Al igual que en las demás carreras de 3 semanas, el análisis de la prueba estará dividido en varias partes, para facilitar la búsqueda de la información y que no quede una entrada excesivamente larga.
En este artículo: participación, recorrido e historia de la prueba.
Las demás entradas de la Vuelta a España 2024:
- Análisis detallado del recorrido, con las etapas, puertos y antecedentes.
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Análisis general e historia
Durante las próximas semanas, del 17 de agosto al 9 de septiembre, se disputa la 79ª edición de la Vuelta a España, una de las 3 grandes rondas por etapas, junto a Giro de Italia y Tour de Francia, teniendo el inicio más temprano desde 2021, cuando también fue año olímpico debido a la pandemia de Covid en 2020. En cuanto a la participación, si bien se echa en falta a los mejores vueltómanos actuales, Pogacar y Vingegaard, estarán presentes 11 corredores que ya saben lo que es pisar el podio en una GV, incluyendo 5 vencedores, entre ellos el vigente ganador y el más laureado enen el último lustro, además de varios jóvenes muy prometedores.
Esto hace que la lucha por la general se presente muy abierta, aunque destacando 4 equipos: Bora, con Primoz Roglic, triple vencedor de la prueba, Daniel F. Martínez, 2º en el último Giro, y Alexandr Vlasov; UAE, destacando las bazas de Adam Yates, ganador Vuelta a Suiza, Joao Almeida, 4º en el Tour, y el joven Isaac Del Toro; Sepp Kuss, vencedor en 2023 y ganador Burgos, y Cian Uijtdebroeks, 8º el año pasado; e Ineos, con Carlos Rodríguez, vencedor Romandía, y Thymen Arensman, top-6 en Giro y Vuelta. Y ojo también a Richard Carapaz (EF), 2º en 2020, y Rigoberto Urán; Mikel Landa (Soudal), 5º en los últimos Tour y Vuelta; Enric Mas (Movistar), 2º varias ediciones, Nairo Quintana, ganador 2016, y Einer Rubio; Antonio Tiberi (Bahrain), 4º en el Giro, y Jack Haig; Ben O’Connor (Decathlon), 4º en Giro y Tour, y Felix Gall; Mattias Skjelmose (Lidl-Trek), Giulio Ciccone y Tao G.Hart; Guillaume Martín (Cofidis) y Ion Zagirre; Lennert Van Eetvelt (Lotto), ganador UAE Tour; David Gaudu (Groupama), Michael Woods (Israel) y joven Max Poole (DSM), reciente 2º en Burgos.
Sobre los clasicómanos y corredores todoterreno, además de algunos ya mencionados destacan Wout Van Aert (Visma), dispuesto a resarcirse de los últimos meses; Stefan Küng (Groupama), candidato a las cronos; Corbin Strong (Israel), ganador Valonia; y Jonathan Narváez (Ineos); mientras que de cara a los sprints masivos están también velocistas como Kaden Grooves (Alpecin), con 4 victorias la ultimas ediciones; Bryan Coquard (Cofidis), que busca romper su «maldición» en las GV; Pavel Bittner (DSM), 2 etapas en Burgos; Arne Marit (Intermarche) y Jon Aberasturi (Euskaltel). Como se pueden apreciar, y excepto por la presencia de Van Aert, este apartado es mucho más flojo que el de los vueltómanos, algo provocado, entre otras cosas, por la enorme dureza del trazado..
Y es que el recorrido, básicamente el mismo de la presentación en diciembre, con solo ajustes de kilometraje, es el más exigente de las 3 GV de este año, con cerca de 60.000 m de desnivel acumulado. La prueba se inicia en Portugal, con una crono individual de 12 km entre Lisboa y Oeiras, para especialistas, seguida por 2 etapas quebradas con finales en Ourem (2ª), con el último puerto a 20 km de meta, y Castelo Branco (3ª), con Teixeira a mitad de la ruta. Al día siguiente, ya en España, primer final en alto con la llegada en el Pico Villuercas (4ª), en Cáceres, incluyendo los puertos de Cabezabellosa, Piornal y Miravete antes de la sascenso a Villuercas -> final detallado (meta cota 1540 m) por la vertiente de las Acebadillas, con un tramo de 3 km a más del 13% (puntas del 20%) por una pista hormigonada. La etapa es casi idéntica a la que propusimos en 2010, cuando Villuercas estaba inédito en la Vuelta (no se estrenó hasta 2021, con triunfo de Bardet), solo que acaban en la cima en lugar de en la preciosa localidad de Guadalupe.
La etapa de Badajoz a Sevilla (5ª) tiene gran parte de la ruta quebrada, aunque los 35 km finales son muy llanos, siendo la última oportunidad para los sprinters puros, ya que a partir de ahí todo es montaña, empezando por la jornada de Yunquera (6ª), en Málaga, con 3 puertos, el más duro El Boyar, antes del suave ascenso final al Pto. de las Abejas, en un día para escapadas. La etapa de Córdoba (7ª) es más sencilla, pero incluyendo en la parte final el Alto del 14%, cuyo descenso termina a 10 km de meta. Camino de Cazorla (8ª), en Jaén, más media montaña, con el Mirador de las Palomas y una zona repechos antes de la irregular subida final (los % por km están mal -> perfil y mapa), que alterna zonas muy duras, con puntas del 20%, y descansillos, para un total de 5 km al 7%. Y cerrando la semana, gran etapa en Granada (9ª), incluyendo varias subidas sin puntuar antes de 100 km finales con El Purche, ya un clásico, y doble paso por Haza Llana / El Dornajo, con un tramo de 5 km al 11% y coronándose a 23 km de meta, la mayoría de descenso, en una zona con estupendas posibilidades.
Después del enorme traslado hasta Galicia, la prueba se reanuda con varias etapas de media montaña, La jornada de Baiona (10ª), en Pôntevedra, incluye Fonfría de inicio y en la parte final Vilachán, Mabia y Groba por Mougás, con la cima a 20 km de meta, estos 3 puertos ya vistos en 2021; mientras que la etapa de Padrón (11ª), en La Coruña, destaca por el doble paso por Aguasantas a mitad de la ruta y el muro de Cruxeiras / Lampai, con 3 km al 9%, coronándose a solo 8 km de la llegada. La 3ª etapa gallega acabará en la Estación de Manzaneda (12ª), en Orense, con un trazado plagado de repechos antes de la subida final (hasta km 4,5), por su vertiente más tendida y sin llegar hasta la cima, habiendo sido más lógico otro diseño. Y es que la jornada siguiente también termina en alto, con la llegada en el Puerto de Ancares (13ª) por su vertiente leonesa, un muro con 5 km finales al 12% que marcará diferencias, pero con la batalla reducida a la subida final, ignorando las fantásticas opciones que ofrece como puerto de paso -> Informe Ancares / más propuestas.
La etapa de Villablino (14ª), en el norte de León, es la única de esta edición que supera los 200 km, incluyendo la larga aunque tendida subida a Leitariegos por su vertiente asturiana, con 23 km al 4-5% y la cima a 17 km de meta, agradeciéndose el final tras descenso pero sin aprovechar las posibilidades de la zona, aunque por su situación en la prueba tiene sentido que no vaya muy cargada. Y es que al día siguiente, turno para la llegada más dura: Pajares-Cuitu Negru (15ª), destacando el doble paso por La Colladiella antes de la brutal subida final -> reportaje y fotos, que oficialmente tiene 19 km al 7%, con los 3 km finales, al 13% de media, incluyendo rampas del 25%, estando en la lista de puertos más duros en carrera. Esta meta, prolongación del clásico Pajares, se estrenó en 2012, ganando Cataldo desde la fuga y con «Purito» líder seguido por Contador, algo que cambiaría en Fuente De …
Ya en la 3ª semana, otro final en alto en Asturias, en este caso los míticos Lagos de Covadonga (16ª), incluyendo el Mirador del Fito y Collada Llomena, con 7,6 km al 9,3%, antes de la dura subida a los Lagos (el último km es distinto), con un tramo de 9 km al 9%, incluyendo la temida zona de La Huesera, antes de un final más irregular. Estrenada en 1983, con triunfo de Lejarreta, fue el emblema de la Vuelta hasta la llegada del Angliru en 1999, siendo su último antecedente en 2021, también con Llomena como puerto previo (doble paso), donde atacó Bernal seguido por Roglic, este último ganando la etapa. Las 2 jornadas siguientes son de media montaña, con la etapa de Santander (17ª) incluyendo la inédita Estranguada, una encerrona con casi 3 km al 15% y puntas del 21%, y El Caracol, aunque muy lejos de meta; mientras que la jornada del País Vasco, con salida desde Vitoria y llegada en Maeztu (18ª), en Álava, destaca por la presencia del Puerto de Herrera -> historia en la Vuelta, con 5,5 km al 8,5%, habiendo un terreno de repechos entre éste y meta.
En la antepenúltima jornada, turno para el Alto de Moncalvillo (19ª), en La Rioja, una dura subida con 7,5 km finales al 9,5%, siendo la única llegada previa en 2020, con el duelo entre Carapaz y Roglic que se decantó del lado del esloveno. El sábado, la etapa reina, con 172 km entre Villarcayo y Picón Blanco (20ª), en Burgos, incluyendo 6 puertos, entre los que destacan Portillo de Lunada (desde km 17), que por fin vuelve a subirse por su vertiente cántabra, y Los Tornos, con 13,3 km al 5,5%, antes de la dura subida final, que cuenta con 8,4 km al 9,2%, alcanzado máximas del 18%. Una jornada muy exigente, con gran encadenado central y rondando los 4800 m de desnivel, pudiendo marcar grandes diferencias si hay buen ritmo, aunque es una pena que no se aproveche Picón como puerto de paso, aparte de que Los Tornos no es la mejor opción como subida previa. Y cerrando la prueba, una crono individual de casi 25 km en Madrid (21ª), con un perfil muy llano favorable para los rodadores, aunque siendo la 1ª CRI de solo 12 km se echa en falta mayor distancia.
Globalmente un recorrido muy duro, sobre todo por la acumulación, y que lleva al extremo lo visto en los últimos años, con montaña durante toda la prueba, incluyendo múltiples finales en alto, sin casi etapas llanas y con solo 37 km de crono, siendo muy favorable a los escaladores. En el lado positivo, hay etapas que pueden dar mucho juego (como Granada y varias jornadas de media montaña), con buenos encadenados o estrenos y recuperaciones interesantes. La parte negativa es que está muy desequilibrado, repitiendo el ya habitual abuso de finales en alto, la mayoría muy duros, lo que puede provocar mayor conservadurismo, y muy poca crono, con la CRI «larga» llegando además demasiado tarde, como si los organizadores tuvieran miedo de que las cronos jugaran un papel importante.
Tema aparte son la barbaridad de traslados, sumando incluso más kilómetros que las propias etapas, cuando además se podrían haber reducido simplemente con seguir una dirección más lógica en el mapa. Y aunque probablemente sea más culpa de la UCI que de Unipublic, también están las fechas de la carrera, empezando a mediados de a agosto en vez de a finales (o aún mejor, íntegramente en septiembre), lo que unido a que las primeras 9 etapas son en la zona centro y sur puede hacer que las temperaturas sean extremas en la 1ª semana. En cualquier caso, como siempre la última palabra será de los corredores. Y pese a los problemas mencionados, si se muestran combativos desde lejos, sin esperar a los finales en alto, podrá verse una carrera entretenida.
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Historia
Aunque hubo intentos de celebrar la prueba en 1913 y 1925, finalmente la edición inaugural de la Vuelta tuvo lugar en 1935, con salida y llegada en Madrid tras 3.425 km repartidos en 14 etapas, siendo organizada por el diario Informaciones en base a una idea de Clemente Lopez Doriga, consiguiendo el triunfo el belga Gustaaf Deloor, que repitió en 1936. Hay que decir que los primeros años fueron muy complicados, tanto por las dificultades económicas de los organizadores como por causas externas, dejando de disputarse durante la Guerra Civil española, la 2ª Guerra Mundial, en 1949 y de 1951 a 1954, cuando el Diario Ya renunció a organizar la prueba (se había hecho cargo en 1945), de tal modo que en 20 años apenas se habían celebrado 9 ediciones.
Sin embargo, a partir de 1955 la carrera ya no sufrió más interrupciones, primero bajo el mando del El Correo Español / El Pueblo Vasco (hasta 1978), y mas tarde de Unipublic, organizadora de La Vuelta desde 1979, aunque siendo en la actualidad propiedad de ASO. No obstante, esta última época tampoco ha sido sencilla, estando a punto de desaparecer en 1979 y teniendo que cambiar en 1995 las tradicionales fechas de abril/mayo por el mes de septiembre para poder mantener una buena participación -> La Vuelta en Septiembre 1995-2015. Para ver análisis detallados de la historia, participación y recorridos durante las diversas épocas de La Vuelta hasta el año 2007, click en los siguientes enlaces:
- Las primeras ediciones (1935 – 1955)
- Los años de El Pueblo Español – El Correo Vasco (1956 – 1978)
- Los ocho primeros años de Unipublic (1979 – 1986)
- Los ocho años anteriores al cambio de fechas (1987 – 1994)
- La Vuelta tras el cambio de fechas (1995 – 2007)
Los dominadores del palmarés son los ciclistas españoles, con 32 victorias en la general frente a las 9 de Francia y 8 de Bélgica, destacando los 4 triunfos de Roberto Heras, 2000, 03, 04 y 05 (este último con polémica, debido a un positivo que luego fue anulado) y el triplete de Alberto Contador, que ganó en 2008, 12 y 14. También con 3 victorias están el suizo Tony Rominger (1992-93-94) y el esloveno Primoz Roglic (2019-20-21), contando con 2 triunfos el belga Gustaaf Deloor (1935-36); los españoles Julian Berrendero (1941-42), Jose Manuel Fuente “El Tarangu” (1972-74) y Pedro Delgado (1985-89); el francés Bernard Hinault (1978-83); el suizo Alex Zulle (1996-97), récord de etapas líder, con 48; y el inglés Chris Froome (2011-17), con polémica en sus 2 victorias, la 1ª por la descalificación de Cobo y la 2ª dando positivo por Salbutamol pero siendo absuelto por la UCI.
Respecto a las demás clasificaciones, el ciclista más destacado en la montaña es Jose Luis Laguía, con 5 triunfos, seguido por Jose Mª. Jiménez “El Chava” y David Moncoutié, ambos con 4, mientras que en la regularidad dominan el irlandés Sean Kelly, el francés Laurent Jalabert y el mencionado Alejandro Valverde, con 4 victorias. En cuanto a los triunfos de etapa, el récord es para Delio Rodríguez, con 39 victorias, seguido por Alessandro Petacchi, con 20, y Laurent Jalabert y Rick Loy, ambos con 18 triunfos. Por otro lado, el ciclista con mayor número de participaciones es Iñigo Cuesta, con 17 Vueltas consecutivas entre 1994 y 2010, siendo también el que más ediciones ha terminado, 14, junto a Federico Etxabe.
El año pasado -> clasificaciones, en una edición marcada por el dominio de Jumbo, hubo triplete del equipo neerlandés, con victoria del estadounidense Sepp Kuss, normalmente gregario pero que tras ganar la etapa de Javalambre y hacerse con el maillot rojo en la jornada de Xorret de Catí, asumió confianza para ser el líder del equipo (pese a momentos polémicos, como lo ocurrido en el Angliru), aguantando el maillot hasta Madrid, donde le acompañaron en el podio Jonas Vingegaard, que ganó 2 etapas, y Primoz Roglic, vencedor en el mencionado Angliru. También destacaron Remco Evenepoel (Soudal), vencedor de 3 etapas y la montaña, aunque perdió sus opciones en la general el día del Tourmalet; y Kaden Groves (Ineos), también con 3 victorias y la regularidad.
El podio de la vuelta 2023: Kuss, Vingegaard y Roglic. Foto Sprint Cycling, click ver hilo con top-10 y las demás clasificaciones
Recorridos
A nivel de recorrido y salvo ediciones concretas, la Vuelta ha sido históricamente la GV más floja (aunque con matices), algo lógico hasta los años 70, ya que la red de carreteras españolas dejaba mucho que desear y la mayoría de grandes puertos no estaban asfaltados (aunque los puertos de tierra eran habituales en Tour y Giro) pero que en la actualidad no tiene sentido, no habiendo motivos objetivos por los cuales la Vuelta no pueda tener recorridos igual de exigentes que las otras GV. Fue precisamente este mal aprovechamiento de la geografía española lo que originó que varios aficionados al ciclismo nos uniésemos formando la “Plataforma Recorridos Ciclistas: en España si hay montaña”, con el estudio para la mejora de los recorridos -Dossier-, publicado en 2008, como trabajo principal, abriendo luego el blog en 2009.
En las últimas décadas el problema no es tanto de dureza (de hecho algunas veces ha tenido el recorrido más duro, como este año) sino de modelo de etapa, abusando de finales en alto y la mayoría de veces con malos encadenados previos o etapas unipuerto, aunque esto ha cambiado en ediciones recientes, así como la marginación de los grandes puertos de paso, que si bien no abundan tanto como en Francia y sobre todo Italia sí existen en suficiente cantidad como para ir variando de un año a otro, habiendo además muchos 1ª duros que tampoco son aprovechados. Y es que la gran diferencia entre los puertos usados desde 1979 por Vuelta, Tour y Giro está precisamente en los Especiales de paso, con la Vuelta muy por detrás de las otras GV en este tema. De hecho, las subidas más icónicas son finales en alto: Lagos de Covadonga, estrenado en 1983, y el Angliru, subido por 1ª vez en 1999, dos de las ediciones míticas en la historia de la prueba.
No obstante, centrándonos en los últimos 20 años, sí ha habido ediciones con trazados globales interesantes, como en 2004, 2006, 2009, 2017, 2019 y 2021, entre otros. Pero en general han predominado llegadas en alto en etapas unipuerto o con subidas alejadas entre sí, abusando de muros finales en varias ediciones, aunque esto se está corrigiendo, habiendo llegadas de otro tipo. Por otro lado, en la última década ha habido una gran reducción en los km contra el crono, haciendo además en ocasiones CRI muy quebradas, perjudicando a los rodadores, si bien este problema también es compartido por Giro y Tour -> cronos en las GV, que salvo excepciones, como Tour 2012 o Giro 2017, no han vuelto a programar dos CRI largas en la misma edición, aunque el Giro sí incluye de vez en cuando cronos de más de 50 km, la última en 2015.
El trazado de 2009 fue un gran avance sobre 2008 y enorme respecto a 2007. Y es que además de una dureza global similar a la de Tour y Giro, incluía una montaña mejor de lo habitual en la Vuelta, con buenos encadenados, muchos estrenos y trampas casi todos los días. De hecho, por fin hubo una etapa con 2 Especiales, La Ragua + Sierra Nevada por Purche-Sabinas, siendo espectacular (y lo habría sido aún más con la ruta original, sin rodeo antes de meta). No obstante, también tenía aspectos negativos, como el habitual exceso de finales en alto duros y cronos muy cortas, lo que unido a una pobre actitud de los favoritos en las etapas de Aitana, Velefique y Ávila hizo que resultara algo decepcionante, pese a que también hubo jornadas muy entretenidas, como la mencionada de Sierra Nevada, La Granja y La Pandera.
El recorrido de 2010 era llamativo, pero globalmente se quedaba “cojo” al carecer de jornadas para moverse desde lejos y tener solo una CRI, además de repetir mucho un tipo de trazado en las etapas de montaña, favoreciendo demasiado a los mismos corredores y propiciando que se viera “ciclismo-youtube”, con sólo batalla entre los favoritos en los km finales. En el lado positivo, casi todas las jornadas tenían alicientes, destacando una gran primera semana, y varios estrenos de subidas muy interesantes y/o mediáticas, como Coto Bello y la Bola del Mundo. A la postre, la carrera tuvo interés casi todos los días pero sin jornadas para recordar más alla de los últimos 10 km (salvo la bonita etapa de Valdepeñas de Jaén), aunque sorprendentemente casi todos los medios de comunicación la consideraron un éxito rotundo.
En 2011 se repetían varias constantes de años anteriores, como el gran nº de llegadas en alto, “trampas” en muchas jornadas, estreno de varias subidas y escasez de crono, pudiendo considerarse una mezcla de 2009 y 2010, aunque predominando 2010, sobre todo por la 1ª semana. Pero también tenía aspectos innovadores: una etapa de alta montaña sin final en alto, estrenando el Puerto de Ancares (aunque por Balouta y muy lejos de meta), 2 HC de paso y una última semana basada en la media montaña, con la gran noticia del regreso al País Vasco, si bien en etapas decepcionantes. Un trazado con aspectos positivos, al incluir alicientes casi todos los días, buenos encadenados y mucha dureza global, pero lastrado por otros tantos negativos, con exceso llegadas en alto, orden de algunas etapas y falta de una 2ª CRI, aunque mejorando a 2010.
En 2012 los organizadores llevaron la apuesta por los finales en alto al extremo, con 10 llegadas de este tipo y siendo en casi todos los casos la subida más dura de la etapa, varios con rampas desorbitadas. Por el contrario, no había apenas grandes puertos de paso (salvo en la etapa reina de Cuitu Negru) y sólo 39 km de CRI, estando muy desequilibrado. A la hora de la verdad, el duelo entre Contador, Purito y Valverde hizo que la carrera resultara emocionante, pero con la lucha restringida a los km finales de las etapas, algo lógico dado el trazado. La excepción fue la mítica jornada de Fuente Dé, con el ataque de Contador, y en menor medida Valdezcaray, curiosamente los 2 finales más tendidos. En nuestra opinión, una carrera de notable pero ni mucho menos “la mejor Vuelta de la historia”, como se la calificó desde varios medios de comunicación.
El trazado de 2013 repetía parte de las características de la edición anterior, como la enorme cantidad de llegadas en alto y la escasez de contrarreloj, pero aumentando la exigencia de los puertos de paso y con más variedad en los finales, siendo uno de los recorridos más duros en la historia de la Vuelta, con nada menos que 17 puertos por encima de 120 APM, incluyendo los inéditos Haza Llana y Peñas Blancas. Al final la carrera resultó bastante entretenida, habiendo además múltiples cambios de liderato y pelea hasta el penúltimo día, con el intento de remontada de Nibali en el Angliru, pero con la batalla entre los favoritos demasiado reducida a las subidas finales, echándose de menos alguna jornada con ataques lejanos, lo que unido a la victoria de Horner dejó una sensación más negativa que la de 2012
El recorrido de 2014 mantuvo en general el modelo de años anteriores, con múltiples finales en alto, casi siempre en la subida más dura de la etapa, varias llegadas en repecho y escasa contrarreloj, con 3 etapas cronometradas, incluyendo la CRE, pero que apenas sumaban 59 km, estando de nuevo desequilibrado. No obstante, había mayor variedad en la media montaña, mientras que las llegadas en alto eran menos extremas (salvo Camperona y Ancares por Pan do Zarco), estrenándose una gran cantidad de puertos, tanto de paso como final de etapa, varios de ellos muy duros. A la hora de la verdad, destacó el duelo Contador vs. Froome en las etapas de la Farrapona y Ancares, si bien la lucha volvió a quedar restringida a las subidas finales, no habiendo batalla desde lejos entre los favoritos en ninguna etapa.
En 2015 el trazado repitió varias de las constantes de ediciones previas, como la enorme cantidad de llegadas en alto, tanto puertos como finales en repechos, y la escasez de contrarreloj, con un total que no llegaba a los 50 km (si bien la CRI era más llana de lo habitual), aunque también había novedades, como los 12 finales inéditos y el tipo de montaña de la 3ª semana, basada en la media montaña y las llegadas tras descenso. Y fue precisamente en la última semana, después de un tríptico cantábrico que resultó decepcionante, cuando se vieron las mejores etapas (junto con la dura jornada de Andorra), como Riaza y sobre todo la preciosa etapa de Cercedilla, donde Aru y el equipo Astana aislaron al hasta entonces líder Dumoulin, atacando en la Morcuera, a más de 50 km de meta, y logrando el vuelco en la clasificación general.
El recorrido de 2016 tenía de nuevo múltiples finales en alto, muchos de ellos cortos y con rampas extremas, aunque habiendo también llegadas en subidas más largas, como el Aubisque, final de la etapa reina, que de nuevo se celebraba fuera de España, y escasez de crono individual, con sólo 37 km de CRI, si bien más favorable para los especialistas que en otras ediciones. Junto al abuso de muros finales, lo peor era la falta de grandes puertos, con únicamente HC / 1ª duros de paso en la etapa francesa. No obstante, y salvo por la “huelga encubierta” el día de Urdax, la carrera fue mejor de lo esperado, destacando la gran jornada de Formigal, donde un pequeño grupo de corredores, formado tras el ataque de salida de Contador e incluyendo también al líder Quintana, puso en jaque al Sky, siendo clave para el resultado final.
El trazado de 2017 era muy exigente, incluyendo múltiples etapas de media y alta montaña, con solo 4 jornadas llanas, y mayor cantidad de grandes puertos de paso de lo habitual, con 7 etapas incluyendo Primeras de paso, aunque curiosamente no había una etapa reina como tal, al estar los puertos más repartidos, coincidiendo además que las etapas con subidas más duras, Angliru y Sierra Nevada, eran muy cortas (menos de 130 km), echándose en falta una jornada para fondistas, mientras que la crono rondaba los 40 km. A la hora de la verdad la carrera resultó muy entretenida casi todos los días, con Alberto Contador como animador, ganando en el Angliru, si bien faltó una etapa realmente buena, donde el grupo se rompiera desde lejos y hubiera mucho tiempo de batalla entre los favoritos, para pasar a la historia.
El recorrido de 2018 tenía carácterísticas similares al de 2016, como el gran cantidad de finales en alto, especialmente de llegadas tipo muro, varios de ellos con rampas extremas y kilómetros enteros a más del 10%; y escasez de contrarreloj, con sólo 40 km de esta disciplina. A esto se unía la reducción en la dureza intermedia (en los grandes puertos, no en las cotas), sin Especiales de paso y muy pocos 1ª duros, de tal modo que cuando se disputó la prueba casi toda la lucha entre los favoritos quedó para las subidas finales, si bien con un último bloque en Andorra que resultó más entretenido de lo esperado, con La Rabassa a tope desde abajo y batalla desde lejos camino del Santuario de Canolich, a mitad de La Gallina.
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- Análisis detallado del recorrido, con todas las etapas, enlaces a puertos, antecedentes y valoración crítica






