Al igual que en las demás carreras de 3 semanas, el análisis de la prueba estará dividido en varias partes, para facilitar la búsqueda de la información y que no quede una entrada excesivamente larga.
En este artículo: participación, recorrido e historia de la prueba.
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Análisis general e historia
Durante las próximas semanas, del 23 de agosto al 14 de septiembre, se celebra la 80ª edición de la Vuelta a España, una de las 3 grandes rondas por etapas, junto a Giro de Italia y Tour de Francia, cumpliendo este año varios aniversarios, ya que además de ser la 80ª edición hace justo 90 años desde la carrera inaugural, en 1935, con victoria para el belga Gustaaf Deloor, que repitió al año siguiente.
En cuanto a la participación, parecía que iba a ser espectacular, pero la renuncia de Pogacar y las bajas de última hora de Carapaz, Gee y Caruso dejan una sensación decepcionante. No obstante, hay corredores de mucho nivel, tanto vueltómanos, destacando Vingegaard, Almeida y Ayuso, como sprinters y clasicómanos, con Philipsen, Pedersen, Ganna, etc …
A priori, la batalla por la general se presenta como un duelo entre los equipos Visma y UAE, el primero contando con el gran favorito, Jonas Vingegaard, y teniendo como gregarios a corredores del nivel de Matteo Jorgenson y el ganador en 2023, Sepp Kuss; mientras que UAE presenta la «bicefalia» de Joao Almeida, que este año ha arrasado en la vueltas de una semana, y Juan Ayuso, podio en 2022 y 4º hace 2 años, aunque habrá que ver su estado de forma ya que en principio no iba a correr la Vuelta, teniendo además otros grandes corredores como Marc Soler, Jay Vine, Felix Grosschartner …
Otros corredores que podrían luchar por el podio o brillar en las etapas más duras: Giulio Ciccone (Lidl-Trek), ganador en San Sebastián; Ben O’Connor, 2º el año pasado, y Eddie Dumbar (Jayco); Felix Gall , 5º en el Tour, y el joven Leo Bisiaux (Decathlon); Giulio Pellizari y Jai Hindley (Red Bull); Egan Bernal (Ineos), en la única GV que no ha ganado; Mikel Landa (Soudal), aunque llega algo justo tras su caída en el Giro; Antonio Tiberi, reciente 2º en Polonia, Santiago Buitrago y Jack Haig (Bahrain); Lorenzo Fortunato (Astana), montaña en el Giro; David Gaudu y Guillaume Martín (FDJ); Christian Rodríguez (Arkea), Esteban Chaves (EF) y Emanuel Buchmann (Cofidis).
Sobre los clasicómanos y «todoterreno», junto a los ya mencionados Ciccone, Mads Pedersen, que lleva un año espectacular, y Filippo Ganna (Ineos), que reaparece tras su caída en el Tour, destacan Tom Pidcock y Fabio Christen (Q36.5); Orluis Aular, Iván G. Cortina, Carlos Canal, Javier Romo y Pablo Castrillo (Movistar); Bryan Coquard (Cofidis); Andrea Bagioli (Lidl-Trek), Victor Langellotti (Ineos); Stefan Küng (FDJ); Max Schachmann (Soudal); Victor Campenaerts (Visma); y Guillermo Silva (Caja Rural). En cuanto a las llegadas masivas, el mejor sprinter de esta edición es Jasper Philipsen (Alpecin), aunque Pedersen, Aular, Coquard, Ethan Vernon (Israel); Axel Zingle (Visma); Casper Van Uden (Picnic); Arne Marit (intermarché); Ben Turner (Ineos) y Elia Viviani (Cofidis) intentarán ponérselo difícil.

Sobre el recorrido, que desde la presentación en diciembre ha tenido ajustes de kilometraje y el cambio en la vertiente del Morredero (etapa 17ª), se inicia de nuevo en el extranjero, en esta ocasión desde la región del Piamonte, en el noroeste de Italia, con una etapa llana entre Turín y Novara (1ª) para sprinters, seguida por una jornada unipuerto en Limone Piemonte (2ª), con llegada en una subida de 5 km finales al 6,5%, ya vista en el Giro aunque en etapas más duras, y una jornadas corta de media montaña con Isiglio (Castelnuovo Nigra) a mitad de ruta y meta en Ceres (3ª) tras un ascenso muy suave y repecho final. Al día siguiente, la jornada más larga, con 207 km entre Susa y Voiron (4ª), en Francia, teniendo un inicio complicado, con Exiles + Montgenevre y el tendido Lautaret, pero con los 100 km finales sin puertos, pudiendo haber reagrupamiento o triunfar una escapada.
Ya en España, después de un largo traslado sin descanso, crono por equipos de 24 km en Figueres (5ª), muy llana y siendo favorable para las escuadras con potentes rodadores, seguida por la etapa entre Olot y Andorra, con meta en la estación de Pal (6ª), incluyendo los puertos de Santigosa, Toses y la Comella antes de la subida final, donde triunfó el Chava en 1998-2001 y Antón en 2005. La montaña continúa con una etapa de 190 km camino de Cerler / Ampriú (7ª), en Huesca, con los puertos del Cantó, Perves y Espina antes del ascenso final, que alterna tramos duros y descansillos. Un clásico de la Vuelta, con 11 llegadas entre 1987 y 2007, pero que no se subía desde entonces. La jornada de Zaragoza (8ª) es para los sprinters, aunque ojo al viento, terminando la 1ª semana con una etapa de 195 km camino de Valdezcaray (9ª), en La Rioja, sin puertos previos, aunque por terreno ondulado, antes de la subida final (meta km 13), en general tendida, con 13 km al 5,3%, pero con inicio exigente, teniendo 4 km al 7-8%.
Tras el día de descanso, etapa muy similar en Navarra: jornada básicamente unipuerto con meta en Larra Belagua (10ª), en la Piedra San Martín, aunque con la subida a Las Coronas antes del ascenso final (hasta km 9), teniendo el antecedente de 2023, cuando ganó Evenepoel en fuga, aunque la etapa era mucho más dura. Las 2 jornadas siguientes son de media montaña, con 7 puertos en torno a Bilbao (11ª), destacando el doble paso por el Vivero (hasta km 4,6), irregular pero con tramos duros, antes del muro de Pike, siendo una ruta muy similar a la del Tour 2023, con triunfo de Yates; y etapa corta entre Laredo y Corrales de Buelna (12ª), en Cantabria, teniendo que superar Alisas, Hijas (no puntuado) y la Collada de Brenes, con 6 km a casi el 9%, antes del descenso y llano final.
Etapas que pueden dar mucho juego … si los favoritos no piensan en el viernes, con más de 200 km camino del Alto del Angliru (13ª), con inicio junto a la costa y los puertos de la Mozqueta, con 6 km finales al 8,5%, y el Cordal, corto pero duro (y ojo al descenso), antes de la brutal subida final, que cumple su 10ª llegada -> historia en la Vuelta (hasta 2013), teniendo 12,5 km a más del 10%, con los 6,5 km finales al 13,5% y rampas del 23%, estando en el top-10 de puertos más duros en carrera, con triunfo en 2023 para Roglic. Al día siguiente, de nuevo en Asturias, no hay respiro, con meta en La Farrapona (14ª) tras una etapa muy corta pero incluyendo los puertos del Tenebredo, aunque por vertiente «fácil», y el duro San Lorenzo, -> reportaje y propuestas, con los últimos 5,5 km al 11%, antes del largo ascenso final, con casi 19 km desde el cruce, los últimos seis al 9%, siendo la 4ª llegada en esta cima tras su estreno en 2011, aunque se podía haber utilizado como puerto de paso al haberse asfaltado la vertiente sur, echándose además en falta mayor degaste previo, con una 1ª parte de la ruta muy mejorable
Cerrando la 2ª semana, etapa de media montaña entre Vegadeo y Monforte de Lemos (15ª), en Lugo, teniendo un inicio complicado, con La Garganta seguida por un terreno de sube y baja constante, pero con los últimos 70 km más sencillos, siendo un día para escapadas. Tras el descanso, más media montaña en Galicia, en este caso camino de Mos / Castro de Herville (16ª), en Pontevedra, incluyendo 4 puertos, más varias subidas sin puntuar, en los últimos 90 km, Destacan Groba y el Alto de Prado antes del mismo ascenso final, irregular pero con tramos duros, de la gran etapa de 2021 que ganó Champoussin. Al día siguiente, otra llegada en alto, esta vez en el Morredero (17ª), en León, con una ruta quebrada antes de la dura subida final (hasta km 25,5) por la inédita vertiente de Peñalba de Santiago, con casi 9 km finales al 9,5%, incluyendo 5 km al 11% hasta el Alto de la Cruz. No obstante, dadas las opciones de la zona -> propuesta con nueva vertiente, muy decepcionante que hagan otra etapa básicamente unipuerto.
El jueves, crono individual de 28 km en torno a Valladolid (18ª), con un trazado llano favorable para los rodadores, aunque siendo la ünica CRI de toda la prueba se echa de menos una distancia superior, que como mínimo rondara los 40 km para equilibrar la montaña. La jornada de Guijuelo (19ª), en Salamanca, no incluye subidas reseñables, siendo para los velocistas, aunque la llegada pica hacia arriba, seguida por la última etapa de montaña, con 165 km camino de la Bola del Mundo (20ª), en la Sierra de Guadarrama, con 4 puertos, destacando El León y Navacerrada por Segovia, antes del ascenso final (el inicio es distinto), con Navacerrada por Madrid y una prolongación de 3 km al 12,5%, con rampas del 20% y la superficie cementada, habiendo ganado Mosquera en 2010 y Menchov en 2012. Y como cierre de la prueba, la clásica etapa llana en la ciudad de Madrid (21ª), realizando 9 vueltas y media al circuito final de 2023, tras haberse hecho una contrarreloj el año pasado.
Globalmente, un recorrido muy favorable para los escaladores, que mezcla características de los últimos años, como la enorme cantidad de finales en alto y poca crono, con solo 27 km de CRI, con varias subidas que no se veían desde hace tiempo, en teoría como homenaje a los 90 años de historia de la carrera. El problema es que el resultado es muy pobre, un híbrido con la parte más negativa de las diferentes épocas y sin casi ninguna de sus virtudes. Y es que al ya habitual abuso de llegadas en alto y cronos ridículamente cortas, se une la reducción en la dureza global. El diseño de la mayoría de etapas deja mucho que desear, siendo muy triste que haya 4 jornadas básicamente unipuerto, máxime cuando había alternativas. Y aunque ya no es novedad, lo de las cronos es muy triste, con distancias más propias de una carrera de 7 días que de una GV de 3 semanas
No obstante, también hay alguna cosa positiva, con alicientes casi todos los días y sobre todo la media montaña de Bilbao, Mos y Corrales, aunque esta última se podía cargar más. Y en alta montaña se agradece el orden de las etapas asturianas, con Angliru primero para que no puedan especular, si bien es una pena que no aprovechen Farrapona como puerto de paso. Tema aparte es la distribución geográfica, ya que si bien es cierto que siempre va a haber zonas que se queden sin tocar, lo de esta edición es exagerado, pareciendo «La Vuelta al Piemonte y 1/3 de España» cuando se mira el mapa del recorrido, lo que tiene aún menos sentido cuando se ha vendido esta edición como un homenaje a la historia de la prueba. Y si ya es discutible la salida desde Italia, peor aún es como se desaprovecha el Piamonte en esas etapas, esquivando puertos.
En cualquier caso, como siempre la última palabra será de los corredores. Y pese a los problemas mencionados, si se muestran combativos desde lejos, sin esperar a los finales en alto, podrá verse una carrera entretenida.
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Historia
Aunque hubo intentos de celebrar la prueba en 1913 y 1925, la edición inaugural de la Vuelta tuvo lugar en 1935, con salida y llegada en Madrid tras 3.425 km repartidos en 14 etapas, siendo organizada por el diario Informaciones en base a una idea de Clemente Lopez Doriga, consiguiendo el triunfo el belga Gustaaf Deloor, que repitió en 1936. Hay que decir que los primeros años fueron muy complicados, tanto por las dificultades económicas de los organizadores como por causas externas, dejando de disputarse durante la Guerra Civil española, la 2ª Guerra Mundial, en 1949 y de 1951 a 1954, cuando el Diario Ya renunció a organizar la prueba (se había hecho cargo en 1945), de tal modo que en 20 años apenas se habían celebrado 9 ediciones.
Sin embargo, a partir de 1955 la carrera ya no sufrió más interrupciones, primero bajo el mando del El Correo Español / El Pueblo Vasco (hasta 1978), y mas tarde de Unipublic, organizadora de La Vuelta desde 1979, aunque siendo en la actualidad propiedad de ASO. No obstante, esta última época tampoco ha sido sencilla, estando a punto de desaparecer en 1979 y teniendo que cambiar en 1995 las tradicionales fechas de abril/mayo por el mes de septiembre para poder mantener una buena participación -> La Vuelta en Septiembre 1995-2015. Para ver análisis detallados de la historia, participación y recorridos durante las diversas épocas de La Vuelta hasta el año 2007, click en los siguientes enlaces:
- Las primeras ediciones (1935 – 1955)
- Los años de El Pueblo Español – El Correo Vasco (1956 – 1978)
- Los ocho primeros años de Unipublic (1979 – 1986)
- Los ocho años anteriores al cambio de fechas (1987 – 1994)
- La Vuelta tras el cambio de fechas (1995 – 2007)
Los dominadores del palmarés son los ciclistas españoles, con 32 victorias en la general frente a las 9 de Francia y 8 de Bélgica, destacando los 4 triunfos de Roberto Heras, 2000, 03, 04 y 05 (este último con polémica, debido a un positivo que luego fue anulado) y el esloveno Primoz Roglic (2019, 20, 21 y el año pasado). Con 3 victorias están Alberto Contador, que ganó en 2008, 12 y 14, y el suizo Tony Rominger (1992-93-94), mientras que lograron 2 triunfos el belga Gustaaf Deloor (1935-36); los españoles Julian Berrendero (1941-42), Jose Manuel Fuente “El Tarangu” (1972-74) y Pedro Delgado (1985-89); el francés Bernard Hinault (1978-83); el suizo Alex Zulle (1996-97), récord de etapas líder, con 48; y el inglés Chris Froome (2011-17), con polémica en sus 2 victorias: la 1ª por la descalificación de Cobo y la 2ª dando positivo por Salbutamol pero siendo absuelto por la UCI.
Respecto a las demás clasificaciones, el ciclista más destacado en la montaña es Jose Luis Laguía, con 5 triunfos, seguido por Jose Mª. Jiménez “El Chava” y David Moncoutié, ambos con 4, mientras que en la regularidad dominan el irlandés Sean Kelly, el francés Laurent Jalabert y el mencionado Alejandro Valverde, con 4 victorias. En cuanto a los triunfos de etapa, el récord es para Delio Rodríguez, con 39 victorias, seguido por Alessandro Petacchi, con 20, y Laurent Jalabert y Rick Loy, ambos con 18 triunfos. Por otro lado, el ciclista con mayor número de participaciones es Iñigo Cuesta, con 17 Vueltas consecutivas entre 1994 y 2010, siendo también el que más ediciones ha terminado, 14, junto a Federico Etxabe.
El año pasado, en una edición marcada de inicio por las altas temperaturas y la fuga bidón de Ben O’Connor (Decathlon) camino de Yunquera, el triunfo fue para el esloveno Primoz Roglic (Bora), sumando su 4ª Vuelta a España e igualando en el palmarés a Roberto Heras, tras una carrera en la que supo aprovechar sus días buenos y minimizar sus malos momentos para ir recortando tiempo a O’Connor y alejar a sus demás rivales, alcanzando el liderato en Moncalvillo, en la 19ª jornada, con Enric Mas (Movistar) completando el podio final.
El dominador de los sprints fue Kaden Groves (Alpecin), con 3 etapas y la regularidad, logrando también 3 victorias Wout Van Aert (Visma), aunque tuvo que retirarse por caída, mientras que la montaña fue para Jay Vine, gracias a las escapadas, con Marc Soler siendo elegido el más combativo, ambos del equipo UAE. Destacar también a Pablo Castrillo, ganador de 2 etapas y que unido al triunfo de Urko Berrade hizo que Kern Pharma fuera el equipo revelación, con 3 victorias..
El podio de 2024: Roglic, O’Connor y Mas. Foto Sprint Cycling, click ver hilo con top-10 y las demás clasificaciones
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Recorridos
A nivel de recorrido y salvo ediciones concretas, la Vuelta ha sido históricamente la GV más floja (aunque con matices), algo lógico hasta los años 70, ya que la red de carreteras españolas dejaba mucho que desear y la mayoría de grandes puertos no estaban asfaltados (aunque los puertos de tierra eran habituales en Tour y Giro) pero que en la actualidad no tiene sentido, no habiendo motivos objetivos por los cuales la Vuelta no pueda tener recorridos igual de exigentes que las otras GV. Fue precisamente este mal aprovechamiento de la geografía española lo que originó que varios aficionados al ciclismo nos uniésemos formando la “Plataforma Recorridos Ciclistas: en España si hay montaña”, con el estudio para la mejora de los recorridos -Dossier-, publicado en 2008, como trabajo principal, abriendo luego el blog en 2009.
En las últimas décadas el problema no es tanto de dureza (de hecho algunas veces ha tenido el recorrido más duro, como este año) sino de modelo de etapa, abusando de finales en alto y la mayoría de veces con malos encadenados previos o etapas unipuerto, aunque esto ha cambiado en ediciones recientes, así como la marginación de los grandes puertos de paso, que si bien no abundan tanto como en Francia y sobre todo Italia sí existen en suficiente cantidad como para ir variando de un año a otro, habiendo además muchos 1ª duros que tampoco son aprovechados. Y es que la gran diferencia entre los puertos usados desde 1979 por Vuelta, Tour y Giro está precisamente en los Especiales de paso, con la Vuelta muy por detrás de las otras GV en este tema. De hecho, las subidas más icónicas son finales en alto: Lagos de Covadonga, estrenado en 1983, y el Angliru, subido por 1ª vez en 1999, dos de las ediciones míticas en la historia de la prueba.
No obstante, centrándonos en los últimos 20 años, sí ha habido ediciones con trazados globales interesantes, como en 2004, 2006, 2009, 2017, 2019 y 2021, entre otros. Pero en general han predominado llegadas en alto en etapas unipuerto o con subidas alejadas entre sí, abusando de muros finales en varias ediciones, aunque esto se está corrigiendo, habiendo llegadas de otro tipo. Por otro lado, en la última década ha habido una gran reducción en los km contra el crono, haciendo además en ocasiones CRI muy quebradas, perjudicando a los rodadores, si bien este problema también es compartido por Giro y Tour -> cronos en las GV, que salvo excepciones, como Tour 2012 o Giro 2017, no han vuelto a programar dos CRI largas en la misma edición, aunque el Giro sí incluye de vez en cuando cronos de más de 50 km, la última en 2015.
El trazado de 2009 fue un gran avance sobre 2008 y enorme respecto a 2007. Y es que además de una dureza global similar a la de Tour y Giro, incluía una montaña mejor de lo habitual en la Vuelta, con buenos encadenados, muchos estrenos y trampas casi todos los días. De hecho, por fin hubo una etapa con 2 Especiales, La Ragua + Sierra Nevada por Purche-Sabinas, siendo espectacular (y lo habría sido aún más con la ruta original, sin rodeo antes de meta). No obstante, también tenía aspectos negativos, como el habitual exceso de finales en alto duros y cronos muy cortas, lo que unido a una pobre actitud de los favoritos en las etapas de Aitana, Velefique y Ávila hizo que resultara algo decepcionante, pese a que también hubo jornadas muy entretenidas, como la mencionada de Sierra Nevada, La Granja y La Pandera.
El recorrido de 2010 era llamativo, pero globalmente se quedaba “cojo” al carecer de jornadas para moverse desde lejos y tener solo una CRI, además de repetir mucho un tipo de trazado en las etapas de montaña, favoreciendo demasiado a los mismos corredores y propiciando que se viera “ciclismo-youtube”, con sólo batalla entre los favoritos en los km finales. En el lado positivo, casi todas las jornadas tenían alicientes, destacando una gran primera semana, y varios estrenos de subidas muy interesantes y/o mediáticas, como Coto Bello y la Bola del Mundo. A la postre, la carrera tuvo interés casi todos los días pero sin jornadas para recordar más alla de los últimos 10 km (salvo la bonita etapa de Valdepeñas de Jaén), aunque sorprendentemente casi todos los medios de comunicación la consideraron un éxito rotundo.
En 2011 se repetían varias constantes de años anteriores, como el gran nº de llegadas en alto, “trampas” en muchas jornadas, estreno de varias subidas y escasez de crono, pudiendo considerarse una mezcla de 2009 y 2010, aunque predominando 2010, sobre todo por la 1ª semana. Pero también tenía aspectos innovadores: una etapa de alta montaña sin final en alto, estrenando el Puerto de Ancares (aunque por Balouta y muy lejos de meta), 2 HC de paso y una última semana basada en la media montaña, con la gran noticia del regreso al País Vasco, si bien en etapas decepcionantes. Un trazado con aspectos positivos, al incluir alicientes casi todos los días, buenos encadenados y mucha dureza global, pero lastrado por otros tantos negativos, con exceso llegadas en alto, orden de algunas etapas y falta de una 2ª CRI, aunque mejorando a 2010.
En 2012 los organizadores llevaron la apuesta por los finales en alto al extremo, con 10 llegadas de este tipo y siendo en casi todos los casos la subida más dura de la etapa, varios con rampas desorbitadas. Por el contrario, no había apenas grandes puertos de paso (salvo en la etapa reina de Cuitu Negru) y sólo 39 km de CRI, estando muy desequilibrado. A la hora de la verdad, el duelo entre Contador, Purito y Valverde hizo que la carrera resultara emocionante, pero con la lucha restringida a los km finales de las etapas, algo lógico dado el trazado. La excepción fue la mítica jornada de Fuente Dé, con el ataque de Contador, y en menor medida Valdezcaray, curiosamente los 2 finales más tendidos. En nuestra opinión, una carrera de notable pero ni mucho menos “la mejor Vuelta de la historia”, como se la calificó desde varios medios de comunicación.
El trazado de 2013 repetía parte de las características de la edición anterior, como la enorme cantidad de llegadas en alto y la escasez de contrarreloj, pero aumentando la exigencia de los puertos de paso y con más variedad en los finales, siendo uno de los recorridos más duros en la historia de la Vuelta, con nada menos que 17 puertos por encima de 120 APM, incluyendo los inéditos Haza Llana y Peñas Blancas. Al final la carrera resultó bastante entretenida, habiendo además múltiples cambios de liderato y pelea hasta el penúltimo día, con el intento de remontada de Nibali en el Angliru, pero con la batalla entre los favoritos demasiado reducida a las subidas finales, echándose de menos alguna jornada con ataques lejanos, lo que unido a la victoria de Horner dejó una sensación más negativa que la de 2012
El recorrido de 2014 mantuvo en general el modelo de años anteriores, con múltiples finales en alto, casi siempre en la subida más dura de la etapa, varias llegadas en repecho y escasa contrarreloj, con 3 etapas cronometradas, incluyendo la CRE, pero que apenas sumaban 59 km, estando de nuevo desequilibrado. No obstante, había mayor variedad en la media montaña, mientras que las llegadas en alto eran menos extremas (salvo Camperona y Ancares por Pan do Zarco), estrenándose una gran cantidad de puertos, tanto de paso como final de etapa, varios de ellos muy duros. A la hora de la verdad, destacó el duelo Contador vs. Froome en las etapas de la Farrapona y Ancares, si bien la lucha volvió a quedar restringida a las subidas finales, no habiendo batalla desde lejos entre los favoritos en ninguna etapa.
En 2015 el trazado repitió varias de las constantes de ediciones previas, como la enorme cantidad de llegadas en alto, tanto puertos como finales en repechos, y la escasez de contrarreloj, con un total que no llegaba a los 50 km (si bien la CRI era más llana de lo habitual), aunque también había novedades, como los 12 finales inéditos y el tipo de montaña de la 3ª semana, basada en la media montaña y las llegadas tras descenso. Y fue precisamente en la última semana, después de un tríptico cantábrico que resultó decepcionante, cuando se vieron las mejores etapas (junto con la dura jornada de Andorra), como Riaza y sobre todo la preciosa etapa de Cercedilla, donde Aru y el equipo Astana aislaron al hasta entonces líder Dumoulin, atacando en la Morcuera, a más de 50 km de meta, y logrando el vuelco en la clasificación general.
El recorrido de 2016 tenía de nuevo múltiples finales en alto, muchos de ellos cortos y con rampas extremas, aunque habiendo también llegadas en subidas más largas, como el Aubisque, final de la etapa reina, que de nuevo se celebraba fuera de España, y escasez de crono individual, con sólo 37 km de CRI, si bien más favorable para los especialistas que en otras ediciones. Junto al abuso de muros finales, lo peor era la falta de grandes puertos, con únicamente HC / 1ª duros de paso en la etapa francesa. No obstante, y salvo por la “huelga encubierta” el día de Urdax, la carrera fue mejor de lo esperado, destacando la gran jornada de Formigal, donde un pequeño grupo de corredores, formado tras el ataque de salida de Contador e incluyendo también al líder Quintana, puso en jaque al Sky, siendo clave para el resultado final.
El trazado de 2017 era muy exigente, incluyendo múltiples etapas de media y alta montaña, con solo 4 jornadas llanas, y mayor cantidad de grandes puertos de paso de lo habitual, con 7 etapas incluyendo Primeras de paso, aunque curiosamente no había una etapa reina como tal, al estar los puertos más repartidos, coincidiendo además que las etapas con subidas más duras, Angliru y Sierra Nevada, eran muy cortas (menos de 130 km), echándose en falta una jornada para fondistas, mientras que la crono rondaba los 40 km. A la hora de la verdad la carrera resultó muy entretenida casi todos los días, con Alberto Contador como animador, ganando en el Angliru, si bien faltó una etapa realmente buena, donde el grupo se rompiera desde lejos y hubiera mucho tiempo de batalla entre los favoritos, para pasar a la historia.
El recorrido de 2018 tenía carácterísticas similares al de 2016, como el gran cantidad de finales en alto, especialmente de llegadas tipo muro, varios de ellos con rampas extremas y kilómetros enteros a más del 10%; y escasez de contrarreloj, con sólo 40 km de esta disciplina. A esto se unía la reducción en la dureza intermedia (en los grandes puertos, no en las cotas), sin Especiales de paso y muy pocos 1ª duros, de tal modo que cuando se disputó la prueba casi toda la lucha entre los favoritos quedó para las subidas finales, si bien con un último bloque en Andorra que resultó más entretenido de lo esperado, con La Rabassa a tope desde abajo y batalla desde lejos camino del Santuario de Canolich, a mitad de La Gallina.
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Decepción en la etapa de Herville, prácticamente calcada a la de la última vez y desechando opciones cercanas. cómo incluír la subida al Monte Aloia. Demasiadas etapas unipuerto y diseños bastante repetitivos. De las de montaña, para mí sólo se salvan las de Cerler y La Bola del Mundo. La del Angliru es muy bonita de por sí pero se desdeña meter algún puerto más, habiendo muchas posibilidades de meter segundas y terceras antes de las tres subidas finales. En la de La Farrapona echo de menos la Cobertoria antes de San Lorenzo, aunque hubiera que subirlo por la otra vertiente…Muy bonita la de Bilbao, pero cómo se dice, prácticamente calcada de la del Tour…
En resumen, pocas novedades veo, para las que podría haber…