- Para ver las tablas definitivas, con los cambios que ha habido en los recorridos y datos más exactos de los puertos, click en el siguiente enlace -> comparativa 2015 actualizada
Por octavo año consecutivo (2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014), publicamos la comparativa entre los puertos de montaña de cada Gran Vuelta para su futura edición, utilizando para ello los datos de los 15 puertos de montaña más duros de cada carrera y del número de puertos de 1ª (coeficiente APM entre 120 y 240) y Especial (coeficiente APM superior a 240) que subirán los corredores.
Tal y como insistimos cada año, la dureza de los puertos no lo es todo ni mucho menos, ya que el dónde, el cuándo y el cómo se colocan es muy importante. Y hay también otros aspectos clave en un recorrido, como las cronos (casi nulas en el Tour, algo más importantes en La Vuelta y especialmente en el Giro), la media montaña (el Giro 2015 tiene mucha, dura y bien diseñada), la distribución de las etapas, etc… pero se podría decir que los 15 puertos más duros son la base sobre la que construir la alta montaña de una gran carrera.
- Análisis del recorrido del Giro 2015
- Análisis del recorrido del Tour 2015
- Análisis del recorrido de La Vuelta 2015
En las siguientes tablas se muestran los datos de los 15 puertos más duros de cada prueba, ordenados de mayor a menor dureza según su coeficiente APM, aunque en el caso de la Vuelta hemos añadido Tenebredo pues también alcanzaría la Primera categoría. Los puertos de Especial se marcan en verde y los de 1ª en marrón. Click en las imágenes para ampliarlas:
La bajada de dureza en los grandes puertos del Giro de Italia es notoria, ya que de la colección de Especiales de otros años en esta edición se pasa a solo 5 HC, aunque con Daone rozando también esa categoría. No obstante, con los tremendos Mortirolo y Finestre la cuota de colosos está cubierta de forma similar a ediciones anteriores. Donde hay «rebajas» es en el resto de Especiales en torno a 300 APM. La selección de puertos de 1ª categoría es amplia, dura y variada, con 10 subidas de los cuales solo una, el Passo del Termino, se queda en la parte baja. El resto tiene 160 APM o más, siendo puertos de entidad, especialmente el mencionado Daone. Un dato diferente a otros años es la altitud de los puertos: si en ediciones anteriores la Cima Coppi rondaba los 2700 m, este año Finestre se queda por debajo de 2200 m, siendo la 2ª más baja desde 1985 (por detrás de Sestriere en 2009). Y solo otro puerto de la lista, Cervinia, supera los 1900 m. ¿Lo más destacable? Que los 6 puertos más duros son todos de paso, por encima de 230 APM, no encontrando el primer final en alto hasta el puesto octavo de la lista, con Campitello Matese.
De todas las críticas que se le pueden hacer al recorrido del Tour de Francia, que son muchas, la dureza de los puertos escogidos no es una de ellas, con 7 HC y dos 1ª muy duros. Destaca por encima de todos el Galibier, el único gran puerto de más de 400 APM que suele visitar la Grande Boucle (junto con el Ventoux). Le sigue una batería de puertos clásicos, donde la única novedad es la subida la Pierre de Saint-Martin. Entre los primeras, La Toussuire y el Col de Chaussy se sitúan muy por encima del resto. Como siempre en esta carrera, nos encontramos ante puertos de pendientes medias exigentes pero no extremas, y bastante homogéneas entre sí, a diferencia de lo que ocurre en las otras dos GT. Y al igual que sucede en el Giro, los 4 puertos más duros son de paso, aunque los siguientes 3 HC son finales en alto. En definitiva, los problemas del recorrido del Tour no se deben a la falta de dureza de los puertos, ya que incluyen varios muy exigentes, sino al absoluto desequilibrio entre montaña y crono, así como al diseño y colocación de algunas etapas clave.
Por último nos encontramos con La Vuelta, donde lo primero que destaca es que no hay ningún puerto por encima de 300 APM (aunque si varios cercanos a esa cifra), algo que no ocurría desde 2007 con los Lagos de Covadonga, único HC aquel año. Un vecino suyo, la ascensión al Collado de La Caballar, encabeza la lista de 4 HC, lejos de los puertos más duros de sus competidoras. Por su parte, la ración de puertos de 1ª sí es dura y variada, con subidas tan exigentes en la etapa de Andorra como Els Cortals d’Encamp, que por su dureza también se podría considerar un HC, y La Rabassa. También se debe destacar que únicamente 3 puertos superan los 1000 metros de desnivel y solo «por los pelos», mientras que en Giro y Tour aparecen ascensiones mucho más largas, de 1300, 1600 y hasta casi 2000 metros de desnivel, lo que implica mucho más tiempo subiendo. Los habituales grandes muros de La Vuelta están representados esta vez por Cumbre del Sol y la Ermita de Alba, con pendientes medias superiores al 10%, algo donde solo rivaliza un Mortirolo, eso sí, bastante más largo.
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Comparando los datos globales de las tres carreras, tenemos la siguiente tabla:
En la comparativa directa salta la sorpresa, y es que por primera vez en 6 años el Giro no tiene la alta montaña más dura. Ese honor le corresponde al Tour de Francia, que domina tanto en desnivel acumulado como en coeficiente APM, aunque por muy poco. La Vuelta se queda, como siempre, rezagada, siendo entre un 15% y un 20% menos dura que sus rivales tanto en desnivel como en coeficiente. Pese a ello, el número de puertos por categoría de Giro y Vuelta es similar, destacando el Tour al haber programado bastantes más de Categoría Especial. En la distancia global de carrera no hay grandes diferencias, y ninguna prueba necesita este año permiso especial para superar el límite UCI de 3500 km. No obstante y aunque sea por escasa diferencia, llama la atención que el Tour sea la GV más corta, algo que solo había ocurrido en las ediciones de 1988 y 89.
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En la siguiente tabla recogemos el número de puertos de cada carrera atendiendo a su categoría y a si son de paso o final en alto:
Quizá lo primero que podamos concluir de esta tabla es que la elección de realizar las comparativas con 15 puertos ha resultado bastante acertada, ya que las tres carreras parece que gravitan en torno a ese número de grandes puertos. Pero lo más destacado es el cambio que ha dado el Giro, pasando de 5 HC final en alto en 2014 a ninguno este año. Para compensarlo en pequeña medida, hay 4 primeras final en alto respecto a los 2 del año anterior, con pocos cambios en cuanto a los puertos de paso: 4-7 en lugar de 4-6. Es decir, la reducción de dureza en la alta montaña del Giro viene de quitar finales en alto, manteniendo similar el nº de grandes puertos de paso, aunque con estos últimos aumentando su exigencia y protagonismo, sobre todo gracias a la inclusión de colosos como Finestre y Mortirolo.
Los finales en alto del Tour pasan de ser dos HC y tres Primera a tres HC y un Primera, perdiendo un final pero ganando algo en dureza. También gana un HC de paso manteniendo los pasos de 1ª. Por su parte La Vuelta mantiene sus dos HC de paso, un número muy bajo pero que es su triste máximo histórico (1995, 2011 y 2014). Pierde una llegada en alto HC, aunque mantiene los 4 finales en alto de Primera. Gana, eso sí, dos primeras de paso. En el número total de puertos por encima de 120 APM, el Giro pierde dos (de 17 a 15); el Tour se mantiene, repitiendo los 15; y La Vuelta gana uno (de 15 a 16).
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Si nos centramos en cada carrera en particular y su evolución durante los últimos años, el resultado es éste:
Comparando el Giro 2015 con sus inmediatos predecesores, el descenso de dureza en su top-15 de puertos es notable, pasando de rondar e incluso superar ampliamente los 4000 APM a quedarse en menos de 3600. En términos de desnivel acumulado, sin embargo, la bajada no es tan acusada, lo que indica que han apostado por puerto largos pero en general sin tramos tan extremos como en año anteriores. El otro gran cambio viene en el número de puertos HC, algo ya comentado anteriormente. Y es que se pasa de 8 ó 10 a solamente 5. En la distancia total de la prueba apenas hay variación. Sin embargo, debemos apuntar que la bajada de dureza es menor, e incluso inexistente, si se tiene en cuenta la media montaña, muy abundante, dura y variada en 2015, mientras que por ejemplo estaba poco menos que ausente en 2014. Además hay que tener en cuenta la CRI de Valdobbiadene, la de mayor distancia de los últimos años y que con una hora larga de esfuerzo individual será una etapa muy exigente.
Tenemos que aclarar que los datos se han calculado de acuerdo a los recorridos programados, sin tener en cuenta la supresión del Monte Crostis en 2011 o las múltiples suspensiones de 2013 por el mal tiempo (Sestriere, Gavia, Stelvio, Val Martello, Costalunga, San Pellegrino y Giau, además de recortarse el Galibier). En caso de no contar el Monte Crostis, la suma del coeficiente para el Giro 2011 estaría por debajo de 4000 APM, mientras que en 2013 si se quitan los puertos suspendidos no llegaría a 3000, quedando el recorrido de 2014 como el más duro realizado y único por encima de 4000.
El Tour 2015 incrementa la dureza de sus puertos respecto a 2014, eso es indudable, y de hecho tiene la alta montaña más dura de las últimas ediciones, aunque por muy poco, eso sí: cuenta con más kilómetros de subida, más desnivel acumulado y mayor coeficiente APM, pero si lo comparamos con 2011 se trata de una mejora bastante pequeña. Eso sí, al menos en este aspecto la carrera va en la buena dirección, pues hace ya tiempo que se necesita un aumento en la exigencia de la montaña francesa, que idealmente debería venir de la mano de nuevos puertos rompedores. Pero hemos de repetir que la dureza de la montaña de este Tour no significa que sea buena montaña, pues su colocación en carrera unida a la vergonzosa distancia contrarreloj la penalizan mucho, siendo además la edición con menor kilometraje total.
Por último tenemos a una Vuelta que sigue la misma línea marcada en los últimos años. Pese a que desde algunos medios de comunicación se quiera vender la Vuelta 2015 como una de dureza mucho mayor que las vistas en la «era Guillén», los números cuentan otra historia, y es que ediciones recientes como las de 2011 o 2013 tenían más desnivel y más coeficiente que la futura de 2015. El motivo es que se ha concentrado la dureza en dos etapas: la de Andorra, con un HC, el primera más duro y otros tres puertos de 1ª, y la de Ermita de Alba, con dos de los 4 Especiales de la carrera. ¿Y que pasa si, teniendo una montaña similar a otros años, esta se concentra en dos etapas? Pues que en el resto de días la dureza se diluye de un modo considerable.
En definitiva, tener dos etapas reinas muy duras es una buena noticia, pero nunca debería hacerse a cambio de ablandar el resto de la carrera. Y es que el trazado de La Vuelta se vería beneficiado de un incremento de exigencia que la pusiera en un nivel similar a Giro y Tour. De todos modos, creemos que al igual que en años anteriores los problemas del recorrido no tienen tanto que ver con su dureza como con su diseño, ya que con una exigencia global similar se podría hacer un estupendo recorrido.
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El haber acumulado (y actualizado con perfiles más exactos) datos de las 3 grandes desde 2010 nos permite introducir los dos siguientes gráficos comparativos:
Primero comparamos los datos de desnivel acumulado para los 15 puertos más duros, y la conclusión es clara: de nuevo La Vuelta queda última. En la contienda entre Giro y Tour, el bajón en desnivel del Giro junto al ligero incremento del Tour, hacen que cambien las tornas y sea la francesa la más exigente en este parámetro, algo que no ocurría desde 2010.
En segundo lugar realizamos la misma comparativa pero con el Coeficiente APM. Los resultados se repiten grosso modo: La Vuelta también es última aunque a menor distancia relativa que en la comparación del desnivel, algo debido a las características de sus puertos, con pendientes más elevadas. También se repite el vuelco entre Giro y Tour, logrando la carrera francesa superar en coeficiente a la italiana por primera vez desde que tenemos datos, aunque solo sea por un ligerísimo margen.
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Por último, presentamos la tabla con todos los puertos por encima de 120 APM de las tres grandes de 2014, ordenados por dureza y marcando con colores la carrera a la que pertenecen: rojo Vuelta, rosa Giro y amarillo Tour.
Tres grandes puertos dominan la tabla con claridad: dos italianos, Mortirolo y Finestre, y el Galibier francés. Pero al margen de los dos colosos italianos, los primeros puestos de la lista están dominados por el amarillo Tour, con 5 de los 8 más duros. El primer puerto de La Vuelta aparece en el puesto 9º, que coloca sus 5 puertos más duros entre las posiciones 9ª y 17ª. La zona media de la tabla la domina el Giro con su batería de puertos de 1ª de dureza media, mientras que por debajo de los 160 APM se alternan Tour y Vuelta, con puertos en la parte baja del espectro.
Me parece una vuelta dura. Si la Vuelta hubiese seguido el guión de las últimas tres ediciones, la Bola sería el último puerto y el coeficiente APM total ascendería aproximadamente a 3350, que no estaría nada mal. Ojala me equivoque, pero la ultima etapa de montaña por la sierra de Madrid es muy light para una gran vuelta. Usar la excusa de que se pedía un final en bajada es forzar mucho el argumento. Un final en bajada con Cotos no tiene «sustancia», o si la tiene si lo que se pretende es desprestigiar los finales en bajada. La etapa de la Sierra necesitaba la Bola.
Por otro lado para mi el acabar en Madrid limita la carrera, y además la ceremonia no luce nada, si la castellana fuesen los campos elíseos otra cosa sería. Una seña de identidad de la Vuelta bien podría ser alternar cada año el fin de fiesta, donde Madrid sería una posibilidad más. La Catedral de Santiago, la Alhambra de Granada, las fuentes de Montjuic en Barcelona, la Giralda en Sevilla, etc. España está llena de sitios idoneos para acabar una gran Vuelta, y con cadenas montañosas cerca para tener un buen fin de fiesta y no una última semana descafeinada como la de este año. Aún así, espero que en La Quesera sucedan cosas.
Hola Aficionado, gracias por el comentario.
Tienes razón en que el final en Madrid es un pequeño hándicap, al estar lejos de las grandes zonas de montaña de España (Pirineos, Cordillera Cantábrica y las Cordilleras Béticas). Ya fuese utilizando el AVE para el traslado rápido a Madrid, o haciendo itinerante el final de carrera, sería una buena idea poder acercar los grandes puertos al final de la carrera.
Un detalle, si se incluyese la Bola del Mundo en el recorrido, la suma de APM sería de 3220 puntos (se suman 316 de La Bola… pero a cambio se restan 127 de Boixols, que saldría de la lista). Eso, claro, siempre que para meter la Bola no se quitara otro puerto duro del recorrido.
Un saludo.
Las buenos finales en bajada son los del estilo Mortirolo Aprica, con una durísima subida y una bajada y luego un puerto de menor categoria que destroza a los que estén delante, basta ver lo que le hizo Basso a Simoni en Aprica en los últimos km. La Ragua desde Cherin con 286 según Altimetrias y bajada a la Calahorra y final en Charches es una opción menos dura que la italiana pero es posible, o una subida a Haza del Lino por Rubite, con más del 300 , e incluso un previa con el puerto de los Conjuros con 99 enlazado al Haza del lino po Rubite, luego se baja a Orgiva por Camacho y se sube final a Cañar sería más destrozante. Todo lo anterior por supuesto inédito.
Por cierto, que por descontado, enhorabuena por el trabajo. Es un placer leer estas comparativas.
El puerto mas duro de Andalucia es Capilera, no llega ni a 200, por cierto la Carretera de Capileira llega al Mulhacen, Asfaltada llega creo a los 1800m no a los 1400, Sierra Nevada por Haza llana y Sabinas hasta el Observatorio tiene mas de 540, jamas ae ha hecho, e incluso Sierra Nevada subiendo por Haza Llana, y sabinas y bajando por Pradollano y el Purche podria se un puerto de paso que se podia completar enlazando una vez llegado a Pinos del Valle subiendo a la Algaguara por Alfacar, o por Quentar enlazando por Huertor Santillan, he diseñado en Openrunner con mi nick unas 17 etapas todas con mas de 5000 metros de desnivel en las provincias de Granada, Almeria y Malaga superando los 200 km
Excelente trabajo, como siempre. Es una pena la desilusión que me crea cada año ver los recorridos de las grandes vueltas. Salvo puntuales excepciones, se diseñan recorridos que desaprovechan puertos, olvidan otros, desequilibran la carrera en función de un tipo de corredor… Basta recordar la épica de, para mi, la mejor carrera por etapas que se vió nunca, el Tour 1987, para comprender lo importante que es un buen diseño, con dureza y equilibrio, que permita marcar diferencias y mostrar debilidades.
El Tour está desequilibrado y con etapas teóricamente de montaña que por diseño van a resultar intrascendentes. El GIro, parece más equilibrado y a priori interensante, echo de menos una etapa dolomítica, permite unos enlaces perfectos. La Vuelta tiene alguna buena etapa, pero parece acomodarse en su nuevo diseño y olvidar que no todo son los finales explosivos en muros, además la última semana puede resultar intrascendente si la La Quesera no lo remedia.
Enhorabuena de nuevo por el gran trabajo, y ya van…. Hay un dato que a la vista de la comparativa me llama especialmente la atención, y es que a pesar del esfuerzo de la vuelta por incluir los muros y puertos de alto porcentaje, al final la pendiente media de los puertos no es notablemente superior (del 6.24 del Giro al 6.88 de la vuelta), y sin embargo, en longitud media nos sacan 5 km (1/3 de la longitud !!!!) y en desnivel medio nada menos que en torno a los 250 m de diferencia. Sigo pensando que uno de los grandes problemas de la vuelta es la falta de puertos cuyo esfuerzo se acerque más a la hora que a la media hora. No hay muchos, pero los que hay, rara vez se utilizan, y así nos luce el pelo. Al menos este año hay dos etapas con buenisimos enlazados. Respecto de la semana en Andalucía (desastre total), me chirría especialmente la etapa de Mijas-Malaga, que pasando por la Axarquia Malagueña, que es autentico territorio comanche, y ver lo que han hecho al final, es imperdonable. La Vuelta este año se me ha quedado en dos muy buenas etapas (3 con la crono), cinco o seis aceptables y el resto, relleno y un no saber por parte de la organización si no quiero o no puedo hacerlo de otra forma.
PD… ¿’Onde estará la segunda CRI?, ¿’Onde estarán los puertos largos y de paso? y ¿’Onde se habrá quedado la media montaña?
A veces los árboles no nos dejan ver el bosque. la Vuelta tiene un recorrido digno. Lo que no tiene es corredores que vengan a disputarla con el mismo interés que disputan el Tour. Aquí incluyes el Mortirolo y te llegan a la cima veinte «tios» cogidos de la mano.
La lucha contra el dopaje ha descubierto muchas miserias y una de ellas es el desinterés de los ciclistas por todo lo que no sean el Tour y dos o tres clásicas.
Cómo echo de menos las carreras de hace treinta o cuarenta años, cuando las figuras atacaban a cincuenta kms de meta, sin mirar atrás, en cuanto soplaba una brizna de viento o la carretera se complicaba con cuatro repechos de nada. Ahora metes catorce puertos y todos esperan al último km para rebañar la bonificación (¿para cuando suprimir las bonificaciones en la montaña?). Si hay dureza, porque hay que reservar fuerzas; si no la hay, porque falta terreno para sacar diferencias…no faltan excusas para no dar ni golpe.
Ese es el mal de la Vuelta y de la mayor parte de las carreras.
Me parece.
Soluciones? Variar el sistema de puntuación que da derecho a correr el Tour, por ejemplo, ya que parece que es la única prueba que importa. Si no rindes durante la temporada…a correr en la clásica de tu pueblo.
Gracias a todos por los comentarios.
-Linuxantimonopolio; sobre Capileria, efectivamente la carretera continúa hasta superados los 1800 m, convirtiéndose después en una pista de tierra, pero de acuerdo a lo anunciado la etapa acabará justo después del paso por el pueblo, en la cota 1490 m. De todos modos, habrá que esperar al recorrido definitivo. Respecto a llegadas tipo Aprica, con un gran puerto antes de una subida final tendida, en las Alpujarras hay buenas opciones, como Puerto Camacho por Rubite (o Haza de Lino por Polopos) y llegada en Lanjarón. El final en Cáñar también podría ser interesante, aunque ya es una subida más dura.
-Anonimo; totalmente de acuerdo en la desilusion que suelen crear cada año los recorridos de las GV (con algunas excepciones, claro), ya que incluso sin cambiar salidas ni llegadas hay normalmente mejores opciones que las utilizadas, aparte de lo desequilibrados que suelen ser los trazados de las ultimas ediciones, perjudicando demasiado a los rodadores. Y muy cierto lo de la grandeza del Tour 1987, tanto por el impresionante recorrido como por el espectáculo que dieron los corredores. No obstante, mucho nos tememos que a dia de hoy es casi imposible que se haga algo así, ya que por ejemplo se saltaria las limitaciones de kilometraje que impone la UCI, rebasando los topes parciales y el total.
-Kiddo; sobre la pendiente media, aclarar que si no se contara el repecho inicial de Navacerrada y se sustituyera Boixols por Tenebredo ésta sería bastante mas alta … aunque tambien hay varios puertos en Giro y Tour donde la media es engañosamente baja debido a pequeños descensos (como Il Colle y Galibier), así que al final se equilibra. En cualquier caso, es cierto que en la Vuelta predominan las subidas cortas, echándose en falta mayor protagonismo para los grandes puertos de paso. Y muy de acuerdo en las virtudes y defectos del recorrido de este año. Eso sí, en cuanto a la media montaña, no es que no haya sino que esta diseñada de un modo horrible (en nuestra opinion, al menos), con las excepciones de Riaza y Tarazona.
-Luis Pérez; tienes razón en que la menor combatividad de los corredores es uno de los males del ciclismo actual. Y que aparte de los recorridos hay otras medidas más urgentes, como variar el sistema de puntuación, reducir corredores por equipo, etc. Pero no creemos que eso afecte más a la Vuelta que a otras carreras. Por ejemplo en las últimos Giro y Tour tampoco es que haya habido muchos ataques lejanos. Respecto a que se desaprovecha la dureza, es cierto, pero si hay una subida final muy exigente y la clasificacion está en un pañuelo, ¿para que van a moverse los favoritos en los puertos previos?, ¿para hundirse en la última subida y perder sus opciones?. Si se quieren propiciar los ataques lejanos el modelo que se ha visto en la mayoría de GV de los últimos años es muy negativo, abusando de los finales duros y sin apenas crono llana.
En cuanto a si el trazado de la Vuelta 2015 es bueno o malo, en este artículo de las comparativas no analizamos eso, sino la dureza de los puertos principales respecto a las otras 2 GV y anteriores ediciones, para tener datos objetivos. Pero de cara a la valoración crítica la dureza sólo es un factor, habiendo otros igual o más importantes. En general creemos que es un recorrido de aprobado, con algunos aspectos positivos y etapas sueltas muy interesantes, pero que a nivel global vuelve a ser mejorable, estando muy desequilibrado.
Saludos.
Os doy la razón en casi todo. Está claro que el mejor encadenado ciclista que he presenciado en los últimos tiempos es el del Giro con los finales Mortirolo – Aprica o bien Mortirolo – Aprica – Santa Cristina y nuevamente Aprica. Así se obliga a los corredores a atacar de lejos, en un puerto tremendo, y remachar en el teoricamente suave, sin excusas, justo cuando las piernas están más fatigadas. Lástima que la participación en la «Corsa Rosa» no sea más brillante, porque viviríamos espectáculos inolvidables. Lo que no entiendo es por qué Vuelta y Tour se empeñen en ignorar finales similares. O si lo entiendo: se trata de asegurar «picos» de audiencia de quince o veinte minutos, justo al final de cada etapa, en los cuales los profesionales se retuerzan sobre la bicicleta ante la mirada de espectadores amantes del deporte extremo o agónico, en lugar de ofrecer un espectáculo más prolongado, quizá no tan intenso, pero que los verdaderos aficionados apreciamos en mayor medida.
En otras palabras, que prefiero ver cincuenta kilómetros como los de Contador en la etapa de Fuente Dé del 2012, en un puerto de segunda largo y sin rampas, a los dos kilómetros, o menos, del mismo Contador en la subida a la descomunal «pared» de Pan Do Zarco del año pasado. Ahora no se busca tanto complacer al aficionado ciclista como al seguidor del deporte espectáculo en general.
Pero, además, no me negaréis que los duelos ciclistas de hace treinta o cuarenta años tenían mucha más enjundia que los de hoy. No era lo mismo ver a Poulidor atacando a Anquetil; a Ocaña o Fuente contra Merckx; a Hinault arrastrando a Lejarreta y Belda camino de Avila; o al bretón depositando un ramo de flores en homenaje a Coppi tras reventar el Giro en la subida al Stelvio del año 80; y, sin ir más lejos a Induráin «machacando» los pedales en la etapa de Val Louron del 91 (y eso que el navarro solía correr con el pulsómetro a cuestas) que lo que presenciamos hoy día…Faltan «genios» del pedal. Tipos con ambición y una pizca de locura o «mala leche» que no guarden fuerzas para otro día que luego nunca suele llegar…
Lo dejo, que parezco el abuelo «batallitas»
Un saludo
es un placer leerlos, gracias por tan productivos articulos
-Cristian; gracias por los piropos, nos alegra que te haya gustado el artículo.
-Luis Pérez; de abuelo batallitas nada, al revés, muy interesante todo lo que comentas. Y completamente de acuerdo en el tema del encadenado Mortirolo + Aprica, que suele propiciar un espectáculo fabuloso. Y no sólo éste, sino en general todos los encadenados «grande + pequeño»: Finestre + Sestriere, San Pellegrino in Alpe + Abetone, etc … Lastima que los organizadores de Tour y Vuelta no parezcan pensar lo mismo, empeñándose casi siempre con el «puertaco» final.
Respecto a los duelos de hace décadas, no te falta razón. Pero aunque sea pocos, hoy en día tambien hay algunos corredores que prefieren arriesgar el todo por el todo en lugar de conformarse con un buen puesto. Por ejemplo el propio Contador, con ataques como los del Galibier en 2007 y 2011, Niza 2009, Fuente Dé 2012, Lanciano 2014, etc. Y en las clasicas de pavé, Cancellara y Boonen siempre van a por todas, con duelos grandiosos en los últimos años.
Saludos.
Nuestros escarabajos colombianos van a ganar etapas en las tres pruebas y en el tour Contador, nibali y compañía se fundirá y no podrá cogerle rueda a Nairo Quintana, Atapuma , Rigoberto y otros escrabajos,aficionados europeos Les recomiendo alquilar balcones porque los colombianos serán los amos y dueños de los premios de montaña sobre todo en los alpes del tour de Francia, incluso Quintana bajara el record a la escalada al al mítico alpe de Huez y sera líder y campeón del tour de Francia 2.015, será una de las etapas más épicas en la historia del tour.
Buenos días, Martín
Me da que si.
Si Nairo no se cae en el pavé o le pillan en un abanico, o se constipa, va a llevarse este Tour con una pierna atada. A quién se le ocurre diseñar un Tour sin contrarreloj? Que se vayan preparando para un Tour «aburrido». Allá los franceses. Acaso se creen que sus Thibaut Pinot, Elissonde o Peron van a poder hacer algo contra él? Me esperan tres semanas de siesta, porque emoción va a haber bien poca….
Hemos actualizado la entrada con los datos definitivos del Giro, ya que Saint Barthelemy, al afrontarse por un inicio mas duro que el anunciado en octubre, aumenta su coeficiente hasta superar los 250 APM, lo que hace que la carrera italiana tenga cinco Especiales (todos ellos de paso), con la suma de sus 15 grandes puertos acercándose a los 3600 APM, aunque sigue estando ligeramente por debajo de la del Tour.
Saludos.
Tras la supresión del Galibier, debido a los desprendimientos de tierra en el túnel de Chambon, incluyendo en su lugar la Croix de Fer por la vertiente de S.Jean de Maurienne, el Tour pierde más de 100 puntos en la suma de los 15 puertos más duros, rondando finalmente los 3520 APM, lo que hace que esté por debajo del Giro en la dureza de sus grandes puertos.
De todos modos, teniendo en cuenta que ha sido un cambio obligado (no así que incluyan sólo Croix de Fer, pudiendo haber añadido otras ascensiones para compensar), y que en las comparativas de años anteriores siguen los puertos cuyo paso se suspendió a ultima hora, como Crostis en el Giro 2011 o los suprimidos por la nieve en 2013, por ahora mantenemos al Galibier en la lista.
Saludos.
Buenos días. Teniendo en cuenta la «escabechina » sufrida por el Giro 2013 (se suprimió la etapa reina y en la dolomítica solo se salvaron Tre Croce y Lavadero) o la supresión de Galibier en el Tour de 2015, seria justo hacer algunas matizaciones respecto a la dureza real de ambas pruebas. Por otra parte, la dureza por si sola no asegura buen espectáculo. El trazado ayuda, pero los corredores deciden, y en los tiempos presentes pocos se atreven a atacar de lejos. Me gustaría que se suprimiesen las bonificaciones en las etapas montañosas y que se regresase al formato tradicional hace unas décadas de incluir solo tres o cuatro finales en alto por carrera, diseñando mas puertos de paso y finales en descenso o con llegada en cuestas poco exigentes, para obligar a trabajar a cuarenta o cincuenta kilómetros de meta. Que por soñar no quede…basta de complacer al espectador que no sabe ni disfruta con el ciclismo y que sólo aguanta los dos o tres kilómetros finales de cada etapa, asistiendo a los demarrajes de la llegada por la obtención de un puñado de bonificaciones, y recuperemos a los aficionados dispuesto a seguir el desarrollo de una carrera durante dos o tres horas…si aún quedan.
Hola Luis Antonio.
Sobre el Giro 2013, es cierto con las suspensiones por la nieve redujo mucho su dureza, pasando de 4200 APM en el top-15 de puertos a menos de 3000 APM. Respecto a 2015, los datos definitivos de las 3 GV están en la siguiente entrada -> comparativa 2015 actualizada, con el Giro superando al Tour debido a la sustitución del Galibier.
En cualquier caso, muy de acuerdo en que la dureza no garantiza un buen espectáculo. Es más, ni siquiera garantiza un buen recorrido, ya que también hay que tener en cuenta el diseño, variedad de etapas, situación de las mismas, equilibrio global, etc. Un ejemplo es el Giro 2014, con una dureza enorme pero mal colocada, abusando de los finales HC (5 en las últimas 7 etapas!) e incluyendo una brutal cronoescalada que lo único que hacía era desequilibrar aún más la prueba. En cambio en 2015, con una dureza menor en la alta montaña, el global era mucho mejor.
Y luego de cara a lo que sucede en carrera, no hay duda de que son los ciclistas quienes tienen la última palabra. Y cuanto más combativos sean, más probable será que haya un bonito espectáculo, aunque también influyen otros factores, como las condiciones meteorológicas (sólo hay que ver la última Gante-Wevelgem) y las propias circunstancias de carrera, que pueden beneficiar el desarrollo de la prueba (como la fuga-bidón de la Volta 2015) o perjudicarlo (por ej. un equipo del líder mucho más fuerte que el resto, como en Tour 2012).
Ya lo hemos comentado en otras ocasiones, pero queremos volver a aclarar que las entradas con las comparativas no las hacemos para determinar si un recorrido es «bueno» o «malo» (algo muy subjetivo y que en cualquier caso queda para los análisis de cada trazado), sino para tener datos objetivos de la dureza de los grandes puertos de las 3 GV, pudiendo compararlos entre sí y con ediciones anteriores.
Por lo demás, totalmente de acuerdo en que sería positivo reducir los finales en alto, volviendo al formato de sólo tres o cuatro con cierta dureza por edición, incluyendo en su lugar grandes puertos de paso y llegadas tras descenso o en subidas más modestas (como los encadenados «grande + pequeño» que se ven en el Giro), para que la batalla entre los favoritos no quede reducida al muro final de turno. Lástima que los organizadores de la Vuelta no piensen lo mismo.
Saludos.