Al igual que en las demás carreras de 3 semanas, el análisis estará dividido en varias partes, para que no quede una entrada excesivamente larga y perjudique la búsqueda de información.
En esta primera parte: historia, análisis general del recorrido y participación.
Las demás entradas sobre el Giro de Italia 2014:
- Previo (análisis general y enlaces a perfiles de etapas y puertos, en octubre 2013)
- 1ª Semana (etapas 1ª a 9ª)
- 2ª Semana (etapas 10ª a 15ª)
- 3ª Semana (etapas 16ª a 21ª)
Por otro lado, ya está disponible el especial sobre el Giro de la revista digital “Desde la Cuneta”, así como la guía de Javi Fuertes:
- Guía Giro d´Italia (de Javi Fuertes)
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Introducción
Este viernes 9 de mayo se inicia la 97ª edición del Giro de Italia, la primera de las tres grandes rondas por etapas del calendario, restando aún el Tour de Francia y la Vuelta a España, y habitualmente la que tiene el recorrido más duro, algo que no será diferente este año pese a ciertos mensajes contradictorios que han mandado los organizadores.
La principal novedad de esta edición, que rendirá homenaje a Marco Pantani al cumplirse el 10º aniversario de su muerte, será la salida desde Belfast, capital de Irlanda del Norte, con tres etapas en la isla antes largo traslado hacia Italia, provocando que vaya a haber 3 jornadas de descanso en lugar de las 2 habituales, mientras que el final de la prueba estará en la localidad de Trieste, al noreste del país y muy cerca de la frontera con Eslovenia.
Así pues, los ciclistas tendrán que superar 21 etapas y un total de 3450 km (sin contar los tramos neutralizados), con 3 contrarrelojes, una de ellas por equipos, y 18 etapas en línea, destacando la jornada de Val Martello, suspendida por la nieve en 2013 y que cuenta con los míticos Gavia y Stelvio; y sobre todo el tríptico de Panarotta-Grappa-Zoncolan, con una durísima cronoescalada en medio de 2 etapas en línea con finales muy exigentes.
Historia
El origen de esta carrera data de inicios del siglo pasado, en 1908, cuando La Gazzetta dello Sport, en base a una idea del periodista Tullo Morgagni y en un intento por distanciarse de su principal competidor, Corriere della Sera, anunció en portada el 24 de agosto la celebración del primer Giro de Italia para el mes de mayo de 1909, adelántandose al diario rival que estaba a punto de lanzar una carrera por etapas de similares características.
Esta 1ª edición, homenajeada en el Giro 2009 con motivo de su centenario, partió de la Plaza Loreto de Milán y finalizó en la misma ciudad tras 8 etapas con kilometrajes casi siempre superiores a los 200 km, si bien entre cada etapa había como mínimo un día de descanso. La general se estableció en base a una clasificación por puntos, con victoria para Luigi Ganna. Señalar que de los 127 corredores que iniciaron la carrera 123 eran italianos, presentándose sólo 4 corredores extranjeros, incluyendo a los franceses Louis Trousselier y Lucien Petit Breton, ganadores del Tour, aunque ninguno de ellos fue uno de los 49 ciclistas que acabaron la prueba.
Durante los años siguientes se mantuvo un nº de etapas similar, entre 8 y 12, y la general por puntos, incluyendo una edición en 1912 en que la carrera se disputó por equipos, hasta que en 1914, antes del parón de 4 años provocado por la 1ª Guerra Mundial, se adoptó la clasificación por tiempos individuales. En la década de los 30 hubo dos novedades importantes en la historia del Giro: el maillot rosa, color emblema del periódico organizador y distintivo del líder a partir de 1931; y un aumento de etapas hasta llegar a las 20 de 1935, una cifra que ya se ha mantenido más o menos estable hasta la actualidad, con el único parón de los 4 años en que no pudo disputarse debido a la 2ª Guerra Mundial.
En su época inicial el Giro fue una carrera bastante localista, tanto en participación como en resultados, pero a partir de 1950 empezó a ganar protagonismo internacional, situándose al nivel del Tour de Francia durante los 60 y primera mitad de los 70. Sin embargo a mediados de esa década empezó su declive, dejando al Tour en cabeza de las GV. Parte de esa pérdida de importancia fue motivada por una considerable rebaja en la dureza de los recorridos. Afortunadamente esto cambió a finales de los 80, y si bien ya no ha vuelto a estar al nivel mediático del Tour (al menos internacionalmente, en Italia si) la carrera ha recuperado su dureza y prestigio.
Los dominadores durante los primeros años fueron Carlo Galetti y Constante Girardengo, ambos con 2 triunfos y un 2º puesto; Giovanni Brunero, con 3 victorias y otros 3 podios entre 1920 y 1927; y sobre todo Alfredo Binda, apodado “la Gioconda” y que obtuvo 5 victorias en la general (1925, 27, 28, 29, 33) además de 41 triunfos de etapa, una cifra sólo superada por las 42 victorias parciales de Mario Cipollini. El dominio de Binda a finales de la década de los 20 fue tal que los organizadores llegaron a ofrecerle dinero en 1930 para que no participara en la carrera.
A continuación llegó el turno de Gino Bartali (1936, 37, 46) e “Il Campionissimo” Fausto Coppi (1940, 47, 49, 52, 53), los mejores corredores italianos de la historia, junto con Binda, y que si no hubiera sido por la 2ª Guerra Mundial habrían conseguido un palmarés aún más impresionante. La rivalidad deportiva fue enorme, con el país dividido entre “Coppistas” y “Bartalistas”, si bien a nivel personal acabaron siendo grandes amigos. Destacar la edición de 1949, en la que Coppi se convirtió en leyenda merced a su gran escapada camino de Pinerolo. En esta misma época también sobresale Fiorenzo Magni, triple ganador de la prueba (1948, 51, 55).
Con 5 triunfos en la general, igualando a Binda y Coppi, está “el caníbal” Eddy Merckx (1968, 70, 72, 73, 74), que a finales de los 60 e inicios de los 70 impuso su tiranía en el Giro, aunque la calidad de sus rivales, en la época de mayor esplendor de la prueba, hizo que éstos no se fueran de vacío, destacando la perseverancia de Felice Gimondi, con 3 victorias (1967, 69, 76) y otros 6 podios, acabando en el “top-10″ durante 12 años consecutivos. También con 3 victorias está “el tejón” Bernard Hinault (1980, 82, 85), siendo después de Merckx el corredor no italiano con mayor éxito en el Giro, destacando también su compatriota Jacques Anquetil, con 2 victorias (1960, 64) y otros 4 podios.
En los últimos tiempos el mayor protagonista ha sido Gilberto Simoni, retirado en 2010 con 2 victorias (2001, 03) y otros 5 podios en su haber, sin bajarse del “cajón” desde 1999 hasta 2006 salvo por su polémica expulsión en 2002 (positivo por cocaína del que después fue exculpado). Los otros corredores con 2 triunfos en lo que llevamos de siglo son Paolo Savoldelli (2002, 05) e Ivan Basso (2006, 10), aunque también hay que mencionar a Alberto Contador: ganador en 2008 y 2011, pero que fue desposeído de la última victoria debido a la sanción por el positivo en el Tour de Francia 2010.
En cuanto a los españoles, más allá de Contador sólo Miguel Indurain, con doblete en 1992 y 1993, ha ganado la carrera, siendo además 3º en 1994, una edición memorable gracias a la irrupción de Pantani y a la fabulosa etapa de Aprica, una de las mejores de los últimos 30 años. No obstante, también destacan Miguel Poblet, pionero español en el Giro con 20 triunfos de etapa entre 1956 y 1961; Jose Manuel Fuente “el Tarangu”, que mantuvo grandes duelos con Merckx y Gimondi, siendo 2º en 1972 y 5º en el espectacular Giro de 1974 tras ganar 5 etapas y la montaña; Francisco Galdós, 2º en 1975 y 3º en 1973; y Abraham Olano, podio en 1996 y 2001, en el primer caso llegando líder hasta la penúltima etapa.
El año pasado el triunfo fue para Vincenzo Nibali, podio ya en 2010-2011 y que dominó una edición marcada por el mal tiempo, con hasta 3 etapas modificadas y una suspendida debido a la nieve. En cualquier caso, la victoria de Nibali fue muy clara, haciéndose con el liderato en la contrarreloj de Saltara (8ª) y manteniéndolo hasta el final de prueba, con 2 triunfos de etapa incluídos, el último de ellos en Tre Cime di Lavaredo -> vídeo. Le acompañaron en el podio Rigoberto Urán, ganador en Montasio, y Cadel Evans, mientras que el mejor joven fue Carlos Betancur y en la regularidad se impuso Mark Cavendish (vencedor de 5 etapas), ganando la montaña Stefano Pirazzi.
- Vincenzo Nibali (Astana) 84h 53′ 28»
- Rigoberto Uran (Sky) a 4′ 43»
- Cadel Evans (BMC) a 5′ 52»
- Michele Scarponi (Lampre-Merida) a 6′ 48»
- Carlos Alberto Betancur (Ag2r) a 7′ 28»
- Przemyslaw Niemiec (Lampre-Merida) a 7′ 43»
- Rafal Majka (Saxo-Tinkoff) a 8′ 09»
- Benat Intxausti (Movistar) a 10′ 26»
- Mauro Santambrogio (Vini Fantini) a 10′ 32»
- Domenico Pozzovivo (Ag2r) a 10′ 59»
Recorridos
A nivel de recorridos y como es lógico en una prueba con tantos años, la carrera ha ido pasando por épocas muy diversas -> dossier recorridos históricos de las GV, pero a partir de los años 40 casi siempre ha tenido un gran protagonismo la alta montaña, con grandes puertos de paso que unidos al modo en que se corría entonces rompían el pelotón a muchos km de meta, destacando jornadas como la de Pinerolo 1949 y Moena 1963, ambas entre las etapas más duras de la historia. A finales de los 60 y principios de los 70 empezaron a ganar importancia los finales en alto, ya fueran subidas sin salida, como Blockhaus o la mencionada Tre Cime di Lavaredo, o puertos de paso utilizados como llegada, como el Stelvio (estrenado varios años antes, en 1953), aunque sin pasar de los 2-3 por cada edición.
Sin embargo, a finales de los 70 el Giro entró en una “época oscura”, con escasa dureza y trazados que no beneficiaban los ataques. De vez en cuando se incluían grandes puertos, pero en etapas con pocas subidas y mal encadenadas. Eran rutas pensadas para el lucimiento de los mejores corredores italianos, Saronni, Moser y Visentini, cuyo fuerte no era la montaña. Esta situación dio un vuelco completo a partir de 1987, cuando los organizadores no sólo volvieron a programar grandes encadenados de montaña, con especial protagonismo para la Marmolada (Passo Fedaia) y recuperando el Gavia en 1988, sino que comenzaron la búsqueda de puertos cada vez más duros, con el estreno del Mortirolo por Mazzo en 1991, un puerto decisivo desde entonces. En 2007 debutó el Zoncolan por Ovaro (subido por la vertiente contraria en 2003), todavía más brutal que el Mortirolo pero del que aún no se ha aprovechado todo su potencial al utilizarse sólo como llegada.
En la última década y salvo ediciones aisladas, el Giro se ha consolidado como la GV con recorridos más llamativos. Y es que en el Giro, gracias a la riqueza orográfica italiana y a organizadores sin complejos (al menos hasta 2011…), se pueden ver algunos de los puertos más impresionantes de Europa, ya sean ascensiones con rampas durísimas como subidas interminables, dominando la lista de los puertos más duros en carrera; maratones de alta montaña que actualmente no se suelen ver en ninguna otra carrera; “serruchos” de media montaña; carreteras secundarias que estarían vetadas en otras pruebas; pistas de tierra que recuperan el ciclismo de antaño; repechos traicioneros cerca de meta, etc.

Evans y Vinokourov en la espectacular etapa de Montalcino 2010. Imagen de AP Photo / Alessandro Trovati
Pero aunque esa actitud atrevida de los organizadores es digna de alabanza, creemos que no siempre aciertan en los recorridos, ya que en los últimos años las virtudes han sido muy grandes pero también los defectos (al menos en nuestra opinión), abusando de los finales en alto y reduciendo mucho las cronos, aunque con excepciones, dando lugar a recorridos tan interesantes como desequilibrados, dejando casi siempre varias de las etapas más espectaculares de la temporada pero también la sensación de que podrían haber sido mejores globalmente, aparte de más justos y propicios para el lucimiento de todo tipo de corredores.
Analizando a partir de 2005, los bandazos han sido casi constantes, pasando de un Giro 2005 espectacular, con buenas cronos y montaña propicia para los ataques lejanos, incluyendo grandes puertos y destacando el estreno de la Finestre, a una edición de 2006 aún más exigente pero descompensada y con exceso de finales duros, aunque también había etapas muy bien diseñadas y donde se vió un gran espectáculo, como la jornada de Aprica. El Giro 2007 tenía un recorrido un poco mas “controlado” e incluía buenas etapas de alta montaña, destacando Briancon y Tre Cime, aunque con una estructura global discutible y poca contrarreloj, mientras que en la edición de 2008 la 1ª mitad era fantástica pero luego se caía en un tríptico de “muros” finales, Pampeago-Fedaia-Coronés, que propiciaron mucho conservadurismo, si bien otras etapas resultaron muy entretenidas, como Monte Pora.
En el Giro 2009, centenario de la prueba, hubo un recorrido muy extraño, sin apenas grandes puertos de paso (excepto en la jornada reina de Monte Petrano) y con las etapas clave en los Apeninos, aunque con una media montaña muy interesante y una espectacular crono de 60 km en la 2ª semana. En la edición de 2010 la alta montaña regresó a lo grande, con etapas muy propicias para los ataques lejanos, si bien faltaba una CRI larga, estando muy descompensado. No obstante, gracias a la actitud ambiciosa de los corredores y a la fuga-bidón camino de L´Aquila la carrera acabó siendo fantástica, con las etapas de Aprica, Montalcino, Asolo y Zoncolan entre las mejores del año.
El trazado de 2011 fue muy polémico, llevando al límite las virtudes y defectos de la “era Zomegnan”: enorme dureza, con impresionantes etapas de montaña; valentía, incluyendo puertos complicados logísticamente y tramos de tierra; y un gran desequilibrio entre la montaña y el resto de terrenos, con poquísima crono y demasiadas llegadas en alto. Sin embargo, lo que generó más críticas fue un supuesto exceso de peligrosidad y la muerte de Weylandt -> seguridad y protestas en el Giro, lo que unido a opiniones que tildaban el recorrido de “inhumano” llevó a la cancelación del Monte Crostis, además de la posterior sustitución de Zomegnan por Michele Acquarone como director de la prueba.
El recorrido de 2012 volvió a ser muy exigente (pese a que muchos medios de comunicación decían lo contrario), pero el exceso de finales en alto duros, la enorme igualdad, con los favoritos mostrando una actitud demasiado conservadora, y la ausencia de una crono que forzara a los escaladores a moverse desde lejos hizo que la carrera resultara decepcionante, aunque si hubo varias etapas destacables, como Pian de Resinelli, Cortina d´Ampezzo (salvo por la falta de batalla a mitad del Giau) y sobre todo la jornada del Stelvio -> vídeo, donde un ataque de Thomas De Gendt en el Mortirolo le acabó aupando a la 3ª plaza.
El trazado del año pasado era probablemente el más equilibrado del último lustro, ya que si bien seguía abusando de los finales duros (6 de categoría Es o 1ª, incluyendo la cronoescalada a Polsa) había una larga crono individual de 55 km camino de Saltara, amén de una estupenda media montaña. Sin embargo, aunque esta última funcionó muy bien, destacando jornadas como Marina d´Ascea, Pescara e Ivrea, la carrera se quedó muy «coja» por culpa del mal tiempo, con puertos eliminados o «capados» en todas las etapas de alta montaña (incluyendo la suspensión completa de la jornada de Val Martello) a excepción de la etapa de Montasio.
Recorrido del Giro 2014
Vídeo presentación / Promo oficial
El recorrido de este año mantiene varias de las características de las últimas ediciones, en algunos casos llevándolas al extremo, como la enorme cantidad de finales en alto, con 10 llegadas de este tipo (la mitad de ellas pudiendo considerarse de categoría Especial), record en el Giro; y la gran concentración de la dureza en los últimos días, con nada menos que 5 jornadas de alta montaña y una cronoescalada durante las 8 etapas finales, aunque con un día de descanso intercalado, destacando el mencionado tríptico de Panarotta, Grappa y Zoncolan, asi como la explosiva etapa de Val Martello, que incluye la Cima Coppi y cuenta con un recorrido idéntico a la suspendida en 2013 por un temporal de nieve.
En lo relativo a las contrarrelojes, habrá de nuevo una crono por equipos y dos individuales, la primera CRI de 42 km y con un perfil quebrado (frente a los 46 básicamente llanos, aunque con 2 cotas finales, que se anunciaron originalmente) y la 2ª una durísima cronoescalada al Monte Grappa, de casi 27 km, con una suma de kilometraje muy parecida a la de 2013. Sin embargo, la media montaña es más floja de lo habitual, con unos primeros días plagados de etapas llanas y favorables para los sprinters, no habiendo apenas etapas con pequeños puertos cerca de meta (más alla de 2 días con finales en subidas de 3ª) y sin tramos de “sterrato” en toda la prueba, aunque esto último ya había sucedido en la pasada edición.
De este modo, la carrera se iniciará en Belfast, Irlanda del Norte, con una contrarreloj por equipos de casi 22 km sin dificultades orográficas (salvo por la pequeña cota de Stormont) pero con un inicio y tercio final bastante revirados. Las 2 jornadas siguientes, la primera de nuevo en torno a Belfast (2ª) y la segunda con final en la capital de Irlanda del Sur, Dublín (3ª), son básicamente llanas y muy favorables para los sprinters, pero con posibilidad de abanicos al circular durante gran parte de la ruta por carreteras abiertas y en paralelo del mar. Y atención también a la peligrosidad de ambas llegadas, con curvas cerradas dentro del medio km final. Después de la etapa de Dublín llegará la 1ª jornada de descanso, con un largo traslado en avión hasta el sur de Italia.
La prueba se reanudará con una etapa llana y muy corta, apenas 112 km, entre Giovinazzo y Bari, esta última capital de la Puglia, incluyendo un circuito final de algo más de 8 km al que los corredores tendrán que dar 8 vueltas completas. La 5ª etapa, sin embargo, ya es más dura, superando los 200 km y con un trazado de media montaña que incluye el puerto de Serra San Quirico y una doble ascensión a Viggiano, en general tendida pero con un tramo de 1,7 km al 6,4% justo antes de meta (además de un rampón posterior), siendo una jornada muy propicia para los «up-hill finishers», aunque las diferencias entre los favoritos deberían ser escasas. La jornada siguiente, con 247 km, es una de las más largas de esta edición, con un recorrido mayormente llano pero que además de un inicio «pestoso», con la cota de Scorzo, incluye una subida final a la Abadía de Montecassino con 8,6 km al 5,2% de media, si bien los últimos 700 m son muy tendidos, rondando el 2-3%.
La 7ª etapa, con meta Foligno, vuelve a superar los 200 km, incluyendo de inicio el Valico di Arcinazzo, una subida larga y con tramos exigentes aunque también varios descansillos, y las cotas de Montefranco y el Valico della Somma (desde el km 6,5) en la segunda mitad, si bien los últimos 25 km son muy llanos, quedando una jornada propicia para las fugas pero sin que se pueda descartar un sprint reducido. En la 8ª etapa llega el primer contacto serio con la montaña, con los encadenados de San Sisto + Cippo di Carpegna, subida donde habitualmente se entrenaba Pantani y que cuenta con 5,1 km finales al 10,6%, siendo el puerto estrella de varias etapas a principios de los 70, con victorias para Merckx y Fuente; y Villagio del Lago + Montecopiolo, subidas irregulares pero con tramos bastante duros, sobre todo Montecopiolo, y separadas por un descenso de sólo 3 km. Una etapa muy atractiva, con 50 km finales sin apenas llano y donde si los corredores se muestran ofensivos se podrá ver un gran espectáculo.
En la etapa siguiente, justo antes de la 2ª jornada de descanso, hay un nuevo final en alto y con una estructura de etapa similar, concentrándose también la dureza en el tercio final de la ruta, si bien en este caso la última subida, Passo del Lupo por Sestola, que cuenta con 20 km de ascensión –perfil completo-, es bastante más dura que los puertos anteriores, Sant´Antonio y Rochetta Sandri, por lo que salvo sorpresa la lucha entre los favoritos quedará reducida a los últimos 10 km, donde hay un exigente tramo de 3,5 km al 9,5% de media, aunque desde el final de esa zona a meta la subida vuelve a ser muy tendida, con 4 km al 4,2%. Después del día de descanso, será el turno para una jornada casi completamente llana con final en Salsomaggiore Terme (10ª), si bien a sólo 6 km de meta hay una pequeña cota (2,3 km al 4%, con un km inicial al 6%) que puede dar emoción al tramo final, ya que además su descenso es complicado. Y ojo también a la peligrosidad de la llegada, con varias curvas cerradas en los últimos 1500 m.
La 11ª etapa, con casi 250 km y meta en Savona, es la más larga de la prueba, teniendo además un recorrido que puede dar bastante juego gracias a una 1ª mitad quebrada, donde destaca el Passo Cento Croci, y sobre todo a la inclusión en la parte final de Naso di Gatto, con 7 km a más del 8% y tras cuyo largo e irregular descenso apenas habrá 4 km llanos antes de la llegada, siendo la única jornada del Giro 2014 con un gran puerto cerca de meta que no acaba arriba. La jornada siguiente es a priori clave para la general, pudiendo marcar el desarrollo posterior de la prueba: una contrarreloj individual de 42 km con un trazado quebrado que incluye de inicio la subida a Boscasso y ya en los últimos km las cotas de Castiglione Falletto y Barolo, siendo un trazado para corredores completos. Hay que decir que se trata de un recorrido distinto al anunciado en la presentación, el cual superaba los 46 km y era bastante más llano, favoreciendo más a los rodadores que el definitivo.
La 13ª etapa, salvo sorpresa, será de transición, con un recorrido sin grandes dificultades (aunque incluyendo varias pequeñas cotas) que llevará a los ciclistas hasta Rivarolo Canavese, siendo favorable para los sprinters. Al llegar el fin de semana cambia el terreno, con una interesante etapa de montaña en el Piemonte que incluye los puertos de La Serra; el inédito Alpe di Novais, con 4,5 km centrales al 11,4% de media y puntas de hasta el 16%, entrando en la lista de km más duros en competición; el Valico de Bielmonte, con una zona central al 8,5% y casi 1100 de desnivel acumulado; y tras su largo y tendido descenso la subida al Santuario de Oropa, una ascensión con varios km al 9-10% pero muy irregular, cuya fama viene del mal momento que pasó Indurain en la penúltima etapa de 1993 -> vídeo, con el navarro sufriendo ante Ugrumov pero aguantando el liderato, y la remontada de Pantani en la jornada de 1999 -> clasificación, cuando tras un problema mecánico fue capaz de atrapar a todos sus rivales y acabar venciendo en solitario. Ya en 2007 hubo una cronoescalada, con triunfo para Bruseghin por delante de Piepoli.
La 2ª semana acaba con una jornada muy llana durante casi toda la ruta … pero con final en Montecampione, una subida sin rampas extremas pero que salvo por un descansillo en torno a la cota 700 m y un tramo suave que finaliza a 6 km de la cima se mantiene muy constante al 8-9%, formando parte de la lista de puertos más duros en carrera y pudiendo hacer mucho daño si se afronta a tope desde abajo. Al igual que la llegada en Oropa, esta subida también forma parte del homenaje a Pantani, ya que en la durísima etapa de 1998 se hizo con la victoria tras un fabuloso duelo con Tonkov, consiguiendo enormes diferencias en meta, si bien el recorrido previo no tenía nada que ver, incluyendo antes Goletto di Cadino, además de acabar en una cota superior.
Después del día de descanso la prueba se reanuda a lo grande, con una etapa de alta montaña entre Ponte di Legno y Val Martello, repitiendo la ruta de este año suspendida por la nieve, con los míticos puertos del Passo Gavia, con 14 km finales al 8,5%, y Passo dello Stelvio, con 22 km al 7% de media y meta de la etapa reina en 2012, con una gran victoria para Thomas de Gendt -> vídeo / clasificación. Coronado el Stelvio, a 2758 m, los ciclistas tendrán que afrontar un impresionante descenso, con hasta 48 “tornantis” antes de una zona de falsos llanos previa a la subida final, que alterna tramos exigentes, como los 4 km iniciales al 9,2% y el muro final, con zonas tendidas e incluso descensos, para un total de 22,4 km al 6,4%. Una etapa corta pero muy exigente, rozando los 4500 m de desnivel, si bien dependerá de la actitud de los ciclistas, pudiendo haber una “escabechina” si se lanzan desde el inicio o ser decepcionante si esperan al final. En cualquier caso, ójala las condiciones meteorológicas permitan su disputa.
Al día siguiente y en vísperas del durísimo tríptico final, etapa sin grandes puertos pero con un trazado “rompepiernas” en su 2ª mitad, incluyendo las cotas de Primolano, Santo Stefano y el Muro di Ca´del Poggio, con un km al 13% y subida estrella del Campeonato de Italia 2010, con triunfo para Giovanni Visconti. También estuvo incluído en los Giros de 2009 y 2013, aunque de un modo poco relevante al estar muy lejos de meta. Sin embargo en esta ocasión, colocado a sólo 20 km de la llegada en Vittorio Veneto, puede resultar decisivo para el resultado de la jornada.
La 18ª etapa es a priori una de las más exigentes de esta edición, incluyendo el Passo San Pellegrino por Falcade, final de etapa en 2006 -> clasificación, con triunfo de Gárate tras un precioso gesto de Voigt; el inédito Passo del Redebus, una subida “en escalera” que cuenta con 4 km finales al 9,5% (sin la meseta de la cima); y tras su bajada y un rodeo llano la ascensión al Refugio Panarotta, prolongación de Vetriolo Terme y con unas cifras de 16 km a casi el 8% de media. Un coloso que puede provocar grandes diferencias, aunque su propia dureza y el mal encadenado con los puertos previos (fácilmente mejorable) hace que la lucha entre los favoritos quede sólo para esta subida. Señalar que si bien los últimos km son inéditos, hasta Vetriolo Terme se ha llegado en varias ocasiones: cronoescalada en 1988, con triunfo de Hampsten, y puerto de paso en 1990 (subido por Pergine), además de ser final de etapa en el Giro del Trentino 2013, con victoria de Siutsou.
En la jornada siguiente llega una etapa muy llamativa y que puede marcar enormes diferencias: la brutal cronoescalada al Monte Grappa por Semonzo, con una distancia de casi 27 km al incluir 7,5 km llanos antes de iniciar la subida, que con 19,3 km al 8% de media y largos tramos al 11% en su segunda mitad, aunque también descansillos, roza los 400 de coeficiente APM. Esta vertiente del Grappa, la más dura de las tres que se han utilizado en profesionales (aunque hay varias aún más rompedoras), fue estrenada en el Giro 2010 hasta la cota 1675 m, en una etapa con final en Asolo que resultó espectacular, con victoria de Nibali tras un ataque en el descenso -> clasificación / vídeo. A pesar del llano inicial, se trata de una contrarreloj mucho más favorable para los escaladores que para los propios rodadores y especialistas contra el crono.
Como final del tríptico, dura etapa de montaña en los Alpes Cárnicos con final en el Monte Zoncolan, una subida que con 10 km al 12% de media y un terrible tramo central en el bosque (6 km al 15%) está dentro del top-5 de los puertos más duros en carrera, formando también parte de las listas de rampas máximas y km enteros con mayor pendiente. Irá precedido por el inédito Passo del Pura, con 6,5 km centrales al 9,5%, y tras su bajada y la travesía junto al lago Mauria, con varios túneles muy estrechos, Sella di Razzo, una subida irregular pero con 3,5 km al 9% antes de la cima, dando paso a un largo descenso (desde el km 2,7) que llevará a los corredores hasta la base del Zoncolan. Globalmente no es tan dura como la larga etapa de 2010 -> clasificación / vídeo, cuando Basso, tras descolgar a Evans, acabó imponiéndose en solitario, pero si más que la de su estreno en 2007 y la polémica jornada de 2011, cuando se eliminó Crostis -> ruta original / modificada, sustituyéndolo por Tualis … que tampoco se subió. La victoria fue para Igor Antón, con Contador y Nibali a algo más de medio minuto -> clasificación / video.
Después del Zoncolan ya solo restará una última etapa con llegada en la localidad de Trieste, en la región de Friuli-Venezia Giulia y muy cerca de la frontera con Eslovenia, con 8 pasos por un circuito final de 7,3 km que puede dar mucho juego gracias a la inclusión de una pequeña subida, aunque lo normal sería que acabara triunfando un velocista y sin diferencias entre los favoritos. En cualquier caso, una etapa que servirá de homenaje para todos los ciclistas que hayan logrado aguantar las 3 semanas de carrera.
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Libro de ruta (archivo PDF de 60 MB)
Como decíamos al inicio, un recorrido muy duro, favorable para los escaladores gracias a la cantidad y dureza de los finales en alto, y donde las dificultades van claramente en progresión, con unos primeros días más flojos y casi toda la alta montaña concentrada en el último tercio de la prueba. Hay 9 ascensiones que se pueden considerar de categoría Especial, 5 de ellas como llegada (Zoncolan, Grappa, Montecampione, Panarotta y Val Martello) y 4 de paso (Gavia, Stelvio, San Pellegrino y Carpegna), esta última una cifra inferior a la de anteriores ediciones, si bien es cierto que hay varios puertos de 1ª muy exigentes (Novais, Pura, Bielmonte), volviendo a ser la GV con mayor dureza -> comparativa de las GV 2014. No obstante, también hay que decir que la mayoría de etapas de alta montaña son muy cortas, con sólo la jornada unipuerto de Montecampione superando los 180 km, lo que hace que pierdan exigencia frente a los «tappones» de otros años
Sin embargo, haciendo ya una valoración más subjetiva esto no significa que sea un recorrido propicio para el espectáculo, ya que salvo excepciones, con algunas etapas con un diseño muy interesante (como Montecopiolo y en menor medida Oropa), el modo en que están colocados los puertos deja mucho que desear, abusando del final en alto y sin una sola jornada de alta montaña que no acabe en subida, siendo casi siempre la ascensión más dura de la etapa, lo que provoca que tampoco haya los encadenados “grande + pequeño” que tan bien han funcionado en la historia del Giro. Esto unido a la escasez de km contra el crono llanos, sobre todo tras el cambio de ruta de la CRI de Barolo, hace que el recorrido esté muy desequilibrado. Por otro lado, la media montaña es en general bastante floja, con menos jornadas de este tipo y a priori menor interés de lo que es habitual en el Giro, destacando sólo la etapa de Savona.
En cuanto a la estructura general, la concentración de las llegadas más duras en los últimos días puede hacer que la carrera vaya bloqueada, con los favoritos más pendientes de reservar fuerzas que de atacar, algo que ya se vio en 2012. Resulta especialmente ilógica la cronoescalada al Monte Grappa por Semonzo, que además de no tener sentido en un recorrido con sobredosis de finales en alto, por su dureza marca tanto la carrera que hace a priori los escaladores no se vean forzados a moverse desde lejos en las etapas en línea (aunque a la hora de la verdad esto pueda cambiar por abanicos, fugas-bidón, pérdidas de tiempo por pinchazos o caídas, etc). Y tampoco ayuda el final en el Zoncolan del penúltimo día, algo que se podía haber evitado utilizándolo como puerto de paso para acabar en Sella Valcalda-Ravascletto, al estilo de las llegadas en Aprica, beneficiando tanto a la propia etapa como al resto de jornadas.
Es incomprensible que el Giro esté abandonando sus señas de identidad, copiando el modelo de La Vuelta (aunque con bastante más dureza) cuando éstas no habían dejado de funcionar: el Giro 2010, el último basado en los grandes puertos de paso, fue un éxito rotundo, al igual que la etapa reina de 2011, con puertos más duros que la subida final. Y el año pasado los días más entretenidos fueron los de media montaña, aunque es cierto que la alta montaña se vió perjudicada por el mal tiempo. Lo más sorprendente es la justificación de los organizadores: según Mauro Vegni “es una Gran Vuelta moderna y humana, porque elimina las subidas inútiles y mantiene los finales en alto, que son los importantes”. Más allá de lo discutible de sus afirmaciones, si los puertos de paso son inútiles, ¿por qué incluyen San Pellegrino, Gavia, Stelvio, Novais, Pura …?. Y si se trata de buscar un recorrido más “humano”, ¿por qué la dureza se concentra de un modo exagerado en la semana final?.
Respecto al homenaje a Pantani, es cierto que las etapas escogidas, Montecopiolo, Oropa y Montecampione, guardan mucha relación con él, pero resulta decepcionante que hayan olvidado la etapa donde saltó al estrellato, que además en esta edición hubiera encajado perfecto al cumplirse justo el 20º aniversario: Aprica 1994 -> vídeo / clasificación, cuando reventó al grupo de favoritos en el Mortirolo, convirtiéndose en un ídolo para millones de aficionados. Otro tanto con las jornadas en las que se hizo con el liderato en 1998, Selva di Gardena, con la Marmolada –Passo Fedaia– como puerto clave; y 1999, Borgo di San Dolmazzo, incluyendo el Colle della Fauniera. Este último puerto, al igual que el Mortirolo, tiene un monumento en su honor. Y es que fue en estas ascensiones, así como en el Galibier en el Tour de Francia, donde el “Pirata” dejó su impronta de escalador a la antigua usanza, sin miedo a atacar lejos de meta y poniendo la carrera patas arriba.
En el lado positivo, además de la recuperación de Carpegna y el estreno de varios puertos inéditos, como Novais y Pura, cabe señalar la reducción en las bonificaciones, que pasan a ser de 10, 6 y 4 segundos en meta y de 3, 2 y 1 segundo en el «traguardo volante», la mitad que en años anteriores. Y aunque esto ya no sea una novedad, la información oficial que ofrece la Gazzetta vuelve a ser estupenda, tanto en cantidad como en calidad, con perfiles de etapas, mapas, altimetrías de puertos, planos de las llegadas, etc… bien hechos y muy fiables.
De todos modos, como siempre la última palabra será de los corredores. Esperemos que muestren una actitud ofensiva y ambiciosa durante toda la prueba, ofreciendo un gran espectáculo a los aficionados. Aunque el recorrido tenga muchos defectos (al menos según nuestra opinión), terreno hay de sobra para ello.
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Participación
Pese al buen nivel medio, a priori la participación de este año es un poco decepcionante, ya que a las ausencias previstas de Chris Froome, Alberto Contador y Vincenzo Nibali, se han unido en los últimos meses las bajas de varios corredores que si habían anunciado su presencia, como Richie Porte y Chris Horner, este último víctima de un grave atropello. Y recientemente hay algunos que se han quedado fuera por problemas con los visados. En cualquier caso, serán de la partida 22 equipos (uno menos que el año pasado, cuando el Tribunal de Arbitraje Deportivo obligó a la UCI a readmitir a Katusha dentro del World Tour), para un total de 198 corredores.
- Listado de equipos (en la página del enlace, click en cada escuadra para ver a los corredores)
Al igual que en la pasada edición, cuando había 2 corredores que encabezaban todos los pronósticos, Nibali y Wiggins (aunque este último no tuvo una carrera afortunada, retirándose por enfermedad a mitad de la prueba), este año vuelve a haber 2 ciclistas que parten claramente como favoritos a la victoria, Quintana y «Purito» Rodríguez. No obstante, tampoco pueden confiarse, habiendo un buen puñado de corredores que intentarán dar la sorpresa.
Ranking de favoritos:
Nairo Quintana (Movistar)
A pesar de tener sólo 24 años, Quintana ya lleva varias temporadas entre la élite ciclista, destacando su 2º puesto en el último Tour, donde además fue el mejor joven y se hizo con la clasificación de la montaña. Este año empezó a tope de forma, arrasando en San Luis, aunque después fue batido por Contador en Tirreno y acabó 5º en la Volta. En cualquier caso, en su debut en el Giro se encuentra con un recorrido perfecto para sus características, con montaña muy dura y el único hándicap de la contrarreloj de Barolo, aunque el resto de favoritos, salvo Evans, tampoco destacan a priori en ese terreno.
Joaquim Rodríguez (Katusha)
Podio en 3 de las 4 últimas GV que ha disputado, «Purito» ya sabe lo que es rozar el triunfo en el Giro, habiendo quedado 2º en la edición de 2012 tras perder el liderato en la última etapa por apenas 16 segundos. En esta ocasión llega tras un principio de temporada con menos carreras de lo habitual, con victoria en la Volta y un 4º puesto en Omán pero mala suerte en las Árdenas, con caídas en Amstel y Flecha. Su mayor ventaja en este Giro es la enorme cantidad de finales en alto, mientras que su punto más débil, al igual que el de Quintana, está en la CRI de Barolo, aunque el cambio de trazado puede limitar sus pérdidas.
Cadel Evans (BMC)
3º en la pasada edición, Evans tiene una relación de «amor-odio» con el Giro, habiendo sido la primera gran vuelta en la que destacó, en 2002, cuando se puso líder a sólo 5 días del final … hasta que una descomunal «pájara» en el Passo Coe le hizo perder sus opciones. Ya en 2010 volvió a vestir la maglia (aunque de nuevo sólo un día), pero finalmente terminó 5º, si bien con el premio de un triunfo de etapa. En esta ocasión llega en plena forma, habiendo ganado el Giro del Trentino, aunque la última semana, donde se concentra la mayor parte de la dureza, se le puede acabar haciendo muy larga.
Rigoberto Urán (Omega Pharma – Quick Step)
Tras varios años siendo una de las grandes promesas, Urán explotó definitivamente en las GV en el último Giro, terminando 2º, sólo superado por Nibali, y mostrándose muy fuerte en la montaña, con victoria de etapa incluída. Este año, tras su cambio de equipo de Sky a Omega, ha tenido un rendimiento irregular, siendo podio en Omán pero desapareciendo después de los primeros puesto hasta la reciente CRI de Romandía, donde acabó 4º. En cualquier caso, si repite su actuación del Giro 2013 es claro candidato al podio … e incluso a la victoria si «Purito» y Quintana fallan.
Domenico Pozzovivo (Ag2r La Mondiale)
Este explosivo escalador lleva varias ediciones partiendo entre los «outsiders», pero aunque ha tenido buenas actuaciones, con tres top-10, no ha terminado de rendir al mismo nivel que en el Giro del Trentino, dando la sensación de que las 3 semanas se le hacen demasiado largas. No obstante, está en el mejor momento de su carrera, con resultados muy destacables desde la pasada Vuelta, donde acabo 6º, por lo que si bien existe el riesgo de que vuelva a llegar pasado de forma tampoco se le puede descartar de la lucha por el podio, pudiendo ser uno de los grandes animadores.
Rafal Majka (Tinkoff Saxo)
7º en la pasada edición, cuando mantuvo un gran duelo con Betancur por la clasificación de los jóvenes (que finalmente se llevó el colombiano), este año Majka tiene como objetivo el podio. Y aunque más allá de su 4º puesto en el Critérium no ha brillado demasiado esta temporada, lo cierto es que en 2013 se le vió aún menos antes del inicio del Giro, por lo que a priori nada hace pensar que no pueda al menos luchar por ello.
Daniel Martin (Garmin Sharp)
Con la motivación extra del inicio desde Irlanda, Martin busca en este Giro romper su «maldición» en las GV, en las que pese a tener buenos días sueltos, como sus triunfos en la Covatilla y Bagneres de Bigorre, le ha faltado regularidad y fondo, acercándose al top-ten sólo en la Vuelta 2011. Y por lo visto en las Árdenas llega en buena forma, terminando 2º en Huy y rozando la victoria en Lieja, cuando se cayó en la última curva.
Michele Scarponi (Astana)
Ganador en 2011 tras la sanción a Contador, Scarponi lleva varios años siendo uno de los corredores más fiables en el Giro, pero salvo aquella edición le ha faltado brillantez y arriesgar más para acabar en el podio, coleccionando cuartos puestos. Este año ha sido top-10 en varias carreras previas (Andalucía, Tirreno Adriático y Trentino), dando la sensación de que volverá a estar cerca de los primeros pero sin luchar realmente por la victoria.
Przemislaw Niemiec (Lampre-Merida)
De nombre impronunciable, Niemiec dio la campanada en la pasada edición, cuando no sólo acabó 6º sino que en las etapas de montaña se mostró más fuerte que propio su jefe de filas (Scarponi). En esta ocasión, ya que como líder del equipo a pesar de la presencia de Cunego y Ulissi, aspira al podio, algo difícil pero que si mantiene el rendimiento visto en el Giro del Trentino, donde acabó 3º en la general, no es descartable.
Ivan Basso (Cannondale)
Ganador en 2006 y 2010, además de 5º en otras dos ediciones, Basso tiene la oportunidad de igualar en el palmarés del Giro a mitos como Hinault, Bartali o Gimondi, todos ellos con 3 victorias, aunque su edad, 36 años, y sobre todo el mal rendimiento en lo que va de temporada han generado muchas dudas. No obstante, si en el transcurso de la prueba alcanza el estado de forma que tuvo en la Vuelta 2013 el podio es factible.
Ryder Hesjedal (Garmin Sharp)
Aunque ya había sido 6º en un Tour, Hesjedal dio la sorpresa cuando se impuso en el Giro 2012, mostrándose muy fuerte en la montaña (excepto en Lago Laceno, donde los favoritos le «perdonaron la vida») y la crono final. Sin embargo, desde entonces y salvo en carreras sueltas no ha levantado cabeza, si bien es cierto que ha tenido mala suerte con las caídas. Su rendimiento en este Giro es una incógnita, aunque a priori no se le puede descartar.
Nicolas Roche (Tinkoff Saxo)
El hijo del mítico Stephen Roche, ganador de la triple corona en 1987, es otro de los corredores que parten con opciones de ocupar los primeros puestos, si bien deberá mejorar lo visto en lo que va de temporada, donde aún no ha brillado en ninguna carrera, y acercarse al nivel que ha mostrado en varias ediciones de la Vuelta, sobre todo 2013, cuando acabó 5º detrás de «Purito» (aunque a 4 minutos) y justo por delante de Pozzovivo.
Fabio Aru (Astana)
Doble ganador del Giro della Aosta en amateur, Aru es la gran esperanza italiana para las GV de los próximos años, cuando ya no esté Nibali. Y aunque aún no ha terminado de explotar en profesionales, si ha tenido algunas actuaciones que parecen confirmar su gran potencial, incluído el 7º puesto en el reciente Giro del Trentino (a sólo 8 segundos del podio). En teoría está supeditado a Scarponi, pero si este falla puede tener sus opciones.
Samuel Sánchez (BMC), podio en varias GV, aunque a priori su labor será ayudar a Evans; Julian Arredondo, que está realizando una gran temporada, con victorias en San Luis, podio en Camaiore y 5º en la Tirreno-Adriático, y Robert Kiserlowski, 10º en 2010 y este año top-ten en Volta y Tirreno (Trek); Damiano Cunego, ganador en 2004 y entre los 6 primeros en otras 3 ediciones, y Diego Ulissi (Lampre Merida), vencedor en Camaiore y podio en Down Under y Lugano; Fabio Duarte (Team Colombia), 4º en Trentino y 10º en el Criterium; Franco Pellizotti (Androni Giocatolli), podio en 2009 y 4º en 2008, además de múltiples top-ten; Dani Moreno (Katusha), 8º en Tirreno Adriático y 9º en las clásicas de las Árdenas; Wilco Kelderman (Belkin); 5º en Algarve aunque aquí le perjudica la dureza de la montaña; Igor Antón (Movistar), ganador en el Zoncolan 2011; Pierre Rolland (Europcar), doble top-ten en el Tour, aunque lleva un año bastante gris; Wout Poels (Omega Pharma), 10º y ganador en Arrate en País Vasco; Maxime Monfort (Lotto Belissol), 6º en la Vuelta 2011; Mikel Landa (Astana), top-ten y vencedor de etapa en el Giro del Trentino.
Steven Kruijswijk (Belkin); Giampaolo Caruso (Katusha); Janez Brajkovic y Paolo Tiralongo (Astana); Hubert Dupont y Maxime Bouet (Ag2r la Mondiale); Kanstantin Sioutsou y Dario Cataldo (Sky); Chris Anker Sorensen y Michael Rogers (Tinkoff Saxo); Jose Herrada, Gorka Izaguirre y Eros Capecchi (Movistar); Thomas de Gendt (Omega Pharma); Ivan Santaromita y Pieter Weening (Orica GreenEdge); Emanuelle Sella (Androni Giocatolli); Matteo Rabotinni (Neri Sottoli); Ricardo Zoidl (Trek); Stefano Pirazzi y Francesco Manuel Bongiorno (Bardiani CSF); Steve Morabito (BMC); Miguel Angel Rubiano (Team Colombia); Andre Cardoso (Garmin Sharp); Alexandre Geniex (FDJ.fr); Winner Anacona y Diego Rosa (Lampre Merida).
Sprinters:
Entre los velocistas, que en esta edición cuentan con al menos 5 jornadas muy favorables y otras 3 con opciónes, destacan Marcel Kittel, vencedor de la Schedelprijs y de 3 etapas en Dubai, y Luka Mezgec, triple ganador en la Volta (Giant Shimano); Nacer Bouhanni (FDJ.fr), vencedor de 5 etapas en lo que va de año; Elia Viviani (Cannondale), ya recuperado de la caída que tuvo en Mallorca; Michael Matthews (Orica GreenEdge), ganador en Rioja y 2º en Flecha Brabanzona; Ben Swift (Team Sky), podio en la Milán San Remo y vencedor de etapa en País Vasco; Tyler Farrar (Garmin Sharp), podio en A Través de Flandes y Schedelprijs; Giacomo Nizzolo (Trek Factory); Fran Ventoso (Movistar); Alessandro Petacchi y Francesco Chicchi Omega Pharma Quick Step); Massimo Appollonio (AG2R La Mondiale); Roberto Ferrari (Lampre); Manuel Belletti (Androni Giocatolli), Kenny Dehaes (Lotto Belissol).
En lo relativo a los clasicómanos y corredores «todoterreno», además de algunos ya mencionados sobresale Edvald Boasson Hagen, podio en Omllop Het Nieuwsblad, y Bernhard Eisel (Sky); Simon Geschke (Giant Shimano), 4º en Flecha Brabanzona y 6º en la Amstel; Sonny Colbrelli (Bardiani); podio en Lugano, Limburg Classic y Roma Maxima; Mauro Finetto, ganador en Lugano y podio en Limburg y Costa de los Etruscos, y Simone Ponzi, vencedor en Nobili y Costa de los Etruscos (Neri Sottoli); Enrico Gasparotto y Borut Bozic, podio en A Través de Flandes (Astana); Luca Paolini (Katusha), ganador de etapa y 4 días líder en el Giro 2013; Oscar Gatto, Moreno Moser y Daniele Ratto (Cannondale); Yukiya Arashiro (Europcar); Andrey Amador (Movistar); Fabio Felline (Trek Factory); Fabian Wegmann (Garmin Sharp); Adam Hansen (Lotto Belissol); Laurent Pichon (FDJ) y Ben Hermans (BMC).
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En cuanto a la retransmisión televisiva, un año más la carrera no podrá verse en abierto a nivel nacional, aunque si al menos en varias televisiones autonómicas, como el canal vasco ETB y el catalán Esport3, en ambos casos con la posibilidad de verlo también online.
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- Analisis de las etapas 1ª a 9ª (hasta la segunda jornada de descanso)
Nairo no tiene 25 años como se dice en el ranking de favoritos, en febrero pasado cumplió 24.
Hola anónimo, tienes razón.
Quintana nació en febrero de 1990, por lo que ahora mismo tiene 24 años. Ya está corregido, pero en cualquier caso pedimos disculpas por el error.
Saludos.
gracias a SPN, por tan excelente transmisión del giro de italia 2014, no me lo pierdo todos los dias desde las 7:30 am, ahora o nunca los colombianos seran los grandes animadores de este certamen ciclistico mundial, creo que el vencedor final sera NAYRON QUINTANA, se le ve muy bien es grande gracias colombiano te admiramos.
Me parece de mal gustó qué la televisión Colombiana no transmita el giro de Italia si no es por ESPN no hubiéramos podido ver nuestros ciclistas Colombianos , sólo transmiten fútbol y pensar qué ya nos sacaron de toulon Francia ese torneo mediocre si trasmiten, será que en éste mundial pasamos de la primera ronda televisión Colombiana de doble moral si Nairo gana el giro italia hay si sacan pecho