Este domingo 13 de abril se disputa la 122ª edición de la París-Roubaix, también conocida como “El Infierno del norte” y la “Reina de las Clásicas”, siendo el 3º de los monumentos ciclistas de la temporada, celebrados ya Milán-San Remo y el Tour de Flandes. Y lo hace con la máxima expectación debido a una participación espectacular: Pogacar, Van der Poel, Van Aert, Pedersen, Ganna … Sobre el recorrido, es similar a las últimas ediciones, con casi 260 km entre Compiègne y Roubaix, incluyendo 30 tramos de pavé que suman 55,3 km adoquinados, cifra muy parecida a la de 2024.
Por otro lado, señalar que un día antes, el sábado 12 de abril, se habrá disputado la 5ª edición de la prueba femenina, que se estrenó en 2021 con gran éxito, repitiendo en esta ocasión el recorrido de los últimos años entre Denain y Roubaix, con 17 tramos de pavé que suman 29 km adoquinados, para una distancia total de casi 150 km.
Historia
La París-Roubaix es una de las carreras más antiguas del calendario, habiéndose celebrado por 1ª vez en 1896 gracias a una idea de dos empresarios textiles de la localidad de Roubaix, Théodore Vienne y Maurice Perez, y con el impulso definitivo del director del diario Le Vélo, Paul Rousseau. Esta edición inaugural constó de 280 km, obteniendo la victoria el alemán Joseph Fischer tras más de 9 horas sobre la bicicleta. Desde entonces la prueba fue ganando prestigio cada año, dejando sólo de disputarse en 7 ocasiones, con parones obligados durante la 1ª y 2ª Guerra Mundial.
Curiosamente, en los primeros años el adoquín no era el distintivo principal de la carrera. Sus rectas de tierra eran suficientemente duras, en especial con lluvia, como para preocuparse de los tramos adoquinados, que no llegaban a 60 km en total. Tras un parón debido a la “Gran Guerra”, la prueba se retoma en 1919, y es entonces cuando adquiere el sobrenombre de “El Infierno del Norte”, no por su dureza sino por el mal estado de las vías, causado por las bombas del conflicto. En los años sucesivos, el asfaltado de caminos casi hace desaparecer los tramos de pavé. En 1964 el holandés Peter Post ganó con una velocidad media de más de 45 km/h, con menos de 30 km de adoquines en el recorrido, una cifra que bajaría a sólo 22 km al año siguiente.
En 1966, buscando endurecer la ruta, se cambia la orientación de la prueba hacia el noreste, iniciándose la carrera en Chantilly en lugar de París e incluyendo 40 km adoquinados. Dos años más tarde se estrenaría Arenberg, en una edición con más de 55 km de pavé y victoria para el belga Eddy Merckx. La edad de oro de la Paris-Roubaix había llegado. Merckx vencería en otras 2 ediciones, en dura pugna con Roger de Vlaeminck, apodado “el gitano” y que durante mucho tiempo fue el único corredor con 4 victorias (además de otros 5 podios), siendo también conocido como “Monsieur Paris-Roubaix”.
Esta gesta de Roger de Vlaeminck fue igualada en 2012, cuando su compatriota Tom Boonen consiguió su 4ª triunfo, tras los de 2005, 2008 y 2009 (aparte de otros 3 podios), dando una auténtica exhibición. Con 3 victorias, además de Merckx, figuran el francés Octave Lapize, los belgas Gaston Rebry, Rick Van Looy y Johan Museew, el italiano Francesco Moser y el suizo Fabian Cancellara, junto a Boonen el gran dominador de la prueba en lo que llevamos de siglo XXI.
En cuanto a los ciclistas españoles, al igual que en “De Ronde” no ha habido ninguna victoria, aunque si varios podios, a cargo de Miguel Poblet, 2º en 1958, en un apretadado sprint con triunfo para el belga Leon Van Daele, y 3º en la edición de 1960; y ya más recientemente Juan Antonio Flecha, 2º en 2007, llegando a 52″ de Stuart O´Grady, y 3º en las ediciones de 2005 y 2010, siendo el español con mejores resultados sobre pavé de la historia, ya que también subió al “cajón” en el Tour de Flandes.
- Paris-Roubaix 2019 -> clasificación / vídeo – resumen.
El año pasado arrasó el neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin), llegando a Roubaix con 3 minutos de ventaja tras atacar a 60 km de meta, sumando su 2º monumento en 2024, tras haber ganado una semana antes el Tour de Flandes. Y al igual que en 2023, con su compañero de equipo Jasper Philipsen 2º, completando el podio Mads Pedersen (Lidl-Trek) -> clasificación / vídeos – resumen. En categoría femenina la victoria fue para la belga Lotte Kopecky (SD Worx), imponiéndose en el sprint final por delante de Elisa Balsamo (Lidl-Trek) y Pfeiffer Georgi (DSM), con Marianne Vos (Visma) 4ª.
Recorrido
A nivel de recorrido, el máximo referente de la prueba es el Trouee de Arenberg -> historia. Situado junto a una mina de carbón, este tramo de pavé es el lugar más escénico de la ruta, con una recta interminable que atraviesa el bosque mientras una gran fila de aficionados animan a ciclistas. Como anécdota, mencionar que Jean Stablinski, campeón del mundo en 1962, trabajó en la mina de Aremberg antes de sufrir el traqueteo del tubular sobre los adoquines, siendo de hecho el que propuso a los organizadores la inclusión de este tramo, estrenándose en 1968.
Los otros 2 sectores de máxima dificultad que se atraviesan actualmente son Mons-en-Pèvèle, estrenado en 1978, con 3 km de longitud y 2 curvas de 90º; y el Carrefour de l’Arbre, incluído por 1ª vez en 1980 y situado ya más cerca de meta que los anteriores, siendo la última zona de adoquines realmente complicada de la prueba. Por otro lado, también es icónica la llegada en el velódromo de Roubaix, final desde 1943 (salvo un pequeño intervalo por obras de 1986 a 1988) y al que los corredores tienen que dar una vuelta y media antes de acabar la prueba.
Paris-Roubaix 2025
- Info en la web (incluye rutómetro) / Libro de ruta (ver o descargar) / Reglamento
30. Troisvilles à Inchy (km 95,8 – 2200 m) + + +
29. Viesly à Quiévy (km 102,3 – 1800 m) + + +
28. Quiévy à Saint-Python (km 104,9 – 3700 m) + + + +
27. Saint-Python (km 109,6 – 1500 m) + +
26. Vertain à Saint-Martin-sur-Ecaillon (km 116,7 – 2300 m) + + +
25. Verchaing-Maugré à Quérénaing (km 128 – 1600 m) + + +
24. Quérénaing à Artres (km 130,9 – 1300 m) + +
23. Artres à Famars (km 133,8 – 1200 m) + + +
22. Quérénaing à Maing (km 138,5 – 2500 m) + + +
21. Maing à Monchaux-sur-Écaillon (km 141,6 – 1600 m) + + +
20. Haveluy à Wallers (km 154,5 – 2500 m) + + + +
19. Trouée d’Arenberg (km 163,9 – 2300 m) + + + + +
18. Wallers à Hélesmes “Pont Gibus” (km 170 – 1600 m) + + +
17. Hornaing à Wandignies (km 176,8 – 3700 m) + + + +
16. Warlaing à Brillon (km 184,2 – 2400 m) + + +
15. Tilloy à Sars-et-Rosières (km 187,7 – 2400 m) + + + +
14. Beuvry-la-Forêt à Orchies (km 194,1 – 1400m) + + +
13. Orchies (km 199,1 – 1700 m) + + +
12. Auchy-lez-Orchies à Bersée (km 205,2 – 2700 m) + + + +
11. Mons-en-Pévèle (km 210,6 – 3000 m) + + + + +
10. Mérignies à Avelin (km 216,7 – 700 m) + +
9. Pont-Thibaut à Ennevelin (km 220 – 1400 m) + + +
8. Templeuve (L´Epinette) (km 225,4 – 200 m) +
–. Templeuve (Moulin-de-Vertain) (km 226 – 500 m) + +
7. Cysoing à Bourghelles (km 232,4 – 1300 m) + + +
6. Bourghelles à Wannehain (km 234,9 – 1100 m) + + +
5. Camphin-en-Pévèle (km 239,4 – 1800 m) + + + +
4. Le Carrefour de l’Arbre (km 242,1 – 2100 m) + + + + +
3. Gruson (km 244,1 – 1100 m) + +
2. Willems à Hem (km 251,1 – 1400 m) + +
1. Roubaix (Espace Crupelandt) (km 258,3 – 300 m) +
Como decíamos al inicio, el trazado es similar al de años anteriores, repitiéndose de hecho los primeros 110 km de las últimas ediciones, incluídos los 3 primeros tramos de pavé, y toda la ruta desde el km 140 hasta meta (salvo la aproximación a Arenberg), repitiendo también las zonas adoquinadas, si bien en la zona central hay de nuevo algunos cambios respecto al año anterior, con la sustitución de Viesly a Briastre por Saint Python, así como de otros 2 sectores previos a Denain, recuperando a cambio Verchain Maugré, Artres y Famars, lo que hace que el nº de tramos adoquinados sea superior, 30 (uno de ellos doble), pero sumando un poco menos, con 55 km sobre pavé, para una distancia completa de 259 km, sin contar la neutralizada.
De este modo, y al igual que viene sucediendo desde 1977, la prueba comienza en la localidad de Compiégne, en el departamento de Oise, dirigiéndose inicialmente hacia el noreste, con Saint Quentin como población de paso más importante, y sin dificultades reseñables durante los primeros 95 km, donde lo más probable es que el ritmo sea muy alto buscando la escapada. Poco antes del km 100, ya en el departamento de Nord, llegará el primer tramo adoquinado, el clásico Troisvilles, encadenando poco después 3 sectores en menos de 10 km, destacando el de Quievy a Saint Python por su longitud, siendo uno de los más largos de la prueba, con 3,7 km. Además de su dificultad concreta, estos primeros tramos de pavé suelen ser bastante peligrosos debido al riesgo de montoneras, al haber todavía un pelotón muy numeroso.
Superada esta zona hay un pequeño respiro, con solo un sector de pavé, Vertain à Saint-Martin, en 17 km, si bien después hay otros 5 tramos bastante seguidos, cuatro de ellos de 3 estrellas, habiendo a continuación ya 12 km de ctra. normal, con paso incluído por Denain, hasta llegar a Haveluy, donde se podría decir que comienza la auténtica Roubaix, con un tramo de pavé de 4 estrellas precediendo al más complicado de la prueba, el icónico Arenberg, con su famosa recta de 2,4 km atravesando el bosque. Debido a su distancia a meta no suele ser decisivo para determinar al ganador … pero sí a quién no lo va a hacer, provocando una gran selección debido a la irregularidad de los adoquines, con habitualmente pinchazos y caídas. Una de las más graves fue la de Museeuw en 1998, que casi le cuesta la pierna, lo que hizo que al año siguiente se afrontara en sentido contrario, para reducir la velocidad, aunque en el 2000 se revirtió el cambio.
Precisamente la entrada a este tramo fue la gran polémica en la semana previa de la última edición, al anunciarse que se haría una «chicane» para reducir la velocidad -> vídeo y plano, habiendo opiniones de todo tipo, incluso entre los propios corredores, algo que como mencionamos en su momento nos parecía un error por múltiples motivos. A la hora la verdad la carrera llegó tan rota que no tuvo influencia, si bien para este año los organizadores han preparado algo distinto: 4 curvas de 90º en el km previo para reducir la velocidad, en lugar de la mencionada «chicane». Veremos como funciona y si no es aún más peligrosa que la entrada clasíca …
Los siguientes tramos de pavé, Wallers a Hélesmes, también llamado “Pont Gibus” en homenaje al doble ganador Duclos Lasalle, y Hornaing, también son complicados, este último sobre todo por su longitud (3,7 km), siendo el más largo junto a Quievy, aunque el pavé es más regular que en Arenberg. Después de Hornaing y una zona de asfalto se enlazan varios sectores de pavé que rondan los 2 km, incluído uno de 4 estrellas, Tilloy a Sars et Rosières, antes de llegar a un encadenado que suele ser clave para provocar la selección definitiva de corredores que se jugarán la prueba: Auchy lez Orchies -> fotos, también de 4 estrellas, y Mons en Pevele, tramo catalogado 5 estrellas debido a su longitud, con 3 km, mal estado del pavé y difícil trazado, incluyendo 2 curvas de 90º que han provocado bastantes caídas a lo largo de su historia en la prueba.
Superado Mons-en-Pevele faltarán unos 45 km para el final, dando paso a una zona más sencilla que sólo incluye 3 tramos cortos de pavé antes de que llegue la secuencia habitualmente decisiva: Bourghelles, de 2,4 km aunque partido en dos; Camphin-en-Pévèle, algo más corto pero de 4 estrellas; y el Carrefour de l’Arbre, uno de los tres sectores de máxima dificultad, con 2,1 km de longitud y un pavé muy irregular, contando además con varias curvas difíciles en su 1ª mitad. Terminado este tramo restarán sólo 16 km para meta, con los sectores de Gruson y Willems a Hem, este último bajando su categoría a 2 estrellas, frente a las 3 de algunas ediciones, aunque si vallan el camino lateral, obligando a circular sobre el pavé, tiene su complicación.
Ya en las calles de Roubaix, afrontarán el anecdótico tramo de “Espace Crupelandt”, el único de una estrella, antes de la entrada en el velódromo, donde los corredores tendrán que dar una vuelta y media a la pista, un momento de homenaje para el ganador en caso de llegar con una clara ventaja, como Van der Poel el año pasado … pero de nervios y agónico sprint final en caso de que la victoria se juegue en un pequeño grupo, como ha ocurrido en múltiples ediciones.
Aunque ya ocurrió los 2 últimos años, señalar que los organizadores de la carrera, A.S.O., que son los mismo del Tour de Francia, no han publicado el perfil oficial de la carrera, ni en la web ni en el libro de ruta, lo que resulta incomprensible. En sentido contrario, destacar el fabuloso trabajo que hace la asociación de “Les Amis de Paris-Roubaix” -> web / twitter, cuya labor desinteresada cuidando los tramos de adoquín, limpiándolos, eliminando la maleza y renovando el pavé cuando se encuentra en mal estado, es vital para que la carrera se pueda seguir disputando tal y como la conocemos.
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Participación
Como decíamos al inicio, la participación de este año es a priori espectacular, ya que no solo están presentes casi todos los grandes «pedruscómanos», destacando el vencedor de las 2 últimas ediciones, Van der Poel, sino que también se ha unido a la fiesta Pogacar, que se estrena en la prueba tras su exhibición en Flandes. En total, serán de la partida 25 equipos, los 18 World Team y 7 Pro Team, completando un pelotón de 175 corredores.
En principio, la carrera se presenta como un duelo a 4 bandas entre Mathieu Van der Poel (Alpecin), que además de ser el vigente ganador viene de imponerse en San Remo y Harelbeke; Tadej Pogacar (UAE), vencedor este año en Strade Bianche y el mencionado Tour de Flandes; Wout Van Aert (Visma), podio en varias ediciones, rozándolo hace una semana en Flandes; y Mads Pedersen (Lidl-Trek), 3º el año pasado y que llega en el mejor momento de su carrera, como ganador de Gante-Wevelgem y 2º en Flandes y Harelbeke.
En el siguiente escalón de favoritos se podría incluir a Jasper Philipsen (Alpecin), 2º en las dos últimas temporadas; Jasper Stuyven (Lidl-Trek), top-5 en varias ediciones, al igual que en los recientes Harelbeke y Flandes; Filippo Ganna (Ineos), podio este año en San Remo, Tirreno-Adriático y el propio Harelbeke; y Stefan Küng (FDJ), que lleva 3 ediciones seguidas entre los 5 primeros, incluyendo podio en el año 2022. .
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Sobre la retransmisión televisiva, al igual que en las últimas ediciones la carrera se emitirá completa en directo, con más de 6 horas de retransmisión, pudiendo verse en España en Eurosport y Teledeporte, así como en varias páginas de streaming, con la llegada prevista en torno a las 17.00 h según el horario más rápido.
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El artículo sobre París-Roubaix 2025 captura la emoción y la historia de una de las carreras más emblemáticas del ciclismo. La combinación de pavé desafiante y paisajes icónicos crea un ambiente único que atrae tanto a ciclistas como a aficionados. Las expectativas para la próxima edición son altas, especialmente con la inclusión de nuevos talentos y equipos. Además, la carrera no solo es una prueba de resistencia física, sino también de estrategia y habilidad. Sin duda, París-Roubaix 2025 promete ser un evento inolvidable en el calendario ciclista. Oksi