VUELTA A ESPAÑA 2020

Al igual que en las demás grandes vueltas, el análisis estará dividido en varias partes, para facilitar la búsqueda de la información y que no quede una entrada excesivamente larga.

Las demás entradas sobre la Vuelta 2020:

  • Recorrido (análisis detallado, con todas las etapas, puertos, antecedentes, valoración)

Introducción e historia


Durante estas semanas, del 20 de octubre al 8 de noviembre, se celebra la 75ª edición de la Vuelta a España, una de las 3 grandes rondas por etapas junto a Giro de Italia y Tour de Francia, viéndose muy marcada, al igual que éstas, por la pandemia del coronavirus, que no solo ha provocado el cambio de fechas, retrasándose 2 meses respecto a otros años, sino que ha afectado mucho al trazado que se presentó inicialmente, teniendo que modificar tanto la 1ª como la última semana, además de limitar el público en las cunetas, bajo el lema «Vive la Vuelta desde casa».

El recorrido original partía desde Utrecht, con 3 etapas en los Países Bajos antes de regresar a España, visitando Francia al final de la 1ª semana y Portugal al inicio de la 3ª. Sin embargo, tras el nuevo calendario se canceló la salida desde Utrecht, iniciando la prueba en Irún, originalmente la 4ª etapa, manteniendo después la ruta prevista hasta la última semana, donde se suprimió el paso por Portugal, incluyendo en su lugar un final en Puebla de Sanabria y cambiando la ruta previa a Ciudad Rodrigo. Y ya con la prueba iniciada, se sustituyó la etapa francesa, con final en el Tourmalet, por una jornada de montaña en Huesca, acabando en Formigal. De este modo, una Vuelta con inicialmente 21 etapas, visitando 4 paises, se quedó en 18 jornadas y una ruta íntegramente española -> trazado definitivo … si el coronavirus y el tiempo no obligan a más cambios, claro. 

No obstante, eso no significa que sea blando. De hecho el recorrido es exigente, con solo 3 etapas llanas y una 3ª semana más dura que la original tras los cambios mencionados. La prueba comienza con un final en alto, Arrate, dando paso a las jornadas de Lekunberri, que incluye San Miguel de Aralar, y la Laguna Negra de Urbión. Tras la etapa de Ejea de los Caballeros turno para los Pirineos, con llegadas en Sabiñanigo y el mencionado Formigal, con la ruta de 2016. Después del primer descanso más montaña, acabando en Villanueva de Valdegovía, con doble paso por Orduña, y Moncalvillo, una dura subida inédita en la Vuelta. Las dos etapas siguientes son más sencillas, aunque ojo a la posiblidad de abanicos camino de Aguilar de Campoo y los repechos de Suances, para el fin de semana afrontar la etapa reina, con la Cobertoria y puerto de San Lorenzo antes de La Farrapona, aunque la perjudica estar antes del final más duro de la prueba: el brutal Angliru, previo paso por Mozqueta y Cordal.

La etapa del Angliru (12ª), muy corta pero con 60 km finales realmente duros

Ya en la última semana, la única crono de esta edición, con 34 km, la mayoria llanos pero con meta en Mirador de Ézaro, dando paso a 3 días de media montaña: Ourense, con el último puerto a 23 de meta; Puebla de Sanabria, la etapa más larga con 230 km; y Ciudad Rodrigo, atravesando la Sierra de Francia, con el Portillo y Robledo. El penúltimo día de carrera será el turno para el exigente final en La Covatilla, con terreno previo quebrado aunque solo Las Batuecas como 1ª, terminando con la etapa llna en Madrid de múltiples pasos por meta. En definitiva, un trazado muy atractivo, exigente y con alicientes todos los días, recuperando además varios puertos muy interesantes, pero que globalmente está desequilibrado por la poca crono, además de exceso de finales en alto, con 5 HC / 1ª duros, falta de jornadas de alta montaña de gran fondo y mala colocación de algunas etapas, como Farrapona y Ciudad Rodrigo antes de Angliru y Covatilla. De todos modos, como siempre la última palabra será de los corredores.

En ese sentido, la lista de participantes es a priori de mucho nivel, incluyendo a 5 corredores que ya saben lo que es ganar una gran Vuelta: Primoz Roglic y Tom Dumoulin de Jumbo, Richard Carapaz y Chris Froome de Ineos, Alejandro Valverde de Movistar; además de otros 3 que han hecho podio (Enric Mas, Thibaut Pinot y Esteban Chaves), veteranos que lo buscan por 1ª vez y varios jóvenes muy prometedores, si bien algunos de los candidatos ya se han retirado y otros han perdido sus opciones en la general. En cuanto a los velocistas, destacan Sam Bennett y Pascal Ackermann, con 6 victorias cada uno en lo que va de año, aunque aquí van a tener sólo 3-4 etapas con opciones.

Historia

La edición inaugural de la prueba, que se celebró en 1935 con salida y llegada en Madrid, tuvo 3.425 km repartidos en 14 etapas, siendo organizada por el diario Informaciones en base a una idea de Clemente Lopez Doriga, consiguiendo el triunfo el belga Gustaaf Deloor, que repitió en 1936. Hay que decir que los primeros años fueron muy complicados, tanto por las dificultades económicas de los organizadores como por causas externas, dejando de disputarse durante la Guerra Civil española, la 2ª Guerra Mundial, en 1949 y de 1951 a 1954, cuando el Diario Ya renunció a organizar la prueba (se había hecho cargo en 1945), de tal modo que en 20 años apenas se habían celebrado 9 ediciones.

Sin embargo, a partir de 1955  la carrera ya no sufrió más interrupciones, primero bajo el mando del El Correo Español / El Pueblo Vasco (hasta 1978), y mas tarde de Unipublic, organizadora de La Vuelta desde 1979, aunque siendo en la actualidad propiedad de ASO. No obstante, esta última época tampoco ha sido sencilla, estando a punto de desaparecer en 1979 y teniendo que cambiar en 1995 las tradicionales fechas de abril/mayo por el mes de septiembre para poder mantener una buena participación -> La Vuelta en Septiembre 1995-2015. Para ver análisis detallados de la historia, participación y recorridos durante las diversas épocas de La Vuelta hasta el año 2007, click en los siguientes enlaces:

Los dominadores del palmarés son los ciclistas españoles, con 32 victorias en la general frente a las 9 de Francia y 7 de Bélgica, destacando los 4 triunfos de Roberto Heras, 2000, 03, 04 y 05 (este último con polémica, debido a un positivo que luego fue anulado) y el triplete de Alberto Contador, que ganó en 2008, 12 y 14. También con 3 victorias está el suizo Tony Rominger (1992-93-94), contando con 2 triunfos el belga Gustaaf Deloor (1935-36); los españoles Julian Berrendero (1941-42), Jose Manuel Fuente “El Tarangu” (1972-74) y Pedro Delgado (1985-89); el francés Bernard Hinault (1978-83); el suizo Alex Zulle (1996-97), récord de etapas siendo líder, con 48; y el inglés Chris Froome (2011-17), con polémica en sus 2 victorias, la 1ª por la descalificación de Cobo y la 2ª dando positivo por exceso de Salbutamol pero siendo absuelto por la UCI.

Respecto a las demás clasificaciones, el ciclista más destacado en la montaña es Jose Luis Laguía, con 5 triunfos, seguido por Jose Mª. Jiménez “El Chava” y David Moncoutié, ambos con 4, mientras que en la regularidad dominan el irlandés Sean Kelly, el francés Laurent Jalabert y el mencionado Alejandro Valverde, con 4 victorias. En cuanto a los triunfos de etapa, el récord es para Delio Rodríguez, con 39 victorias, seguido por Alessandro Petacchi, con 20, y Laurent Jalabert y Rick Loy, ambos con 18 triunfos. Por otro lado, el ciclista con mayor número de participaciones es Iñigo Cuesta, con 17 Vueltas consecutivas entre 1994 y 2010, siendo también el que más ediciones ha terminado, 14, junto a Federico Etxabe.

El año pasado el triunfo fue para el esloveno Primoz Roglic (Jumbo), que tras haber sido ya 3º unos meses antes en el Giro, se hizo con el liderato en la crono de Pau, con victoria incluída, y no abandonó ese puesto hasta el final de la prueba, siendo acompañado en el podio por Alejandro Valverde (Movistar), que sumaba su 7º «cajón» en la Vuelta, y Tadej Pogacar (UAE), gran revelación, con 3 etapas y la clasificación de los jóvenes, habiendo refrendado su calidad en el pasado Tour..En cuanto a los sprinters, destacaron Sam Bennett y Fabio Jakobsen, con 2 triunfos cada uno, aunque la regularidad fue para el propio Roglic, mientras que en la montaña se impuso Geoffrey Bouchard.

Roglic, Valverde y Pogacar, podio de la Vuelta 2019. Imagen Bettini Photo, galería en Cyclingnews

Recorridos

A nivel de recorrido y salvo ediciones concretas, la Vuelta ha sido históricamente la GV más floja, algo lógico hasta los años 70, ya que la red de carreteras españolas dejaba mucho que desear y la mayoría de grandes puertos no estaban asfaltados (aunque los puertos de tierra eran habituales en Tour y Giro) pero que en la actualidad no tiene sentido, no habiendo motivos objetivos por los cuales la Vuelta no pueda tener recorridos igual de exigentes que las otras GV. Fue precisamente este mal aprovechamiento de la geografía española lo que originó que varios aficionados al ciclismo nos uniésemos formando la “Plataforma Recorridos Ciclistas: en España si hay montaña”, con el estudio para la mejora de los recorridos -Dossier-, publicado en 2008, como trabajo principal, abriendo luego el blog en 2009.

En las últimas décadas el problema no es tanto de dureza como de modelo de etapa, abusando de finales en alto y la mayoría de veces con malos encadenados previos o etapas unipuerto (aunque esto ha cambiado en ediciones recientes), así como la marginación de los grandes puertos de paso, que si bien no abundan tanto como en Francia y sobre todo Italia existen en suficiente cantidad como para ir variando de un año a otro, habiendo además muchos 1ª duros que tampoco son aprovechados. Y es que la gran diferencia entre los puertos usados desde 1979 por Vuelta, Tour y Giro está precisamente en los Especiales de paso, con la Vuelta muy por detrás de las otras GV en este tema. De hecho, las subidas más icónicas son finales en alto: Lagos de Covadonga, estrenado en 1983, y el Angliru, subido por 1ª vez en 1999, dos de las ediciones míticas en la historia de la prueba.

La etapa en que se estrenó el Angliru, en 1999, siendo la de 2020 la 8ª ascensión

De todos modos, centrándonos en los últimos 20 años, eso no significa que todos los recorridos hayan sido “malos” ni mucho menos, ya que algunas ediciones, como 200420062009, 2017 y 2019, sí tuvieron trazados globales interesantes. Pero en general han predominado las llegadas en alto en etapas unipuerto o con subidas alejadas entre sí, abusando de muros finales varias ediciones, aunque esto se está corrigiendo. Por otro lado, en la última década ha habido una gran reducción en los km contra el crono, haciendo además CRI muy quebradas, perjudicando a los rodadores, si bien este problema también es compartido por Giro y Tour -> cronos en las GV, que salvo excepciones, como Tour 2012 o Giro 2017, no han vuelto a programar dos CRI largas en la misma edición, aunque el Giro sí incluye de vez en cuando cronos de más de 50 km, la última en 2015.

El trazado de 2009 fue un gran avance sobre 2008 y enorme respecto a 2007. Y es que además de una dureza global similar a la de Tour y Giro, incluía una montaña mejor de lo habitual en la Vuelta, con buenos encadenados, muchos estrenos y trampas casi todos los días. De hecho, por fin hubo una etapa con 2 Especiales, La Ragua + Sierra Nevada por Purche-Sabinas, siendo espectacular (y lo habría sido aún más con la ruta original, sin rodeo antes de meta). No obstante, también tenía aspectos negativos, como el habitual exceso de finales en alto duros y cronos muy cortas, lo que unido a una pobre actitud de los favoritos en las etapas de Aitana, Velefique y Ávila hizo que resultara algo decepcionante, pese a que también hubo jornadas muy entretenidas, como la mencionada de Sierra Nevada, La Granja y La Pandera.

El recorrido de 2010 era llamativo, pero globalmente se quedaba “cojo” al carecer de jornadas para moverse desde lejos y tener solo una CRI, además de repetir mucho un tipo de trazado en las etapas de montaña, favoreciendo demasiado a los mismos corredores y propiciando que se viera “ciclismo-youtube”, con sólo batalla entre los favoritos en los km finales. En el lado positivo, casi todas las jornadas tenían alicientes, destacando una gran primera semana, y varios estrenos de subidas muy interesantes y/o mediáticas, como Coto Bello y la Bola del Mundo. A la postre, la carrera tuvo interés casi todos los días pero sin jornadas para recordar más alla de los últimos 10 km (salvo la bonita etapa de Valdepeñas de Jaén), aunque sorprendentemente casi todos los medios de comunicación la consideraron un éxito rotundo.

En 2011 se repetían varias constantes de años anteriores, como el gran nº de llegadas en alto, “trampas” en muchas jornadas, estreno de varias subidas y escasez de crono, pudiendo considerarse una mezcla de 2009 y 2010, aunque predominando 2010, sobre todo por la 1ª semana. Pero también tenía aspectos innovadores: una etapa de alta montaña sin final en alto, estrenando el Puerto de Ancares (aunque por Balouta y muy lejos de meta), 2 HC de paso y una última semana basada en la media montaña, con la gran noticia del regreso al País Vasco, si bien en etapas decepcionantes. Un trazado con aspectos positivos, al incluir alicientes casi todos los días, buenos encadenados y mucha dureza global, pero lastrado por otros tantos negativos, con exceso llegadas en alto, orden de algunas etapas y falta de una 2ª CRI, aunque mejorando a 2010.

En 2012 los organizadores llevaron la apuesta por los finales en alto al extremo, con 10 llegadas de este tipo y siendo en casi todos los casos la subida más dura de la etapa, varios con rampas desorbitadas. Por el contrario, no había apenas grandes puertos de paso (salvo en la etapa reina de Cuitu Negru) y sólo 39 km de CRI, estando muy desequilibrado. A la hora de la verdad, el duelo entre Contador, Purito y Valverde hizo que la carrera resultara emocionante, pero con la lucha restringida a los km finales de las etapas, algo lógico dado el trazado. La excepción fue la mítica jornada de Fuente Dé, con el ataque de Contador, y en menor medida Valdezcaray, curiosamente los 2 finales más tendidos. En nuestra opinión, una carrera de notable pero ni mucho menos “la mejor Vuelta de la historia”, como se la calificó desde varios medios de comunicación.

El trazado de 2013 repetía parte de las características de la edición anterior, como la enorme cantidad de llegadas en alto y la escasez de contrarreloj, pero aumentando la exigencia de los puertos de paso y con más variedad en los finales, siendo uno de los recorridos más duros en la historia de la Vuelta, con nada menos que 17 puertos por encima de 120 APM, incluyendo los inéditos Haza Llana y Peñas Blancas. Al final la carrera resultó bastante entretenida, habiendo además múltiples cambios de liderato y pelea hasta el penúltimo día, con el intento de remontada de Nibali en el Angliru, pero con la batalla entre los favoritos demasiado reducida a las subidas finales, echándose de menos alguna jornada con ataques lejanos, lo que unido a la victoria de Horner dejó una sensación más negativa que la de 2012

El recorrido de 2014 mantuvo en general el modelo de años anteriores, con múltiples finales en alto, casi siempre en la subida más dura de la etapa, varias llegadas en repecho y escasa contrarreloj, con 3 etapas cronometradas, incluyendo la CRE, pero que apenas sumaban 59 km, estando de nuevo desequilibrado. No obstante, había mayor variedad en la media montaña, mientras que las llegadas en alto eran menos extremas (salvo Camperona y Ancares por Pan do Zarco), estrenándose una gran cantidad de puertos, tanto de paso como final de etapa, varios de ellos muy duros. A la hora de la verdad, destacó el duelo Contador vs. Froome en las etapas de la Farrapona y Ancares, si bien la lucha volvió a quedar restringida a las subidas finales, no habiendo batalla desde lejos entre los favoritos en ninguna etapa.

La etapa reina de 2014, con los últimos 85 km idénticos a la jornada de La Farrapona de este año

En 2015 el trazado repitió varias de las constantes de ediciones previas, como la enorme cantidad de llegadas en alto, tanto puertos como finales en repechos, y la escasez de contrarreloj, con un total que no llegaba a los 50 km (si bien la CRI era más llana de lo habitual), aunque también había novedades, como los 12 finales inéditos y el tipo de montaña de la 3ª semana, basada en la media montaña y las llegadas tras descenso. Y fue precisamente en la última semana, después de un tríptico cantábrico que resultó decepcionante, cuando se vieron las mejores etapas (junto con la dura jornada de Andorra), como Riaza y sobre todo la preciosa etapa de Cercedilla, donde Aru y el equipo Astana aislaron al hasta entonces líder Dumoulin, atacando en la Morcuera, a más de 50 km de meta, y logrando el vuelco en la clasificación general.

El recorrido de 2016 tenía de nuevo múltiples finales en alto, muchos de ellos cortos y con rampas extremas, aunque habiendo también llegadas en subidas más largas, como el Aubisque, final de la etapa reina, que de nuevo se celebraba fuera de España, y escasez de crono individual, con sólo 37 km de CRI, si bien más favorable para los especialistas que en otras ediciones. Junto al abuso de muros finales, lo peor era la falta de grandes puertos, con únicamente HC / 1ª duros de paso en la etapa francesa. No obstante, y salvo por la “huelga encubierta” el día de Urdax, la carrera fue mejor de lo esperado, destacando la gran jornada de Formigal, donde un pequeño grupo de corredores, formado tras el ataque de salida de Contador e incluyendo también al líder Quintana, puso en jaque al Sky, siendo clave para el resultado final.

El trazado de 2017 era muy exigente, incluyendo múltiples etapas de media y alta montaña, con solo 4 jornadas llanas, y mayor cantidad de grandes puertos de paso de lo habitual, con 7 etapas incluyendo Primeras de paso, aunque curiosamente no había una etapa reina como tal, al estar los puertos más repartidos, coincidiendo además que las etapas con subidas más duras, Angliru y Sierra Nevada, eran muy cortas (menos de 130 km), echándose en falta una jornada para fondistas, mientras que la crono rondaba los 40 km. A la hora de la verdad la carrera resultó muy entretenida casi todos los días, con Alberto Contador como animador, ganando en el Angliru, si bien faltó una etapa realmente buena, donde el grupo se rompiera desde lejos y hubiera mucho tiempo de batalla entre los favoritos, para pasar a la historia.

El recorrido de 2018 tenía carácterísticas similares al de 2016, como el gran cantidad de finales en alto, especialmente de llegadas tipo muro, varios de ellos con rampas extremas y kilómetros enteros a más del 10%; y escasez de contrarreloj, con sólo 40 km de esta disciplina. A esto se unía la reducción en la dureza intermedia (en los grandes puertos, no en las cotas), sin Especiales de paso y muy pocos 1ª duros, de tal modo que cuando se disputó la prueba casi toda la lucha entre los favoritos quedó para las subidas finales, si bien con un último bloque en Andorra que resultó más entretenido de lo esperado, con La Rabassa a tope desde abajo y batalla desde lejos camino del Santuario de Canolich, a mitad de La Gallina.

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