Este domingo 20 de abril se disputa la 59ª edición de la Amstel Gold Race, carrera neerlandesa que se celebra en la región de Limburg, en el extremo sureste de los Países Bajos, y también conocida como la “Clásica de la Cerveza”, siendo el inicio del tríptico de las Árdenas, con la Flecha Valona el miércoles y Lieja-Bastoña-Lieja el próximo domingo. Y lo hace con la recuperación del Cauberg como última cota, algo que no ocurría desde 2016, manteniendo no obstante el resto de la ruta, con 256 km entre Maastricht y Berg en Terblijt, junto a Valkenburg, incluyendo 34 cotas oficiales. Asimismo, unas horas antes se disputa la prueba femenina, que cumple su 11ª edición.
Comparada con la mayoría de grandes carreras de un día, la Amstel Gold Race es un prueba relativamente reciente, habiéndose disputado por primera vez en 1966. Esta edición inaugural, organizada por Herman Krott, acabó teniendo un recorrido de más de 300 km entre las localidades de Breda y Meerssen, obteniendo la victoria Jean Stablinski -> vídeo. Desde entonces la carrera se ha disputado de un modo ininterrumpido cada año, ganando prestigio rápidamente hasta situarse como una de las clásicas más importantes de la temporada, aunque sin llegar a alcanzar el nivel de los 5 Monumentos.
Los dominadores del palmarés son los ciclistas neerlandeses, con un total de 18 victorias, destacando Jan Raas, que obtuvo 5 triunfos casi consecutivos entre 1977 y 1982 (dejando sólo de ganar en 1981), además de ser 3º en 1983, seguidos por los corredores belgas, entre los que sobresale Philippe Gilbert, ganador en 2011, 2012, 2014 y 2017, mientras que con 2 triunfos figuran Eddy Merck (1973, 1975), Gerry Knetemann (1974, 1985), el suizo Rolf Jaerman (1993, 1998) y el italiano Enrico Gasparotto (2012, 2016). También destaca Michael Boogerd, con sólo un triunfo pero un total de 7 podios, siendo 4 veces 2º.
En cuanto a los ciclistas españoles, y al igual que sucede en clásicas como el Tour de Flandes y París-Roubaix, hasta ahora no ha habido ninguna victoria, aunque si varios podios en los últimos años: Alejandro Valverde, 2º en 2013 y 2015, además de 3º en 2008, y Joaquim Rodríguez, 2º en la edición de 2011 sólo superado por un impresionante Gilbert, que ese año consiguió el triplete en la semana de las Árdenas (póker si se incluye Brabante), algo sólo alcanzado antes por el italiano Davide Rebellin, en 2004.
El año pasado, en una edición muy táctica, la victoria fue para el británico Tom Pidcock (Ineos), que pudo resarcirse de lo ocurrido en 2021, cuando una polémica foto-finish le «arrebató» el triunfo frente a Van Aert, imponiéndose en esta ocasión por delante del suizo Marc Hirschi (UAE) y el belga Tiesj Benoot (Visma), con Mauri Vansevenant (Soudal) 4º, siendo el mejor español Pello Bilbao (Bahrain), 7º. En categoría femenina venció la neerlandesa Marianne Vos (Visma), con Lorena Wiebes (SD Worx) e Injvild Gaskjeen (Liv Alula) completando el podio.

La llegada de 2024, con Pidcock seguido por Hirschi y Benoot. Foto de CyclingImages, en artículo Cyclingpro.net
Recorridos
A nivel de recorrido, la Amstel Gold Race se caracteriza por realizar varios bucles en torno a la localidad de Valkenburg, con un trazado muy quebrado y “pestoso” que incluye una gran cantidad de cotas (35 en la última edición, aunque contando los diferentes pasos), si bien al contrario que en otras clásicas de marzo-abril todas ellas asfaltadas; y multitud de cruces, cambios de dirección y estrechamientos a lo largo de toda la ruta, lo que provoca que sea una carrera muy nerviosa y estresante para los corredores, habiendo de hecho un alto peligro de caídas y enganchones. Teniendo en cuenta ambos aspectos, se podría decir que la Amstel Gold Race es el equivalente sobre asfalto al Tour de Flandes sobre pavé.
Los finales tradicionales de la prueba han sido Meerssen, meta desde 1966 a 1991 (excepto en 1968, cuando terminó en Elsloo), y la ciudad de Maastricht, llegada desde 1991 a 2002, en ambos casos con la meta situada después de varios km de llano. Sin embargo, eso cambió a partir de 2003, situándose la meta en el muro del Cauberg, en la parte alta de Valkenburg, siendo desde entonces una llegada muy propicia para los “up-hill finishers”, especialistas de las llegadas en repecho. Entre ese cambio y la forma más conservadora en que se corre hoy en día, las últimas ediciones fueron en general decepcionantes (salvo excepciones), con los favoritos demasiado pendientes de la subida final en lugar de romper la carrera desde lejos, aunque sin llegar a los extremos de la Flecha Valona y su final en el muro de Huy.
Esa falta de batalla previa y el Mundial de 2012 -> clasificación / video, celebrado en esta misma zona y también con el Cauberg como protagonista, si bien con la meta situada 2 km más tarde, fue el motivo esgrimido por los organizadores para el cambio de recorrido en 2013, añadiendo un circuito final parecido al que tuvo el Mundial, aunque con 3 cotas en vez de 2, añadiendo el Geulhemmerberg, y colocando la llegada en el mismo lugar que esa prueba, entre Vilt y Berg en Terbligt, a unos 3 km de Valkenburg, con un corto llano desde Cauberg a meta, habiendo además un aumento en el número total de cotas, pasando de 32 a 34, si bien debido al circuito final la subida más rompedora, el Keutenberg, quedaba a 30 km en lugar de los 10-12 km de anteriores ediciones, perdiendo protagonismo.
A la hora de la verdad la carrera tuvo aspectos negativos y positivos: por un lado los favoritos siguieron reservando fuerzas para la última subida, incluso dejándose ver menos en las cotas previas, pero en cambio los “segundos espadas” y “outsiders” si se movieron desde lejos con intención, siendo más impredecible que años anteriores y triunfando un escapado, Kreuziguer, algo que no ocurría desde hace tiempo. Sin embargo en los 3 años siguientes, con prácticamente el mismo recorrido, llegaron pelotones numerosos al pie del Cauberg, mucho más que con el recorrido anterior, e incluso en 2015 hubo reagrupamiento tras la última subida, jugándose la victoria un grupo de 18 corredores.
Esto provocó que en 2017 los organizadores hicieran un cambio radical: supresión del último paso por Cauberg, quedando un circuito final de 16,2 km con Geulhemmerberg y el tendido Bemelerberg como cotas a superar, buscando que la carrera fuera más abierta e imprevisible, sin que todo quedara para el final y favoreciendo a los corredores valientes, con los favoritos teniendo que atacar desde lejos para evitar el sprint … y funcionó muy bien, viéndose la mejor edición de la década, con 40 km finales espectaculares y un desarrollo más similar al de las clásicas de pavé que a lo habitual en las Árdenas los últimos años. En 2018 el trazado fue muy similar, si bien por vías más secundarias en los últimos km, viéndose de nuevo una bonita carrera, al igual que en años siguientes, con la excepción de 2021, cuando se hizo un recorrido tipo Mundial debido a la pandemia.
Recorrido Amstel Gold Race 2025
Cotas (en la mayoría el % es engañoso, ya que los falsos llanos inicial y/o final bajan la media):
1. Maasberg (km 11,6): 61 m – 0,6 km – 4,2 %
2. Adsteeg (km 30,1): 109 m – 0,5 km – 5,4 %
3. Bergseweg (km 45,6): 185 m – 2,7 km – 3,3 %
4. Korenweg (km 49,1): 205 m – 0,9 km – 5,0 %
5. Nijswillerweg (km 54,6): 181 m – 1,3 km – 3,2 %
6. Rijksweg N278 (km 64,1): 179 m – 2,2 km – 3,8%
7. Wolfsberg (km 84,2): 195 m – 0,8 km – 4,4 %
9. Schweibergerweg (km 99,2): 226 m – 2,9 km – 3,9 %
10. Camerig (km 105,6): 271 m – 4,3 km – 3,8 %
11. Drielandenpunt (km 118,1): 330 m – 3,7 km – 3,8 %
12. Gemmenich (km 122,4): 273 m – 0,9 km – 6,4 %
13. Vijlenerbos (km 126,4): 289 m – 1,8 km – 5,1 %
14. Eperheide (km 133,5): 224 m – 2,3 km – 4,5 %
16. Plettenbergweg (km 147,3): 130 m – 1 km – 4,2 %
17. Eyserweg (km 149,5): 211 m – 2,2 km – 4,3 %
18. Sint Remigiusstraat: Huls (km 153,4): 216 m – 1 km – 7,7 %
19. Vrakelberg (km 158,6): 171 m – 0,7 km – 7,9 %
20. Sibbergrubbe (km 166,4): 151 m – 2,1 km – 4,1 %
23. Keerderberg (km 182,8): 126 – 1,8 km – 3,3 %
8 / 25. Loorberg (km 87,9 / 201,3): 219 m – 1,5 km – 5,5 %
15 / 26. Gulperberg (km 143 / 208,3): 149 m – 0,7 km – 8,1 %
27. Kruisberg (km 213,4): 165 m – 0,8 km – 7,5 %
28. Eyserbosweg (km 215,3): 195 m – 1,1 km – 8,1 %
29. Fromberg (km 219): 165 m – 1,6 km – 4 %
30. Keutenberg (km 222,9): 175 m – 1,7 km – 5,6 %
22 / 32. Geulhemmerberg (km 175,4 / 238,4): 130 m – 1 km – 6,2 %
24 / 33. Bemelerberg (km 186,1 / 245,1): 140 m – 0,9 km – 5 %
21 / 31 / 34. Cauberg (km 170,8 / 233,6 / 253,4): 140 m – 1,2 km – 5,8 %
Como decíamos al inicio, el recorrido de este año recupera el Cauberg como última subida, algo clásico desde 2003 a 2016, incluso acabando en su cima hasta 2012, pero que no se veía desde entonces, si bien el resto de la ruta es casi idéntica a la de los últimos años, repitiendo la salida desde la localidad de Maastricht; la llegada en Vilt–Berg en Terbligt; las cotas previas, aunque el total de «muros» sube a 34 al hacer un paso más por el Cauberg; y los 3 bucles distintos en torno a Valkenburg, circulando por vías muy secundarias entre Geulhemerberg y Bemelen, para un total de 256 km, sin contar la neutralizada.
En ese sentido, si bien la ruta hasta pasado el km 200 aporta un gran desgaste, sobre todo si hay buen ritmo y corredores peligrosos en las escapadas, todo apunta a que más allá de posibles caídas, desgraciadamente muy habituales en esta carrera, la parte decisiva llegará de nuevo tras el 2º paso por Loorberg y Gulperberg, este último afrontado al revés que en el primer paso, cuyo descenso y un tramo llano dejará a los corredores al pie del encadenado de Kruisberg, Eyserbosweg, Fromberg y Keutenberg: 4 muros muy seguidos y casi todos ellos con tramos sostenidos por encima del 12%, excepto el más tendido e irregular Fromberg … que a cambio es el más largo, con 1600 m, si bien incluye varios descansillos.
De estas 4 cotas, la que por su dureza y colocación ha provocado en varias ediciones la selección definitiva del grupo que se jugaría la carrera, sobre todo en la época de 2003 a 2012, es el Keutenberg, una subida corta pero muy dura con puntas de hasta el 22%, formando parte de la lista de rampas máximas afrontadas en competición. Hay que decir que superado el tramo más exigente no hay un descenso inmediato, sino que como se puede ver en el perfil completo la carretera sigue picando hacia arriba durante más de un km, para unas cifras totales muy engañosas: 1,7 km al 5,6 % (aunque según este otro perfil sería más blando, con 1,6 km al 5,3%).
Este terreno de falsos llanos después del Keutenberg continúa durante varios km, aunque ya con tendencia descendente, antes de comenzar la bajada a Valkenburg, donde tras una curva a izquierdas en una rotonda se inicia el Cauberg, en el que será el 2º paso por esta cota. Las cifras totales de la subida, 1,2 km al 5,8%, son de nuevo engañosas, ya que el falso llano final baja la media. De hecho, según el perfil oficial y este otro gráfico de la web de Heuvelsfietsen, tiene un tramo central de 500 m al 10%, con rampas que llegan al 13-14%, si bien de acuerdo a otras fuentes ese medio km alcanzaría “sólo” un 9% de media. En cualquier caso, una subida exigente y donde probablemente se muevan los favoritos.
Superado el Cauberg y ya dentro del circuito final, habrá un pequeño tramo llano, con paso incluído por meta, antes de que la ruta tome un desvío hacia el norte, afrontando un corto pero fuerte descenso en busca del inicio de la cota de Geulhemerberg, ya habitual en esta carrera, tanto en el recorrido “antiguo” como dentro de esta misma edición, afrontándose en 2 ocasiones, pero que no estaba incluída en el circuito del Mundial 2012, aportando aquí mayor continuidad en la dureza. De todos modos, con un km en torno al 6% y el asfalto en perfectas condiciones, no es una subida rompedora por sí sola, dependiendo mucho de la actitud de los corredores y de si ya ha habido batalla previa para hacer daño.
Una vez coronado, y en lugar de seguir por la carretera principal, se afrontará el descenso por el Kuitenberg, una vía más estrecha, girando poco después hacia el sur y a continuación hacia el este para volver a la ctra. principal antes de la localidad de Bemelen, donde comienza la subida homónima, el Bemelerberg, con 900 m al 5% de media y puntas del 7%. Un ascenso muy suave pero que con más de 250 km en las piernas hace daño, habiendo resultado decisivo en 2017. Oficialmente, se corona a 11 km de meta (frente a los 7 de los últimos años), si bien el terreno posterior sigue picando hacia arriba durante más de un km, por lo que quienes hayan pasado muy justos la cota pueden terminar de hundirse.
A 9 km de la llegada, pasada la localidad de Gasthuis, se abandonará de nuevo la vía principal, tomando un desvío hacia Terbligt por una zona de falsos llanos, primero con tendencia favorable y luego ascendente (2%), por una vía con un tramo muy estrecho ya utilizada los últimos años … si bien esta vez, en lugar de dirigirse directamente hacia meta como en años anteriores, se continuará hacia el este para volver a la ctra. principal que baja hacia Valkenburg, afrontando el tercer y último paso por el Cauberg, que si bien oficialmente se corona a 2 km de meta sigue picando hacia arriba hasta el km final, básicamente llano aunque con tendencia favorable, por una carretera muy ancha.
En resumen, un trazado muy exigente, tanto por la orografía de la prueba, repleta de cotas, como por el largo kilometraje, similar al de los monumentos, y que dentro de la historia de la Amstel Gold Race se puede considerar una mezcla de la ruta de 2013 a 2016, al incluir un último paso por el Cauberg a 2 km de la llegada, y de lo visto desde 2017 (a excepción de 2021 por la pandemia), con el circuito final teniendo las subidas al Geulhemerberg y Bemelerberg.
Haciendo una valoración más subjetiva, nos parece un error que se recupere el Cauberg como última cota, ya que si se quitó ese último paso fue precisamente para evitar que condicionara la carrera, con los favoritos esperando a la subida final al estilo Flecha Valona. Y suprimirlo funcionó muy bien, viéndose ediciones espectaculares desde 2017, por lo que a nivel deportivo tiene muy poco sentido volver atrás. No obstante, como siempre la última palabra será de los corredores. Y con ciclistas tan ofensivos como Pogacar y Evenepoel, lo más probable es que la batalla se desate igualmente lejos de meta.
En cuanto al recorrido de la prueba femenina, es básicamente el mismo de los últimos años, también con salida en Maastricht y llegada en Vilt-Berg, realizando un bucle inicial con 9 cotas, incluído el duro encadenado de Eyserbosweg, Fromberg y Keutenberg, antes del primer paso por el Cauberg y la línea de meta, teniendo que afrontar a partir de ahí 4 vueltas completas al circuito ya visto en las últimas ediciones, con las subidas del Geulhemerberg, Bemelerberg y Cauberg. En total, casi 158 km, incluyendo 22 subidas oficiales.
Participación
En el caso de la prueba masculina, tras un 2024 marcado por las ausencias, esta vez sí estará presente Tadej Pogacar (UAE), ganador en 2023 y de nuevo gran favorito, tras haber ganado Flandes y ser 2º en Roubaix, aunque intentará ponérselo difícil Remco Evenepoel (Soudal), que ha vuelto a la competición con triunfo en la Flecha Brabanzona por delante de Wout van Aert (Visma), que también participa en esta carrera, al igual que el vigente ganador, Tom Pidcock (Q36.5). Y ojo también al potencial de los equipos EF, con las bazas de Ben Healy y Neilson Powless; y Lidl-Trek, destacando Mattias Skjelmose y Thibau Nys. En total, son de la partida 25 equipos, los 18 de categoría World Team y 7 Pro Teams, completando un pelotón de 175 ciclistas, al igual que en las últimas ediciones.
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En cuanto a la retransmisión televisiva, la carrera se podrá ver en directo en España a través de Eurosport, tanto la prueba femenina como la masculina, con esta última conectando a las 14.35 h; estando el final previsto sobre las 17.00 h.
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