VUELTA A ESPAÑA 2021

Al igual que en las demás carreras de 3 semanas, el análisis de la prueba estará dividido en varias partes, para facilitar la búsqueda de la información y que no quede una entrada excesivamente larga.

En esta 1ª parte: análisis general, participación e historia de la prueba.

Las demás entradas sobre el Tour 2021:

  • Recorrido (análisis detallado, con todas las etapas, puertos, antecedentes y valoración crítica).

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Introducción e historia


Durante las próximas semanas, del 14 de agosto al 5 de septiembre, se disputa la 76ª edición de la Vuelta a España, una de las 3 grandes rondas por etapas, junto a Giro de Italia y Tour de Francia, y que recupera sus fechas de verano, aunque empezando antes de lo habitual, después de que en 2020 tuviera que retrasarse a otoño debido a la pandemia del coronavirus, que obligó a reestructurar el calendario ciclista y tomar medidas especiales durante la carrera, sin público en los finales, además de modificar la ruta, con un inicio distinto y menos jornadas. Este año hay de nuevo 21 etapas, con las salidas y llegadas del recorrido anunciado en febrero, siendo promocionada como «La Vuelta de las Catedrales» al salir desde la de Burgos, en su VIII aniversario, y acabar en la de Santiago de Compostela, siendo año Xacobeo -> trazado definitivo.

Junto al prólogo inicial, con 7 km y subida al Castillo, hay otras 2 etapas en la provincia, una llana con meta en la capital y otra con el 1er final en alto de la carrera: Picón Blanco, conocido por la Vuelta a Burgos. A continuación la prueba va hacia el sur, con 2 etapas para velocistas, Molina de Aragón, si bien con pequeño repecho final, y Albacete, donde el factor clave es el viento, con posibilidad de abanicos. Después turno para la Comunidad Valenciana, con final muro en Cullera, de unos 2 km al 9% (hasta km 2), y etapa de media montaña estrenando Balcón de Alicante, con 5 puertos antes de la subida final, que tiene los últimos 3,8 km al 10%, acabando tras corto falso llano. La siguiente etapa, con meta en La Manga del Mar Menor, es muy llana, aunque de nuevo ojo al viento, cerrando la 1ª semana con alta montaña en Almería, con puertos de Cuatro Vientos, Venta Luisa (hasta km 30), Castro Filabres y Velefique (meta km 18), subida muy escénica que ya fue llegada en 2009 -> vídeo.

La 1ª jornada de alta montaña (9ª), con un buen enlazado antes de Velefique

Tras el descanso, 3 jornadas de media montaña en Andalucía, acabando en Rincón de la Victoria, con la pared de Almáchar a 15 km de meta; Valdepeñas de Jaén, destacando Locubín y el muro final, con varias llegadas desde 2010; y Córdoba, con San Jerónimo y el Alto del 14% en la parte final; precediendo a una etapa llana en Extremadura, con meta en Villanueva de la Serena. El fin de semana más montaña, con el estreno del Pico Villuercas, haciendo un 1er paso hasta Cdo. Ballesteros, con 3 km al 13% y la superficie cementada, antes de una zona de repechos y el ascenso final por Guadalupe, más largo pero más tendido, con 16 km al 6,5%, aunque tiene tramos duros, seguida por una etapa en Ávila de casi 200 km, con los puertos de La Centenera, hasta ahora inédito; Pedro Bernardo; Mijares, muy largo; y San Juan de la Nava antes de la meta en El Barraco, pudiendo dar mucho juego si hay batalla desde lejos … o decepcionar si esperan al último puerto.

Ya en la última semana, jornada quebrada en Cantabria, con meta en Sta. Cruz de Bezana precediendo al bloque asturiano, con la etapa de Lagos de Covadonga teniendo la novedad del doble paso por Collada Llomena, 7,5 km al 9-10%, antes de la mítica subida final, con un tramo de 9 km al 9%, si bien la jornada reina es la siguiente, con San Lorenzo, que tiene zonas muy duras, La Cobertoria, machacón al 9-10%, y el Cordal antes del espectacular Gamoniteiro, un coloso con 15 km al 9,7%, sin rampas extremas pero muy constante, entre los puertos más duros en carrera. Las 2 etapas siguientes, en Galicia, son de media montaña, con la de Monforte de Lemos teniendo los puertos al inicio y la de Mos / Castro Herville con 5 subidas puntuables en su 2ª mitad (aunque el comienzo también es quebrado), con el ascenso final a Castro Herville, de 2 km iniciales al 11%. Y como cierre, una crono de 34 km entre Padrón y Santiago de Compostela, al estilo de 1993 pero más corta.

La etapa reina (18ª), con 3 puertos antes de la colosal subida final al inédito Gamoniteiro

En definitiva, un recorrido exigente, empezando y acabando con sendas CRI y con abundante montaña durante las 3 semanas, incluyendo el estreno de grandes puertos, tanto llegadas como subidas de paso, y con algunas etapas muy interesantes. Y ojo también a las jornadas llanas, varias de ellas propicias para los abanicos si el viento colabora. Sin embargo, vuelve a estar desequilibrado por el exceso de finales en alto (8, de ellos 5 Es/1ª duros) y la escasez de contrarreloj, echándose en falta que fueran más largas o hubiera otra más a mitad de carrera. Asimismo, hay etapas con diseño mejorable. En cualquier caso, la última palabra será de los corredores, habiendo terreno para ver un buen espectáculo si los ciclistas se muestran combativos. Una de las claves puede ser lo que ocurra en etapas como la de Albacete, ya que si hay abanicos que rompen la general los favoritos tendrán que aprovechar la montaña.

Sobre la participación, pese a la ausencia de Pogacar es magnífica, con 12 corredores que ya han sido podio en una GV, como el doble ganador de la prueba Primoz Roglic (Jumbo), de nuevo máximo favorito, aunque ojo también a Egan Bernal (Ineos), vencedor del Giro y con un potente equipo que incluye a Richard Carapaz, 2º en la última Vuelta y 3º en el Tour, y Adam Yates. Otras escuadras con varias opciones son Bahrain, con Mikel Landa, Damiano Caruso, 2º en el Giro, Mark Padun, Wout Poels, etc y Movistar, con Miguel Á. López, podio en la Vuelta 2018, Enric Mas, 2º en esa edición y 5º el año pasado, y Alejandro Valverde, ganador en 2009 y con múltiples podios. Destacar también a Hugh Carthy (EF), podio en 2020; Alexander Vlasov (Astana), 4º en el pasado Giro; Romain Bardet (DSM), etapa reina en Burgos; Fabio Aru (Qhubeka), vencedor en 2015 y que se retira tras la prueba; Giulio Ciccone (Trek), que busca resarcirse de su caída en el Giro; Guillaume Martin (Cofidis), vencedor de la montaña; Rafal Majka, podio en 2015, y David De La Cruz, ambos de UAE.

En cuanto a los clasicómanos y ciclistas todoterreno, además de algunos ya mencionados sobresalen Michael Matthews (Bike Exchange), varias etapas en otras ediciones; Maximilian Schachmann (Bora), ganador Niza y 3º en la AGR; Matteo Trentin (UAE), 4 etapas en la Vuelta 2017; Magnus Cort (Education First); Alex Aranburu, Luis León Sánchez y los hermanos Izagirre (Astana); mientras que entre los sprinters puros destacan Arnaud Demare (Groupama), con 8 triunfos este año; Fabio Jakobsen (Deceuninck), ganador 2 etapas en Valonia; Jasper Philipsen (Alpecin), múltiples puestos de honor en el reciente Tour; Juan Molano (UAE), que viene de lograr 2 triunfos en Burgos; y Jon Aberasturi (Caja Rural), la baza española en las llegadas masivas.

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Historia

Aunque hubo intentos de celebrar la prueba en 1913 y 1925, finalmente la edición inaugural de la Vuelta tuvo lugar en 1935, con salida y llegada en Madrid tras 3.425 km repartidos en 14 etapas, siendo organizada por el diario Informaciones en base a una idea de Clemente Lopez Doriga, consiguiendo el triunfo el belga Gustaaf Deloor, que repitió en 1936. Hay que decir que los primeros años fueron muy complicados, tanto por las dificultades económicas de los organizadores como por causas externas, dejando de disputarse durante la Guerra Civil española, la 2ª Guerra Mundial, en 1949 y de 1951 a 1954, cuando el Diario Ya renunció a organizar la prueba (se había hecho cargo en 1945), de tal modo que en 20 años apenas se habían celebrado 9 ediciones.

Imagen de la Vuelta 1935. Foto de Juanfran de la Cruz, click ver hilo

Sin embargo, a partir de 1955  la carrera ya no sufrió más interrupciones, primero bajo el mando del El Correo Español / El Pueblo Vasco (hasta 1978), y mas tarde de Unipublic, organizadora de La Vuelta desde 1979, aunque siendo en la actualidad propiedad de ASO. No obstante, esta última época tampoco ha sido sencilla, estando a punto de desaparecer en 1979 y teniendo que cambiar en 1995 las tradicionales fechas de abril/mayo por el mes de septiembre para poder mantener una buena participación -> La Vuelta en Septiembre 1995-2015. Para ver análisis detallados de la historia, participación y recorridos durante las diversas épocas de La Vuelta hasta el año 2007, click en los siguientes enlaces:

Los dominadores del palmarés son los ciclistas españoles, con 32 victorias en la general frente a las 9 de Francia y 7 de Bélgica, destacando los 4 triunfos de Roberto Heras, 2000, 03, 04 y 05 (este último con polémica, debido a un positivo que luego fue anulado) y el triplete de Alberto Contador, que ganó en 2008, 12 y 14. También con 3 victorias está el suizo Tony Rominger (1992-93-94), contando con 2 triunfos el belga Gustaaf Deloor (1935-36); los españoles Julian Berrendero (1941-42), Jose Manuel Fuente “El Tarangu” (1972-74) y Pedro Delgado (1985-89); el francés Bernard Hinault (1978-83); el suizo Alex Zulle (1996-97), récord de etapas siendo líder, con 48; y el inglés Chris Froome (2011-17), con polémica en sus 2 victorias, la 1ª por la descalificación de Cobo y la 2ª dando positivo por exceso de Salbutamol pero siendo absuelto por la UCI.

Respecto a las demás clasificaciones, el ciclista más destacado en la montaña es Jose Luis Laguía, con 5 triunfos, seguido por Jose Mª. Jiménez “El Chava” y David Moncoutié, ambos con 4, mientras que en la regularidad dominan el irlandés Sean Kelly, el francés Laurent Jalabert y el mencionado Alejandro Valverde, con 4 victorias. En cuanto a los triunfos de etapa, el récord es para Delio Rodríguez, con 39 victorias, seguido por Alessandro Petacchi, con 20, y Laurent Jalabert y Rick Loy, ambos con 18 triunfos. Por otro lado, el ciclista con mayor número de participaciones es Iñigo Cuesta, con 17 Vueltas consecutivas entre 1994 y 2010, siendo también el que más ediciones ha terminado, 14, junto a Federico Etxabe.

El año pasado, en una edición marcada por la pandemia y el cambio de fechas, disputándose en otoño, la victoria fue para el esloveno Primoz Roglic (Jumbo), sumando su 2º triunfo consecutivo y ganando además 4 etapas, aunque sufriendo frente al ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos), con quién se alternó el liderato durante la prueba y al que batió por solo 24 segundos, completando el podio el británico Hugh Carthy (EF), vencedor en el Angliru. Destacar también a David Gaudu (Groupama), que ganó 2 etapas de montaña, si bien esta clasificación fue para Guillaume Martin (Cofidis), y a Pascal Ackermann (Bora), el único sprinter con 2 triunfos, aunque la regularidad fue para el propio Roglic,

El podio de 2020, con Roglic, Carapaz y Carthy. Foto Unipublic / Charly López

Recorridos

A nivel de recorrido y salvo ediciones concretas, la Vuelta ha sido históricamente la GV más floja (aunque con matices), algo lógico hasta los años 70, ya que la red de carreteras españolas dejaba mucho que desear y la mayoría de grandes puertos no estaban asfaltados (aunque los puertos de tierra eran habituales en Tour y Giro) pero que en la actualidad no tiene sentido, no habiendo motivos objetivos por los cuales la Vuelta no pueda tener recorridos igual de exigentes que las otras GV. Fue precisamente este mal aprovechamiento de la geografía española lo que originó que varios aficionados al ciclismo nos uniésemos formando la “Plataforma Recorridos Ciclistas: en España si hay montaña”, con el estudio para la mejora de los recorridos -Dossier-, publicado en 2008, como trabajo principal, abriendo luego el blog en 2009.

En las últimas décadas el problema no es tanto de dureza como de modelo de etapa, abusando de finales en alto y la mayoría de veces con malos encadenados previos o etapas unipuerto (aunque esto ha cambiado en ediciones recientes), así como la marginación de los grandes puertos de paso, que si bien no abundan tanto como en Francia y sobre todo Italia existen en suficiente cantidad como para ir variando de un año a otro, habiendo además muchos 1ª duros que tampoco son aprovechados. Y es que la gran diferencia entre los puertos usados desde 1979 por Vuelta, Tour y Giro está precisamente en los Especiales de paso, con la Vuelta muy por detrás de las otras GV en este tema. De hecho, las subidas más icónicas son finales en alto: Lagos de Covadonga, estrenado en 1983, y el Angliru, subido por 1ª vez en 1999, dos de las ediciones míticas en la historia de la prueba.

No obstante, centrándonos en los últimos 20 años, sí ha habido ediciones con trazados globales interesantes, como en 200420062009, 2017 2019, entre otros. Pero en general han predominado las llegadas en alto en etapas unipuerto o con subidas alejadas entre sí, abusando de muros finales en varias ediciones, aunque esto se está corrigiendo, con llegadas de otro tipo. Por otro lado, en la última década ha habido una gran reducción en los km contra el crono, haciendo además CRI muy quebradas, perjudicando a los rodadores, si bien este problema también es compartido por Giro y Tour -> cronos en las GV, que salvo excepciones, como Tour 2012 o Giro 2017, no han vuelto a programar dos CRI largas en la misma edición, aunque el Giro sí incluye de vez en cuando cronos de más de 50 km, la última en 2015.

La etapa de 2004 en la que se estrenó la Sierra de los Filabres, con Velefique y Calar Alto, repitiéndose en 2006

El trazado de 2009 fue un gran avance sobre 2008 y enorme respecto a 2007. Y es que además de una dureza global similar a la de Tour y Giro, incluía una montaña mejor de lo habitual en la Vuelta, con buenos encadenados, muchos estrenos y trampas casi todos los días. De hecho, por fin hubo una etapa con 2 Especiales, La Ragua + Sierra Nevada por Purche-Sabinas, siendo espectacular (y lo habría sido aún más con la ruta original, sin rodeo antes de meta). No obstante, también tenía aspectos negativos, como el habitual exceso de finales en alto duros y cronos muy cortas, lo que unido a una pobre actitud de los favoritos en las etapas de Aitana, Velefique y Ávila hizo que resultara algo decepcionante, pese a que también hubo jornadas muy entretenidas, como la mencionada de Sierra Nevada, La Granja y La Pandera.

El recorrido de 2010 era llamativo, pero globalmente se quedaba “cojo” al carecer de jornadas para moverse desde lejos y tener solo una CRI, además de repetir mucho un tipo de trazado en las etapas de montaña, favoreciendo demasiado a los mismos corredores y propiciando que se viera “ciclismo-youtube”, con sólo batalla entre los favoritos en los km finales. En el lado positivo, casi todas las jornadas tenían alicientes, destacando una gran primera semana, y varios estrenos de subidas muy interesantes y/o mediáticas, como Coto Bello y la Bola del Mundo. A la postre, la carrera tuvo interés casi todos los días pero sin jornadas para recordar más alla de los últimos 10 km (salvo la bonita etapa de Valdepeñas de Jaén), aunque sorprendentemente casi todos los medios de comunicación la consideraron un éxito rotundo.

En 2011 se repetían varias constantes de años anteriores, como el gran nº de llegadas en alto, “trampas” en muchas jornadas, estreno de varias subidas y escasez de crono, pudiendo considerarse una mezcla de 2009 y 2010, aunque predominando 2010, sobre todo por la 1ª semana. Pero también tenía aspectos innovadores: una etapa de alta montaña sin final en alto, estrenando el Puerto de Ancares (aunque por Balouta y muy lejos de meta), 2 HC de paso y una última semana basada en la media montaña, con la gran noticia del regreso al País Vasco, si bien en etapas decepcionantes. Un trazado con aspectos positivos, al incluir alicientes casi todos los días, buenos encadenados y mucha dureza global, pero lastrado por otros tantos negativos, con exceso llegadas en alto, orden de algunas etapas y falta de una 2ª CRI, aunque mejorando a 2010.

En 2012 los organizadores llevaron la apuesta por los finales en alto al extremo, con 10 llegadas de este tipo y siendo en casi todos los casos la subida más dura de la etapa, varios con rampas desorbitadas. Por el contrario, no había apenas grandes puertos de paso (salvo en la etapa reina de Cuitu Negru) y sólo 39 km de CRI, estando muy desequilibrado. A la hora de la verdad, el duelo entre Contador, Purito y Valverde hizo que la carrera resultara emocionante, pero con la lucha restringida a los km finales de las etapas, algo lógico dado el trazado. La excepción fue la mítica jornada de Fuente Dé, con el ataque de Contador, y en menor medida Valdezcaray, curiosamente los 2 finales más tendidos. En nuestra opinión, una carrera de notable pero ni mucho menos “la mejor Vuelta de la historia”, como se la calificó desde varios medios de comunicación.

El trazado de 2013 repetía parte de las características de la edición anterior, como la enorme cantidad de llegadas en alto y la escasez de contrarreloj, pero aumentando la exigencia de los puertos de paso y con más variedad en los finales, siendo uno de los recorridos más duros en la historia de la Vuelta, con nada menos que 17 puertos por encima de 120 APM, incluyendo los inéditos Haza Llana y Peñas Blancas. Al final la carrera resultó bastante entretenida, habiendo además múltiples cambios de liderato y pelea hasta el penúltimo día, con el intento de remontada de Nibali en el Angliru, pero con la batalla entre los favoritos demasiado reducida a las subidas finales, echándose de menos alguna jornada con ataques lejanos, lo que unido a la victoria de Horner dejó una sensación más negativa que la de 2012

El recorrido de 2014 mantuvo en general el modelo de años anteriores, con múltiples finales en alto, casi siempre en la subida más dura de la etapa, varias llegadas en repecho y escasa contrarreloj, con 3 etapas cronometradas, incluyendo la CRE, pero que apenas sumaban 59 km, estando de nuevo desequilibrado. No obstante, había mayor variedad en la media montaña, mientras que las llegadas en alto eran menos extremas (salvo Camperona y Ancares por Pan do Zarco), estrenándose una gran cantidad de puertos, tanto de paso como final de etapa, varios de ellos muy duros. A la hora de la verdad, destacó el duelo Contador vs. Froome en las etapas de la Farrapona y Ancares, si bien la lucha volvió a quedar restringida a las subidas finales, no habiendo batalla desde lejos entre los favoritos en ninguna etapa.

En 2015 el trazado repitió varias de las constantes de ediciones previas, como la enorme cantidad de llegadas en alto, tanto puertos como finales en repechos, y la escasez de contrarreloj, con un total que no llegaba a los 50 km (si bien la CRI era más llana de lo habitual), aunque también había novedades, como los 12 finales inéditos y el tipo de montaña de la 3ª semana, basada en la media montaña y las llegadas tras descenso. Y fue precisamente en la última semana, después de un tríptico cantábrico que resultó decepcionante, cuando se vieron las mejores etapas (junto con la dura jornada de Andorra), como Riaza y sobre todo la preciosa etapa de Cercedilla, donde Aru y el equipo Astana aislaron al hasta entonces líder Dumoulin, atacando en la Morcuera, a más de 50 km de meta, y logrando el vuelco en la clasificación general.

El recorrido de 2016 tenía de nuevo múltiples finales en alto, muchos de ellos cortos y con rampas extremas, aunque habiendo también llegadas en subidas más largas, como el Aubisque, final de la etapa reina, que de nuevo se celebraba fuera de España, y escasez de crono individual, con sólo 37 km de CRI, si bien más favorable para los especialistas que en otras ediciones. Junto al abuso de muros finales, lo peor era la falta de grandes puertos, con únicamente HC / 1ª duros de paso en la etapa francesa. No obstante, y salvo por la “huelga encubierta” el día de Urdax, la carrera fue mejor de lo esperado, destacando la gran jornada de Formigal, donde un pequeño grupo de corredores, formado tras el ataque de salida de Contador e incluyendo también al líder Quintana, puso en jaque al Sky, siendo clave para el resultado final.

El trazado de 2017 era muy exigente, incluyendo múltiples etapas de media y alta montaña, con solo 4 jornadas llanas, y mayor cantidad de grandes puertos de paso de lo habitual, con 7 etapas incluyendo Primeras de paso, aunque curiosamente no había una etapa reina como tal, al estar los puertos más repartidos, coincidiendo además que las etapas con subidas más duras, Angliru y Sierra Nevada, eran muy cortas (menos de 130 km), echándose en falta una jornada para fondistas, mientras que la crono rondaba los 40 km. A la hora de la verdad la carrera resultó muy entretenida casi todos los días, con Alberto Contador como animador, ganando en el Angliru, si bien faltó una etapa realmente buena, donde el grupo se rompiera desde lejos y hubiera mucho tiempo de batalla entre los favoritos, para pasar a la historia.

El recorrido de 2018 tenía carácterísticas similares al de 2016, como el gran cantidad de finales en alto, especialmente de llegadas tipo muro, varios de ellos con rampas extremas y kilómetros enteros a más del 10%; y escasez de contrarreloj, con sólo 40 km de esta disciplina. A esto se unía la reducción en la dureza intermedia (en los grandes puertos, no en las cotas), sin Especiales de paso y muy pocos 1ª duros, de tal modo que cuando se disputó la prueba casi toda la lucha entre los favoritos quedó para las subidas finales, si bien con un último bloque en Andorra que resultó más entretenido de lo esperado, con La Rabassa a tope desde abajo y batalla desde lejos camino del Santuario de Canolich, a mitad de La Gallina.

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