En el Giro 2009, centenario de la prueba, hubo un recorrido extraño, sin apenas grandes puertos de paso (excepto camino de Monte Petrano) y con las etapas clave en los Apeninos, aunque con una media montaña muy interesante y una espectacular crono de 60 km en la 2ª semana. En la edición de 2010 la alta montaña regresó a lo grande, con etapas muy propicias para los ataques lejanos, si bien faltaba una CRI larga, siendo un trazado muy descompensado. No obstante, gracias a la actitud ambiciosa de los corredores y a la fuga-bidón camino de L´Aquila, la carrera acabó siendo realmente entretenida, con varias etapas entre las mejores del año: Aprica, Montalcino, Asolo y Zoncolan.

El trazado de 2011 fue muy polémico, llevando al límite las virtudes y defectos de la «era Zomegnan»: enorme dureza, con impresionantes etapas de montaña; valentía, incluyendo puertos complicados logísticamente y tramos de tierra; y un gran desequilibrio entre la montaña y el resto de terrenos, con una cantidad ridícula de crono y abusando de las llegadas en alto. Sin embargo, lo que generó más críticas fue un supuesto exceso de peligrosidad y la muerte de Weylandt -> Seguridad y protestas en el Giro, lo que unido a opiniones que tildaban el recorrido de “inhumano” llevó a la cancelación del Monte Crostis, además de la posterior sustitución de Zomegnan por Michele Acquarone como director de la prueba.

El año pasado el trazado volvió a ser muy exigente (pese a que muchos medios decían lo contrario), pero el exceso de finales duros, la igualdad reinante, con los favoritos mostrando una actitud demasiado conservadora, y la falta de una crono que forzara a los escaladores a moverse hizo que la carrera resultara en general decepcionante, aunque si hubo algunas etapas destacables, como Pian de Resinelli, Cortina d´Ampezzo (salvo por la falta de batalla a mitad del Giau) y sobre todo la jornada del Stelvio -> vídeo, donde un ataque de Thomas De Gendt en el Mortirolo le acabó aupando a la 3ª plaza.

Recorrido Giro 2013

El trazado de esta edición mantiene varias de las constantes de los últimos años, como la elevada cantidad de finales en alto, la mayoría de ellos muy duros (6 de categoría Es o 1ª), destacando una llegada en el Galibier como homenaje a Pantani, el estreno de Val Martello y la recuperación de Tre Cime di Lavaredo; la inclusión de grandes puertos de paso, con colosos míticos como Gavia, Stelvio y Giau, y subidas inéditas como Cason di Lanza; y la presencia de alicientes en casi todas las jornadas, con mucha media montaña y pequeños puertos cerca de meta, sin haber apenas etapas llanas.

Pero también hay cambios importantes, sobre todo en las contrarrelojes. Y es que en total habrá 75 km de crono individual, repartidos entre la larga CRI de Saltara de la 1ª semana y la cronoescalada a Polsa, una cifra que no se alcanzaba desde la edición de 2009. Por otro lado, se ha reducido el kilometraje de las etapas de alta montaña, con sólo una jornada por encima de los 170 km (Silandro-Lavaredo), aunque a cambio hay larguísimas etapas de media montaña; y no se pasará por ningún tramo de “sterrato”, algo que en las últimas 8 ediciones sólo había sucedido en 2007.

No de un modo tan exagerado como en 2012, donde todas las etapas a priori decisivas estaban concentradas en los últimos 8 días, pero el recorrido de este año vuelve a estar dividido en 2 mitades: una 1ª parte hasta la jornada 13 en la que abunda la media montaña, aunque incluyendo también 2 cronos y una etapa con grandes puertos camino de Montasio; y una 2ª parte, desde la jornada 14 hasta el final, con protagonismo para la alta montaña, con varias etapas durísimas y tan sólo una jornada realmente llana, la última en Brescia.

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La carrera se inicia con una etapa llana en la ciudad de Nápoles, con escaso kilometraje y un peligroso circuito final al que los corredores tendrán que dar 10 vueltas. El domingo será el turno para una crono por equipos en la cercana isla de Capri, con un duro trazado de 17 km que incluye varias subidas, lo que puede descontrolar a algunos equipos. Ya de nuevo en el continente, la 3ª etapa se dirigirá hacia el sur, con un recorrido de media montaña que incluye 2 puertos en la tercio final, San Mauro Cilento y Sella di Catona, este último a 20 km de meta y con una bajada muy complicada hacia Marina di Ascea. Al día siguiente, en la 4ª jornada, larguísima etapa con final en San Bruno, en el extremo sur del país. Los primeros 190 km son más o menos llanos y por carreteras pegadas a la costa, pero en los últimos 50 km los corredores tendrán que superar Vibo Valentia y Croce Ferrata, un puerto con 12,8 km al 5,5 % y la cima a sólo 7 km de  meta.

A partir de la 5ª jornada el Giro cambiará de dirección, yendo hacia el norte con una etapa en general llana pero con 2 cotas en los 25 km finales: la explosiva Montescaglioso y la más tendida subida hacia Matera, restando sólo 5 km de falsos llanos hasta alcanzar la meta. La etapa siguiente es casi completamente llana, con muchos km circulando junto al Mar Adriático y llegada en Margherita di Savoia, siendo un día muy favorable para los sprinters aunque con peligro de abanicos. La 7ª etapa tiene un trazado “serrucho”, sin grandes puertos pero incluyendo multitud de repechos, especialmente en los últimos 70 km, donde destaca la doble subida a Chieti y la ascensión a Sta. Mª del Criptis, con la última cota, San Silvestro, a sólo 7 km de la meta en Pescara, siendo a priori una etapa espectacular.

La dura contrarreloj individual de Saltara (8ª), de casi 55 km

En la 8ª jornada llega una etapa clave para el desarrollo de la prueba: una larga crono individual de 55 km, con un recorrido ondulado en el que los corredores tendrán que afrontar varias subidas (más duras de lo que aparenta el perfil), incluyendo el muro final en Saltara, pudiendo haber grandes diferencias en meta. Al día siguiente, justo antes de la primera jornada de descanso, interesante etapa de media montaña con llegada en Firenze, incluyendo los puertos de Consuma y Vallombrosa en la parte central y ya en los 30 km finales Vetta le Croci (4 km al 9,1 %) y Fiesole, con la meta picando también hacia arriba. Inicialmente estaba programado el circuito del Mundial 2013 -> descripción, con el repecho de Via Salvati-Bolognese a continuación de Fiesole, pero su mal estado ha hecho que los organizadores modifiquen la ruta.

La 9ª etapa, con Vallombrosa y el encadenado final Vetta le Croci + Fiesole

Después de la jornada de descanso y un largo traslado entre Firenze y Cordenons, la prueba se reanuda con la 1ª etapa de alta montaña de esta edición, siendo además muy novedosa al estrenar Cason di Lanza, un puerto muy irregular pero con zonas durísimas, y tras su peligroso descenso Malghe del Montasio, una exigente subida con un tramo de 2,5 km al 11 % cerca de la cima, siendo un día muy favorable para los escaladores. La etapa siguiente, con la larga ascensión a Sella Ciampigotto a mitad de la ruta y la subida final a la presa de Vajont, junto al municipio de Erto e Casso, servirá como homenaje a las víctimas del terrible desastre de 1963, cuando la ladera de la montaña se derrumbó sobre el agua de la presa, provocando una ola que destruyó Longarone y varias localidades cercanas.

La 10ª jornada, con 2 duras ascensiones en los Alpes Carnicos

La 12ª etapa, con llegada en Treviso, es la etapa en línea más corta de esta edición (134 km), incluyendo varias subidas explosivas, como el Muro di Ca´del Poggio y Montello, aunque lejos de meta, pudiendo ser una buena gran oportunidad para los velocistas que pasen bien los pequeños puertos. Por el contrario, la jornada 13ª es una las más larga de toda la prueba: 254 km entre Busetto y Cherasco. Los 170 km iniciales, recorriendo los valles del Po y Tanaro, son totalmente llanos, pero en la parte final hay varias cotas de cierta dureza, siendo una etapa muy favorable para los clasicómanos.

El fin de semana vuelve la alta montaña, con 2 jornadas bastante duras, sobre todo en su tercio final. En la 14ª etapa los ciclistas tendrán que superar el interminable Colle Sestriere, con casi 40 km de ascensión (aunque tendida y por buena carretera), antes de la subida final al Monte Jafferau, con 7 km a más del 9% de media, siendo la 2ª ocasión en que Jafferau acoge una llegada, tras la etapa de 1972 con victoria para Merckx por delante de Paniza y Fuente. Al día siguiente, justo antes de la 2ª jornada de descanso, se entrará en Francia a través del Mont Cenis, un coloso inédito desde 1999, para tras el paso por este puerto y el modesto Aussois encarar la subida al impresionante Col du Galibier, rememorando la gesta de Pantani en la mítica etapa de Deux Alpes 1998 -> vídeo, si bien aquella jornada no terminaba arriba. El Galibier si fue final de etapa en el Tour 2011, con triunfo para Andy Schleck, pero subiendo por la vertiente de Briancon.

La 15ª etapa, con 2 colosos como el Monte Cenis y Telegraphe + Galibier

Tras el último día de descanso, en la etapa 16ª, la carrera regresa a Italia pasando de nuevo por el Mont Cenis, aunque en sentido contrario,  y con la dura ascensión a Andrate (6,3 km al 8,1%) a menos de 20 km del final en Ivrea, pudiendo ser además una etapa muy traicionera por su larguísimo kilometraje, rozando los 240 km. La jornada 17ª, con llegada en Vicenza, es casi completamente llana … pero con la trampa de Crosara (3 km iniciales al 8,7%) muy cerca de meta, pudiendo resultar un final emocionante, además de superarse de nuevo los 200 km. Al día siguiente comienza un durísimo tríptico con la exigente cronoescalada a Polsa, sin grandes rampas pero muy constante al 6-8% (salvo el primer km y el irregular tramo central), siendo más favorable para los corredores potentes que para los escaladores puros.

Después de la crono no hay respiro, con una etapa de alta montaña muy corta pero de espectacular inicio gracias al encadenado de 2 puertos míticos del Giro de Italia: el Passo di Gavia, con 14 km finales al 8,5% de media, y el Passo dello Stelvio, con casi 22 km al 7,1%, este último meta de la etapa reina en 2012. Coronado el Stelvio, impresionante descenso, que incluye hasta 48 “tornantis”, antes de una zona de falsos llanos previa a la subida a Val Martello, irregular pero muy larga y con tramos duros. Atención a las condiciones meteorológicas, que podrían hacer peligrar la disputa de la etapa en caso de nevada, algo habitual durante el mes de mayo en estos puertos … como ya sucedió en la dantesca etapa de Bormio 88, con frío y nieve en el Gavia.

La corta pero durísima 19ª etapa, con 3 auténticos colosos

La etapa siguiente, por el contrario, tiene una parte inicial llana pero cuenta con 140 km finales durísimos, incluyendo los puertos de Costalunga, con casi 1500 m de desnivel; San Pellegrino; el impresionante Passo Giau, un clásico en los últimos años y que se afrontará por su variante más dura; Tre Croci y la subida final a Tre Cime di Lavaredo, con 4 km finales al 12%, habiendo tan poco descenso que se podría marcar como un único puerto -> perfil combinado. Por su dureza, con más de 5000 m de desnivel, y su gran diseño, con los 3 últimos puertos bien encadenados, es a priori la etapa reina del Giro 2013. La única pega es que el miedo al muro final haga que los favoritos reserven fuerzas para los últimos km, pero de todos modos hay terreno para atacar desde lejos, como se vió en la etapa de 2007 -> vídeo, con la carrera rota desde Giau.

La jornada reina (20ª), superando los 5000 m de desnivel acumulado.

Superada la montaña aún restará la etapa final de Brescia, casi completamente llana y de merecido homenaje para los ciclistas que hayan logrado aguantar en carrera, con un último tramo que consistirá en 7 vueltas a un pequeño circuito dentro de la ciudad, siendo un buena oportunidad para los velocistas más tenaces.

Como decíamos al inicio, un recorrido durísimo, repleto de etapas de media y alta montaña e incluyendo “trampas” en casi todas las jornadas. De hecho, únicamente hay 4-5 etapas propicias para resolverse mediante un sprint masivo … y sólo 3 de ellas son realmente llanas (Nápoles, Margherita di Savoia y Brescia). Además, varias de las jornadas de media montaña tienen kilometrajes muy elevados, con 4 de ellas superando los 220 km, aunque a cambio hay otras 3 etapas en línea por debajo de los 150 km. Precisamente las etapas de alta montaña son las más cortas (salvo Tre Cime), pero en general lo compensan con un fuerte desnivel acumulado.

En cuanto a  los grandes puertos, la carrera va bien servida, con 10 subidas que se pueden considerar de categoría Especial (6 de paso y 4 como llegada), 7 de ellas dentro de la lista de los puertos más duros en carrera al superar los 300 de coef. APM. Y tampoco faltan ascensiones de dificultad media, con otros 10 puertos que se podrían marcar de 1ª (aunque de un modo extraño los organizadores han marcado algunos de 3ª). En la comparativa que hacemos todos los años entre los puertos de las GV, vuelve a salir ganador el Giro -> comparativa de las GV 2013. Además, hay una gran variedad en el tipo de subidas, combinando puertos largos y «muros», sin abusar de estos últimos.

La lista de los puertos principales de esta edición.

De todos modos, esta gran dureza no es noticia, ya que los recorridos exigentes son prácticamente algo fijo en el Giro durante los últimos años. Lo que si es una novedad, y muy positiva, es que el trazado global está equilibrado (al menos comparado con las ediciones anteriores), gracias sobre todo al fuerte aumento en los km contra el crono tras varios años de records negativos, destacando la larga contrarreloj individual de la 8ª jornada, que puede dar opciones a corredores con diferentes características y favorecer que las etapas de montaña sean aprovechadas al máximo, sin que los escaladores que aspiren a la general puedan especular tanto como en otras ediciones. Este aumento de CRI, por sí solo, no «obliga» a que la carrera sea más entretenida, ya que al final deciden los corredores, pero si hace que el resultado sea más justo.

La evolución de los km contra el crono desde 1979. Click para ver las cifras detalladas año a año.

Por otro lado, también destaca muy positivamente el diseño concreto de varias etapas, sobre todo la etapa reina de Tre Cime y las jornadas de media montaña de Pescara, con un sube y baja constante, y Firenze, con desgaste y un estupendo encadenado final. Asimismo, también creemos que es una gran noticia el estreno de Cason di Lanza, demostrando que en los Alpes Cárnicos todavía hay grandes puertos a descubrir por el ciclismo profesional.

Como aspecto negativo, el diseño de la alta montaña (salvo la mencionada jornada de Tre Cime), con etapas exigentes pero la mayoría con demasiado falso llano entre los 2 últimos puertos, perjudicando posibles ataques individuales desde lejos. Además, se abusa de los finales en alto duros (4 Especiales), echándose de menos etapas con la meta tras el descenso de un gran puerto o con un encadenado final “grande + pequeño”, que bien podría haber sido la del Galibier acabando en Deux Alpes (desde el km 10), lo que tendría más sentido como homenaje a Pantani ya que esa fue la meta en 1998; o incluso la del Stelvio terminando en la inédita subida a Solda (desde el km 11,3), que se encadena mejor que Val Martello, aunque sin cambiar la salida quedaría un kilometraje excesivamente corto.

Por otro lado, si bien la acumulación no es tan excesiva como en la anterior edición, el hecho de que las etapas más duras y mediáticas estén justo al final puede provocar que los favoritos tengan una actitud conservadora el resto de la prueba, e incluso en esas 2 jornadas esperar a las subidas finales. Aunque la etapa de Tre Cime es impresionante, ya se vió en 2012 el efecto tan negativo que puede tener una jornada así sobre las demás etapas cuando está colocada el penúltimo día. En cualquier caso, como siempre la última palabra será de los corredores. Esperemos que muestren una actitud ofensiva y ambiciosa durante toda la prueba, proporcionando un gran espectáculo a los aficionados. Aunque el diseño de algunas etapas o la estructura global pueda ser mejorable, terreno hay para que se vea una magnífica carrera.

En cuanto al tema de las bonificaciones, este año serán de 20», 12» y 8» en la meta de todas las etapas (el año pasado no se concedían en los finales en alto), así como de 5», 3» y 2» en los sprints intermedios, «Traguardo Volante», de cada jornada. Estos últimos están colocados a veces de un modo muy peculiar: en la cima de una cota, en medio de un gran puerto, etc. Parece que los organizadores quieren provocar una mayor actividad de los corredores en esas zonas concretas, pero no deja de resultar algo caprichoso, ya que en varios casos ni siquiera se corresponde con una localidad. Además, si lo que pretenden es aumentar la combatividad, no tiene sentido dar bonificaciones tan grandes en meta, premiando igual un sprint que un ataque lejano.

Tampoco parecen muy lógicas las catalogaciones de los puertos, con grandes subidas marcadas de 3ª. Lo peor no es que el baremo pueda ser exageradamente alto, sino que en realidad no siguen un criterio objetivo. Por ejemplo, en algunas etapas un 4ª es sólo un repecho y en otras es una subida exigente. O incluso dentro de la misma jornada, un puerto más duro que otro puede recibir una categoría inferior, como Andrate catalogado de 3ª y Mont Cenis por su vertiente blanda de 1ª. De todos modos, comparado con otras carreras al menos no inflan descaradamente los puertos … más bien lo contrario.

No obstante, más allá de estas 2 cuestiones, si destaca muy positivamente la estupenda información sobre el recorrido ofrecida en la página web de la Gazzetta y en el libro de ruta, en ambos casos con detallados perfiles y mapas, tanto de las etapas completas como de los puertos, aunque con el punto débil de los rutómetros (falta especificar mucha carreteras y cruces). En cualquier caso, a excepción de los rutómetros, ojala otras carreras y organizadores siguieran el ejemplo que da RCS en este tema.

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Participación

Este año serán de la partida 23 equipos, uno más que en 2012 debido a la readmisión del Katusha como UCI Pro Tour, tras haber recurrido su exclusión al Tribunal de Arbitraje Deportivo. De este modo, estarán presentes las 19 escuadras de la máxima categoría, entre ellos los españoles Movistar y Euskaltel-Euskadi, y 4 equipos invitados, para un total de 207 ciclistas.

  • Equipos (en la página del enlace, click en la imagen de cada equipo para ver corredores)

La lista de corredores es de mucho nivel, destacando la presencia de 7 ganadores de GV, entre ellos los 2 últimos vencedores del Giro, Hesjedal y Scarponi, y del Tour, Wiggins y Evans; asi como de varios jóvenes prometedores que dentro de pocos años estarán luchando por las carreras más importantes … y quién sabe si ya en esta misma edición. La principal ausencia es Ivan Basso, doble ganador de la prueba y que tuvo que renunciar a última hora debido a un quiste perineal.

A priori, por calidad y estado de forma los 2 grandes favoritos a la victoria en la general son Wiggins y Nibali, pero hay otros corredores que también optan al triunfo y buscarán ponérselo muy difícil.

-RANKING DE FAVORITOS:

Bradley Wiggins (Sky)

El ex-pistard inglés fue el gran dominador de las vueltas por etapas en 2012, llevándose Niza, Romandía, Dauphiné y Tour de Francia, asi como el oro olímpico en la prueba contrarreloj. Esta temporada ha empezado más flojo, pero aún así ha acabado en el top-5 de Cataluña y Trentino. Si recupera su nivel será un rival temible, pudiendo conseguir mucha ventaja en las cronos y contando además con un equipo fortísimo. Su punto débil, las subidas con rampas extremas, como se vio en Sega di Ala (aunque tuvo mala suerte con los problemas mecánicos) o en la Vuelta 2011 en el Angliru.

Vincenzo Nibali (Astana)

El «tiburón del estrecho», 2 veces podio en el Giro, ganador de la Vuelta 2010 y 3º en el Tour 2012, es uno de los corredores más combativos del pelotón. Y llega a este Giro en la mejor forma de su carrera, habiéndose impuesto brillantemente en la Tirreno-Adriático y en el Giro del Trentino … en ambos casos desarbolando al equipo Sky. A priori puede sufrir en la crono de Saltara (respecto a Wiggins, no sobre los demás rivales), pero tiene suficiente montaña para recuperar la posible desventaja. Contará además con todo el apoyo de los «tifosi», siendo en estos momentos la gran figura italiana.

Ryder Hesjedal (Garmin-Sharp)

El canadiense, vigente ganador de la prueba, buscará este año repetir victoria. Y si bien ya no cuenta con el factor sorpresa, parece que llega en muy buen momento, habiendo siendo el gran animador de la pasada Lieja-Bastoña-Lieja, en la que además hizo muy buena labor de equipo para su compañero Daniel Martin, al igual que en la Volta. Precisamente el equipo es uno de sus puntos fuertes, con escaladores como Danielson y Stetina, asi como su capacidad de rendir bien en todos los terrenos.

Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi)

«Samu», la gran baza española para este Giro, lleva ya muchos años al más alto nivel, incluyendo 2 podios en la Vuelta a España y uno en el Tour, además de varios top-ten. Y aunque con 35 años ya se esté acercando al final de su carrera, todavía es capaz de dar más de un susto, como lo demostró en la reciente Vuelta al País Vasco siendo 2º en la etapa reina. En este Giro le beneficia su condición de fondista, al estar lo más duro en la semana final, siendo un claro aspirante al podio.

Michele Scarponi (Lampre-Merida)

El escalador italiano es un fijo en los primeros puestos del Giro durante los últimos años, con victoria incluída en 2011 (tras la sanción a Contador) y siendo 2 veces 4º, en 2010 y 2012, a menos de medio minuto del podio. Llega en buena forma, habiendo siddo 5º en Lieja y podio en Cataluña (aunque falló en el Trentino), y si bien a priori le perjudica la crono de Saltara, con su regularidad y capacidad de sufrimiento en la montaña puede volver a rondar el «cajón».

Cadel Evans (BMC)

El veterano corredor australiano, ganador del Tour 2011 y con otros 3 podios en GV, ya sabe lo que es llevar la maglia rosa … y en 2 ediciones diferentes, 2002 y 2010, aunque al final acabó fallando en las jornadas de Folgaria y Aprica respectivamente. Esta temporada su rendimiento ha sido muy irregular, podio en Omán y 8º en Trentino pero con malos resultados en Tirreno y sobre todo Criterium, por lo que su actuación en el Giro es toda una incógnita.

Robert Gesink (Blanco)

Este espigado corredor holandés era una de las grandes promesas a finales de la pasada década, y si bien no ha terminado de rendir al nivel que se esperaba de él (en parte lastrado por las caídas y lesiones), ha sido 5º en el Tour y dos veces 6º en la Vuelta. Este año debuta en el Giro y aunque pueda pagar esa inexperiencia, en circunstancias normales raro sería no verle entre los primeros.

Sergio Luis Henao (Sky)

Aunque a priori esté supeditado a su compañero de equipo Wiggins, este explosivo escalador colombiano está capacitado para dar la sorpresa a poco que falle su líder. El año pasado ya fue 9º en el Giro y esta temporada ha dado un pasito más, consolidándose como uno de los mejores corredores del pelotón, con podio y victoria de etapa incluída en País Vasco, además de ser 2º en la Flecha Valona.

Rigoberto Uran (Sky)

Tras su espectacular irrupción en 2008, cuando fue podio en Volta y Lombardía con sólo 21 años, Urán parecía estacado … pero en 2012 por fin mostró su nivel en una GV, siendo 7º en el Giro, además de vencer Gran Piemonte y ser podio en las Olimpiadas y de nuevo Lombardía. Al igual que su compatriota Henao, a priori será gregario de Wiggins, pero incluso en esas circunstancias puede acabar en el top-10.

Carlos Alberto Betancur (Ag2r-La Mondiale)

Este joven corredor es otras de las grandes promesas del ciclismo colombiano. Ganador del Girobio en 2010, Betancur se está confirmando como un rival a tener muy en cuenta en casi todo tipo de carreras, con grandes actuaciones tanto en la Vuelta al País Vasco como en las clásicas de las Árdenas, siendo podio en el muro de Huy y rozándolo en Lieja. Junto a su compañero de equipo Pozzovivo, puede ser uno de los grandes animadores en la montaña.

Mauro Santambrogio (Vini Fantini-Selle Italia)

Santambrogio está siendo uno de las grandes revelaciones del año, ya que si bien llevaba tiempo destacando en carreras de un día y etapas quebradas, nunca había mostrado este nivel en la alta montaña: 2º en Prati di Tivo, en la Tirreno-Adriático, y 2º también en los 2 finales en alto del Trentino, puesto que repitió en la general final. Si no le falla el fondo en la ultima semana, puede acabar entre los primeros.

Domenico Pozzovivo (AG2R-La Mondiale)

Este explosivo escalador lleva varios años siendo uno de más fuertes en la montañas italianas, incluídos dos top-10 en el Giro, 2008 y 2012 (con victoria de etapa incluída). Este año, salvo por la crono de Saltara, el recorrido se adapta bien a sus características, aunque puede llegar corto de forma tras su caída en el Giro del Trentino. No obstante, si se ha recuperado eso puede ser incluso una ventaja, haciendo que no llegue «pasado» a la última semana.

Beñat Intxausti (Movistar)

Tras varios años siendo una de las grandes promesas, Intxausti se encuentra ante la temporada de su confirmación. Ya en 2012 fue 10º en la Vuelta a España y tuvo un gran rendimiento durante casi todo el Giro, llegando entre los primeros de la general a la última semana, aunque se hundió en las jornadas finales. Éste puede ser su punto débil, las etapas de mucho fondo, pero a cambio suele rendir mejor contra el crono que la mayoría de escaladores.

Robert Kiserlowski (RadioShack-Leopard)

De la misma generación que Intxausti, nacido en 1986, Kiserlowski también se encuentra ante un momento clave de su carrera, pudiendo dar el salto a la élite ciclista o quedarse «sólo» como un buen corredor. Se presenta en el Giro en buena forma, con la intención de mejorar su 10º puesto de la edición de 2010, aunque también es cierto que aquel año se vió favorecido por la fuga-bidón de L´Aquila.

Tom Danielson (Garmin-Sharp)

Tras haber destacado ya en multitud de carreras, incluídos Tour y Vuelta, con sendos top-ten, el veterano Danielson está capacitado para hacer lo mismo en el Giro. No obstante, aunque viene de ser 4º en Romandía, en principio su labor será ayudar a Hesjedal a repetir victoria … aunque éste si falla no se le puede descartar de la lucha por los primeros puestos.

Steven Kruijswijk (Blanco)

Aunque no ha terminado de alcanzar el nivel que prometían sus primeros años, si hay una carrera que se le da bien a Kruijswijk es precisamente el Giro de Italia, donde fue top-20 en la temporada de su debut en profesionales y 8º en 2011. Este año empezó en malas condiciones, pero ya en Romandía dio sintomas de mejora. Y dada su condición de fondista, puede acabar siendo uno de los más fuertes en la última semana.

Franco Pellizotti (Androni Giocattoli), Przemyslaw Niemiec (Lampre Merida), Juanjo Cobo (Movistar), Dario Cataldo (Sky), Wilko Kelderman (Blanco), Tiago Machado (Radio Shack Leopard), Fabio Aru (Astana), Stefano Pirazzi (Bardiani Valvole CSF Inox), Darwin Atapuma (Colombia), Hubert Dupont (Ag2r La Mondiale), Frances de Greef (Lotto Belisol) y Rafal Majka (Saxo Tinkoff).

Otros corredores importantes: Matteo Rabottini y los ganadores de Giro, aunque ya lejos de sus mejores momentos, Danilo di Luca y Stefano Garzelli (Vini Fantini); Eros Capecchi, Vladimir Karpets y José Herrada (Movistar); Paolo Tiralongo y Fredrik Kesiakoff (Astana); Arnold Jeanneson y Sandy Casar (Francaise des Jeux); Peter Stetina, Christian Vande Velde y David Millar (Garmin); Giampaolo Caruso y Vladimir Gusev (Katusha); Steve Morabito e Ivan Santaromita (BMC); Egoi Martínez y Gorka Verdugo (Euskaltel); Stefano Locatelli (Bardiani Valvole); Gianluca Brambilla (Omega Pharma); Fabio Duarte (Colombia); Damiano Caruso (Cannondale); Kanstantsin Siutsou (Sky); Emanuele Sella (Androni Giocattoli); Jose Serpa (Lampre).

-SPRINTERS:

En cuanto a  los velocistas, sobresale sin ninguna duda Mark Cavendish (Omega Pharma Quick Step), el mejor sprinter puro de los últimos años. En las llegadas masivas intentará ponérselo difícil la brillante generación de sprinters de 1989-90, con John Degenkolb (Argos Shimano), Elia Viviani (Cannondale), Nacer Bouhanni (Française des Jeux), Giacomo Nizzolo (Radio Shack Leopard) y Davide Appollonio (AG2R La Mondiale) a la cabeza. También destacan Mathew Goss (Orica GreenEdge), subcampeón del mundo y vencedor de la Milán-San Remo en 2011; Fran Ventoso (Movistar), vigente campeón de España; Sacha Modolo (Bardiani Valvole CSF Inox), Roberto Ferrari (Lampre Merida), Grega Bole (Vacansoleil) y Daniele Bennati (Saxo Tinkoff).

-CLASICÓMANOS (y corredores «todoterreno» aún no mencionados):

Filippo Pozzato (Lampre), Luca Paolini y Angel Vicioso (Katusha); Oscar Gatto y Fabio Taborre (Vini Fantini), Marco Marcato (Vacansoleil), Pablo Urtasun (Euskaltel), Paul Martens (Blanco), Daniel Oss (BMC); Giovanni Visconti y Pablo Lastras (Movistar), Matti Breschel y Karsten Kroon (Saxo-Tinkoff).

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En cuanto a la retransmisión televisiva, un año más la carrera no podrá verse en abierto a nivel nacional, aunque si al menos en varias televisiones autonómicas: el canal vasco ETB (así como en su página online EITB.com), el asturiano TPA, el catalán Esport3 y el gallego TVG2. Por otro lado, y al contrario que en ediciones anteriores, no habrá retransmisión en «streaming» de la Gazzetta fuera de Italia.

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2 comentarios en “GIRO DE ITALIA 2013

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