Al igual que en el Giro de Italia 2011 y demás carreras de 3 semanas, hemos dividido el análisis en varias partes, para que no quede una entrada excesivamente larga y perjudique la búsqueda de información.
En esta primera parte: Introducción e historia, análisis general del recorrido y participación.
Las demás entradas sobre el Giro de Italia 2012:
- Etapas reinas (análisis de Cortina d´Ampezzo y Stelvio, antes de la presentación oficial)
- Previo (análisis general y enlaces a perfiles de etapas y puertos, en octubre 2011)
- Análisis de la 1ª semana (etapas 1ª a 8ª)
- Análisis de la 2ª semana (etapas 9ª a 15ª)
- Analisis de la 3ª semana (etapas 16ª a 21ª)
Por otro lado, ya podéis descargaros el nº 7 de la revista DLC, que incluye un Especial Giro, así como la Guía Giro de Javi Fuertes:
– – – – –
Introducción
El sábado 5 de mayo llega uno de los momentos más esperados de la temporada para los aficionados al ciclismo, con el inicio de la 95ª edición del Giro de Italia, la primera de las tres grandes vueltas por etapas del calendario y la más espectacular y entretenida de ellas en los últimos años.
En esta edición, la primera con Michele Acquarone como director de carrera en sustitución de Angelo Zomegnan, la prueba comenzará en Herning (Dinamarca) y terminará en Milán después de 3 semanas de durísimo recorrido, especialmente en su 2ª mitad, donde estará concentrada toda la alta montaña y destacando las etapas de Cortina d´Ampezzo (17ª), con Giau como puerto estrella; Alpe di Pampeago (19ª), con Manghen y doble paso por la ascensión final; y Passo Stelvio (20ª), estrenando una nueva vertiente del Mortirolo antes de la «Cima Coppi»; además de la contrarreloj final de 30 km en la capital lombarda.
HISTORIA
El origen de esta carrera data del año 1908, cuando La Gazzetta dello Sport, en base a una idea del periodista Tullo Morgagni y en un intento por distanciarse de su principal competidor, Corriere della Sera, anunció en portada el 24 de agosto la celebración del primer Giro de Italia para mayo de 1909, adelántandose al diario «rival» que estaba a punta de lanzar una carrera por etapas del mismo estilo.
Esta primera edición, homenajeada en el Giro 2009 con motivo de su centenario, partió de la Plaza Loreto de Milán, finalizando en la misma ciudad tras ocho etapas con kilometrajes casi siempre superiores a los 200 kilómetros, si bien entre cada etapa había como mínimo 1 jornada de descanso. La general se estableció en base a una clasificación por puntos, con victoria final para Luigi Ganna. Cabe indicar que de los 127 corredores que iniciaron la carrera, 123 eran italianos, presentándose sólo 4 corredores extranjeros: todos franceses e incluyendo a los ganadores del Tour Louis Trousselier (1905) y Lucien Petit Breton (1907, 08), aunque finalmente ninguno de ellos fue uno de los 49 ciclistas que consiguieron acabar la carrera.
Durante los años siguientes se mantuvo un nº de etapas similar, entre 8 y 12, y la clasificación general por puntos, incluyendo la edición de 1912 en que la carrera se disputó por equipos, hasta que en 1914, justo antes del parón de 4 años provocado por la 1ª Guerra Mundial, se adoptó definitivamente la clasificación por tiempos individuales. En la década de los 30 se produjeron 2 novedades muy importantes en la historia del Giro: el maillot rosa, el mismo color emblema del periódico organizador, como distintivo del líder a partir de 1931; y un aumento considerable en el nº de etapas hasta llegar a las 20 de 1935, una cifra que ya se mantendría más o menos estable hasta la actualidad, a excepción de los años en que la carrera no pudo disputarse debido a la 2ª Guerra Mundial, con un parón entre 1941 y 1945.
En su primera época el Giro fue una carrera bastante localista, tanto en participación como en resultados, pero a partir de los años 50 empezó a ganar protagonismo internacional, situándose prácticamente al nivel del Tour de Francia en la década de los 60 y primera mitad de los 70. Sin embargo a mediados de esa década empezó su declive, que terminaría dejando al Tour sólo “en cabeza” de las GV. Y parte de esa pérdida de importancia fue motivada por una considerable rebaja en la dureza de los recorridos. Afortunadamente eso cambió a finales de los 80, y si bien ya no ha vuelto a estar al nivel mediático del Tour (al menos internacionalmente, en Italia si) la carrera ha recuperado su dureza y prestigio.
Los primeros grandes dominadores del palmarés fueron Giovanni Brunero, con 3 victorias y otros 3 podios entre 1920 y 1927, y sobre todo Alfredo Binda, apodado «la Gioconda» y que obtuvo 5 victorias en la general (1925, 27, 28, 29, 33) además de 41 triunfos de etapa, una cifra sólo superada por las 42 victorias parciales de Mario Cipollini. El dominio de Binda en el Giro a finales de la década de los 20 fue tal que los organizadores le ofrecieron dinero en 1930 para que no participara en la carrera.
A continuación llegó el turno de Gino Bartali (1936, 37, 46) e “Il Campionissimo” Fausto Coppi (1940, 47, 49, 52, 53), probablemente los mejores corredores italianos de la historia (junto con Binda) y que si no hubiera sido por la 2ª Guerra Mundial habrían conseguido todavía más victorias y gestas de las que ya acumula su impresionante palmarés. La rivalidad deportiva entre ambos fue enorme, con el país entero dividido entre «Coppistas» y «Bartalistas», si bien a nivel personal eran grandes amigos. En esta misma época hay que destacar también a Fiorenzo Magni, triple ganador de la prueba (1948, 1951, 1955).
Con 5 triunfos en la general, igualando a Binda y Coppi, está “el caníbal” Eddy Merckx (1968, 70, 72, 73, 74), que a finales de la década de los 60 principios de los 70 impuso su supremacía en el Giro, aunque la calidad de sus rivales, probablemente en la época de mayor esplendor de la prueba, hizo que estos no se fueran de vacío, destacando la perseverancia de Felice Gimondi, con 3 victorias (1967, 69, 76) y otros 6 podios, acabando en el «top-10» durante la friolera de 12 años consecutivos. También con 3 victorias está «el tejón» Bernard Hinault (1980, 82, 85), siendo después de Merckx el corredor no italiano con mayor éxito en el Giro, aunque tampoco hay que desdeñar a Jacques Anquetil, con 2 victorias (1960, 64) y otros 4 podios.
En los últimos años el gran protagonista de la carrera ha sido Gilberto Simoni, retirado en 2010 con 2 victorias (2001, 03) y otros 5 podios en su haber, sin bajarse del «cajón» desde 1999 hasta 2006 salvo por su polémica expulsión en 2002 (positivo por cocaína del que después fue exculpado). Los otros corredores con 2 triunfos en lo que llevamos de siglo son Paolo Savoldelli (2002, 05) e Ivan Basso (2006, 10), aunque también sería de justicia incluir a Alberto Contador: ganador en 2008 y 2011, pero que fue desposeído de la última victoria debido a la sanción por su positivo en el Tour de Francia 2010.
En cuanto a los corredores españoles, más allá de Contador sólo el gran Miguel Indurain, con doblete en 1992-1993, ha podido vencer en esta carrera, siendo además 3º en 1994, una edición memorable gracias sobre todo a la irrupción de Pantani y a la impresionante jornada de Aprica, posiblemente la mejor etapa de los últimos 20 años. Sin triunfos en la general pero con actuaciones muy destacadas hay que mencionar a Miguel Poblet, el pionero español en el Giro (y en muchas otras carreras), con 20 victorias de etapa entre 1956 y 1961; Jose Manuel Fuente “El Tarangu”, que mantuvo inolvidables duelos con Merckx y Gimondi, siendo 2º en 1972 y 5º en la espectacular edición de 1974 tras ganar 5 etapas y la clasificación de la montaña; y Francisco Galdós, 2º en 1975 y 3º en 1973. Más recientemente sobresale Abraham Olano, con podios en 1996 y 2001, en el primer caso llegando líder hasta la penúltima etapa.
El año pasado se produjo la mencionada victoria de Contador, que arrasó a sus rivales en la carretera hasta acabar imponiéndose con más de 6 minutos de ventaja sobre Michele Scarponi y Vincenzo Nibali, recayendo en el primero de ellos el triunfo oficial después de la sanción que anuló todos los resultados del corredor madrileño desde julio de 2010.
RECORRIDOS
A nivel de recorridos, y como es lógico en una prueba con tantas ediciones disputadas, la carrera ha pasado por épocas muy diversas -> dossier recorridos históricos de las GV, pero a partir de los años 40 casi siempre ha tenido espacio para la alta montaña, con grandes puertos de paso que unidos al modo en que se corría entonces rompían completamente el pelotón a muchos km de meta, destacando en ese sentido jornadas como la de Pinerolo 1949 y Moena 1963, ambas por méritos propios entre las etapas más duras de la historia. A finales de los 60 y principios de los 70 empezaron a tomar protagonismo los finales en alto, ya fueran subidas sin salida, como Tre Cime di Lavaredo y el Blockhaus, o puertos de paso utilizados como llegada, como el Stelvio por Prato (estrenado varios años antes, en 1953), aunque sin pasar de los 2-3 por edición.
Sin embargo, terminando la década de los 70 el Giro entró en una «época oscura» en todo lo relativo a los recorridos, con la dureza muy rebajada y trazados que no beneficiaban los movimientos lejanos. Y lo cierto es que si se seguían incluyendo puertos duros pero en etapas muy «descafeinadas», con pocas subidas importantes y mal encadenadas. Todo parece indicar que eran recorridos pensadas para el lucimiento de los mejores corredores italianos del momento, Saronni, Moser y Visentini, cuya fuerte no era precisamente la montaña. Esta situación dio un giro completo a finales de los 80, cuando los organizadores no sólo volvieron a recuperar los grandes encadenados de montaña, con especial protagonismo para las etapas con la Marmolada como puerto estrella, sino que sobre todo a partir de los años 90 dieron una vuelta de tuerca estrenando diversas ascensiones, entre ellas el mítico Mortirolo por Mazzo en 1991.

La famosa etapa de Aprica 1994, con el Stelvio y el Mortirolo aunque subidos por vertientes distintas a las que se harán este año.
Ya en los últimos años y salvo ediciones aisladas, el Giro se ha consolidado como la gran vuelta por etapas más llamativa a nivel de recorridos, algo también propiciado por los discutibles trazados del Tour de Francia. Y es que en el Giro, gracias a la enorme riqueza orográfica italiana y a unos organizadores atrevidos, todo es posible: algunos de los puertos más impresionantes de Europa, ya sean “muros” de durísimas rampas o subidas interminables, de hecho en la lista de los puertos más duros en carrera el dominio del Giro es abrumador; carreteras secundarias que estarían vetadas en otras pruebas por su estrechez o supuesta peligrosidad; pistas de tierra que recuperan un ciclismo épico; maratones de alta montaña que actualmente no se ven en ninguna otra carrera, etc.
Ahora bien, aunque esa actitud valiente y atrevida por parte de los organizadores es digna de alabanza, creemos que no siempre aciertan en los recorridos, ya que las virtudes han sido muy grandes … pero también los defectos (al menos en nuestra opinión), como el abuso de los finales en alto duros y la disminución exagerada de los km contra el crono, aunque con algunas excepciones. Esto ha dado lugar a recorridos tan atractivos como en ocasiones desequilibrados, dejando casi todos los años varias de las etapas más espectaculares de la temporada pero también la sensación de que puliéndolos un poco podrían haber sido todavía mejores, aparte de más justos y propicios para el lucimiento de todo tipo de corredores.
Analizando a partir de 2005, los bandazos han sido casi constantes de un año para otro, pasando de un Giro 2005 espectacular, con buenas cronos y montaña muy exigente y propicia para los ataques lejanos, incluyendo grandes puertos de paso y destacando el estreno de la Finestre ->vídeo Sestriere 2005 (últimos 45 km de la etapa), a un Giro 2006 todavía más duro … pero ya descompensado y abusando de llegadas en alto duras, aunque también había varias etapas muy bien diseñadas y que funcionaron a la perfección, como la jornada de Aprica. El trazado del Giro 2007 estaba un poco mas “controlado” e incluía muy buenas etapas de alta montaña, aunque con una estructura global discutible y muy poca contrarreloj. En la edición de 2008 la primera mitad era fantástica, pero luego se caía en un tríptico de “muros” finales (Pampeago-Marmolada-Coronés) que propiciaron mucho conservadurismo, si bien otras etapas resultaron muy entretenidas, como la jornada de Monte Pora.
En 2009, edición del centenario, hubo un recorrido bastante extraño, sin apenas grandes puertos de paso (excepto en la etapa reina de Monte Petrano) y con las etapas decisivas en los Apeninos, aunque con una media montaña muy interesante y una espectacular contrarreloj de 60 km a mitad de la prueba. En 2010 la alta montaña regresó a lo grande, con etapas muy propicias para los ataques lejanos, si bien se echaba de menos una C.R.I. larga, siendo un trazado muy descompensado. En cualquier caso, gracias a una actitud muy ofensiva de los corredores y algunas circunstancias especiales, como la fuga-bidón camino de L´Aquila, la carrera acabó resultando muy entretenida, con varias etapas entre las mejores del año (Aprica, Montalcino, Asolo y Zoncolan). No obstante el desequilibrio en el recorrido se notó mucho en la clasificación, con los 4 primeros puestos copados por escaladores.
El trazado de 2011 fue muy polémico, llevando al límite las virtudes y defectos de la «era Zomegnan»: enorme dureza, con impresionantes etapas de alta montaña y también mucha media montaña; valentía, incluyendo puertos muy complicados logísticamente y varias etapas con «sterrato»; y un absoluto desequilibrio entre la montaña y el resto de terrenos, con una cantidad ridícula de km contra el crono y abusando de los finales en alto. Sin embargo, no fue este último aspecto el que generó más críticas, sino un supuesto exceso de peligrosidad y la desgraciada muerte de Weylandt -> Seguridad y protestas en el Giro, lo que unido a las opiniones que tildaban el recorrido de «inhumano» llevó a la cancelación de la subida que más expectactivas había generado, Monte Crostis, además de la sustitución de Zomegnan por Michele Acquarone como cabeza visible de cara a las siguientes ediciones.
Recorrido del Giro 2012
Los recorridos de las Grandes Vueltas (y no tan grandes) siempre han sido fuente de controversia entre aficionados, ciclistas, directores deportivos y periodistas. Y como hemos visto, el recorrido del Giro del año pasado fue un muy buen ejemplo de ello. Quizás para rebajar las fortísimas críticas (por parte del estamento ciclista y algunos medios de comunicación, que no de los aficionados) que hubo hacia ese recorrido, la nueva dirección del Giro de Italia optó por explicar el trazado de 2012 como uno «más humano y equilibrado». Sin embargo, la cantidad de puertos duros que se suben en esta edición es muy similar a la del año pasado, y no faltan grandes colosos, teniendo una exigencia global parecida a la de 2011 … y muy superior al Tour de Francia y sobre todo a la Vuelta a España de este año -> comparativa de las GV 2012.
Es cierto que hay más jornadas propicias para el sprint, que la media montaña pierde algo de presencia y que sólo 2 etapas superan los 220 km frente a las 4 del año pasado, además de haber reducido algo los traslados (sin tener en cuenta el inicial de Dinamarca a Italia). Pero la lista de puertos exigentes sigue siendo muy larga: Stelvio, Mortirolo, Pampeago (doble paso), Manghen, Duran, Giau, Valcava, etc; hay 8 etapas por encima de los 205 km, sólo una menos que en 2011; y los traslados entre etapas, pese a reducirse, continúan siendo importantes. Y más allá de estas consideraciones, hay algo que no ha cambiado prácticamente nada en el recorrido del Giro: frente a toda una serie de colosos y grandes etapas de montaña, escasez de contrarreloj, con menos de 40 km de crono individual.
El recorrido del Giro 2012 está claramente dividido en 2 mitades: desde el inicio hasta la 13ª etapa, donde predominan las jornadas llanas, quebradas y de media montaña; y desde la 14ª etapa hasta el final de la prueba, donde están concentradas la mayoría de las etapas a priori decisivas de la carrera y toda la alta montaña, incluyendo 4 llegadas en alto y la contrarreloj final de Milán.
La carrera comienza en la ciudad danesa de Herning, donde se disputará una contrarreloj inicial de 8,7 km. Los hombres más aptos se pondrán delante en la clasificación general, pero las diferencias serán escasas como para que se den muchas alegrías. Dos etapas llanas más en Dinamarca, una de ellas con trayecto cercano al mar del norte y peligro de abanicos, Herning 2ª, precederán al primer descanso, que reagrupa al pelotón en la ciudad de Verona para disputar la contrarreloj por equipos de esta edición: llana y sobre un trayecto de ida y vuelta, deparará alguna diferencia interesante pero en principio no será decisiva.
Después de una jornada llana intercalada se celebrará la etapa del sterrato, en ésta ocasión perdiendo protagonismo con respecto a anteriores ediciones, especialmente la de 2010. Aquel largo tramo de Montalcino no se repetirá. Será sustituido por la corta y muy empinada subida a Capella, en la quebradísima 6ª etapa con final en Porto san Epildio, pero muy lejos de la línea de meta. Más allá de esa jornada y las cronos previas, el primer test importante para los líderes llegará con las etapas de Rocca di Cambio 7ª, con una subida final larga aunque muy tendida, y sobre todo en la 8ª, con final en Lago Laceno tras superar la dura ascensión al Colle Molella: 3 km centrales al 10 %.
A partir de este momento se alternarán las etapas llanas (9ª, 11ª y 13ª) con jornadas más complicadas: el final en «doble muro en Asisi (10ª) y la etapa de media montaña de Sestri Levante (12ª), corta pero con un trazado exigente que la hace muy imprevisible, con Villa Tassani como último puerto a 11 km de meta. Acierta desde nuestro punto de vista el organizador: salvo en las primeras jornadas, no se verán 2 etapas llanas seguidas, y si las hay, serán con trampas finales que den espectáculo o imposibiliten el sprint. Los amantes de las distintas disciplinas del ciclismo tendrán dónde disfrutar, con terreno para que casi todo tipo de corredores puedan lucirse: clasicómanos, especialistas en fugas, sprinters, escaladores, etc. Ahora bien, este tipo de trazado, en general sin mucha dureza pero variado, terminará en la etapa 14ª, donde comienza la segunda parte del recorrido y la alta montaña.
Una jornada con dos puertos largos y duros, Cervinia y Joux (aunque salvo tramos aislados sin una pendiente muy elevada), y donde los líderes tendrán que quitarse las caretas y luchar por las primeras posiciones de la etapa. Lo mismo ocurrirá al dia siguiente, camino de Lecco-Pian dei Ressinelli (15ª), si bien esta etapa podría ser más peligrosa, con la inclusión de un «puertaco» como Valcava y 100 km finales sin apenas llano, con la meta situada tras la dura ascensión a Resinelli, pudiendo deparar sorpresas. Tras el segundo descanso vuelven las etapas alternas: una sin mucha dureza global con llegada en Falzes, aunque con un final complicado, seguida de una etapa interesante … en este caso algo más que interesante, con llegada en Cortina d´Ampezzo tras un recorrido espectacular.
Con las categorías de todos los puertos degradadas (Valparola y Staulanza son puertos de 1ª categoría, Duran ronda los 260 puntos APM y Giau los supera) estamos ante uno de los tappones dolomíticos de está edición, con un gran desnivel acumulado, alrededor de los 4500 metros, y con el coloso Giau a 18 km de meta, siendo una jornada muy propicia para que la carrera se rompa desde lejos y se vean bonitas persecuciones hasta meta. Al día siguiente etapa de recuperación, con llegada en Vedelago tras poco más de 120 km relativamente llanos, antes de afrontar el gran trío de etapas decisivas del Giro 2012: Pampeago, Stelvio y contrarreloj de Milán.
La primera de estas etapas llevará a los corredores hasta la estación de Alpe di Pampeago, con un durísimo recorrido que en los 100 km finales incluye, entre otros puertos, el impresionante Manghen, con más de 1600 m de desnivel, y un primer paso por la «pared» de Pampeago pero hasta una cota superior a la de la llegada, con 3 km inéditos y una cifras totales de 10,5 km al 9,7 %. Al día siguiente, final en la «Cima Coppi» de esta edición, el Passo Stelvio: uno de los puertos más famosos de Italia, aunque en esta ocasión no se afrontará por su cara más mítica sino por la vertiente de Bormio, y precedido por el estreno de una nueva y terrible vertiente del Mortirolo, por Tovo S. Agata, con 11,4 km al 10,5 % y rampas de hasta el 22 %, siendo muy irregular pero todavía más rompedora que la clásica de Mazzo.
Difícil distinguir qué etapa es más dura de las dos, ya que si bien la jornada de Pampeago tiene 130 km finales muy exigentes, sin apenas llano y con multitud de km por encima del 10 %, la etapa del Stelvio acumula nada menos que 5900 m de desnivel, con 2 puertos finales colosales: una por la exigencia de sus rampas y otro por su gran longitud y elevación, siendo la llegada a mayor altitud en la historia del ciclismo europeo (junto con los anteriores finales en el propio Stelvio, en 1972 y 1975). En cualquier caso, no cabe duda de que ambas forman un «combo» brutal, igualando o incluso superando a las 2 últimas etapas de montaña del Giro 1996: Pordoi (con Manghen y Fedaia) + Aprica (con Gavia y Mortirolo), la combinación más dura que se había visto hasta ahora. Para acabar el Giro y el trío de etapas decisivas, una contrarreloj individual el último día de la carrera. Poco más de 30 kms completamente llanos por las calles de Milán, donde si la montaña previa no lo ha hecho ya terminará de decidirse la clasificación general, aunque al llegar tan tarde no es probable que se marquen grandes diferencias.
En definitiva, como decíamos al principio, se presenta un Giro muy duro y llamativo, con grandes etapas de montaña en la última semana pero que sigue insistiendo en algunos defectos de años anteriores (al menos en nuestra opinión), como el abuso de las llegadas en alto y la escasez de contrarreloj, estando muy desequilibrado. Bien es cierto que en esta edición se ha buscado al menos un etapón de alta montaña sin final en alto, Cortina d´Ampezzo, y otro donde el último puerto no es el más duro del día, aunque sigue siendo muy exigente, Alpe di Pampeago. Pero el principal problema para ver un amplio abanico de corredores con opción al triunfo es la falta de kilómetros de crono individual que limiten la gran ventaja que tienen los escaladores. Este año se han añadido los casi 9 km llanos del prólogo inicial, pero la escasa longitud de la única crono individual larga hace que el total sea de apenas 39 km de C.R.I. Una cifra muy insuficiente, máxime teniendo en cuenta la dureza de la montaña.

La evolución de los km contra el crono desde 1979, con las 3 últimas ediciones batiendo records negativos de C.R.I. Click para ver las cifras detalladas por año.
Sin necesidad de cambiar salidas ni llegadas, se podría haber programado la etapa inicial como contrarreloj por equipos y la de Verona como individual, ganando así una segunda C.R.I. que sin ser demasiado larga si equilibraría algo la carrera, además de forzar a los escaladores a ser más ofensivos desde la primera semana. Otra opción sería adelantar la C.R.I. de Milán una semana, colocándola antes de las 3 etapas de alta montaña más duras. Eso conllevaría un final de carrera en el Stelvio, lo que puede parecer muy exagerado pero ya se hizo en 1975. Por otro lado, habría una solución más sencilla: alargar la distancia de las cronos manteniéndolas en la misma jornada. En cualquier caso, está claro que si los organizadores han programado tan poca contrarreloj es porque lo prefieren así. Y están en su derecho … pero no deberían intentar engañar a la gente vendiendo que es un «recorrido equilibrado y con oportunidades para todo tipo de corredores», ya que al menos en lo que se refiere a la general es falso.
En cuanto a los finales en alto, habrá 7 llegadas en la cima de un puerto o repecho duro (aunque en realidad una de ellas, Lago Laceno, estará situada tras 4 km de llano final), que si bien son menos que en 2011 siguen siendo una cifra excesiva, sobre todo teniendo en cuenta que 3 de ellos son puertos de categoría especial, y 2 son justo en las 2 últimas etapas de montaña: Pampeago y Stelvio. Esto puede provocar que la carrera vaya poco menos que bloqueada hasta el último fin de semana de carrera, con los corredores más pendientes de reservar fuerzas que de atacar, lo cual restaría brillantez al resto de la prueba.
No obstante y pese a estas pegas, terreno hay para ver una carrera excepcional si los corredores se muestran combativos, con varias etapas propicias para que haya un gran espectáculo y donde algunos de los mejores ciclistas del momento pueden deparar jornadas memorables. Solo hace falta que a la hora de la verdad los corredores muestren una actitud valiente y ambiciosa. Esta es sin duda una carrera propicia para ello, como lo demuestra la espectacular etapa reina del año pasado -> vídeo Gardeccia 2011 (últimos 70 km).
En cualquier caso, no podemos sino felicitar y agradecer a los organizadores por la estupenda información ofrecida en la página web de la Gazzetta, así como en la extensa guía oficial (archivo PDF de 46 megas), en ambos casos con detallados perfiles y mapas, tanto de las etapas completas como de los puertos (aunque en el caso de la guía salen borrosos). Ójala otras carreras y organizadores siguieran el ejemplo que da RCS en este tema. Además, se podrá ver la carrera online a través de su web. Una magnífica noticia, sobre todo teniendo en cuenta que este año no habrá retransmisión en abierto en España a nivel nacional, aunque si en el País Vasco, en la televisión autonómica ETB1 (también se podrá ver online en eitb.com). Habrá resúmenes de las etapas en Marca TV, aunque según su programación no todos los días.
Sin embargo, el modo en que están catalogados los puertos resulta muy discutible, si bien, al contrario que en la mayoría de carreras, no están inflados de categoría sino rebajados, algo provocado en parte al no existir la categoría Especial en el Giro (salvo casos muy excepcionales y la Cima Coppi). De todos modos, el mayor problema es que no mantienen el mismo baremo para juzgar todas las subidas, ni siquiera dentro de una misma etapa, dejando sin puntuar puertos que son claramente más duros que otros que si están marcados como tales. En cuanto al tema de las bonificaciones, en meta serán de 20, 12 y 8 segundos y se darán en todas las etapas en línea excepto en las jornadas de alta montaña: 14ª, 15ª, 17ª, 19ª y 20ª. Algo muy extraño, ya que de acuerdo a las normas de la UCI deberían existir en todas las etapas (salvo en las cronos) o en ninguna, sin poder elegir ponerlas en unas etapas sí y en otras no.
Por otro lado, el maillot de la montaña pasa del tradicional color verde al color azul de su patrocinador, Banca Mediolanum, echando por tierra los casi 40 años de historia de esta prenda en el Giro de Italia, desde su implantación en 1974 (coincidiendo con la 4ª victoria de Fuente en esta clasificación). En anteriores ocasiones nos hemos mostrado muy críticos con la Vuelta a España por cambiar constantemente el color de los maillots por motivos económicos. Lamentablemente, parece que el Giro en este tema está siguiendo el mismo camino, ya que hace 2 años también cambió la tradicional maglia ciclamino de la regularidad por un maillot rojo.
.
Participación
Este año las invitaciones entregadas por RCS para sus carreras han suscitado una fuerte polémica, ya que el Acqua & Sapone de Di Luca, Garzelli y Betancur ha quedado fuera del Giro, entrando en su lugar el NetApp alemán, junto a los tres equipos italianos Continentales Pro fijos: Farnese Vini, Colnago y Androni, que junto a los 18 equipos Pro Tour completan un total de 22 equipos participantes.
Gran parte de la polémica de las invitaciones tiene su origen en las críticas al respecto de la seguridad que recibió la carrera el año pasado, alegando como uno de los problemas el mayor número de corredores en el pelotón, de forma injusta y parcial según nuestro punto de vista. De esta forma, de los 23 equipos que tomaron la salida los dos últimos años, se ha vuelto a los 22, para un total de 198 corredores. Y, lógicamente, la decisión ha conllevado el descarte de un equipo para el Giro, en este caso el A&S, amén de una política de “compensación” de las invitaciones para las carreras de RCS, donde Farnese y Colnago han recibido el mejor trato, siendo invitados a todo, y otros equipos como Androni, el mejor Continental Profesional de los últimos años, sólo podrá correr Giro y Lombardía dentro del calendario RCS. Por tanto cabe pensar que han primado otros aspectos, principalmente económicos, antes que el deportivo.
En cualquier caso, hay otro tipo de acciones que se pueden llevar a cabo y podrían resultar beneficiosas en ambos aspectos, tanto en el número de equipos invitados como en el tema de la seguridad, y es la reducción de ciclistas por equipo y por tanto el aumento de equipos participantes. Sobre este tema realizamos hace un año una encuesta-debate en el blog -> ¿Cuantós corredores por equipo?.
Volviendo a la participación de este año, como es lógico Italia contará con el mayor número de ciclistas en el Giro, alcanzando un total de 57. España está situada segunda en este ranking, con 19, a la que sigue Bélgica con 15 corredores.
- AG2R La Mondiale Fra ALM
- Androni Giocattoli-Venezuela Ita AND
- Astana Pro Team Kaz AST
- BMC Racing Team Usa BMC
- Colnago-Csf Inox Irl COG
- Euskaltel-Euskadi Esp EUS
- Farnese Vini-Selle Italia GBR FAR
- FDJ-Big Mat Fra FDJ
- Garmin-Barracuda Usa GRM
- GreenEDGE Cycling Team Aus GEC
- Katusha Team Rus KAT
- Lampre-ISD Ita LAM
- Liquigas-Cannondale Ita LIQ
- Lotto Belisol Team Bel LTB
- Movistar Team Esp MOV
- Omega Pharma – Quickstep Bel OPQ
- Rabobank Cycling Team Ned RAB
- RadioShack-Nissan Lux RNT
- Sky Procycling GBR SKY
- Team NetApp Ger APP
- Team Saxo Bank Den SAX
- Vacansoleil-DCM Pro Cycling Team Ned VCD
.
FAVORITOS
Michele Scarponi (Lampre)
Michele es el campeón vigente tras la anulación de resultados de Contador, lleva dos años entre los mejores del Giro (4º en 2010 y ganador de la etapa de Aprica) y este año volverá a ser un favorito claro al triunfo. Además en esta ocasión compondrá una interesante dupla junto a su compañero de equipo Cunego. Su inicio de temporada ha sido más suave que otros años, posiblemente reservándose para la terrorífica última semana del Giro.
Ivan Basso (Liquigas)
Su nivel en el pasado Tour y sobre todo el mostrado en lo que llevamos de año no son muy esperanzadores para el varesino. Sin embargo en Trentino y Romandía ya comenzó a dejarse ver, y es un corredor muy meticuloso en su preparación al que no conviene infravalorar. Además su equipo se presenta como uno de los más potentes de la prueba, a pesar de la ausencia de Nibali, que ha optado finalmente por correr el Tour. En caso de que Ivan se alzara con la victoria habría que remontarse hasta Hinault para encontrar a un triple vencedor del Giro, después de sus triunfos en 2006 y 2010.
.
Roman Kreuziger (Astaná)
La eterna promesa checa se enfrenta a un importante test en el que deberá demostrar su valía para las grandes rondas por etapas, tras su 8º puesto en el Tour y su 5º puesto en el pasado Giro, así como una actitud menos anónima y más atrevida que le permita aspirar a lo más alto. Este año lleva en forma desde principios de Marzo, rindiendo a buen nivel en Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Trentino y Romandía.
Joaquim Rodríguez (Katusha)
La principal baza española para la carrera vuelve al Giro (4º en 2011 tras la sanción a Contador) sin haber escatimado esfuerzos previos y sin renunciar a carreras como las clásicas de las Árdenas, País Vasco y Tirreno-Adriático, donde acabó «mojando» en todas ellas. Puede ofrecer algunas dudas en la alta montaña, pero tendrá muchas etapas aptas para sus características y su forma ha ido “in crescendo” hasta el momento.
Frank Schleck (Radioshack)
A última hora se ha apuntado a la fiesta el mayor de los hermanos Schleck, podio el año pasado en el Tour y uno de los hombres más fuertes cuesta arriba del panorama actual de vueltómanos. Su preparación no ha sido la más idónea y ofrece muchas dudas, pero si realmente va a más desde las Ardenas, donde estuvo a un nivel discreto, y va a correr el Giro con intención, no cabe duda de que será un hombre a tener muy en cuenta.
.
Damiano Cunego (Lampre)
Ha llovido mucho desde la victoria del veronese en el Giro 2004. Sin embargo su pasado Tour, donde finalizó 6º, invita al optimismo. Y aunque no asuma el rol de líder del equipo, posiblemente tenga mucha presencia en carrera. Además, enmarcado en una situación en la que esté libre de presión, podrá moverse más libremente.
John Gadret (AG2r)
El escalador francés fue la sorpresa del pasado Giro, donde terminó 4º (podio sin Contador) y fue el único de los primeros de la general en ganar etapa sin contar al pinteño. Este año ha estado muy discreto allá donde ha participado … pero también fue así el año pasado y luego rindió a muy buen nivel en el Giro.
José Rujano (Androni)
Del venezolano sabemos a ciencia cierta que es uno de los mejores escaladores que tomarán la salida en el Giro, destacando sus actuaciones en esta misma carrera en 2005 (3º y 1 etapa) y 2011 (6º y 2 etapas). Pero debe demostrar que puede con la general, no perdiendo tiempo en alguna etapa de la primera mitad de la carrera, su talón de Aquiles.
Domenico Pozzovivo (Colnago)
Aunque no ha podido refrendar todo lo que apuntó en su prometedor Giro 2008, las dotes para la escalada de Pozzovivo escapan a toda duda. Y si lo mostrado en el Giro del Trentino, donde venció con brillantez, se traslada a la «corsa rosa» será una de las ruedas a vigilar.
.
Emanuele Sella (Androni)
El corredor que dominara la montaña en el Giro hace cuatro años, incluyendo 3 victorias de etapa, formará junto a Rujano un poderoso dúo que puede ser uno de los principales animadores de la carrera.
Mikel Nieve (Euskaltel)
El navarro vuelve al Giro dispuesto a repetir o incluso mejorar su gran actuación del año pasado, donde obtuvo una espectacular victoria en la etapa reina y terminó 10º en la general, llegando esta vez como líder absoluto del Euskaltel.
Rigoberto Urán (Sky)
El a priori señalado para llevar los galones en Sky es este polivalente corredor colombiano, que deberá demostrar de una vez por todas que puede rendir a buen en una gran vuelta.
Ryder Hesjedal (Garmin)
El canadiense ya sabe lo que es quedar entre los mejores de una gran vuelta, con un 7º puesto en el Tour 2010. Quizá la alta montaña de este Giro sea excesiva para él, pero no es descartable una buena actuación por su parte, aprovechando otro tipo de terrenos.
.
Al tratarse de una carrera tan abierta, sin a priori un dominador claro, muchos corredores pueden dar la campanada y hacer una gran general, sorpresas que siempre se han dado en el Giro. Por ello destacamos otros nombres que pueden adquirir bastante protagonismo.
Habrá que tener muy en cuenta el equipo Movistar, que no contará con un líder claro, pero sí con una serie de buenos escaladores como Intxausti, reciente vencedor de la Vuelta a Asturias, y Pardilla, y todoterrenos como Bruseghin y Rui Costa, este último en un gran momento de forma. El líder de BMC será el veterano Pinotti, 9º en 2010 y que aunque en la montaña sufra es probable que se le vea delante en la general. En Sky acompañará a Urán el sorprendente Henao, que viene de hacer un buen mes de Abril. El líder del Omega Pharma será Cataldo, que querrá reivindicarse de una vez por todas en la carrera de casa. Por parte francesa, además de Gadret, habrá que tener en cuenta a su compañero Dupont, 11ª el año pasado, y al incombustible Casar (FDJ). Aparte de otros corredores que en principio serán segundas o terceras bazas de sus equipos, pero que pueden tener una buena actuación como son Dani Moreno (Katusha), Ulissi (Lampre), Vandevelde (Garmin-Barracuda) y Serpa (Androni), entre otros.
Además, habrá una serie de corredores que pueden ser protagonistas de una forma u otra en esta edición del Giro, entre los que cabe destacar a Ballan, el mejor BMC en la temporada de clásicas y podio en Flandes y Roubaix; Felline, reciente ganador del Appennino; Gasparotto, en el mejor momento de su carrera tras ganar Amstel y ser 3º en Lieja; Tiralongo, siempre presente en las carreras italianas; Szmyd, que viene de hacer 3º en Trentino y Capecchi, gregarios de Basso en Liquigas; Tschopp, el buen cazaetapas suizo; Pozzato, que este año en Farnese ha recuperado su mejor nivel; Visconti, el campeón italiano, así como los combativos Vacansoleil Carrara y De Gendt.
.
SPRINTERS
El Giro contará con una buena nómina de velocistas, encabezada por el vigente campeón del mundo y dominador de la especialidad, Mark Cavendish (Sky), que además vendrá escoltado por lanzadores de lujo de la categoría de Eisel y Thomas.
Sus principales rivales para darle réplica serán presumiblemente el americano Tyler Farrar (Garmin); el campeón del mundo en 2010, Thor Hushovd, que aunque no lleva una buena temporada puede ser un rival muy duro en los sprints, especialmente en grupos reducidos; el vencedor de Sanremo y excompañero de Cavendish, Matthew Goss; la opción italiana, el Colnago Sasha Modolo; así como otros velocistas como Theo Bos y Renshaw (Rabobank), Juanjo Haedo (Saxo Bank), Roman Feillu (Vacansoleil), Arnaud Demare (FDJ), además de otra gente muy rápida que puede aprovechar los finales sinuosos para sorprender a los sprinters puros, como Daniele Bennati (Radioshack) y nuestra principal baza española en las llegadas: el cántabro Fran Ventoso (Movistar), que ya el año pasado fue el vencedor de una etapa.
– – – – –
Donde la televisan? porque mire donde mire..no veo nada.
En abierto sólo la televisión autónomica vasca, a través del canal ETB1. En cuanto a los canales de pago, lo va a televisar Eurosport.
En internet se podrá ver online en la página de la Gazzetta y en eitb.com, aparte de en diversas páginas de streaming.
Un saludo.